Marcado II -19



Cuando llegué a mi cuarto encendí el reproductor tan fuerte como pude, para disuadirla por si trataba  de seguirme y hablar. La música era tan fuerte que hizo daño hasta a mi cabeza, pero me distrajo lo suficiente que tuve un par de minutos para arreglar unas últimas cosas para la gira, y puse en su lugar algunos detalles que tenía pendientes.
En definitiva, ayudar a poner bandas en marcha, poner nuevas bandas fuera en el mundo para que otras personas las oyeran, me hacía más feliz que nada en este momento. Había tanta buena música por ahí que nadie tenía la oportunidad de escuchar, porque nunca lo hicieron a lo grande, nunca llegaron a la radio o grandes giras. Era una pena, y cualquier parte que pudiera desempeñar en cambiar eso me daba más orgullo que nada de lo que he producido por mí mismo lo hacía.
Cuando salí para ir a la tienda de tatuajes, no había ninguna señal de Zhoumi y no supe si eso me hizo sentir mejor o peor. Decidí no pensar en ello y me dirigí al centro de la ciudad. Fui donde Kyuhyun y Hyukjae vivían, estacionándome allí. Me tomó unos minutos caminar de regreso a la tienda, y a pesar de que llegaba un poco tarde, Jjong seguía trabajando en una chica que apenas se veía de dieciséis años.

Heechul rodó los ojos y me dijo que la chica había llegado tarde y estaba demostrando tener una baja tolerancia al dolor, por lo que mi chico estaba lidiando con ello. Le dije que iba a esperar, pero Hyukjae llego saliendo de la parte de atrás con el ceño fruncido hacia su teléfono mientras me preguntaba si  tenía un minuto.
Yo no estaba realmente en el estado de ánimo para tenerlo reventándome las pelotas, pero la tienda no era tan grande, así que realmente no tenía otra opción. Asentí con la cabeza un saludo a Kyuhyun, quien me vio caminar por la puerta principal con el ceño fruncido. Él estaba trabajando en algo complejo en la pantorrilla de un hombre así que no dijo nada ni pudo hacer ningún movimiento que no fuera el ceño fruncido.
Hyukjae murmuró algo en la pantalla del teléfono y se lo guardó en el bolsillo de su sudadera.
—Siwon llegará a casa para quedarse dentro de unos meses.
No me esperaba eso, así que no estaba seguro de qué decir. El hermano mayor de Hyukjae era genial, y un completo cabrón del tipo que no aguanta tu mierda, y me caía muy bien. Sabía que había algo de tensión allí con la  familia, y el hecho de que el gemelo de Hyukjae, quien ya no vivía, había logrado llevarse un gran secreto a la tumba con él.
—Eso está bien.
—Lo sería, si dejara de ser un idiota. Quiero que se haga cargo del contrato de arrendamiento de la casa con Kyuhyun cuando vuelva, para que no tenga que preocuparse por tratar de averiguar a dónde irá. Yo sé que él no va a ir a casa ahora mismo. Todavía no habla con la familia.
Me froté la nuca con la mano y me pregunté por qué quería hablar de esto lejos de todos los demás.
—Si se muda a la Victoriana, ¿a dónde irán tú y Donghae?
—Voy a comprarle una casa.
Me perdí un poco porque había conocido a Hyukjae desde hace mucho tiempo, y si bien la idea de él estableciéndose con un joven había sido un shock, la idea de él haciendo un hogar permanente con una era completamente impensable.
—Vaya, amigo, eso es un gran paso.
Se encogió de hombros y se apoyó en la ventana de cristal que estaba al frente de la tienda.
—No se siente como tal. Él lo es todo para mí. 
Levanté una ceja y copié su postura contra el frío vidrio.
—¿Piensas en el matrimonio y los bebés allí, Lee? —Me desconcertó. Él era un auténtico lobo solitario y su historial con las parejas era legendario y casi aterrador en su longitud. Pero una vez que él había decidido que iba a comprometerse con Donghae, lo había hecho con la misma intensidad que aplicaba a todo lo demás en su vida.
—Honestamente hombre, es lo que sea que él quiera. Él quiere un anillo, le voy a comprar uno del tamaño de su cabeza. Quiere un bebé, voy a llevarlo a la cama todas las noches hasta que tenga uno, y no voy a quejarme de nada en absoluto. Si quiere mantener las cosas como están ahora, hasta el fin del tiempo, entonces yo estoy bien con eso. Todo lo que importa es él y yo al final del día. Eso es sobre lo que quería hablarte.
