Marcado II -10



Antes de Henry, nunca había estado interesado en los chicos que estaban tatuados de pies a cabeza, pero ahora quería todas las cosas que solo lo definían a él. Eso incluía la obra de arte que se imprimía en todas sus partes y los aros de metal que llevaba en los pezones que podía sentir presionando contra mi pecho. También era afortunado de que toda la decoración viniera con un par de musculosos pectorales, bíceps bien definidos y un culo que se veía mejor en la cama que en el escenario.
No podía decidir dónde poner primero mis manos. Era como  conseguir todos los regalos que alguna vez quise. Henry parecía ser naturalmente caliente y me sentía como si no pudiera conseguir todo de él a la vez, iba a fundirnos a los dos en el edredón de la cama.
Me sentí como si hubiera estado muriendo de hambre por esto toda mi vida y ahora la comida de siete platos que era Henry Lau era mía para la degustación y estaba a punto de convertirme en una bestia voraz.
Hacía un trabajo bastante bueno para hacerme perder la pista de cada pensamiento asaltando mi boca con besos más apasionados y calientes de lo que estaba acostumbrado. Sostenía mi cabeza todavía, y jugaba un juego de ataque y retirada con la lengua que me hacía gemir.
Mi único recurso era deslizar mis manos alrededor de su estrecha cintura y cavar mis dedos en el apretado músculo encima de su culo. La presión fue suficiente para hacer que levantara la cabeza, y cuando lo hizo, no pude evitar el dardo de satisfacción que se encendió en mí por el brillo de obsidiana en sus ojos oscuros. Su boca estaba húmeda y cuando pasó su lengua por sus labios, mis rodillas se flexionaron instintivamente de manera que quedó acunado justo donde  tenía que estar.
Metí un par de dedos por debajo del borde de sus pantalones ajustados y levanté una oscura ceja.
—¿Cómo se sacan estos?
Había bajado la cabeza y hacía algo asombroso con su lengua sobre el tendón de mi cuello, murmuró su respuesta contra mi piel que se estremecía con su toque más ligero. Enganché una larga pierna alrededor de él y presioné la parte que quería de él y de la cual me negaba el acceso.
—En serio, estos pantalones son ridículos. ¿Cómo se supone que voy a quitártelos?
Todo lo que llevaba encima era elástico y diseñado para la comodidad y abrazos en la cama. Hice una mueca y se subió encima de mí, y no tuve problemas con que se llevara mi camiseta en el camino. La mirada que cruzó su rostro mientras me miraba fijamente hizo surgir el calor por mi pecho y en mi cara. Cuidaba muy bien de mí, no era un idiota, sabía que estaba mejor  que bien a la vista. Pero cuando me miró, nunca me había sentido más apreciado, más valorado, más adorado que en ese momento. Algo serio estaba pasando en esos ojos oscuros, y si me detuviera a pensar en ello, iba a enloquecer y encerrarme en mi propia habitación. Por suerte, debe haberlo sentido, ya que pasó por encima de mí para ponerse en pie y comenzó a trabajar en la hebilla de su cinturón.
—No son tan ajustados.
Me apoyé en los codos para ver el espectáculo e implorarle que se diera prisa con ojos codiciosos.
—Sí lo son, y en este momento se encuentran en mi camino.
La mezclilla y el cuero cayeron al suelo con estrépito y parpadeé con sorpresa cuando me encontré cara a cara con no solo una impresionante erección y marcados abdominales, sino con otro aro que no había estado esperando. Desde que Donghae y yo hablábamos de todo, sabía que este grupo de chicos estaban en este tipo de cosas, pero nunca había visto  uno antes, y mucho menos tuve uno cerca de mí. Lamí mi labio inferior y giré un dedo en el aire delante de él.
—¿Qué se supone que debo hacer con eso?
Él se rio un poco y empujó su cabello hacia atrás de su cara.
—¿Disfrutarlo?
Negué con la cabeza un poco mientras agarraba mi tobillo y me  llevaba hasta el borde de la cama, así que estaba más cerca y preparado para él. La anticipación se estaba construyendo dentro de mí y echaba vapor bajo la superficie, pero el miedo a lo desconocido seguía al acecho, y el metal en el lugar inesperado era una bienvenida distracción.
—¿No te duele?
