Marcado II -7



Fuimos detrás del escenario y me fastidió al instante, haber destrozado una perfecta botella de whisky, con mi anterior rabieta. Me tuve que conformar con un trago de tequila con Andrew y Geoneo, mientras que Mike se quedaba tranquilo y tomaba un Red Bull.
Andrew me dio una fuerte palmada en el hombro y me miró directamente a los ojos.
—¿Quieres decirnos que significaron los temas viejos?
No podía mirarlo a los ojos, así que agarré el estuche de mi guitarra y me encogí de hombros.
—Saben que me gusta mezclar de vez en cuando.
—Es cierto, pero ¿por qué tengo la sensación de que iba dirigido a alguien en concreto? No es como que tires así una dedicación por ahí.
No estaba equivocado. Nunca he dedicado una canción a nadie, nunca, pero esta noche me sentía al revés y no podía manejarlo, así que me encogí de hombros.
—Siempre hay una primera vez para todo.
Normalmente, teníamos una gran fiesta después de tocar en un espectáculo los fines de semanas, pero con Hyukjae y Donghae estando en pareja y Kyuhyun y Jjong seguramente enganchados con cualquiera por esta noche, sabía que nadie se iba a quedar mucho tiempo.
La idea de tratar de recoger a una pareja, o más probable dejar que una me recoja, después de lo que había pasado con Zhoumi, me dio náuseas. Realmente no quería ir a casa, pero después de matar todo el tiempo que pude detrás del escenario, finalmente tuve que irme. No quedaba nadie para pasar el rato o decirnos lo maravillosos que habíamos estado, así que me fui e hice mi camino a través de la ciudad, temiendo un enfrentamiento con mi sexy compañero de cuarto.
Estaba oscuro cuando entré por la puerta principal, pero había una luz que venía debajo de la puerta de Heechul. Traté de no hacer ruido, mientras hacía mi camino por el pasillo a mi habitación, pero mis botas de combate sonaban como una manada de búfalos, en los antiguos pisos de madera. Zhoumi no sacó la cabeza fuera de su habitación, por lo que me sentí agradecido y seriamente molesto.
Después de quitarme la ropa y ducharme, sacándome todo el sexo y sudor, que se aferraba a mí, me fui a mi habitación y me senté en mi cama, frotándome una toalla sobre la cabeza y mirando a la puerta cerrada del dormitorio hasta que no pude soportarlo más. Me puse unos pantalones de chándal negros y caminé descalzo por el pasillo para tocar a su puerta cerrada.
—¿Zhou? Tenemos que hablar. —Esperé un momento y fruncí el ceño cuando no me dieron ninguna respuesta. Reconozco que habíamos cruzado una línea importante esta noche, pero nosotros vivimos juntos y solo tendríamos que averiguar si las cosas no eran raras o más raras de lo que ya eran—. Zhoumi, vamos. No seas así, abre la    puerta para que podamos hablar.
Golpeé la puerta con mi puño y estaba considerando seriamente tomar la maldita cosa de las bisagras para llegar a él si tenía que hacerlo, cuando oí la puerta de Heechul abrirse y lo vi sacar su rubia cabeza. Estaba dándome una mirada penetrante, pero el efecto se perdía, teniendo en cuenta que tenía un pijama rosa.
—No está aquí. —Parecía hosco y no me gustaba el desagradable brillo en sus ojos.
—¿Dónde está? —La idea de que podría haber ido a casa con ese imbécil y su estúpido chaleco hizo que mi sangre comenzara a explotar en mi cabeza. Sentí mis manos enroscarse en puños a mis costados y tuve que concentrarme para no pasar un puño a través de la puerta. Heechul cruzó los brazos sobre su pecho y levantó una pálida ceja hacia mí.
—¿Te importa?
Apreté los dientes y conté hasta diez para evitar sacudir su pequeño cuerpo como a una muñeca de trapo.
