Marcado II -8



Al llegar al trabajo, una familiar camioneta estaba estacionada en la curva y podía ver una rubia cabeza y una más oscura con crestas fucsias, giradas hacia la otra. Las ventanas estaban subidas, así que no podía escuchar lo que ellos estaban diciendo, pero Donghae lucía molesto y Hyukjae estaba frunciendo duramente el ceño.
Cuando Donghae se dio cuenta que estaba caminando cerca, me saludo y empezó a moverse a través del asiento hasta la puerta. Me reí para mí mismo cuando Hyukjae inmediatamente lo empujó de regreso y plantó un caliente beso sobre su boca abierta antes de dejarlo ir. Donghae estaba sonrojado y respirando entrecortadamente cuando caminó alrededor de la parte de enfrente del vehículo para pararse a mi lado. Le di una mirada significativa y él puso los ojos en blanco.
La ventana del conductor bajó y Hyukjae sacó la cabeza. Ningún chico debería ser tan apuesto, especialmente cuando la mitad de su rostro tenía agujeros y joyas en ella, pero eso solo era algo sobre él que disponía atención y se negaba a ser ignorado.
Tuve que sonreírle cuando preguntó:
—¿Necesitas que vaya a arrancarle la cabeza a Henry por ti? Ese fue un movimiento totalmente idiota el que hizo ayer por la noche y lo haré gustosamente.
Sacudí la cabeza y dejé que Donghae enlazara su brazo a través del mío.
—Nah, nosotros más o menos nos reconciliamos.
Él alzó una ceja con aros y me dio una sonrisa lasciva.
—¿Eso significa que finalmente se desnudaron juntos?
Donghae jadeó y espetó:
—¡Hyukjae! —Yo solo me reí hasta que las lágrimas salieron de la esquina de mis ojos.
—No, todavía no, pero estoy trabajando en ello.
Él golpeó la parte lateral de la camioneta con la palma de su mano.
—Eso es chico. —Él señaló con un dedo a Donghae—. Tú piensa sobre lo que dije esta mañana, Nemo.
Donghae hizo una mueca hacia mí pero gritó:
—¡Te amo, idiota! —Cuando él empezó a subir el vidrio. Él le lanzó  un beso, lo que le hizo dar la vuelta, y empezar a tirar de mí hacia el bar. Intenté hacer que disminuyera sus frenéticos pasos pero no funcionó y él claramente no estaba de humor para ser frenado.
—¿Qué está pasando con ustedes dos?
El me lanzó una mirada de soslayo y empujó la pesada puerta trasera.
—¿No debería ser yo el que esté preguntándote eso? Tú saliste de aquí anoche como si el lugar estuviera en llamas, y nunca escuché una palabra. Sabía que tenías que haber estado molesto con Henry. Así que, ¿qué paso?
Lancé mi bolsa sobre el banco y empecé a excavar alrededor.
—Tú primero. Habla mientras me visto, y después te digo que pasó  con nosotros. —Estaba sintiendo como que hoy necesitaba un empuje después del declive de ayer, así que fui con el uniforme de futbol. Escuché a Donghae suspirar y observé.
—Siwon viene a casa en un par de meses. Como a casa, casa. Estará fuera del ejército para siempre. — Siwon era el hermano mayor de Hyukjae y eran súper cercanos, pero debido a un reciente, sobrecogedor secreto salido a la luz, él estaba furioso con sus padres. Supongo que él ni siquiera se estaba llevando bien con Hyukjae de momento, pero supuestamente había perdonado a Donghae por su parte de mantener el secreto por años y años.
—¿Pero, eso es algo bueno no?
El gimió y dejo caer su cabeza contra el casillero cerrado al que se estaba inclinando.
—A Hyukjae se le ha metido en la cabeza que cuando Siwon regrese, no irá a la casa de sus padres en absoluto, y va a necesitar un lugar para quedarse. Él quiere comprar una casa para nosotros y dejarle a Siwon el contrato de arrendamiento del apartamento con Kyuhyun.
Dejé de chasquear los labios y colocarme el brillo labial para mirarla incrédulamente.