Se rio de nuevo y quise tocarlo. Extendí la mano tentativamente, preocupado de que le hiciera daño, preocupado de que me fuera a hacer algo malo. Me agarró la mano y la envolvió alrededor de su eje y le dio un apretón.
—Lo he tenido siempre. Ni siquiera pienso en ello. Puedes tocar, puedes lamer, de hecho, ¿por qué no hacer ambas cosas de forma regular?
Deslicé mi mano hacia atrás y adelante y lo sentí estremecerse un poco bajo mi ligero toque. Lo dejé ir y usé mi dedo índice para tocar suavemente el metal. Estaba caliente apretado contra su piel y la pequeña bola en el centro del anillo era suave. Solo podía imaginar lo que sintió cuando se lo hizo. Era tan caliente como intimidante.
—Esto debería ser interesante.
Me guiñó un ojo y se inclinó para agarrar un condón de la mesita de noche junto a su cama. Estaba seguro de que la anticipación iba a matarme. Me entregó el pequeño paquete metálico y me empujó sobre la cama. Envolví mis brazos alrededor de sus amplios hombros y alcé la vista en los ojos que sostuvieron todo lo que alguna vez quise en ellos.
—Tenemos que conseguir que puedas dar un paso fuera de lo común, Zhou. Nada de las mejores cosas se encuentran en lo corriente.
Tenía razón. Pero lo normal era lo seguro, y nadie resultaba herido, juzgado o condenado al ostracismo por lo común. Ahora no era el momento para ese argumento, porque me estaba besando otra vez y haciendo cosas en mis pezones fruncidos que solo un chico que tocaba la guitarra como lo hacía él podía hacer.
Había algo en la forma en que me tocaba, la forma en que sus dedos presionaban mi piel, la forma en que sus dientes dejaban marcas, y la forma en que el metal esparcido aquí y allá enviaba escalofríos corriendo detrás de él, haciendo que borrara a cualquiera que alguna vez había tratado  de llegar a mí. Era duro y suave, y su boca era todo terciopelo y acero, y me pregunté si no había vuelta atrás desde este punto con él.
Solo Henry me hacía sentir eso. Solo Henry hacía que me olvidará que no era más que un joven que solo se entregaba inconscientemente a la pasión, solo Henry me hizo gritar su nombre cuando empujó mis piernas y me tocó, me acarició, e hizo todas esas cosas en ese cuarto de baño la otra noche. Solo que esta vez, terminó conmigo viendo estrellas y lo empujé sobre su espalda para que pudiera subirme encima de él. Este chico sabía cómo tocar a una pareja, así como podía tocar la guitarra, no había ninguna duda al respecto.
Lo miré yaciendo debajo de mí y algo dentro de mí cambió. Lo había deseado durante tanto tiempo. Él era impresionante, talentoso de una forma que dolía, y sin lugar a dudas hermoso en una manera que hacía que algo primitivo e instintivo hablara dentro de mí. No me importaba el futuro, cuando lo miraba, no me importaba que sus planes no fueran más allá de una guitarra y una bonita canción. Todo lo que importaba era que nunca dejara de mirarme de la forma en que lo estaba haciendo justo ahora y que cuando dijo mi nombre en esa hermosa voz, lo dijo como si fuera la letra de su canción favorita.
Usé ambas manos para cubrirlo con el látex, porque todavía no estaba cien por ciento seguro de qué hacer con ese anillo en la punta, y francamente, estaba nervioso. El sexo solo era algo que había hecho antes. A veces era  bueno, a veces no lo era, pero lo que sea que estaba ocurriendo aquí estaba en otro nivel. Sabía que una vez que hubiera cruzado el puente, quienquiera que viniera después no iba a tener una oportunidad. Podía sentirlo cuando respiraba y lo veía mirándome. Tenía un largo tiempo por venir y ahora la realidad era tan potente como el acto mismo.
Había algo en la manera que me tocaba solo un poco más duro, la manera que me besaba un poco más largo, la manera en la que me empujaba  un poco más lejos de lo que normalmente quería ir, que lo hacía diferente. Era como si cada lugar que tocaba, cada lugar donde sus labios iban, se hiciera más sensible y sobre estimulado. Sentía como que me iba a salir de mi piel.