Sus ojos eran serios y me fijaron al vidrio. Era difícil apartar la mirada de esa tormenta de invierno cuando volvía toda su fuerza contra ti.
—Cuando la persona correcta llega, Henry, te das cuenta. Mueves montañas, cambias tu vida y haces lo que sea necesario para mantenerla contigo. Sería la mitad del hombre que soy sin Donghae. Él me hace mejor, me hace feliz, y puedo ver que Zhoumi lo hace por ti también.
Lo iba a interrumpir, a decirle que yo no era el que se había marchado, que yo había lidiado con sus secretos y su evasión, y aun así me había enamorado de él, pero Hyukjae levantó una mano y me detuvo.
—Sé que las cosas con él están enredadas. Sé que no está haciendo fácil amarlo, pero ahí es cuando es más importante que lo hagas de todos modos. Confía en mí, he estado en tus zapatos. Donghae me explicó un poco de lo que Zhou está pasando ahora y no es lindo, y seguro como la mierda que no es fácil, pero estoy seguro de que podrías manejar la situación si simplemente insistes en ello.
Fruncí el ceño y traté de no dejar que sus palabras resonaran en mi cabeza. Apreciaba de donde venía, realmente apreciaba que pensara que el amor era algo que podía solo prevalecer. Era hermoso viniendo de un tipo como él, pero él no era el que trataba de luchar contra las paredes que Zhoumi tenía, y no fue el que estuvo ahí cuando el maldito teléfono sonó esta tarde. Suspiré y miré por el rabillo de mi ojo. No iba a mentir sobre lo que sentía por él, pero tampoco iba a fingir que yo tenía la esperanza de que las cosas funcionen más allá de la forma en que lo habían hecho.
—Gracias, Hyukjae. En serio, entiendo de dónde vienes y me gustaría, realmente deseo que pudiera tener con Zhoumi lo mismo que tienes con Donghae. Simplemente no es así. Sé lo que pasa cuando tratas de forzar algo en alguien, basta con ver a mis padres.
Nos miramos el uno al otro durante un largo minuto, sus pálidos ojos brillando como piezas de diamantes cuando absorbió mis palabras en su cabeza. Por último, suspiró y se apartó del vidrio.
—Solo sé que si crees que la persona vale la pena, que el juego final vale la pena, entonces  no debes darte por vencido.
Seguí su ejemplo y me separé de la ventana. Un grupo de chicas entró y nos miró, pero ninguno de los dos les devolvió la atención o las coquetas sonrisas enviadas en nuestra dirección. Quería patear algo.
—Supongo que la felicidad es relativa ahora.
Fuimos hacia el interior de la tienda y Jjong estaba guiando a la  chica con que había estado trabajando hacia el escritorio. Heechul le estaba dando la mirada fétida y siendo particularmente sarcástica mientras le pagaba.  Jjong y yo intercambiamos un golpe de puño y él hizo un gesto con la  cabeza hacia el cuarto de atrás donde todos tenían estaciones de dibujo y una pequeña sala de descanso.
—Ven y mira lo que hice. Si no te gusta, tengo tiempo suficiente para cambiarlo.
Hyukjae me dio una palmada en el hombro.
—Ha estado trabajando en él durante todo el día. Es jodidamente increíble.
Levanté una ceja y seguí a Jjong a la parte trasera de la tienda.
—Gracias por terminarlo tan rápido.
—No muy a menudo tengo un cliente que me da rienda suelta a solo hacer lo que quiera, así que pasé un buen rato con él
La plantilla era enorme. Cubriría todo un lado de mi espalda, desde la parte superior de mi trasero a la base de mi hombro. El fuego era el foco principal, llamas trenzadas y torcidas lamían un micrófono antiguo resquebrajado en el centro y parecía una boca gritando con más remolinos de fuego escupiendo fuera de él. Era malévolo, tenía significado, era brillante y estaba lleno de vida.
Se veía exactamente como lo que sentía cuando estaba en el escenario, y los colores que él previó, el flujo que encontró para él, era más como una acuarela que las líneas duras típicas de un tatuaje. Lo miré con asombro durante un largo minuto, hasta que Jjong se aclaró la garganta, y  me di cuenta de que parecía un poco nervioso.
—¿Es algo parecido a lo que buscas?