—¿Por qué no estás emocionado? Eso suena increíble. La mayoría consiguen flores y chocolates para el día de San Valentín, y tú consigues que el chico de tus sueños te compre una casa.
El se giró para verme y lo vi morder su labio inferior como hacía cuando estaba nervioso o preocupado sobre algo.
—No lo sé. Supongo porque siempre pensé que haría las cosas en orden, ¿Sabes? Enamorarme, casarme, comprar una casa, tener niños. Todas esas cosas van de la mano y no estoy siquiera cerca de haber terminado la escuela aun. Solo parece un enorme paso y si él cambia de opinión o lo que  sea, ¿Entonces qué hago?
—Donghae, ese chico te ama, tú eres su razón de ser. Él no va a cambiar de opinión, y al menos que pienses que esto no es una cosa de para siempre, ¿Por qué el orden en el que pase debe importar?
Él suspiró otra vez y jugó con su cabello
—Sé que para mí es una cosa de para siempre, y creo que él se siente de la misma manera, pero Hyukjae se vuelve nocivo cuando se siente atrapado.  Me asusta lo que pueda hacer cuando tenga que pagar la hipoteca y venga a casa a ver a la misma persona cada noche.
Empujé su hombro.
—Él ahora viene a casa por ti cada noche. Deja de convertirlo en algo que no es. Ustedes se aman al otro y no importa si es un apartamento o una mansión o una maldita tienda en la jungla. Ustedes todavía se van a amar, y Hyukjae estará bien. Además, ¿alguna vez te detuviste a pensar que él  quiere hacer algo para hacer la vida de Siwon más fácil? Siwon siempre los ha protegido a los dos. Quizá esta es la manera de Hyukjae para intentar devolver el favor.
Vi brillar algo en sus ojos y un poco de tensión en su rostro calmarse.
—Gracias, Zhou, necesitaba escuchar eso.
Me encogí de hombros.
—No hay problema.
—Entoooonces, ¿qué sobre ti y Henry? Vi cómo te veías cuando regresaste a la mesa. Pensé que nosotros o tendríamos que inventar una coartada para ti  y ayudarte a mover el cuerpo o bañarte con agua fría.
—Jjong me llevó a casa y me dejó desahogarme con él por una hora. Estaba molesto, pero luego Henry apareció esta mañana y hablamos. Estamos bien ahora.
—¿Qué significa “bien”?
—No estoy realmente seguro. Supongo que acordamos que por ahora nos atraemos en un nivel bastante serio y deberíamos ver a donde va eso.
El levantó una pálida ceja mientras íbamos a buscar a Lou y conseguir nuestras estaciones por el día.
—¿Así que accediste a tener sexo?
Puse mis ojos en blanco.
—Acordamos ver cómo funcionan las cosas por un tiempo manteniéndonos como amigos. Henry no es el tipo de chico con el que te casas y tienes niños. Él es el chico que te hace olvidar tu nombre y sacude tu mundo. Nos gustamos y se está volviendo viejo pretender que no hay nada allí, pero tenemos ideas muy diferentes sobre algunas cosas, así que es improbable que sea más que algo de intensa química y con suerte ratos realmente agradables por tanto tiempo como dure. —Estaba orgulloso de cuan calmado dije esto, porque mi corazón estaba martillando bajo el intenso escrutinio de Donghae.
Al principio Donghae se quedó callado, y yo quería decir más, pero Lou nos envolvió en un gigantesco abrazo de oso. Se abrieron las puertas de entrada y tuvimos que comenzar a trabajar. Me miró por encima de su hombro y gritó:
—Ten cuidado, Zhou. —A lo que yo escogí no prestarle mucha atención.
Sabía que Donghae era el tipo de chico que creía en un amor intenso. El había luchado mucho para conseguir a Hyukjae. Había batallado con su familia y la de él, y su mayor obstáculo había sido el mismo Hyukjae. No creo que yo jamás hubiese podido poner tanto esfuerzo en ello. La única cosa en la que me enfocaba, la única cosa por la que trabajé y sudé, fue construirme a mí mismo una vida que no podía derrumbarse, y establecer un futuro que era sólido e indestructible. Quería al viejo Zhoumi enterrado muy profundo en el nuevo Zhoumi de manera que no hubiera forma para él de arremeter a la superficie.