Ninguna parte de mí escapaba de sus detalladas y atentas caricias; nunca nadie había sido tan atento con mi cuerpo. Creo que incluso descubrí nuevos lugares, partes de mí que no sabía que tenía, como la parte de atrás de mi cuello y el interior de mi muñeca. Donde sus manos iban, la curva del interior de mi pecho, mi caja torácica, seguía su boca, y se sentía como que estaba intentando dejar su marca en cada centímetro de mi piel, de forma que nadie jamás podría estar allí.
Solo había algo acerca del sorprendente contraste entre la suave  caricia de la punta de su lengua y la dura bola de metal en el centro que era más erótico que cualquier cosa que jamás hubiera experimentado antes. No había un lugar en ninguna parte de mí que no hubieara recibido un raspado de dientes, y para ese momento no podía aguantar más, por el momento que pasé esperando, era todo lo que podía hacer para mantenerlo junto cuando me tiró sobre él.
Puse mi mano sobre su Corazón. Sentí el constante golpeteo sobre mis dedos y quité mi mirada de la máscara del esquelético ángel de la muerte de entre mis dedos. Henry puso sus manos alrededor de mi cintura y me levantó como si no pesara nada. Antes de que me bajara, antes de que pudiera atravesarme con todas las llamas de carne que eran estiradas burlándose entre nosotros, mientras sacaba el aliento entre mis dientes y mi frente bajaba, de tal manera que era como un descanso.
—Esto va a cambiar todo.
Estas palabras me llevaron hasta el borde, y esa maldita bola pequeña, presionada en lugares que estaban avariciosas de todo esto. Podía sentir su estómago contraerse sobre mí y mi propia reacción. Ardía en la mejor forma posible. Era caliente, duro, y tocaba lugares dentro de mí que juraba que  nunca habían sido tocados antes.
Ese pequeño anillo en la punta de su polla arrastraba y empujaba a través de la tierna carne que no podía resistir la sensación, lo cual hacia que mi respiración se acelerara y mi Corazón latiera muy rápido. No iba a durar mucho tiempo a este ritmo. Entre la espera de que esto sucediera, y solo el hecho de que era Henry, iba a estar al borde entre una carrera y la siguiente.
Palpitaciones corrían a lo largo de la longitud de su  polla que las sentía todo el camino hasta mis pies, me empujó todo el camino de vuelta, y ambos jadeamos por la intensidad del contacto. Sus ojos oscuros iban a la deriva cuando empecé a moverme, encontré un ritmo que me hizo jadear y él gruñía en lo bajo de su garganta. Nada iba a ser tan bueno, se sentía tan correcto. Puse mis manos en su plana y suave piel estirada, tensa de forzar los músculos y dejé que se moviera de la manera en que me había tocado, como si fuera algo valioso.
Cuando estuvo cerca, puso sus manos en mi culo y las movió conforme nos movíamos. Me besó largo y duro, puso sus manos en mi cabello, y  descubrí en el corto plazo que realmente, todo lo que tenía que hacer era sentarme y disfrutar cuando venía el anillo al final de su polla. Contuve mi aliento  y lo dejé salir y cuando hubo terminado estábamos agotados, se dio vuelta y  me miró a los ojos, y estaba tan aturdido como yo me sentía.
—A veces, las cosas tienen que cambiar, porque simplemente no hay ninguna manera para que se mantengan igual.
No sabía qué decir. Se suponía que íbamos a hacer esto, debería haber estado haciendo esto durante los últimos años, era tan claro ahora. El sexo era casual y fácil de olvidar. Esto no era así.
Después de limpiarse volvió a la cama, envolvió un brazo alrededor de mí y me jaló a su lado. Mientras estaba sobre mi cabeza se deslizó fuera de la luz, incluso esto era un cambio que me gustaba demasiado para mi propia tranquilidad.
Me quedé dormido con él arrastrando sus dedos a través de los míos a través de mi estómago. Henry iba a deshacerme cada que vez que pudiera, y no sabía si iba a ser capaz de detenerlo.
A la mañana siguiente, la alarma de mi teléfono sonó y tuve un momento de pánico cuando me desperté rodeado por un montón de piel desnuda.  Me  dolía  en  muy  buenas  maneras,  y  tuve  que  luchar  para  no abrazarlo en lugar de deslizarme silenciosamente lejos.