—Por supuesto que me importa. No habría preguntado si no me importara.
—Bueno, eso es interesante, porque volvió de hablar contigo luciendo un poco… maltratado… y muy enfadado. Donghae se ofreció a llevarlo a casa, pero él dijo que quería quedarse a ver el espectáculo, es decir, hasta que comenzaste con esa canción. ¿Qué diablos estabas pensando, Henry? Zhoumi no es una idiota. No es uno de tus groupies que creen que eres perfecto porque  tienes una voz bonita y un buen culo. Sabía exactamente lo que estabas tratando de decir y lo hizo ponerse como loco.
 Sentí que mi corazón se sacudía en mi pecho y mi garganta se  apretaba. Cerré los ojos y dejé caer la cabeza hacia atrás hasta que se golpeó contra la puerta del dormitorio.
—¿A dónde se fue?
—Ese chico que ha estado viendo ofreció llevarlo a su casa. —Solté un juramento tan fuerte que lo vi empezar—: Tranquilízate. Le dijo que no y dijo que iba a averiguar a donde ir, pero por suerte, Jjong es un amigo maravilloso y se abalanzó para jugar a ser un caballero de brillante armadura. Fue a su casa, y es de esperar que vas a tomarte este tiempo para conseguir sacar tu cabeza de tu culo, porque si no, voy a tomar ese aro que puse a través de la punta de tu polla y hacerle cosas que te harán llorar cada vez que pienses en tener sexo. No sé lo que está pasando con ninguno de los dos, pero ya basta.
Se dio la vuelta enfadado con su esponjoso cabello de punta rubio y rosa, cerrando la puerta con una fuerza suficiente para hacer una mueca. Estaba arruinándolo con cada persona importante en mi vida últimamente y me estaba agotando. Me arrastré de nuevo a mi habitación y saqué mi teléfono fuera de los pantalones, que estaban en una pila en el suelo. Marqué el nombre de Jjong y esperé tres tonos hasta que contestó.
—¿Qué está pasando?
Se quedó en silencio por un minuto y cuando habló, me sorprendió oír la censura en su tono.
—No lo sé. ¿Por qué no me lo dices?
Me dejé caer para sentarme en el borde de la cama y me froté la frente.
—La cagué.
Resopló.
—Enormemente. Tengo al joven por el que has estado suspirando, en mi sofá, porque está enfadado contigo viejo y actúas como un idiota. Necesitas calcular tu mierda antes de arruinar cualquier oportunidad que todavía tengas con él. Tenía un pie afuera de la puerta con ese tipo que se viste como un profesor de secundaria, y no creo que a él ni siquiera le importara que regresara  pareciendo que alguien se lo había follado, dos veces.
Juré suavemente entre dientes y dejé que sus palabras resonaran en mi cabeza. Me dejé caer en la cama y me quedé mirando el oscuro techo.
—No tengo ni idea de lo que estoy haciendo con él.
—Arruinarlo hasta la mierda.
—Además de eso.
—Nadie es perfecto, Henry. Todos tenemos cosas que han sucedido, que van a suceder que nos hacen ser quienes somos, y tal vez necesites mirar más allá de todo lo superficial que se ve cuando miras a este chico y ver lo que hay debajo. —Estaba empezando a pensar que había estado en lo cierto, que no conozco ni la mitad de lo que creo que lo hago, pero él continuó. —Sí, tu padre volvió a tu mamá una sombra de lo que era, y es una mierda, pero supéralo. Eso no significa que no puedas estar en una relación o que la historia se repita.
—Amigo, ni siquiera creo que sea así entre nosotros. Es solo un montón de atracción mutua que finalmente llegó a un punto de ebullición. Mi futuro y su futuro realmente no hacen clic.
Murmuró algo que no escuché y luego me llamó otro nombre que me hizo sonreír, a pesar de lo mal que me sentía.
