Sapphire Wolf (T4)-27




Donghae se acercó a sus dos amigos y sonrió suavemente.

—Ustedes van a estar bien. Y voy a admitir que estoy un poco celoso.

—No te preocupes, voy a compartir mis pulgas contigo. No hay necesidad de que sea tacaño —
bromeó Hee.

Hongki, Zhoumi y Hyesung se habían acercado y cada una abrazó a Teukkie y Hee.

—Ustedes dos van a ser unos lobos patea traseros. —Zhoumi sonrió.

—¿Hay algún otro tipo? —preguntó Hee, alzando una ceja.

—No en nuestra manada —agregó Hongki.

La noche cayó sobre la taberna y la luna claramente iluminó el cielo. Hee y Teukkie se despidieron
mientras se dirigían hacia la puerta con Dam, Kangin, y Siwon.

Teukkie había hablado con su padre y él estuvo tan receptivo como habían estado Kangin y Siwon. El
le recordó amablemente que era mayor de edad y que era su elección. Él no había dicho nada más,
pero su rostro se mantuvo en una mueca permanente.

Dam les llevó a un claro cerca de la apertura de los bosques. Ella les había dicho que estaría
encubriéndolos de modo que la bruja no perturbaría el ritual si resultaba estar buscándolos. Lo cual
era lo más probable que estuviera haciendo.

Teukkie y Hee llevaban un simple suéter, pero, gracias a la magia Fae, estaban siendo protegidos del
frío.

Dam le indicó a Kangin y Siwon permanecer de pie con la espalda de uno hacia la del otro para dar a sus compañeras privacidad del otro macho. Cada chico se situó frente a su compañero y esperó a que Dam les dijera qué hacer a continuación. Vieron como el hada cerró los ojos. Sus labios comenzaron a moverse con palabras silenciosas. El aire a su alrededor comenzó a brillar, y en cada una de sus manos apareció un gran cuenco de agua. El agua tenía un tinte púrpura en ella.

Dam le entregó a Kangin un cuenco y luego a Siwon el otro.

—Quítense sus suéteres —les dijo Dam a Hee y Teukkie—. Luego, los hombres, verterán la poción sobre su pareja. La poción durará hasta que todo su cuerpo haya sido cubierto.

Hee se quitó el suéter por la cabeza y, aunque era la primera vez que había estado verdaderamente
desnudo delante de su compañero, audazmente lo miró a los ojos.

Los labios de Siwon se levantaron en una sonrisa torcida.

«Eres hermoso», le dijo a través de su vínculo y sin dudarlo comenzó a verter la poción de vid de la
pasión sobre él.

Hee había esperado que estuviera fría, pero el agua estaba sorprendentemente cálida. Corrió por su
cabeza y por su rostro hasta los hombros, brazos, pecho y espalda… todo el camino hasta los pies. Su
piel se sentía como si pequeñas agujas estuvieran pinchando por todas partes. Hee vio su piel comenzar a brillar y sintió algo en él empujando. Al igual que cuando había completado los Ritos de Sangre, podía sentir su lobo, sólo que era mucho más fuerte. El agua dejó de fluir y finalmente alzó la vista hacia Siwon. Dam luego les dio instrucciones para tomar la sangre de su compañero.

Siwon se acercó a Hee y se inclinó para que fuera capaz de llegar a su cuello. Hee le dio un beso en los labios y luego hacia abajo por la mandíbula al mismo lugar en que lo había mordido durante su unión. La agitación en él era frenética y empezaba a sentirse inquieto, como si no pudiera detenerse. Sus dientes se alargaron y su boca se abrió.

Cuando hundió sus dientes en la carne de Siwon, dejó escapar un gemido a medida que su dulce sangre golpeaba su boca. Siwon envolvió sus brazos alrededor de su pequeña cintura.

«Nunca me cansaré de ti tomando de mí lo que necesitas», susurró sin aliento en su mente.

Hee tragó varios tragos grandes y de alguna manera instintivamente supo cuando dar marcha atrás. Los ojos de Siwon estaban cerrados y los labios entreabiertos.

—S-s-Siwon… —La voz de Hee era inestable, mientras miraba a su compañero en busca de ayuda.

Siwon abrió los ojos, que habían comenzado a brillar de color ámbar. El resplandor se intensificó a
medida que Siwon miraba a los ojos brillantes de su compañero. Un gruñido bajo fue emitido desde
su pecho mientras sus propios colmillos se alargaban. Entonces el lobo de Siwon empujó hacia adelante, en busca de su compañero.

«Compañero», oyó Hee al lobo de Siwon retumbar en su mente.

Hee dejó escapar un gemido suave y se alejó de Siwon. Se estremeció cuando algo profundo dentro de él, algo primitivo, se extendió en él.

—Hee, no luches contra ello —oyó a Dam decir, pero su voz sonaba muy lejos.

