Marcado II -12



Se me hacía tarde, lo cual no era lo mío. Pero desde que no pasaba las noches solo y Henry hacía esa cosa para despertarme con las manos y la boca en lugares que me hacían sonrojar solo de pensarlo, se estaba volviendo mucho más común.
No había oído hablar de Kangin en dos días y mientras todo el mundo estaba todavía en el borde por el intento de robo (sabía que de alguna manera estaba ligado a mi hermano), no había visto al familiar desconocido acechando por ahí. Las cosas solo avanzaban normalmente, y tenía una sensación de ansiedad de que mantener las cosas con Henry en un nivel manejable  iba a ser todo un desafío. El hombre y el músico en él tenían capas sobre capas que nunca había notado antes, y ahora que lo conocía realmente, superaba la fantasía de él, sentí que caía en un lugar del que no tenía intención de salir.
Todo lo que hacía, lo hacía con una intensidad y enfoque que nunca me había dado cuenta que poseía. Al parecer lo impulsaba una gran demanda. Su teléfono sonaba a todas horas día y noche, y él siempre salía corriendo para corregir cualquier fallo, o manejar alguna crisis para una banda.
Había algo relacionado con su propia banda que lo tenía emocionado y nervioso. No quería hablar de eso, pero por lo que había reconstruido, los  otros chicos querían que él subiera a bordo en algún tipo de gira, y se molestaron cuando él no estuvo de acuerdo. También estaban las llamadas que lo  ponían  de  mal   humor  y  hosco  durante  horas  y  horas,  y  cuando      le preguntaba por ellas, él solo se encogía de hombros y cambiaba de tema. 
Como aún no estaba listo para contarle de mi pasado, me di cuenta que era mejor dejarlo pasar. Solo me dolía ver la forma en que luchaba con todo lo que le estaba pasado. También me sorprendió lo mucho que quería ser capaz de ayudarlo.
Luego estaba el hecho de que él me cantaba cada noche. No sé cómo se suponía que no debía caer completamente enamorado de él, y detenerme de construir sueños de algo más, cuando cada noche me quedaba dormido con esa increíble voz adormecida con canciones sobre amor y pérdida.
Me dio tristeza pensar que mi mamá nunca nos cantó canciones de cuna cuando nos llevaba a la cama. Todas las buenas mamás les cantaban a sus hijos. Era otra cosa más que había perdido, y la había encontrado en esta nueva vida que había construido para mí.
Estaba tratando de recordar si había terminado mi tarea y si había agarrado mi uniforme de trabajo, cuando llegué a un punto muerto. En la base de la escalera que conducía al edificio de Ciencias estaban dos figuras familiares, y mi estómago cayó hasta llegar a mis pies. Calvin estaba asintiendo con la cabeza con entusiasmo y un rubio familiar estaba usando sus manos dramáticamente en un gesto, haciendo que Calvin tirara su cabeza hacia atrás y riera.
No era bueno que Kangin estuviera allí, y era aún peor que él de algún modo hubiera elegido a Calvin como alguien atado a mí. Entrecerré los ojos en mi hermano cuando él se dio la vuelta y me vio. Él sonrió y mostró todos sus dientes, y de inmediato supe que estaba tramando algo. Esta era su acto de chico bueno y que estaba diseñado para ser encantador y seductor, mientras robaba a su víctima ciega o dejaba un rastro de destrucción a su paso.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Traté de no estremecerme cuando pasó un brazo alrededor de mí, y  me dio lo que se suponía que era un abrazo fraternal. Conocía a Kangin, y esta era su manera de advertirme que me portara bien o habría consecuencias.
—Bueno, has estado tan ocupado con la escuela, el trabajo, y todos tus amigos, que pensé en solo venir a ver dónde ha estado gastando todo su  tiempo mi hermanito. Me encontré con este chico aquí y mencionó que eran bastante cercanos. Le dije que estaba bien que hubiera un caballero manteniendo un ojo en ti, te mereces lo mejor.