—Tengo serias dudas de que estuviera pensando en si sus futuros hacían clic cuando estaba ocupado en permitirte tener sexo en un baño detrás del escenario. Me dijo que tiene que trabajar mañana a las diez, así que trae tu culo aquí y recógelo y arregla esto. Pensé que habías conseguido averiguarlo por tu cuenta para estas alturas, pero después de esta noche, estoy empezando a preguntarme por qué somos amigos.
Me reí un poco y froté los nudillos por mis ojos.
—Debido a que somos idiotas y nadie más quiere realmente salir con ninguno de nosotros.
—Buen punto. Henry. —Podía oír la seriedad en su tono, así que me callé—. No voy a dejar que arruines a este chico de nuevo. Me gusta, es inteligente y atrevida, además es el chico de Donghae y no quiero lidiar con Hyukjae si haces un lío aún mayor que este. Aclárate la cabeza, o simplemente dejarlo ir, pero deja esa mierda del montón porque sinceramente, amigo, no solo me está haciendo enojar a mí.
No tenía nada que decir a eso, así que le dije "hasta más tarde" y tiré el teléfono en la mesa al lado de mi cama. Me acosté a través del colchón y crucé mis manos sobre mi pecho, mientras continuaba observando las sombras en el techo.
Jjong tenía un punto muy válido: no era mi padre. Odiaba todo lo relacionado con el hombre, así que traté de día a día tomar deliberadamente decisiones que me llevaran en la dirección opuesta. Parte de eso quería decir que no dejaba espacio en mi vida para que cualquiera se acercara. Salí, me acosté por ahí, y me enrollé con parejas que eran fáciles de dejar, fáciles de abandonar. Trataba de escoger a los que conocían las reglas, para que cuando me fuera de gira o siguiera adelante, no fuera gran cosa.
Tenía veinticinco años, éxito, tenía un impresionante grupo de amigos, y más oportunidades a  mi alcance de las que podía contar, y sin embargo tenía todo eso solo. No  había nadie para compartirlo, para disfrutarlo, porque siempre estaba muerto de miedo de lo que pasaría si dejara a alguien importarme mucho.
Esa noche con Zhoumi, hace tantos meses, creo que lo supe.
Creo que hasta entonces, cuando aún éramos básicamente desconocidos, sabía que si hubiera ido a ese apartamento con él, no habría sido capaz de alejarme, simplemente dejarlo y que no importara. Creo que hasta en ese entonces me di cuenta de lo importante que podía ser para mí y estaba absolutamente aterrorizado por eso. De repente podía verme, comenzar a preocuparme por mi inexistente cartera financiera o en qué nivel de impuestos iba a caer, y eso no estaba bien conmigo. Me puso fuera de balance  y no me gustaba en lo absoluto.
No sabía si conectar con Zhoumi a largo plazo, fuera incluso algo digno de contemplar, pero sabía que la idea de transformarme en un corredor de bolsa para hacerlo feliz no era una opción, no cuando sabía que nunca iba a sacrificar la música y lo que amaba por un joven. No sabía qué hacer con todo esto, porque después de ese beso claramente las cosas habían cambiado.


Apenas dormí algo, incluso aunque Jjong hizo lo posible para ser un buen anfitrión. Él me dio un par de pantalones para correr que eran muy largos y muy grandes, y una camiseta con el logotipo de la tienda de tatuajes donde trabajaba. Me dio una suave sábana y una almohada para el sofá, y algo incluso más útil, me dio un trago de Jäger del refrigerador y me dejó quejarme por más de una hora sobre lo molesto que estaba con Henry sin tratar de defenderlo o justificar sus acciones.
Él estaba actuando como un gigantesco, osito de peluche rubio, solo que cubierto de tinta meciendo su enorme mano y luciendo un  travieso tatuaje de ancla en el lado de su cuello. Él hizo mucho de asentir y gruñir en respuesta, pero nunca me interrumpió o me dijo que me calmara.