Me reí, realmente me reí. Me reí tanto que sentí acumularse lágrimas en mis ojos.
—Amigo, si no creyera que me darás un puñetazo en la cara, te besaría. Es perfecto. Es exactamente lo que yo quería.
—Es grande. Todo lo que vamos a ser capaces de conseguir hacer esta noche es el contorno, y estás mirando cuatro a cinco sólidas horas solo para eso. Tienes que decidir en qué lado lo quieres.
—El lado opuesto al ángel de la muerte. —Pensé que se vería más equilibrado que tenerlos en el mismo lado, a pesar de que el ángel de la  muerte ocupaba la mayor parte de mi pecho.
—Genial, dame un poco para configurar y obtener la transferencia lista. Kyuhyun dijo que cuando terminara con el hombre que está trabajando, iría corriendo a conseguir pizza. Hyukjae dijo que iba a conseguir una caja de  cerveza y volvería. Tienes que esperar hasta que haya terminado el entintado para beber, de otro modo correrás la tinta. Todos nos quedaremos aquí.
Asentí y regresé mientras él se encargaba de sus asuntos. Mi familia estaba tan asentada como podía estar, mi música estaba en la plenitud de su éxito, y tenía el grupo más genial de amigos. Era una pena que nada de eso parecía hacer ningún bien en llenar el lugar en mí que todavía estaba completamente abierto y amplio debido a un pelirrojo. Nada hacía al hecho de que él seguía hablando con Suéter de Rombos, más fácil de tragar y nada de esto hacía que el hecho de que no pudimos averiguar cómo estar juntos apestara menos.
Dejar a Jjong trabajar en mí por unas horas con un montón de agujas parecía una buena manera de obtener las endorfinas y adrenalina fluyendo, y una buena manera de dejar un poco de esa abrasadora emoción por Zhoumi irse con la sangre.


Sacrificar tanto por la persona que amas en mejores circunstancias debería haberme hecho sentir altruista y en paz. Desafortunadamente, en mi caso, me estaba haciendo sentir miserable e incómodo. Alejarme de Henry antes de que Kangin pusiera sus sucias garras en él, o antes de que todas las cosas desagradables que pensé que tenía que evitar pudieran llegar e interponerse entre nosotros fue mucho más duro de lo que pensé que sería.
No sé qué fue peor, los encuentros incómodos que tuve con Henry cuando me topaba con él en la casa, o las noches que él no volvía a casa en absoluto.
Mi cabeza giraba como una persona demente, intentando preguntar con quién estaba él o qué estaba haciendo. Siempre lo había querido en un nivel puramente químico y sexual, pero ahora que lo conocía, ahora que entendía todas las cosas que pasaban detrás de esos oscuros ojos, también lo quería por todo lo demás.
Rompía mi Corazón en un millón de pedazos cada vez que me miraba como si yo fuera un panel de vidrio, y que no estuviera interesado en lo que sea que estaba viendo del otro lado. Me mataba cundo se limitaba a mirar a través de mí. La realidad era que si él llegaba a mirar de cerca, vería todos los pedazos rotos de mi Corazón en lugares en los que no pertenecían. Se encontraban en mi garganta, en mis manos y en algún lugar perdido en el fondo de mi estómago.
Hoy se iba. Cuando me iba más temprano a correr, había estado juntando  sus  cosas  en  la  puerta  delantera  y  hablando  por  teléfono  con la persona que venía a recogerlo. Parte de mí se alegró, ya que la tensión que rodaba entre nosotros se aliviaría ahora que él iba a estar a miles de kilómetros de distancia, pero una gran parte de mí, una parte más fuerte, estaba gritando que una vez que él saliera por esa puerta con esa guitarra, todo habría acabado para siempre entre nosotros. Sabía que se merecía saber las verdaderas razones del por qué, pero al parecer no podía encontrar las palabras exactas para decírselo.
No había sabido nada de Kangin o de Silas en más de una semana. Esperaba que mi hermano hubiera seguido mi consejo y hubiera encontrado una isla desierta para esconderse, pero conociéndolo, tenía mis dudas.
No fui lo bastante estúpido como para encontrarme con Silas a solas, así que le di ese librito que había vuelto mi vida patas arriba a Lou, y Silas llegó al bar para conseguirlo. A Lou le pareció bien y no hizo un millón de  preguntas. Además, tenía la ventaja de tener el aspecto como si pudiera arrancarle los brazos a Silas y golpearlo con ellos con poco esfuerzo, así que  me sentí más seguro teniéndolo a él ocupándose del traspaso.