Lo miré por el rabillo de mi ojo y cavé mi codo en sus costillas hasta que me dejó ir.
—Te dije que estaba ocupado. No tengo tiempo para entretenerte.
Me quedé mirándolo hasta que se vio obligado a mirar hacia otro lado. No lo quería aquí e independientemente de lo que él pensaba hacer con Calvin iba a parar ahora mismo.
—Ya estoy llegando tarde a clase. Podemos discutirlo después.
Quería a Kangin en el primer avión de regreso a China. Calvin me tocó ligeramente el brazo y me dio su usual sonrisa.
—Tengo algo de tiempo libre. Puedo mostrarle a tu hermano el campus mientras estás en clase, si quieres.
Oh diablos no, eso era lo último que quería. Calvin era un hombre demasiado agradable para que estuviera a solas con Kangin. Mi hermano estaba trabajando en la caza de algo y tenía que averiguar de qué se trataba.
—No, está bien —dije al mismo tiempo, que Kangin dijo:
—Eso es genial.
Nos miramos el uno al otro a los mismos ojos. Antes, todo lo que siempre quise era que Kangin me protegiera, y cuidara de mí porque éramos familia. Quería que viera y apreciara los sacrificios que había hecho por él. No fue hasta ahora que entendí que la sangre no hacía a la familia y que el sacrificio no importaba. Había tomado una mala decisión tras otra con mi hermano, pero ahora tenía mi propia vida y mi propio camino, y él no iba a meter la pata o arrastrarme hacia atrás.
Calvin debió sentir la tensión entre nosotros, se aclaró la garganta y se pasó una mano por la nuca.
—Bueno, me voy a tomar un café. Kangin, fue un placer conocerte y si quieres, la oferta del recorrido está abierta, pero los dejaré para que se entiendan. Zhou, tengo que decir que es bueno verte, te ves bien.
Suspiré y agarré el brazo de mi hermano cuando él hizo ademán de seguir a Calvin.
—Gracias. Fue bueno verte, también.
Me aferré a Kangin hasta que Calvin desapareció, y luego lo sacudí de modo que nosotros estuviéramos cara a cara. Le empujé con fuerza en el centro del pecho y estuve satisfecho al verle una mueca de dolor.
—Qué carajo.
Se frotó la palma de la mano sobre el lugar que empujé y entrecerró  los ojos en mí.
—¿Qué pasó con todos esos modales que solías tener?
—¿Qué está tratando de hacer, Kangin? Ya te dije que no voy a ir contigo. Si piensas que Calvin es un peón, entonces estás equivocado. Es inteligente y está arruinado. Los estudiantes universitarios no tienen dinero.
Él apartó su cabello rubio de su cara y apoyó la cadera en la barandilla de la escalera. Vi a un par de jóvenes echándole un vistazo y quería gritarles que los tipos como Kangin eran veneno, y que deberían tener un mecanismo de defensa natural para advertirles que se alejaran de hombres como él. Él les devolvió la sonrisa y luego se giró hacia mí con nada más que el frío cálculo en sus ojos. Este era el Kangin que conocía. Este era el hermano del que había luchado tan duro para alejarme.
—Él podrá estar arruinado, pero su familia no lo está, y ese chico está perdidamente enamorado de ti. Cuando le dije que era tu hermano mayor, creo que tuvo que hacer todo lo posible para no pedir tu mano en matrimonio.
Di un paso atrás, como si me hubiera golpeado físicamente, y  parpadeé.
—No es como si existiera algo entre nosotros. Tuvimos una cosa ocasional, pero se acabó.
—Para ti, ni siquiera de cerca para él. Ni siquiera le importa que estés saliendo con el chico de la banda. Apuesto a que él piensa que es solo una fase. Después de todo, ¿qué joven puede resistirse a un hombre de una banda, cierto, Zhou?