La seguridad siempre ganaba en cualquier juego donde el amor o cualquier otra emoción era una consideración, y esa solo era la manera en que debía ser. Estaba dispuesto a ver lo que Henry y yo podíamos hacer con todo el fuego que ardía entre nosotros, mientras el fuego estuviera controlado. Tan pronto como se saliera de las manos, volviéndose muy caliente, tendría que salir de ello y alejarme, sin importar cuánto daño le pueda ocasionar a él o a mí.


Tenía un montón de cabos sueltos, con el tiempo en mis manos y estando inquieto porque todavía no sabía exactamente qué iba a hacer con esto que estaba sucediendo entre Zhoumi y yo.
Él estaba en el trabajo, Heechul estaba de un humor, y los chicos estaban esparcidos por la ciudad haciendo esto o aquello. Me encontré a mí mismo dirigiéndome a la familiar casa de ladrillo que  normalmente evitaba como la peste. Llamé primero para asegurarme de que el viejo no estaba alrededor y estacioné en la calle llena de gente.
Hice bastante dinero como para poder mudar a mi mamá a un sitio agradable, en algún lugar cerca del centro, en algún lugar más seguro y de más calidad, pero no lo haría hasta que dejara a ese cabrón. Ella solo se negaba a ver la luz. Corrí por las agrietadas escaleras de cemento y toqué el timbre de la puerta, apretando los dientes cuando, en lugar del campaneo, despidió un pequeño choque. Si él no podía molestarse en arreglar algo tan simple como el timbre, eso hacía que mi cabeza se volviera loca con todas las otras cosas que tenía que haber descuidado.
Golpeé la puerta con el borde de mi puño y le fruncí el ceño a mi mamá cuando abrió la puerta. Era una mujer pequeña, muchos centímetros más pequeña que yo. Incluso debajo de las prematuras líneas en su rostro y por debajo de la coronilla de su apagado cabello marrón, era fácil ver que en algún momento había sido una mujer hermosa. Ahora solo parecía cansada y desgastada. La sonrisa que me dio fue frágil y tan fugaz que podría haberla imaginado, me abrazó con los brazos como los de un pájaro en un abrazo que parecía que era con una parte de desesperación y una parte de dolor.
—Oye, Ma, ha pasado un tiempo. —Le acaricié torpemente la espalda y sentí un escalofrío pasar por ella. Todo en ella me hacía querer llevarme a  mi papá y utilizarlo para prácticas de tiro. Él le había hecho esto, le robó su vitalidad, convirtiéndola en esta sombra andante de mujer. El odio que sentía por él se enrolló dentro de mí con tanta fuerza que sabía que iba a  ser peligroso para todos, cuando finalmente se rompiera. Las llamas de mi cólera ya estaban empezando a besar y acurrucarse en mi columna vertebral.
—Pensé que todavía estabas de gira.
Me hizo pasar a la grisácea casa, y traté de no mover la cabeza ante las latas de cerveza esparcidas y los ceniceros llenos de colillas de cigarrillos que cubrían todas las superficies disponibles. No había cambiado mucho desde que me había ido cuando era solo un niño, solo que ahora se veía peor. Estaba  claro que mi papá iba en aumento en la escala de pedazo-de-mierda-sin-valor. La seguí a la cocina y me senté en la vieja mesa. La madera gimió en protesta mientras extendía mis piernas y tomaba la cerveza que me ofreció de  la nevera. Abrí la tapa y tomó un largo trago.
—He estado de regreso por un rato. ¿Papá no te lo dijo?
Sacudió la cabeza, y vi algo que iba más allá de la sombra de tristeza en su escrutadora mirada.
—¿Por qué no me llamaste? Podría haber hecho una cena o algo así.
Nunca le decía cuándo iba a venir o cuándo me iba a ir, porque, inevitablemente ella querría pasar algún tipo de tiempo en familia, y  eso nunca iba bien. Apenas toleraba a mi papá en un buen día, y verlo degradándola y dándole órdenes a su alrededor en la casa que ella pagaba era demasiado.