Me tomó unos minutos encontrar mi ropa y regresar a mi propia habitación. Cuando me fijé en mí mismo en el espejo por encima de mi armario, me encogí; me veía bien y totalmente depravado. Mi cabello estaba pegado por todas partes y mis ojos se veían pesados y somnolientos. Tenía una muy distintiva marca de mordida por el lado de mi cuello y no se podía negar que parecía que había sido realmente trabajado.
No había ningún ¡oh bien! con Henry. Sabía lo que hacía, y que estaba grabado en mí desde los pies a la cabeza. El hecho de que estaba absoluta y completamente perdido me hizo perder el control con él y fui atrapado en ese momento, no estaba perdido en mí o en mi reflejo, tampoco, y me tenía en  una gran lucha contra el pánico.
Me cambié de ropa y peiné mi cabello. Iba a tomar mi iPod, pero por alguna razón, escuchar las canciones de corta venas con galletas sobre el amor y la pérdida no sonaban atractivas, por lo que fui por el pasillo esperando que Henry se quedara dormido y que Heechul se quedara en su habitación. Estaba llenando mi botella de agua en el fregadero cuando la cantarina voz de Heechul vino desde la sala de estar.
—Alguien se ve bien descansado.
Cerré los ojos por un segundo y juré bajo mi aliento. Miré por encima del hombro hacia él. Seguía en su cómodo pijama rosa y sus ojos estaban relucientes con malicia.
—Sí.
Movió un dedo y, de repente me miro más seria.
—Necesitas tener cuidado, Zhou.
Sonreí porque era demasiado pronto, en sentido literal y figurado para esta conversación.
—Cuidado es mi segundo nombre, Heechul.
—Pero Henry es pasión, y puede estar envuelto en cosas que realmente le importan. Si no quieres que te envuelva en eso, es mejor que seas honesto con él.
No podía hablar de esto con Heechul, no cuando no sabía lo que estaba haciendo, por lo que tomé mi suéter ligero.
—Anotado. Estaré de vuelta en un rato.
—Oye, mantén un ojo fuera. Cosas extrañas han pasado.
Levanté una ceja.
—¿También te diste cuenta del chico que está acechando?
—¿Qué? ¡No! Pero algunos trataron de arrastrarse ayer.
Me dio un escalofrío de alarma en la base de mi cuello por la espalda. Entre las llamadas de China y los repetidos avistamientos de la misma persona una y otra vez, no podía creer en un intento de intrusión o coincidencia.
—¿Llamaste a la policía? Sacudió la cabeza.
—Lo amenacé con arrastrar su trasero fuera. Estoy seguro de que era solo un loco enfermo de la cabeza o algo, pero necesitas estar consciente de tu entorno si vas por ahí solo.
Asentí, pero en realidad estaba pensando que tenía que estar consciente de mi entorno por muchas más razones. Estaba caminando en la puerta de la entrada, pensando en lo que podría tener una persona que amenazaba mi nueva vida, mi nuevo hogar, cuando Heechul llamó mi nombre. Debería haber sabido por el regocijo en su tono que me iba a pesar dar vuelta atrás. Estaba de pie en el sofá con sus dos manos en el aire, agitando los diez dedos hacia delante y hacia atrás, y gritando:
—¡Eres un diez! —Una y otra vez. Si hubiera tenido algo más ligero que mi botella de agua a mano se la habría lanzado. En su lugar rodé mis ojos  y salté por la puerta.
Estaba en lo correcto. Era totalmente un diez y eso apestaba, porque simplemente, no podía trazar una línea después de la última noche, donde se supone que debo hacer malabares con solo ser amigos y con un montón de cosas más y no cruzar la línea en querer más. No podría lidiar con eso. Henry me hacía el viejo Zhoumi que quería participar en todo el buen tiempo de acción y era peligroso para mi tranquila fachada construida cuidadosamente.
Golpeé el suelo con fuerza y traté de dejar que el esfuerzo  físico hiciera que mi cabeza dejara de girar. Estaba casi en el parque con la respiración cortada, cuando un indescriptible sedán se detuvo junto a mí en la carretera. Lo miré por el rabillo de mi ojo y ni siquiera me di cuenta que había música.