Tuve que concentrarme en mi respiración. El hecho de que él sabía sobre Calvin era malo, pero el hecho de que él supiera de Henry era aún peor. Sentí mis manos enroscarse en puños apretados a los lados.
—¿Qué está pasando, Kangin? ¿En serio? No estoy jugando contigo, y si no eres sincero conmigo, no tengo ningún problema en dejar que varios muy grandes, y muy tatuado chicos sepan que estuviste detrás del robo en mi casa. Te juro que no va a terminar en una forma que te guste.
Él entrecerró los ojos en mí porque odiaba ser amenazado y ser amenazado por mí era algo inaudito.
—Te dije que estaba en problemas.
Crucé los brazos sobre mi pecho y traté de no temblar.
—¿Qué tipo de problemas?
—Tomé algo que no me pertenecía y ahora unos tipos realmente malos, y realmente enfadados lo quieren de vuelta.
Ahora, nada pudo parar el temblor.
Los ojos que coincidían con los míos se dilataron con genuino miedo y sentí mi estómago convertirse en un ladrillo de cemento.
—Digamos que no es algo que pueda reemplazar fácilmente.
Pensé que se refería a drogas o dinero, y eso significaba que la gente  no era mala, era realmente mala. Otra vez él estaba en una situación que lo iba a conducir a la cárcel o la tumba.
—¿Cuánto dinero?
Él no respondió durante mucho tiempo. Miró algo sobre mi cabeza durante unos sólidos cinco minutos antes de dejar que su mirada se fijara nuevamente en la mía.
—Veinte mil.
Quería vomitar. Sentí como un puñetazo en el estómago. Cerré mis ojos firmemente y me concentré en inhalar y exhalar lentamente.
—¡Oh, Dios mío!
—Estoy en problemas, Zhou. Van a matarme si no hago algo.
—Así que primero pensaste, por supuesto, llegar y arruinar todo en lo que he estado trabajando tan duro para construir aquí. Venir para que te  sacara de problemas como siempre, sin importar lo que eso significara para mí.
—Somos familia, tenemos que cuidarnos el uno al otro y hacer lo que sea para sobrevivir.
Apreté los dientes.
—Sí, solo que esto siempre significa que tengo que cuidar de ti, Kangin.  Ya he terminado. No me acuesto con nadie para evitar que rompan tus  piernas, porque esa es la única opción. No voy a salir con chicos que son demasiado viejos para mí, o solo están interesados en usarme para conseguir contactos. Ya no hago rayas de coca para adormecerme y olvidar lo mal que me hacía sentir la mierda que solía hacer. Tengo algo bueno aquí y no voy a permitir que tú o tus idiotas decisiones lo ensucien.
—No me vas a ayudar, pero si dormirás por ahí con cualquier tipo que sepa tocar la guitarra.
Era lo más cercano que mi hermano, mi carne y sangre, jamás había llegado a admitir que tenía algún tipo de idea de las cosas lamentables que había hecho con el fin de mantenerlo en una sola pieza. Me hizo sentir peor  de lo que normalmente lo hacía, me había dado por vencida a lo largo de las decisiones verdaderamente horribles que había hecho regularmente en aquel entonces.
Le di un codazo nuevamente en el pecho y lo enfrenté.
—Me acuesto con quien quiero, cuando quiero, Kangin. No tienes derecho a decir nada, después de todo lo que he hecho por ti. Te lo diré solo una vez: Aléjate de Henry. No es un buen tipo como Calvin. Él no es estúpido, y el acto de imbécil que has estado haciendo no lo va a engañar.
Él saltó de la escalera y me fulminó con la mirada.
—Oh, sí, y ¿cómo crees que todos tus elegantes nuevos amigos se van  a sentir sobre el bueno Zhou? ¿Alguno de ellos sabe lo que solías hacer por diversión, lo que utilizabas para salir adelante? ¿Alguno de ellos sabe verdaderamente de dónde vienes, o ellos solo ven la versión pulida y lo toman literalmente? Aunque el chico rockero esté de acuerdo con eso, ¿qué pasa con el resto? ¿Podrían mirarte igual si el resto de ellos supieran que no eres nada más que basura de remolque?