El sol estaba alzándose para el momento en que finalmente mis ojos estaban muy pesados para mantenerlos abiertos, e incluso mientras se cerraban para dormir, todo lo que podía ver era a Henry burlándose y diciendo al público que no tocaba ningún tipo de canción de amor.
Desperté cansado. Cansado de sentirme atrapado entre el pasado y el presente. Cansado de tratar de pensar veinte pasos hacia adelante, porque sin importar que hiciera, bueno o malo, terminaba sintiéndome mal y herido. Estaba lastimando a personas buenas y actuando impulsivamente, y todo    por tener un poco de sentimientos retorcidos por un chico que no podía siquiera conseguir que viera mi yo real.
La resolución fue estupenda, y me sentía tres metros más alto hasta  que la puerta de enfrente del apartamento se abrió mientras estaba doblando  la sábana y quitando mi cama improvisada. Me giré para ver a la causa actual de todo mi conflicto caminando relajadamente con un par de cafés, como si él anoche no hubiera puesto todo de cabeza con un simple toque y un beso para clausurar todos los besos. Esos ojos oscuros estaban incluso más oscuros de lo normal, y su boca estaba tensa, como si tuviera que detenerse a sí mismo de decir algo que haría todo extraño otra vez. Me molestaba incluso más cuando recordaba que él lucía bien, realmente bien con un poco de barba de un día sobre su rostro en la mañana.
Lo miré y crucé los brazos sobre mi pecho.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Él me ofreció uno de los cafés, pero sacudí la cabeza y me moví para dejar el sofá entre nosotros. No sabía si había ido solo a casa anoche, no sabía  si había ido a casa en absoluto, y esa era una de las mayores razones por las  que había aceptado la oferta de Jjong de aterrizar en su sofá. Si Henry había estado solo, habría estado tentado de meterme en su cama mientras dormía. Si había ido a casa con otro joven, no solo tendría que mudarme a la mañana siguiente, sino que también tendría que contratar a un abogado porque un doble homicidio hubiese sido seguro.
—Heechul me dijo que estabas aquí, y esperaba que pudiéramos hablar antes de que te llevara a casa para alistarte para el trabajo.
Sonaba algo perdido, como si él mismo no estuviese realmente seguro con lo que estaba haciendo aquí. No podía olvidar que él pensaba que yo solo era una pequeña e inocente flor que no debía ser tocada por manos sucias. Estaba tan harto de él pensando que sabía algo de mí o como realmente me sentía con respecto a él.
—Anoche escuché todo lo que tenías que decir fuerte y claro, Henry. No hay  necesidad  de  repetirlo,  de  hecho,  por  favor  no  lo  hagas.  He   tenido suficiente de ti diciéndome como son las cosas entre nosotros para que me dure toda una vida.
Él suspiró y sentí cuan profundo era. Colocó ambos cafés en la mesa enfrente del sofá y metió las manos en los bolsillos de sus pantalones. Me preguntaba como tenía espacio.
—Eso fue una cosa despreciable lo que hice anoche. Lo lamento.
Me endurecí automáticamente, porque incluso aunque estaba molesto como el infierno con él, no quería que se arrepintiera por tocarme y por hacerme sentir más de lo que había sentido en años. Quería que estuviera tan afectado como yo lo estaba, y no ser capaz de detenerse a sí mismo de hacerlo otra vez.
—Pensé que no ibas a disculparte por ello, que solo ibas a asegurarte que no pasara otra vez. —Allí había amargura que no podía ocultar.
Sus ojos aterciopelados se encendieron repentinamente y los bordes dorados ardieron con una pasión que quemaba a través de la distancia separándonos.
—No me estoy disculpando por eso, Zhou. Dios, estuve despierto toda la noche pensando sobre ello, pensando en ti. Lamento lo de la canción, lamento haberte hecho sentir mal, lamento ser un idiota. Sigues diciéndome que no te conozco, y que no tengo ni idea, pero la verdad es, que ninguno de los dos nos conocemos, y no creo que ninguno de los dos esté realmente listo para manejar al otro. Lo que sí sé es que te deseo más de lo que deseo seguir respirando.