—He estado ocupado trabajando con algunas nuevas bandas, y conocí a un jovencito.    —Era esquivar un poco la verdad, teniendo en cuenta que había conocido a Zhoumi por más de un año, pero después de esta mañana me sentía como si me estuviera finalmente permitiendo entrar, conocer al verdadero él.
Vi los ojos de mi mamá alegrarse ante la mención de un joven y extendió su mano para acariciar la mía. Podía ver las venas azules correr tan cerca de la superficie de su piel y de nuevo me pregunté cómo se había permitido a sí misma convertirse en esta delicada criatura que un fuerte viento podría soplar lejos para siempre.
—¡Eso es maravilloso! Necesitas a una buena pareja con la cual establecerte. Eres demasiado especial y tienes mucho que ofrecer para estar desperdiciándolo por toda la ciudad, como sé que a ti y tus amigos les gusta hacer.
Levanté una ceja y rodé la lata entre mis manos.
—¿Cómo sabes lo que a mí y a los chicos nos gusta hacer, Ma?
—Una vez fui joven, Henry. Conozco el encanto de un apuesto chico en una banda. Todos ustedes eran un puñado de chicos malos cuando eran más jóvenes, y solo puedo imaginar el tipo de problemas que encuentran por sí mismos ahora que son adultos e independientes. Háblame de éste joven. Debe de ser algo, si no pudiste recordar mencionarme que has estado de vuelta en la ciudad por un tiempo.
Podía oír la acusación en su tono. Sabía por qué no había estado mucho alrededor, por no decir en contacto. Sin embargo, no podía dejar de intentar tenerme cerca. Tomé otro trago de cerveza y la miré con una sonrisa de medio lado.
—Es diferente, inteligente, ambicioso e impulsivo. Es diferente a lo  que estoy acostumbrado. Me gusta, mucho en realidad.
Vi los ojos de mi mamá hacerse grandes, y por primera vez en mucho tiempo, había una emoción en ellos aparte de la más absoluta desesperación.
—Bueno, eso es bueno. Necesitas a alguien que sea tan ambicioso y tan talentoso como tú.
No estaba seguro de en donde iba a terminar esto así que solo me quedé en silencio, terminé la cerveza y me levanté para tirarla a la basura.
Crucé los brazos sobre mi pecho y le di una seria y nivelada mirada mientras me decidía a cambiar el tema de mi vida sexual.
—Ma, ¿sabías que el viejo me alcanzó para que lo mandara a la carretera con algunos de mis amigos en una banda?
Al instante, la luz que se filtraba en su confusa mirada con mis anteriores buenas noticias murió. Fue reemplazada por el aspecto plano de la soledad y el reconocimiento de que solo existía para él como un felpudo y relleno, mientras que él salía y vivía su vida sin ella. Se retorció las manos y miró hacia abajo a la mesa.
—Tu padre es un hombre viejo. ¿Por qué iba a querer volver a salir de gira con un grupo de niños pequeños? ¿Qué propósito tendría eso?
Rastrillé mis manos a través de mi cabello, y me mordí la lengua para no dispararle que no había ningún propósito que no fuera su indulgente manera de vivir, egoísta y centrada en sí mismo. Pero ese tipo de ataque nunca me llevaba a ninguna parte. Dejé escapar una respiración por la nariz e hice clic con la barra de mi lengua contra la parte posterior de los dientes frontales.
—Mamá, ¿cuándo ha hecho algo que tuviera un propósito? Fue a decirme que si no hacía que pasara, iba a volver a casa y desquitarse contigo. ¿Cómo puedes simplemente sentarte y dejar que haga eso? ¿Cómo puedes  dejar que nos manipule de esta manera?
Mis anillos golpearon a un ritmo rápido en la encimera mientras esperaba a que me respondiera. Durante años, había esperado que viera que podía cuidar de ella y que no tenía necesidad de someterse a sí misma a sus caprichos y su comportamiento imprudente. No podía soportar que me dijera una y otra vez que lo amaba y que no permitiría que su familia se desmoronara, a pesar de que no había estado voluntariamente en la misma habitación con mi padre desde que era un adolescente.