Intenté llamar a mamá y explicarle todo el asunto, pero estuvo tan desinteresada como siempre y, en cambio, quiso hablar de un sujeto que conoció en un bar. Al parecer, él quería llevarla a la ruta con él en su gran camión y ella estaba muy emocionada debido a eso.
Como de costumbre, intenté ser la voz de la razón, diciéndole que no conocía al sujeto y que si terminaban teniendo una pelea o ella decidía que él no le gustaba, podría terminar dejándola perdida donde quisiera. Ella no quiso saber nada de lo que dije. Ni siquiera decir gracias o parecer agradecida de que yo hubiera encontrado una manera de mantener a Kangin respirando, al menos por el momento. Todo eso me recordó la razón por la que había estado tan desesperado por salir de Wuhan en primer lugar, y por qué ahora quería que mi vida luciera tan diferente.
Calvin había llamado una o dos veces al día, ahora que sabía que Henry y yo ya no estábamos envueltos en lo que sea que habíamos intentado hacer. Pude decir que estaba honestamente preocupado por cómo estaba yo, pero tuve que decirle más de una vez que yo no estaba interesado en salir  o empezar algo con alguien más. De hecho, nadie iba a estar a salvo nunca en una relación conmigo, futuro financiero asegurado y carrera corporativa o  no.
Los hechos de mi pasado, las personas de mi vida, siempre iban a estar en riesgo y no había ninguna manera de que alguna vez quisiera arriesgar a alguien que me importaba a eso. No era justo.
Cuando regresé a casa, me detuve para tomar aliento y casi tropecé, porque Henry estaba saliendo por la puerta principal y estaba bajando las escaleras. Se detuvo en seco cuando me vio y bajó la mirada hacia los dedos de sus pies en botas de combate. La mirada en sus ojos rompió mi Corazón y todo lo que quise hacer fue envolverlo en un abrazo y decirle que todo estaría bien. Sabía que eso no era completamente cierto, por lo que apoyé una cadera contra la barandilla de hierro forjado y lo miré.
—¿Estás bien?
Ni siquiera me miró, pero vi sus hombros tensarse y sus uñas clavarse en sus palmas. No sabía si estaba enamorado de este hombre, pero pensé que así era y sabía con certeza absoluta que todo lo que quería para él era que nunca se sintiera de la manera en que obviamente se estaba sintiendo ahora mismo.
Si tenía que ponerme entre Henry y lo que sea que lo estaba haciendo hervir y reventar de enojo de la manera en que estaba en este momento, lo haría, incluso si eso significara mantenerme alejado de él también. Se merecía alguna medida de paz, un descanso de los demonios que constantemente lo acosaban y a pesar de que eso significara no ser más parte de su vida, estaba determinado a ver que lo lograra.
—Estoy bien.
Levantó la cabeza para mirarme y esos ojos estaban tan oscuros y enojados que los sentí chamuscarme la piel. Entendía mejor de lo que podría imaginarse ser herido por alguien que amabas, y quise decírselo, quise explicarle el completo desastre. Pero entonces él querría arreglarlo y no había arreglo para Kangin y no había vuelta atrás en el tiempo y arreglar al joven que solía ser.
Solo había que seguir adelante y conseguir las cosas por las que habíamos trabajado, construir una mejor vida de ahora en adelante y tener la esperanza de ser mejores personas a lo largo del camino.
—Bueno, que te diviertas en la gira. Estoy seguro de que vas a estar increíble.
Salió forzado y torpe, como todas las conversaciones entre nosotros. Solíamos ser capaces de hablar entre nosotros, simplemente mirarnos y saber lo que el otro estaba pensando. Ahora éramos dos personas sufriendo por razones diferente, intentando fingir que no nos desgarraba respirar el mismo aire.
No esperaba que se moviera, pero de repente estaba junto a mi cara  con un traqueteo de las cadenas que colgaban de su billetera en su cinturón y un tintineo de los anillos de sus dedos. Agarró la barandilla a cada uno de mis lados. Esos brillantes ojos estaban a meros milímetros de los míos, y pude ver cómo se arrastraba la ira en las comisuras de esa boca que había amado de tantas maneras diferentes.