Él sonaba tan sincero, y lucía tan serio, que sentí algo empezar a romperse en el centro de mi pecho. Y luego se abrió completamente cuando continúo con voz ronca.
—Mi papá es un loco y un destructor emocional. Él embarazó a mi mamá cuando ella era muy joven y ha pasado todo el tiempo desde entonces derribándola emocionalmente. Él la ha convertido en esta versión de sí misma que no tiene voluntad, deseos, y no hace nada más que complacerlo. La ha engañado, y se ha ido por varios meses y no la llama o dice cuando regresa. Nunca ha tenido un trabajo fijo, y para completar esto ella trabaja hasta la muerte para mantenerlos a los dos, mientras me dice una y otra vez que no es tan malo como parece.
Veo  sus oscuras  cejas  arrugarse  sobre  sus ojos  y  sus manos volverse puños.
—Sé que jamás quiero hacer algo así, no quiero jamás ser así. También sé que nadie en mucho tiempo ha conseguido llegar a mí de la manera en que tú lo has hecho. Las parejas van y vienen. Me gusta pensar que siempre tenemos un buen rato, pero ninguna de ellas jamás se queda conmigo como tú lo haces. Quizá no eres este modelo de virtud que intento hacerte parecer. De hecho, después de conseguir tener mis manos sobre ti y en ti, estoy bastante seguro que no estás siquiera cerca. ¿Por qué no me das la oportunidad de conocer el otro lado de ti?
—¿Qué exactamente estás diciendo, Henry? ¿Quieres que seamos amigos con beneficios? ¿Quieres ir a través del pasillo y tener sexo ocasionalmente? Necesitas aclarar sobre lo que estás hablando porque anoche pude muy felizmente haberte estrangulado. —Mi voz se rompió un poco, traicionando cuan mal la punzada de sus palabras y rechazo había dolido.
Él se movió un par de pasos más cerca de mí y luché para no aspirar  un nervioso aliento. Dándole la oportunidad, estaba asustado de que todas las cosas que mantenía encerradas con lo que a este chico respecta se liberarían y la decisión de lo que podíamos ser para el otro simplemente sería tomada de mis manos. Él siempre parecía mucho más grande y poderoso que todas las cosas con las que constantemente estaba batallando.
Un lado de su boca se curvó hacia arriba en una sonrisa y sentí el efecto de ella en la boca de mi estómago. Él no tenía que coquetear o ser encantador, no con una sonrisa lo suficientemente traviesa para prometer mucho más que un fantástico rato.
—Quiero tener sexo, Zhou. Toneladas y toneladas de sexo… Contigo y solo contigo. ¿Tiene que ser más que eso ahora mismo? ¿Después de anoche como puedes negar que también lo quieres?
Sacudí la cabeza un poco y dejé salir una lenta exhalación. Estaba a punto de preguntarle que había cambiado, si todavía estaban todas las complicaciones que se interponían cuando nos conocimos por primera vez, pero él continuó así que me mantuve en silencio.
—No estoy diciendo que eventualmente podría cambiar a algo más, pero ahora mismo me siento bastante roto y no estoy realmente seguro de que hayan suficientes piezas tiradas para unirme nuevamente.
Eso era desgarrador y no podía juzgarlo por su honestidad; de hecho creo que apreciaba más eso que el tira y afloja que había estado carcomiéndome durante el año pasado. Solo nos quedamos mirándonos al otro en silencio hasta que mi teléfono sonó desde un lugar cercano a donde él se encontraba. Él lo levantó y me lo lanzó sin mirar a la pantalla. Fruncí el ceño cuando vi que era el mismo número de China que había estado llamándome el otro día. Toqué la pantalla para responderla y fui recibida con aire muerto. Dije “hola” al teléfono varias veces y no conseguí ninguna respuesta. Lancé el teléfono sobre el sofá; ese particular problema podía esperar por ahora, y me giré de regreso a Henry.