Lentamente disminuí y paré completamente cuando vino junto a mí en el camino y bajó la ventana. Normalmente, me habría mantenido en marcha. De hecho, si hubiera sido inteligente, hubiera seguido caminando, pero cuando el conductor se asomó a la ventana con una familiar sonrisa de diablo que iluminaba su rostro, tuve que bajar de la acera a la calle.
Me apoyé contra el capó del auto con una mano y lo miré a los ojos de color ámbar del mismo tono que los míos. Es realmente el único rasgo que compartimos, ya que tenemos diferentes padres. Kangin tenía el cabello rubio y era aproximadamente de la misma altura que yo, pero era hermoso y lo sabía. También sabía que no estaba emocionada de verlo.
—¿Cómo me encontraste?
Me sonrió y sentí mi Corazón acelerarse. Cuando me miraba como lo hacía ahora era casi imposible negarle algo, aunque sabía de la fría y dura experiencia que la única persona que a Kangin le importaba era Kangin. Amar a mi hermano mayor era lo cosa más difícil que había hecho en mi vida.
—¿Qué tipo de hermano mayor sería si no me mantengo al tanto de lo que mi pequeño joven hermano hace?
—El tipo que siempre has sido. ¿Qué estás haciendo aquí? —No podía darle un centímetro o tomaría los miles de kilómetros que había trabajado arduamente para poner entre nosotros.
—Necesito hablar contigo acerca de algo. Tengo algunos problemas para regresar a casa y tal vez necesite un poco de ayuda.
Siempre había problemas con Kangin y si me decía que los podría tener, la verdad era que probablemente ya los tenía desbordándolo y lo que ambos estábamos mirando en el ojo de una tormenta era que estaba llena de mierda. Éste era su camino. Causar problemas y dejarlos en manos de alguien más, por lo general yo, y salir limpio. Nunca preguntaba cómo lo hacía una y otra vez, simplemente daba por sentado que lo hacía, siempre lo hice, encontrar un camino.
Sacudí mi cabeza y empujé el auto.
—No.
Levantó una rubia ceja frente a mí.
—¿Qué quiere decir, no?
Me froté las manos hacia arriba y hacia abajo de mis brazos, porque de repente estaba congelado a pesar de que no hacía frío.
—Solo no. No, no puedo ayudarte. No, no te daré dinero. No, no puedes quedarte conmigo. Sea lo que sea, la respuesta es, demonios no. Tengo cosas buenas aquí Kangin. Estoy en la escuela, tengo amigos increíbles y un trabajo genial. No vas a aparecer y destruir todo eso.
Solo sonrió de una manera que usualmente usaba para hacerme que sacudiera mi cabeza y lo siguiera dentro de cualquier plan loco en el que  estaba metido en ese momento. Ahora hizo que los diminutos vellos en la parte posterior de mi cuello se erizaran.
—Olvidaste a tu sofisticado novio en esa lista, hermanito.
Fruncí el ceño porque nadie en su sano juicio llamaría a Henry sofisticado, pero no iba a darle cualquier munición con la que trabajar.
—Tengo que irme, Kangin. Deja de llamarme y si tienes amigos alrededor puedes decirles que retrocedan. Estos chicos con los que salgo no tienen miedo de una pelea.
Algo se movió a través de sus ojos. Conocía muy bien esa mirada. La veía lo suficiente en el espejo. Era miedo.
—No te he llamado, Zhou, y me iré a la ciudad hoy. Solo.
Entrecerré mis ojos porque podría estar diciendo la verdad, pero también había tan solo una posibilidad de que estuviera jugando conmigo.
—En serio.
Tenía las reservas de acero. No me podía arrastrar a cualquier cosa de la que Kangin estuviera huyendo. Me pasé mucho tiempo haciendo cosas que me gustaría luchar por olvidar, con el fin de mantenerlo con vida y fuera de la cárcel, cuando debería haber tenido fiestas de pijama y siendo porrista.
—Me gustaría poder decir que fue agradable verte, Kangin, pero no  quiero mentir más. Espero que arregles lo que sea de lo que estés huyendo, pero ya no es mi trabajo arreglar todo por ti. Mamá debería haberte advertido de eso antes de que me hicieras un seguimiento.
Regresé a la acera y podía sentir sus ojos ardiendo en mi espalda mientras caminaba.
—Parece que aún estás corriendo, Zhou. ¿No te das cuenta que el horizonte está cada vez más y más lejos, y el pasado se queda exactamente donde lo dejaste?