No me miraba, y su voz era apenas un susurro cuando respondió:
—No entiendes lo que pasa con nosotros, Henry. Nunca lo hiciste.
Me quité de la encimera y caminé hacia donde estaba realmente doblaba sobre sí misma delante de mí. Le puse una mano en el hombro y me puse en cuclillas para que no tuviera más remedio que encontrarse con mi mirada.
—Ma, ¿no crees que el problema es que    lo entiendo demasiado bien? Sabes que puedes hacerlo mejor que él, mejor que esto. Siempre podrías.
Vi su labio inferior temblar y eso sacó algo debajo de toda la ira que vivía en mi pecho. Odiaba que cada vez que trataba de sacarla de esta pesadilla, terminara lastimada. Debería darme las gracias, correr tan rápido como pudiera lejos de este lugar, y sin embargo, se quedaba arraigada tan firmemente que no importaba lo mucho que lo intentara, no podía sacarla. Las raíces se plantaron muy profundamente.
—Si puedes hacerlo feliz enviándolo de vuelta a la carretera, tal vez deberías hacerlo. No es como que realmente pidiera mucho de ti.
Me paré abruptamente desde donde estaba arrodillado a su lado y sentí un resplandor rojo vivo dispararme en mi nuca. Quería sacudirla.  Quería meter mi puño en la pared más cercana. Quería saltar de esa cocina en mal estado en esta horrible casa en el lado equivocado de la autopista interestatal y nunca mirar hacia atrás. Lo que hice en su lugar fue cerrar los ojos,  inclinarme, y besar la parte superior de su cabeza.
—Ya veremos, Ma. Tengo que trabajar con estos chicos. No sé  si quiero pedirles un favor tan grande. Fue bueno verte. Cuídate.
Me estaba yendo antes de que hiciera algo estúpido, como gritarle, pero me agarró del brazo, sus dedos clavándose como relojes derretidos en  toda mi piel. Sus ojos estaban tan tristes cuando me miró, que literalmente sentí parte de mi corazón morir.
—Trae a tu joven. Me encantaría conocerlo.
Éste era el último lugar en la tierra al que quería traer a Zhoumi, pero me obligué a dejar salir algo que tenía que parecerse a una sonrisa.
—Claro, Ma, tal vez algún día pueda balancear eso.
Zhoumi era lo opuesto a esta mujer a la que amaba, de tantas maneras que casi dolía pensar en ello. Era tan fuerte y tan independiente que nunca dejaría que otra persona dictara la dirección de su vida o las acciones que tomara o que devaluarían su valor.
Odiaba la idea de que Zhoumi viera a mi madre dañada y me preguntara por qué no había hecho más para ayudarla o había podido dejar que esto le ocurriera en primer lugar. Esas mismas preguntas me carcomían desde adentro todos los días. Mirando ahora a mi madre, me acordé de cada vez que había elegido esta vida y a ese imbécil sobre mí, y eso quemaba algunas de las garantías que había puesto en marcha para proteger mi corazón del infierno de furia que vivía dentro de mí.
Mi teléfono eligió ese momento para sonar, le dije a mi mamá que tenía que irme y no perdí tiempo en correr por los escalones de la entrada. Sentí que no solo estaba huyendo de ella, sino también de todo lo malo que había pasado en esa casa.  La cabeza tatuada de Kyuhyun me estaba mirando desde mi teléfono, así que cuando lo tomé para responder la llamada no me molesté en fingir un alegre saludo.
—¿Qué pasa, amigo?
—¿Dónde estás?
Me metí en el auto y apoyé la cabeza en el respaldo del asiento del conductor.
—Fui a visitar a mi mamá. El viejo ha estado en mis asuntos sobre que lo meta a SJM y pensé que tal vez por una vez tan solo pudiera alejarme, pero no. Como siempre, solo no lo entiendo, y ella solo va a dejarlo correr alrededor y atropellarla. Esto jodidamente apesta.