—Déjame ser totalmente claro, Henry. Vivimos al otro lado del pasillo del otro, tenemos todos nuestros amigos en común, y tenemos diferentes perspectivas de lo que es importante para nuestros futuros. Ninguna de esas cosas ha cambiado desde la primera vez que me dijiste que no podíamos empezar nada, ¿Entonces cómo funciona esto para ti?
Sabía lo que yo quería: a él. Sentía como si lo había querido desde siempre. No iba a volverme todo loco y decir que estaba enamorado de él, que no podía vivir sin él, pero hizo algo en mí, llegó a mí de una manera que nadie más lo había hecho jamás.
Quizá él pensara que estaba roto, pero yo sabía la verdad: que era gracioso, dulce, e innegablemente talentoso y que allí había más que piezas suficientes a mi disposición si quería intentar unirlo otra vez.  Él tenía tanto para ofrecer incluso si esas no eran las cosas que había pasado años diciéndome a mí mismo que quería, y me preguntaba si podía compartir todos mis secretos con él y finalmente dejar de cargar con ellos yo solo.
Él se balanceó sobre los talones de sus botas, y los picos en sus orejas lo hacían lucir extra diabólico. Una media sonrisa curvó su boca y era fácil ver porque todas las parejas a través de la ciudad estaban tan calientes por él.
—Funciona día a día, momento a momento. Tengo la sensación de que algo más que eso te enviara corriendo en la dirección opuesta.
Sentí mis ojos ampliarse en sorpresa y mi boca cayó abierta. Supongo que había algo como decir todo sinceramente, pero no había esperado eso. No me había dado cuenta que me conocía muy bien para saber que eso es probablemente lo que hubiera hecho. No tuve la oportunidad de responder porque aparentemente él había terminado de hablar. Se movió hacia mí y me alzó en sus fuertes brazos.
Esta vez cuando me besó no había nada de ira, nada de desesperación  y dolor que llenara el espacio entre nosotros como anoche. Este era un beso que estaba lleno con promesas, lleno con todas las cosas que habían sido calientes y pesadas entre nosotros por tanto tiempo. Me olvidé que estaba parado en el apartamento de Jjong, y que hace unos momentos estaba furioso con él.
Olvidé todo excepto como él se sentía y como me hacía sentir, y me perdí a mí mismo en el deslizamiento de su lengua a través de la mía y el agarre de sus dedos sobre mis caderas. Había esperado y querido demasiado a este chico, deseado por tanto tiempo que se sentía como si el anhelo estuviera despertando, respirando dentro de mí.
Henry justo había alcanzado el corazón donde todo el deseo vivía, donde toda esa lujuria se había filtrado y hervido, y él lo había sacado a la superficie con nada más que un suave roce de dedos y un ingenioso giro de lengua. Él me besó como si tuviéramos todo el tiempo en el mundo para hacerlo una y otra vez. Me besó como si estuviera tratando de memorizar cada acción, cada sonido, y cada sabor, así podía escribir una canción sobre ello. Él me besó como si fuera el único joven que él iba a besar otra vez, e hizo a mi cabeza dar vueltas y mi respiración agitarse. Quería chupar esa barra en el centro de su lengua como si fuera una paleta.
Tenía mis manos envueltas en ese revuelto cabello y estaba haciendo mi camino en él subiéndolo como un árbol, incluso aunque estaba  en  la  amplia  sala  de  su  mejor  amigo,  cuando  escuchamos  una     garganta aclararse y vimos a Jjong serpenteando fuera de la cocina. Él estaba sosteniendo un plátano y viéndonos con humor bailando en sus brillantes ojos.