Ésa era la parte de Kangin que lo hacía tan peligroso. Puede leer a un desconocido desde centenas de kilómetros de distancia. Pero conmigo él ya sabía lo que había por dentro y por fuera de mí, sin siquiera intentar adivinar mis debilidades y miedos. No le respondí, y comencé a correr lo más rápido que pude hacia el parque.
No me engañaba al pensar en que ésta sería la  última vez en que tendría que correr de Kangin. Si estaba en problemas, no iría a ninguna parte. Necesitaba estar seguro de que lo que había traído con él de Wuhan no tendría la oportunidad de crear drama y caos en todo lo maravilloso que había construido aquí en Seúl.


Me desperté solo, lo cual no es completamente sorprendente. Lo que me tomó por sorpresa fue el hecho de que en cierta forma me molestó.
Ser amigos con beneficios estaba bien, pero después de la noche anterior, se sentía como si algo más estuviera en funcionamiento que ninguno de nosotros debería ser capaz de ignorar. Simplemente encajábamos. Simplemente funcionábamos. Si se suponía que dos personas tuvieran sexo regularmente, esos éramos nosotros, y el hecho de que a él le resultara tan fácil irse después, me molestaba infinitamente.
No era lo suficientemente arrogante para pensar que yo era el mejor de los amantes, pero como le había prometido, lo pasamos bien y me molestó que Zhoumi se fuera tan pronto. No estaba seguro de si era mi ego o algo más y no me gustaba.
Salí de la cama y me metí a la ducha. Para cuando salí, mi teléfono sonaba desde donde yo lo había lanzado en la mesa de noche la noche  anterior.
Me puse un par de jeans rojo brillante y una camiseta negra y estaba metiendo los pies es mis botas e ignorando otra llamada de mi papá, cuando vi que el primer conjunto de llamadas perdidas había venido del cantante de SJM. Había trabajo con él un montón en el último álbum y ellos eran la principal razón por la que nos contrataron para salir de gira en el Metalfest el año pasado. Ellos eran muy famosos ahora y tenía menos y menos tiempo para llamar y charlar, así que comencé a asustarme un poco, preguntándome si el viejo me había burlado e intentando ponerse en contacto con ellos por la gira europea sin mi ayuda.
Aparté el montón de cabello mojado de mi rostro y giré el anillo que rodeaba mi pulgar una y otra vez mientras le devolvía la llamada. Estaba preparado para dejar un mensaje, pero contestó en la segunda llamada.
—Amigo, he estado tratando de llamarte toda la mañana.
Levanté la guitarra del piso donde la había dejado anoche y pasé los dedos sobre las cuerdas.
—Sí, me acosté tarde así que me costó arrancar esta mañana.
Él rió.
—Suena divertido.
No sé si divertido es la palabra correcta, más como algo que te cambia la vida.
—Podrías decirlo. Entonces, ¿cómo estás? Pensé que estaban preparándose para irse a Europa de gira con el nuevo disco.
Ir a Europa era algo importante. La exposición a nivel global era enorme y simplemente era divertido y excitante tocar en nuevos lugares y llegar a públicos que esperaban mucho más. El metal en otros lugares le pateaba el trasero al metal americano en cualquier momento.
—De hecho, por eso estoy llamando.
Estaba preparándome mentalmente para que me dijera que el hecho  de que mi papá lo molestara cruzaba tanto los límites de nuestra amistad y de lo profesional, y me salté una nota de la canción que estaba tocando distraídamente. Maldije y dejé la guitarra a un lado.
—La banda que el sello discográfico planeaba que fuera con nosotros  se cayó. No sé qué sucedió. Están fuera, sin embargo, y necesitamos una banda de reemplazo. Ellos dijeron algunos nombres, pero no me gustaría estar en la carretera con ninguno de ellos por tres meses. Yo mencioné tu nombre, por  si por casualidad picaban, y pensé que el director del sello se cagaría encima.
¿Por qué no dijiste nada sobre que ellos estaban detrás de ti para contratarte hace, como, una eternidad?
Suspiré.
—Porque no quiero firmar con nadie, mucho menos alguien tan importante.
—Maldición, Henry, eres un tipo complicado.
—Tienes que estar agradecido. Así es como te escribo canciones tan geniales.
Él volvió a reír, pero volvió a ponerse serio muy rápido.