Siwon se acercó a Hee y volvió a gruñir. Él estaba llamándola, llamando a su compañero.
Hee cerró sus ojos brillantes y sintió un flujo frío sobre él de pies a cabeza. Por un momento, sintió
como si estuviera flotando, luego aterrizó en el suelo duro. En cuatro patas.

Los ojos de Hee se abrieron de golpe al darse cuenta. Su visión era tan clara y su audición estaba más
amplificada: podía oír los animales correteando, las alas de los pájaros aleteando, las voces procedentes de la taberna, y un latido de corazón que sonaba familiar. Sintió un codazo en el costado y volvió la cabeza para ver a Siwon en su enorme forma de lobo.

«Maldita sea, Siwi. Soy un lobo». Hee se sintió aliviado de que todavía lo podía sentir en su mente.

«Eres un lobo hermoso. Tienes una forma de estrella blanca en tu hocico».

Siwon le dio lo que debe haber sido la versión de lobo de una sonrisa. Hee dio un paso atrás.

«Está bien, no lo vuelvas a hacer eso. Fue  espeluznante».

Siwon rió en su mente.

«¿Cómo te sientes?», le preguntó mientras frotaba su cabeza contra su cuello.

«Increíble. Ni siquiera puedo describirlo. Sólo quiero correr y matar alg… bueno, eso es un poco 
inquietante».

Un lobo negro y uno gris más pequeño, que tenía los ojos color esmeralda que parecía que estaban
delineados con kohl, se detuvieron delante de ellos.

Hee se dio cuenta que eran Kangin y Teukkie. Dio un paso hacia Teukkie y le dio un empujón, luego se inclinó sobre sus patas delanteras, pegando su culo al aire y moviendo la cola. Él quería jugar. Teukkie imitó su postura y salió corriendo a la derecha cuando Hee se abalanzó. Siwon y Kangin salieron a toda velocidad detrás de sus compañeros, flanqueándoles a cada lado en protección.

Corrieron a través de la nieve, esquivando debajo de arbustos y árboles caídos. Hee saboreó el viento
soplando a través de su piel y el aire frío en sus pulmones. La única cosa incluso más cercana a esta
euforia era besar a Siwon.

«Creo que voy a tener que esforzarme más si voy a estar compitiendo contigo queriendo estar
corriendo en tu forma de lobo en vez de besar a tu compañero», bromeó Siwon, después de haber
escuchado su pensamiento.

«Estoy seguro que puedes encontrar la manera de convencerme a quedarme en mi forma humana. No
puedo creer que esté diciendo eso: forma humana. Eso es malvadamente loco».

Hee y Teukkie corrieron hasta que jadearon del agotamiento. Dam velaba por ellos mientras se
acostumbraban a su forma de lobo y sonreían, teniendo la esperanza en su corazón que necesitaba desesperadamente sentir.

Hasta altas horas de la noche, Hee y Teukkie compartieron su experiencia con Donghae y Hyukjae,
quienes compartían la habitación con las dos parejas. Habían sacado las camas al centro de la
habitación y los pusieron en un círculo, creando una forma de flor de modo que todos pudieran sentarse con la cabeza hacia el centro y hablar.

Siwon y Hee estaban apretados en una sola cama juntos. Él yacía de espaldas, con un brazo detrás de
la cabeza. Hee estaba tumbado sobre su pecho, frente a los demás, mientras que Siwon utilizaba su
mano libre para pasar los dedos por su cabello. Él escuchó su voz mientras se reía de él persiguiéndolo  y mordiendo sus talones. Le encantaba oírlo tan feliz, tan libre de preocupaciones, aunque sólo fuera por este breve momento en el tiempo.

Cuando todos se habían quedado en silencio y uno a uno se quedaron dormidos, Siwon permaneció aún despierto. Su cuerpo estaba acurrucado alrededor del de Heechul, y mientras pensaba en lo que estaba por venir, a lo que tendría que hacer frente en cuestión de días, si no antes, él lo atrajo hacia sí.

Su peor pesadilla iba pasar. Su compañero estaría en la batalla, en peligro, y él podría no estar allí para protegerlo. Por mucho que odiara la idea, también sabía que no podía enjaularlo. No podía evitar que viviera porque tenía miedo de perderlo. Tenía que dejarlo luchar, tenía que dejarlo ser su propia persona, y no sólo su compañero.



Dos días habían pasado desde que Hee y Teukkie habían cambiado por primera vez. En ese tiempo,
Siwon y Kangin los llevaron afuera varias veces bajo la atenta mirada de Dam para que pudieran seguir familiarizándose con el movimiento y los sentidos de sus lobos. Siwon y Kangin incluso comenzaron a enseñarles la mejor manera de atacar y cuándo era más apropiado correr y esconderse. Ni Hee ni Teukkie se preocupaban por la idea de esconderse. Cuando no estaban en sus formas de lobo, Siwon y Kangin se reunían con los otros machos, discutiendo la estrategia.