—No iba a interrumpir pero me gusta mi sofá y no necesito a Henry teniendo sexo sobre él. Además, dudo que alguno de ustedes esté prestando atención a la hora. Zhou tiene que ponerse en marcha si va a ir al trabajo.
Maldije y me moví a donde había lanzado mi teléfono antes. Él tenía razón; apenas tenía tiempo para regresar a la casa y agarrar mi uniforme. Miré a Henry con los ojos muy abiertos.
—Necesito irme.
Él  asintió, miró  a  Jjong  y  señaló  hacia  el  café  abandonado  en la mesa.
—Incluso aunque eres un bloqueador de sexo, puedes tener eso.
Jjong se rió levantando una ceja.
—Salvé tu lamentable culo y lo sabes.
No sabía sobre qué estaban hablando y no tenía tiempo para ponerme al corriente, así que le di a Jjong un rápido beso de despedida y murmuré “gracias”, agarré a Henry por el codo, sacándolo del apartamento.
Estábamos muy callados en el auto de camino a la casa. Quería preguntarle si había ido solo a casa anoche, pero me imaginé que no, no había forma de que Heechul le dijera dónde estaba. A penas lo dejé estacionarse en la entrada antes de salir corriendo al interior para recoger todas mis cosas. Él permaneció inmóvil en la puerta de mi habitación, viéndome correr alrededor como un loco. Lo miré por encima de mi hombro mientras metía el uniforme en mi bolsa y frenéticamente pasaba un cepillo sobre mi cabello.
—¿Qué ocurre?
Él se encogió de hombros y se apoyó en la puerta.
—Simplemente no sé qué hacemos ahora.
No estaba completamente seguro como responder eso tampoco, así que me detuve enfrente de él y lo besé largo y fuerte sobre una boca sorprendida.
—Yo tampoco, pero tenemos tiempo para averiguarlo luego. ¿Qué te parece si en este momento solo trabajamos en la parte de toneladas y toneladas de sexo, y seguimos a partir de allí? Creo que ambos acordamos que esa parte va a ser pan comido para los dos, y como dijiste, momento a momento funciona bien para mí.
Cuando pasé al lado de él, no me perdí el brillo de anticipación en su mirada medianoche. No dijo nada más, por lo que estuve agradecido porque estaba sintiendo como que acababa de saltar un acantilado muy alto sin mucho conocimiento de lo que estaba esperando por mí abajo, y eso era aterrador.
No había garantías de que se iba a quedar una vez que tuviera toda la imagen enfrente de él, pero quería darle el beneficio de la duda. En realidad, quería darle mucho más que eso, lo que era suficiente para hacer que me saliera urticaria. Yo apenas tenía algo de control para proteger lo que ofrecía mi vida aquí, y tenía una sensación de hundimiento de que él podía hacerme  renunciar a todo.



4 comentarios:

  1. Lo dicho...un balde de agua con hielos y una cachetada que a Henry le acomode las ideas otra vez...no estaría mal...digo,les funciono la noche anterior.

    Cada quien tiene su carga y deberían trabajar en ello...al menos cuando sus toneladas de sexo los deje cansados un buen rato y lleguen a algo,si por ahora el sexo es suficiente,pues que bien...al menos así se hacen un poco menos de daño...Henry pasandole sus conquistas por enfrente y Mimi saliendo con el profesor...ya quitadas esas dos cosas,pueden llegar a algo.
    Pero algo va a pasar...sí señor

    ResponderEliminar
  2. OMG
    Casi que no!!!!
    Ahhhhh
    Por fin!!!! Estos dos me iban a sacar de quicio!!!
    Ahora esta el asunto de las llamadas!!!
    Quién carajos es????

    ResponderEliminar
  3. si gracias amigo jjong por hacer que henry de el primer paso para una relacion y mimi paso a paso ustedes llegaran muy lejos

    ResponderEliminar
  4. Por qué siento que esas llamadas son de algún ex

    Vaya ya era hora de que henry se animará a dar el primer paso

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...