—Ven de gira con nosotros. Será divertido y la exposición no puede ser igualada. Son solo tres meses y sabes que ustedes son perfectos para esto.
Tres meses eran tres meses, y estar tan lejos de mi mamá mientras mi papá estaba en la ciudad para hacer lo peor, hacía que sintiera escalofríos. Además, tenía que descifrar qué estaba sucediendo con Zhoumi. Si me iba por tres meses, sentía que regresaría y él estaría acurrucado con el primer tipo que pudiera encontrar que vistiera una chaqueta de tweed con esos parches de cuero en los codos. Yo sabía lo que él quería, pero lo que realmente necesitaba era algo completamente diferente. Si yo estaba en Europa, no tenía el problema de verlo convencerse de regresar a lo aburrido y predecible.
—No lo sé, hombre. Uno de los chicos acaba de tener un bebé y tengo todo tipo de cosas que están sucediendo aquí. Es un compromiso bastante grande para hacer.
Lo oí suspirar.
—Henry, eres de lejos el músico más talentoso que he conocido jamás y  no solo lo digo porque puedes tocar una canción de metal, sino que me refiero a todo. Nadie es mejor que tú sobre el escenario, nadie puede escribir una canción como tú. Entiendo que seas feliz siendo grande en la escena local, pero vamos, ¿eso es realmente todo lo va a haber para ti? ¿Cuándo vas a ver  la imagen más grande? ¿Cómo puedes dejar pasar la oportunidad de una gira por Europa con los gastos pagos por el sello discográfico?
Lógicamente, sabía que lo que él decía era verdad, pero la parte de mí que vivía y respiraba con ira, con miedo de lo que mi papá pudiera hacer para en última instancia destruir a mi mamá, simplemente no podía rendirse tan rápidamente.
—Déjame hablar con los chicos y te devolveré la llamada.
Otro suspiro, y éste lo pude sentir prácticamente por el teléfono.
—Solo tienes un par de días, amigo. Necesitamos tener a la banda que abrirá el espectáculo antes del fin de la semana y luego nos vamos el primero de marzo.
No sentía que fuera suficiente tiempo para pensarlo, pero tenía  que ver al menos qué pensaban de esto los otros chicos de la banda, antes de rechazarlo miserablemente. Iba a decirle “hasta más tarde” y colgar, pero él  me detuvo con lo que había estado temiendo oír desde que vi que tenía una llamada perdida de él.
—Oye, antes de que te deje ir, el sello recibió una llamada de un tipo diciendo que te conocía y que quería engancharse a la gira. ¿Sabes algo de eso? Le dije a los chicos que preguntaría antes de que accediéramos a cualquier cosa, pero honestamente sonaba loco.
Ahora fue mi turno de suspirar. Froté mis ojos con fuerza  con el pulgar y sentí mis dientes chocar. Era una lucha diaria no ahorcar al viejo bastardo, y cuanto mayor me ponía, más y más difícil se había evitar darle una paliza.
—Dile que no. De hecho, dile que demonios no. Si vuelve a llamar, dile que vas a poner seguridad para que lo vigile. Él no necesita estar cerca de tu gira o de tu banda.
Lo cual significaba que iba a tener que encontrar otra manera para que él pasara su tiempo, además de hacer que la vida de mi mamá fuera miserable. Quizá lo mejor era enviarlo a Europa y esperar que no regresara. Lo asqueroso, sin embargo, era que él era mi problema, siempre lo había sido, y  no iba a causarle problemas a un amigo.
—De acuerdo, pero en serio Henry, piensa mucho sobre esta gira. Es perfecta para ti y no podría sucederle a un tipo o una banda mejor. Merecen el reconocimiento.
Gruñí una despedida y metí el teléfono en el bolsillo. Hice un viaje rápido al baño para controlar mi cabello. Me lavé los dientes y me puse el cinturón sobre los pantalones. Parecía que Zhoumi ya había venido y se había ido, porque todas sus porquerías de jovencito estaban guardadas y su colección normal de ropa abandonada no estaba por ningún lado. Volví a irritarme porque él fuera capaz de abandonarme después de anoche, y murmuré obscenidades por lo bajo.


1 comentario:

  1. ah verdad que no es bonito desperta solo y kangin que problemas tienes

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...