Sabía que Henry tenía un montón de rabia dentro de  él, sabía que luchaba por mantener una tapa sobre el volcán emocional que se agitaba dentro, pero nunca esperé ver que se desatara sobre mí. Quemaba y explotaba sobre toda mi piel expuesta y todo lo que pude hacer fue quedarme de pie allí y aceptarlo, mientras me fulminaba con la mirada y gruñía:
—¿Acaso te importa?
No le tenía miedo, no estaba asustado de esa ira. Lo que me aterrorizaba era ser otra persona que en última instancia lo hubiera decepcionado, que había elegido a alguien horrible y abusivo por encima de  él. No fue mi intención, pero no obstante eso fue lo que había hecho.
—Claro que me importa. Lo que hubo entre nosotros siempre me importó; tú importas. Ambos sabíamos que nunca se suponía que fuera algo a largo plazo, solo un tiempo, ¿recuerdas? No éramos buenos el uno para el otro, Henry.
Las palabras tuvieron un sabor desagradable en mi lengua. Lo quería para siempre, quería que me cantara para poder dormirme cada noche, quería observarlo en el escenario y saber que vendría a casa conmigo. Lo quería todo y nada de eso figuraba en el futuro que había planeado para mí, pero más que eso, quería que él fuera feliz.
Quería que tuviera algo que nadie pudiera manchar o ensuciar, ni su padre, ni su madre, ni yo, y completamente seguro de que tampoco el idiota de mi hermano. Él era fantástico y más talentoso de lo que una persona debería ser y sabía que se merecía la grandeza. Me negaba  a interponerme en eso.
Se agachó, inclinándose más cerca, por lo que nuestras narices prácticamente se estaban tocando. Yo estaba temblando de la cabeza a los pies, porque había pasado demasiado tiempo desde que me había presionado contra las líneas largas y duras de su enjuto cuerpo.
Siempre iba a desearlo, siempre iba ser tentado por él y me tomó cada onza de autocontrol que tenía no agarrarlo y pegar mi boca a la suya, no rogarle que regresara conmigo, no exigirle que mantuviera los pantalones puestos mientras estaba de viaje. Pero no tenía derecho a hacer ninguna de esas cosas, por lo que lo observé detenidamente e intenté no temblar.
—¿Por qué no te limitas a decirme que no soy bueno para ti, que no soy lo que quieres? No tiene nada que ver conmigo o lo que creo o quiero, Zhou. Podía ver un para siempre contigo y podía prometerte cada día que solo habría un tú y yo.
Eso hizo que mi Corazón se detuviera. Quise agarrar su rostro, quise besar esa boca que parecía que tendría un sabor amargo y malo. Simplemente quería hacerlo mejor, pero imposible que pudiera. Suspiré y negué con la cabeza un poco.
—Quiero lo que es mejor para los dos. Sé que no lo entiendes, y puedo ver que realmente tampoco lo crees, pero es cierto. Sé que no soy lo mejor  para ti, Henry. Me están pasando cosas y a ti también, realmente. No creo que el universo o esa joven de mi pasado fuera a darnos un intento justo.
Yo nunca iba a ser lo que era mejor para nadie, pero eso no era ni aquí ni allá.
Me estaba mirando como si lo estuviera matando lentamente, una y otra vez. Se empujó de la barandilla en un movimiento violento que me hizo estremecer un poco. Me frunció el ceño y empujó sus manos en su cabello desordenado. Bajó unos cuantos pasos las escaleras, por lo que yo me quedé por encima de él. Cuando me miró desde abajo, el dolor en sus ojos arrancó  lo que quedaba que yo estaba ocultando. Ya nada de eso importaba y la verdad era demasiado fuerte como para ignorarla.
Lo amaba, lo amaba como nunca había amado a alguien o a algo jamás, y me di cuenta de que esa era la razón por la que podía dejarlo ir. Podía ver cuánto lo lastimaba, imaginé que parecería malo, pero saber que lo estaba haciendo por la razones correctas, porque lo amaba, me hizo creer que ambos estaríamos bien al final. Dejarlo irse por su propio bien, para protegerlo de todas las cosas que podría sufrir si me amaba a cambio, valía la pena.
—Es gracioso, Zhoumi, porque cuando estoy contigo, me siento mejor. Me comporto mejor, sueno mejor y algunas de las cosas desagradables que me carcomen no parecen tan malas. Nadie ha hecho eso por mí antes, así que si no eres lo mejor para mí, no puedo imaginar lo que piensas que sería.