Aspiré y me mecí atrás sobre mis talones. Eso era exactamente lo que temía, pero esto era un corte de kilómetros de profundidad viniendo de él. La mitad de todas esas experiencias habían sido culpa de él, porque estaba  siempre queriendo salvarlo.
La mayor parte de las cosas que quería mantener enterradas ahora eran a causa de él. Al día de hoy todavía no tenía pruebas concretas de que Kangin tuviera la menor idea de las magnitud de las cosas que había hecho con el fin de mantenerlo vivo y respirando. Y si él realmente lo sabía, como podría desafiarme al pedirme darle aún más. Y si él no lo sabía, el hecho de que nunca haya hecho alguna pregunta sobre ello era francamente desgarrador. Yo amaba a mi hermano, y me gustaba pensar que en algún lugar muy dentro de él me amaba, pero no estaba seguro, y es por eso que nunca podía confiar en él plenamente.
Saqué la capa de indiferencia que había estado construyendo desde la última vez que vi a mí alrededor al Inspector y me dirigí hacia las escaleras para poder ir a clase sin tomarme la molestia de hablar más con él. Estaba enojado porque la clase otra vez estaba ahora casi a la mitad.
—No te importa. Lo que haga con Henry no es asunto tuyo, no tengo ninguna intención de perder el tiempo que he invertido en dejar mi pasado. Mantente alejado de Calvin, y mantente alejado de mí. Si puedo pensar en una manera de ayudarte con el dinero, lo haré, pero eso es todo, Kangin. No voy a hacer esto contigo o para ti. Creo que me mataría tener que enterrarte después de todo lo que he hecho por ti, y merezco algo mejor que eso.
—No tengo un montón de tiempo para que esto suceda, Zhou, así que incluso si tú no puedes ayudar todavía tengo que encontrar algo.
—Supongo que deberías haber pensado en eso antes de decidir saquear a un grupo de delincuentes.
Él puso de nuevo esa sonrisa que ponía mi piel de gallina.
—Un leopardo no puede cambiar sus manchas, hermanito. Tal vez harías bien en recordar eso.
Lo vi alejarse y me sentí como si el mundo estuviera cambiando bajo mis pies. Era despiadado, era un sobreviviente y no le importaba a quien lastimaba o a quien pisaba para conseguir lo que quería. Tenía que pensar en algo rápido o iba a desmantelar sistemáticamente toda mi vida aquí en Seúl.
Dejé escapar un grito de sobresalto cuando una mano se posó en mi hombro. Donghae levantó las manos en señal de rendición y se rió de mí.
—Un poco nervioso, ¿no?
Gemí y metí las manos en mi cabello.
—Sí, podrías decir eso.
Sus brillantes ojos estaban afilados con preocupación.
—¿Está todo bien?
El era mi mejor amigo. Me amaba y yo sabía que no me iba a juzgar. Solo dejarlo recorrer el camino, dejarlo tener acceso a toda la suciedad y el porquería que Kangin traía, me congeló de forma sólida de adentro hacia afuera.
—Sí, creo que estoy en el borde aún. Ya sabes, manteniendo ambos ojos abiertos y todo eso.
—Probablemente es mejor prevenir que lamentar.
Asentí distraídamente y me resigné al hecho de que iba a faltar a clase y tener que encontrar una manera de tener en mis manos una gran cantidad  de dinero muy rápido.
—¿Que ha estado pasando con ustedes?
—Todavía discutiendo con Hyukjae acerca de la casa. Le dije que me encantaría mudarme a una con él, si me deja poner la mitad de la cuota inicial. Él se molestó.
Lo seguí por las escaleras y lo dejé hablar mientras yo asentía y escuchaba con simpatía. Nos detuvimos fuera del aula de mi próxima clase y tiré de su cabello para que tomara un respiro.