Kyuhyun conocía mi historia con mi familia mejor que los otros chicos. Cuando me fui cuando era un adolescente, había estado teniendo sus propios problemas en casa con su madre y su nuevo marido más-rico-que-Dios. Por suerte para nosotros, el tío de Kyuhyun, Shindong, había estado unido y decidido a mantenernos fuera de la cárcel y en la escuela. Nos acogió a los dos y, con una mezcla de amor duro y simple mala onda, nos hizo actuar bien. Nadie iba en contra del tío Shindong, y hasta el día de hoy estaba en nuestro camino a hacernos adultos cuando no podíamos ponernos las pilas por nuestra cuenta.
—Uno de estos días vas a tener que renunciar al fantasma, Henry. No  tiene ningún sentido seguir tratando de alejarla de él si se ha enterrado hasta  el fondo.
—Lo sé, pero es mi mamá y parece que no puedo parar.
Murmuró una palabrota y le oí hablar con otra persona.
—Todos vamos a los bolos. Debes reunirte con nosotros.
—¿Por qué jugar a los bolos?
—Porque el fútbol ha terminado y Hyukjae se paseaba por el apartamento como un tigre enjaulado. Me está volviendo loco. Jjong estará allí en veinte, además de que tienen cerveza. ¿Qué más vamos a hacer un domingo?
Realmente no estaba de humor, pero salir por mí mismo estaba seguro en la receta para el desastre en mi estado de ánimo actual.
—¿Has llamado a Heechul y ver si quiere ir? Ha estado actuando un poco apagado los últimos días.
—No responde. Le dejé un par de mensajes.
Fruncí el ceño, porque había estado en casa cuando me fui, abatido por algo en la cocina. La tienda estaba cerrada los domingos, así que sabía que no tenía que trabajar, y no era propio de él ignorar una llamada de cualquiera  de los chicos.
—Déjame pasar por la casa y ver lo que está pasando con él, y luego te devuelvo la llamada.
—Por supuesto. Por cierto, esa fue una verdadera mierda para que tiraras anoche en el espectáculo. Zhoumi es un chico devoto, tienes suerte que no te colgara de las bolas después.
—Lo sé. Le pedí disculpas. Estamos trabajando para tratar  de  encontrar algo mejor.
—Bueno, porque si Hyukjae no te quiebra por la mitad por jugar con  él.
No necesitaba que me lo advirtieran dos veces. Él no era un groupie, un extraño que a nadie le importaba si lo dejaba y lo olvidaba de un latido a otro. Era un joven que estaba entrelazado en la estructura de nuestras vidas, en el patrón de nuestra unidad, y si lo lastimaba a propósito, no lo dejarían pasar a la ligera. Lo irónico es que era más que capaz de cuidar de sí mismo y las amenazas por parte de los chicos eran completamente innecesarias.
Metí el teléfono en la consola mientras corría de vuelta por la ciudad para ver a Heechul. Las letras gritadas y la locura del bajo hacían que algo de la rabia que todavía flotaba bajo la  superficie se quemara. Podría odiar a mi papá todo lo que quisiera, podría rogarle a mi mamá que saliera hasta que tuviera el rostro azul, pero las cosas  no iban a cambiar y esa no podía ser mi cruz por siempre.
Había construido mi vida tratando de vivir más allá de la herencia que mi papá me había dejado. Ahora estaba empezando a ver que era bien pasando el tiempo de empezar a vivir a partir del legado que estaba haciendo para mí mismo.



3 comentarios:

  1. oh que feo pero ese amor es esfermiso y si su mama no lo quier ver ni modos nadie puede ayudarla espero y henry si pueda aceptar y asimilar su pasado para hacer un mejor presente

    ResponderEliminar
  2. O_____O

    Ese Hae~ esta para cogerlo a coscorrones!!!!!!
    Ahhh
    Esos dos (Mimi y Herny)
    Deberían ya de cortar la tensión sexual!!! Me va a dar urticaria!!!

    ResponderEliminar
  3. Amor enfermizo si la persona involucrada no pone de su parte jamás saldrá de esa

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...