Me mordí el labio y cedí. Bajé el siguiente escalón y agarré su cara fruncida por un ceño con ambas manos. Sus ásperas mejillas abrasaron mis palmas y estaba cálido, como si todas las cosas que él estaba sintiendo por dentro estuvieran intentando encontrar un camino a través de su piel.
—No  necesitas a  nadie  para  que  te  haga  ser  mejor,  Henry. Ya  eres el mejor.
Quise rozar mi boca con la de él, tocar labios con labios, intentar calmar algo de esos bordes quebrados que parecíamos seguir apuñalándonos entre sí. Como de costumbre, cuando se trataba de él y de mí, pasé de sedada y ligera a un verdadero infierno en medio segundo.
Mis manos se envolvieron  en su cabello, sus manos se trabaron en mi cintura y fue de un beso de despedida a un beso que las personas comparten cuando saben que hay una gran probabilidad de que no vuelvan a verse nunca.
Sus labios fueron duros y su lengua insistente contra la mía y hubo un nivel de desesperación en ambos al beso algo más peligroso de lo que podía manejar ahora que me daba cuenta lo profundamente que me importaba.
Todo respecto a Henry era apasionado, su boca, sus manos y la manera en que me sostuvo como si fuera a escapar y alejarme en un minuto. Me besó como si me amara y eso me rompió aún más. No tenía dudas de lo que llevábamos dentro  y si no hubiéramos estado delante de la casa cuando la camioneta con el   resto de los chicos de la banda apareció, habrían interrumpido algo mucho más íntimo que besarnos.
Alguien tocó la bocina y Henry se retiró. Dejó algo para recordarlo y ahora, en vez de estar enojado, esos ojos tan bonitos con ese halo dorado solo parecían tristes.
—Adiós, Zhou.
Tuve que contener las lágrimas. Puse sus dedos temblorosos en mi boca, como si quizás pudiera mantenerlo ahí, guardarlo conmigo por siempre  y le susurré:
—Adiós, Henry.
Llevó todo su equipo a la camioneta y me quedé inmóvil en el lugar. Justo antes de que cerrara la puerta, me mirara y forzara una sonrisa ladeada. Me quebré. Antes de que la camioneta se hubiera ido del frente de mi casa, me giré a mi habitación y me lancé a la cama.
Lloré porque no pude evitar sentir que le estaba diciendo adiós para siempre, lloré porque no había manera de que pudiera tenerlo. Lloré porque mamá nunca iba a madurar y yo nunca iba a recuperar mi niñez. Lloré porque, tan horrible y manipulador como era Kangin, seguía amando a la rata bastarda. Pero mucho más, lloré por mí.
Había pasado tanto tiempo intentando negar quién era yo, y trabajando hacia un futuro que era seguro, que desperdicié solo Dios sabía cuánto tiempo evitando y negando a la persona que quería realmente prometerme un para siempre. Era un desastre.
No escuché a Heechul entrar, pero sentí mi cama hundirse cuando se sentó en el borde. Sus dedos estaban fríos cuando apartó mi cabello de la cara.
—Eso fue brutal.
Sorbí las lágrimas e intenté limpiar las lágrimas con la funda de la almohada, pero mis ojos siguieron goteando.
—¿Cuánto viste?
—Lo suficiente para ver a dos de mis mejores amigos con los corazones rotos. Vamos, Zhou. ¿Por qué estás haciendo esto? Claramente ustedes se pertenecen.
Las lágrimas llegaron con más y más fuerza y mi Corazón se apretó con tanta fuerza que pensé que iba a dejar de respirar en cualquier momento.
—Es lo mejor. —No estaba seguro de cuántas veces lo había dicho antes de realmente empezar a creerlo.
No dijo nada más, lo que para Heechul era como un acto del mismo Dios, pero se quedó y continuó acariciando mi cabeza hasta que lloré desconsoladamente.



3 comentarios:

  1. TT______TT
    Maldito Henry!!!!!
    Por que no simplemente tomas lo que es tuyo!!!!
    Y jodido Mimi!!!!!!
    Ahhhh "lo mejor" mi trasero!!!!!
    Ahhhhhhhhh
    Que se coman eso y se casen!!!!

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  2. Me siento tan mal por Henry pero yo haria lo mismo que Mimi, no dejo de pensar en eso, por proteger a quien amo seria capaz haerlo, aunque este equivocada y haga mas daño

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  3. me dan ganas de darles unos cuantos golpes a ambos

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...