—Donghae, piensa en esto desde su punto de vista por un segundo. Este  es un tipo que tiene problemas para hacer vínculos con alguien, tiene dificultades para comprometerse a nada, y quiere comprar una casa. Ofrecerte a pagar la mitad de esta tiene sentido lógico para mí y para ti, porque tienes más dinero que Dios, pero para él se trata de tomar algo que está tratando de hacer por ti, por ustedes, y hacerlo menos importante. Además, es el dinero que proviene de tu gente, quienes lo odian, y él no querría aceptar un maldito centavo de esas personas después de la forma en que te han tratado. Él quiere hacer esto por ti, Donghae. ¿Por qué no iba a cuidar de ti? Tú lo amaste incondicionalmente durante años y años. ¿No puede ser ésta tu recompensa por eso?
Él me miró parpadeando con sus grandes ojos y luego gimió.
—Bueno, mierda. ¿Por qué no lo veo así?
Me eché a reír.
—Debido a que estás tratando de evitar ser herido. Ese chico preferiría masticar su propio brazo que hacerte daño otra vez. Simplemente relájate y disfruta de amarse el uno al otro.
Él levantó una ceja hacia mí y abrió la puerta de la sala de clase. Ya había sacado su teléfono y estaba enviando un mensaje de texto a Hyukjae. Yo realmente quería lo mejor para ellos. Habían tenido un camino duro y merecían un descanso.
—¿De dónde vino toda esta visión romántica de repente? ¿Acaso Henry se metió bajo tu piel o qué?
Henry estaba bajo más que solo mi piel. Estaba haciéndome cosas que eran francamente aterradoras, y con Kangin avecinándose en el fondo, yo tenía que conseguir que todo se juntara o arriesgarme a que explotara  en dolorosas piezas y pedazos a mí alrededor. Necesitaba el control, la mano firme en mi vida que había mantenido desde que aterricé en Seúl hace años. Tenía que recordar que yo estaba a cargo de mi destino, no Kangin y no Henry.
—Henry es muy diferente de lo que yo realmente pensaba que era. Hay  un montón allí que realmente nunca esperé o aprecié totalmente. —No me estaba refiriendo solo a lo que estaba en sus pantalones, tampoco.
Donghae estaba sonriendo a lo que sea que había regresado a él en su teléfono, pero me contestó de todos modos.
—Es muy fácil en verdad pensar que estos chicos son solo de una forma por cómo se ven y cómo hablan, pero una vez que te dejan entrar es un juego de pelota completamente diferente.
Suspiré y saqué un lápiz de mi bolso.
—Realmente me gusta, Donghae. Quiero decir me gusta. Canta para mí  en la noche y hace doler mi Corazón. La forma en que me mira, me siento como si él estuviera tratando de separarme y ponerme de regreso unido en una forma aún mejor.
Su boca se abrió un poco.
—Vaya.
—Lo sé. No estoy listo para algo de eso con él.
—¿Por qué no? Si te hace sentir de esa manera, ¿por qué no solo saltas con ambos pies?
—Porque entonces yo ya no estaría más en control de lo que está pasando entre nosotros.
El iba a decir algo, pero tuvo que parar porque el profesor comenzó la clase y tuvimos que poner atención. Mi vida se sentía de repente como si estuviera girando fuera de control. Todo lo que quería era construirme una carretera sólida para el futuro, de manera que nunca terminara de vuelta a donde estaba.
Ahora no solo mi pasado estaba mirándome como un arma cargada, sino que mi futuro estaba ligado a un tipo que no se preocupaba por  la seguridad y la estabilidad, pero me hizo sentir como si yo fuera la única cosa en el mundo que le importaba. Era confuso y estresante, y mientras más tiempo pasaba preocupado por ello, más pesado se sentía ese ladrillo de cemento en mis entrañas.
Henry era un gran tipo, pero el problema era que yo no era exactamente una gran chico, y no sabía si estaba listo para que él supiera eso. Sabía a ciencia cierta que no estaba listo para entregarle las riendas de lo que se que fuera o no nuestra relación.
Después de que la clase hubo terminado, yo sabía que Donghae quería hacer una recapitulación acerca de lo que habíamos estado hablando, pero yo necesitaba salir allí como necesitaba un agujero en la cabeza, así que me eché a correr cuando él fue distraído por un compañero de clase preguntándole por una asignación.
Tenía grandes problemas a los que hacerle frente, como dónde diablos podía conseguir el dinero para Kangin. Siendo realistas, yo sabía que podía pedirle ayuda a Donghae. Él puede no tener esa cantidad de dinero solo por ahí, pero era la única persona que conocía que probablemente podría estar cerca  de conseguirlo. Yo tenía alrededor de cinco mil dólares en ahorros, pero se iban rápidamente entre la escuela y la renta, y no había manera de que fueran suficientes para mantener a Kangin respirando, si estaba tan metido como yo pensaba o era tan malo como él estaba insinuando.
Tenía dos clases más y tenía programado trabajar un turno de cierre, pero tenía que ponerme en contacto con mi madre para asegurarme de que estaba bien. La llamé dos veces, pero fue al correo de voz, y traté de no entrar en pánico. Esto me puso la piel de gallina al pensar que Kangin pudiera ser tan imprudente y tan desconsiderado sobre cómo sus acciones afectaban a todos a su alrededor. Había esperado y rezado para que cuando me fui de Wuhan, estuviera dejando atrás todas las cosas horribles que mi hermano arrastraba con él.
Donghae me envió un texto dejándome saber, en términos muy claros, que no habíamos acabado de hablar, y yo empecé a temer tener que trabajar mi turno con él. No estaba seguro de qué hacer con Henry, y tratar de explicarle las cosas a él no estaba ayudándome a averiguarlo. Estaba corriendo por el estacionamiento, porque se me estaba haciendo tarde otra vez y tenía que ir al centro, cuando sonó mi teléfono. Ya que mi madre finalmente me estaba llamando de nuevo, me detuve y le contesté sin aliento:
—Hola, mamá.
—¿Por qué me has estado llamado todo el día, Zhoumi? Estoy ocupada.
Esa era mi madre, perpetuamente pegada a los dieciséis años de edad y golpeada. Yo no creo que ella haya madurado emocionalmente más allá de  eso.
—¿Sabías que Kangin está a Seúl?
—Por supuesto que sí. Te echa de menos y quería verte.
Tuve que morderme los labios para tratar de no soltarle una grosería.
—No, mamá, él le debe a alguna gente en casa un montón de dinero. Está aquí para que yo pueda ayudarlo, como siempre.
—Kangin es un buen chico, Zhou. Es bueno que ayudes a tu hermano.
Siempre era lo mismo. Cada vez que él iba a la cárcel, cada vez que tenía matones golpeando la puerta, cada vez que me utilizaba o a ella, siempre era un buen chico a sus ojos y eso nunca cambiaría.
—Te preocupas demasiado, niño. Estar en esa escuela de lujo no ha hecho nada más que hacerte que te guste toda esa gente de aquí que solía levantarte la nariz y correr en círculos alrededor.
Suspiré, cerré los ojos y apreté mis dedos alrededor del teléfono.
—Las cosas cambian.
Ella soltó un bufido.
—No, niño, la gente cambia. Las cosas siguen igual.
Esa era la actitud que la iba a mantener en un remolque en Wuhan el resto de su vida. Colgué el teléfono y estaba listo para subir al jeep y dirigirme a trabajar cuando oí mi nombre. Donghae estaba corriendo por el estacionamiento y hablando rápidamente por su teléfono. Tiré mis cosas en el asiento del pasajero y me di vuelta para poder encontrarme con él a mitad de camino. Trabajábamos en el mismo turno, así que asumí que estaba teniendo problemas con el auto o que algo había pasado con Hyukjae e iba a salir. Para lo que no estaba preparado era para que él agarrara mi brazo y gritara:
—¡Henry está en la cárcel!
Al principio pensé que era una broma. Después de todo, yo lo había dejado acurrucado y satisfecho esta mañana de camino a clase. No podía entender cómo se había encontrado a sí mismo en suficientes problemas para ser arrestado entre entonces y ahora. Me reí un poco.
—Tienes que estar bromeando.
Él negó con la cabeza, el cabello rubio volando en todas direcciones.
—No. Heechul me acaba de llamar. Los tres chicos acaban de salir de la tienda. Supongo que él llamó a Jjong para que lo sacara, pero todos se  fueron. Dijo que tuvo que amenazar a Kyuhyun con daños corporales para conseguir que le dijera lo que estaba pasando. Heechul trató de llamarte, pero fue al buzón de voz.
Miré a la pantalla de mi teléfono y en verdad tenía dos llamadas perdidas  de  él,  mientras  había  estado  hablando  con  mi  mamá. Solo parpadeé estúpidamente, mientras traté de reconstruir     lo que estaba sucediéndole a mi vida una vez ordenada.
—¿Por qué está en la cárcel?
—Él no pudo decirlo. Los chicos dejaron todo a la mitad de las citas  y él estaba luchando por cambiar las fechas y mantener la fortaleza. ¿Quieres que te lleve a la comisaría? Te ves un poco pálido.
Yo no sabía lo que quería hacer. Quería huir a un lugar donde Kangin estuviera de regreso en China, a un lugar donde yo me apasionaba de Henry  en silencio y fingía que podía tener una relación con Calvin que funcionara. Sacudí la cabeza y me volví hacia el jeep.
—Si él me quería allí, me habría llamado y no a Jjong. Tengo que ir  a trabajar.
—¿Zhoumi? —Pude escuchar la pregunta en su voz, pero solo levanté una mano. Necesitaba un poco de sentido de normalidad, una especie de patrón al que yo estaba acostumbrado, de nuevo por un segundo.
—Ahora no, Donghae. Voy a hablar con él cuando llegue a casa. No sé lo que está pasando, pero si fue lo suficientemente malo para conseguir que lo detuvieran, es probable que los chicos sean una mejor opción para él en este momento de lo que yo lo soy.
Él me frunció el ceño, y por primera vez desde que nos conocimos cuando éramos estudiantes de primer año, pude verlo en verdad juzgándome y encontrándome en falta.
—No sé si estoy de acuerdo con eso, Zhou.
Solo sacudí la cabeza hacia él.
—Bueno, no es cosa tuya. Te veré en el trabajo.
Vi su punto en su ceño confundido mientras salía del estacionamiento y me dirigía hacia el bar. Mi mente estaba dando vueltas en un millón de direcciones diferentes y yo estaba teniendo un momento muy difícil para poner todos mis pensamientos en sus cajas  asignadas. Estaba preocupado por Kangin, preocupado por Henry, y tal vez, más importante que cualquiera de esas cosas, estaba preocupado por mí mismo.
Podía sentir el control deslizándose, sentir las paredes que había erigido para evitar que estas mismas cosas sucedieran, comenzar a desmoronarse, y yo estaba sosteniéndolo todo junto por solo la cubierta de mis dientes. Quién era y quién quería ser estaba siendo desgarrado en partes separadas, y el yo que quedara vulnerable y en carne viva. No tenía ni idea de cómo coser todo de nuevo junto, o incluso si lo quería.



2 comentarios:

  1. uf eso estuvo cruel pobre ya no sabe que hacer espero y habla con henry

    ResponderEliminar
  2. Todo comienza a caer en la vida de Mimi, pero es algo que ya sabiamos, por que la verdad tarde o temprano sale a la luz

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...