Hoy se había decidido que mañana por la noche Junjin llamaría a Hanghen y a Desdémona. Él quería que se encontraran bajo sus términos, en el campo de batalla de su elección.

—Conozco tu secreto, Mona. —Hanghen sonrió hacia la bruja, pero no era una sonrisa amistosa.

Mona se sentaba en una de las muchas salas de estar en la mansión de la manada China. Lucía aburrida y para nada preocupada por la Siwilaración de Hanghen.

—¿Y qué secreto sería ese, Alfa? —preguntó secamente mientras miraba sus uñas, haciendo parecer
que las encontraba infinitamente más interesante que su actual compañía.

—No me estás ayudando para que pueda obtener al sanador, lo quieres para ti misma, para tu magia.

Hanghen estaba parado detrás del sillón que Mona ocupaba, sus manos descansando en el respaldo
mientras se inclinaba sobre ella.

—Hay dos sanadores. No hay necesidad de ser tacaño, Hanghen. —La actitud de Mona era tan
hastiada que tenía al lobo de Hanghen al borde.

—Dime tu plan, Desdémona. Podrías al menos darme ese poco de respeto. Si quieres a uno de los
sanadores, estoy dispuesto a compartir. Pero no podemos entrar a esto estando en desacuerdo.

—Junjin está reuniendo a las tropas. —Mona se puso de pie y comenzó a pasearse lentamente
alrededor del cuarto mientras hablaba—. Ha llamado a otras tres manadas para que lo ayuden. No va
a ser una batalla fácil.

—Si te conozco, sé que tienes algo bajo la manga. ¿Cuál es tu ventaja? — Hanghen entrecerró los ojos hacia la bruja.

—Tengo mi propio ejército. —La sonrisa de Mona iluminó su cara completamente, pero no en una
manera que fuera considerada bonita—. Los salvajes harán mi voluntad, si añadimos tu manada a la
mezcla, creo que saldremos Vannessiosos.

—¿Los salvajes? —Hanghen ladeó su cabeza a un lado como su considerara sus palabras—. Ah, has
llamado a las bestias y animales del bosque.

La cara de Mona se oscureció mientras detectaba que la juzgaba con su voz. El aire alrededor de ella
se tornó espeso y la sala se oscureció

—Olvidas quien soy. Soy la última de mi especie, la más poderosa en la historia. Entérate de esto,
Hanghen, Alfa de la manada China: obtendré aquello que busco. No te atrevas a interponerte en mi
camino o te destruiré.

Mona se volteó sobre sus talones, y con su capa ondeando tras ella, salió de la mansión, sin darle
tiempo a Hanghen para pensarlo mejor.



La cabeza de Teukkie descansó sobre el regazo de Kangin mientras se sentaban en el sillón frente a la
fogata que siempre estaba encendida en la sala de reuniones de la taberna. El edificio estaba en silencio mientras todos se acomodaban para tratar de dormir un poco.

—Así que, es la víspera de la batalla —murmuró Teuk suavemente.

—¿Asumo que es alguna línea de una película? —preguntó Kangin. Teukkie rió.

—El Señor de los Anillos. Eowyn le dice a Aragon que no puede dejarlos en la víspera de la batalla
cuando va en busca de los muertos malditos quienes le deben servicio a su linaje.

—He visto El Señor de los Anillos, Angel.

—Sí, pero no la has visto cientos de veces como yo y mis chicos.

Era el turno de Kangin de reír mientras trazaba sus suaves labios con sus dedos. Luego sus ojos se
pusieron serios.

—Necesito que seas inteligente mañana, Leeteuk —le dijo firmemente—. No necesito que seas un héroe o valiente. Necesito que seas inteligente, que luches inteligentemente. ¿Puedes hacer eso por mí?

—Puedo si tú puedes —contrarrestó.

—¿Cómo se sintió estar en tu forma de lobo? —le preguntó Kangin mientras acariciaba su mejilla
gentilmente.

Teukkie dejó salir un profundo suspiro.

—Fue increíble. En verdad increíble, Kangin.

Kangin soltó una risita por el asombro en su voz.

—Tu color es un hermoso gris y tus ojos lucen como si estuvieran llenos de rímel… o delineador. Lo
que sea que ustedes usan  —dijo    Kangin.

Teukkie sonrió ante eso, luego preguntó:

—¿Te hubiera molestado que nunca hubiera sido capaz de cambiar?

Kangin miró hacia sus ojos.

—Nunca esperé que fueras capaz de hacerlo, Leeteuk, y estaba bien con eso. El hecho de que puedas
es sólo un extra. Me encanta que podamos compartir esa parte de nuestra vida juntos, pero no habría
disminuido lo que somos como compañeros si no hubiera sido posible.

—Gracias —susurró Teukkie.

Kangin llevó su cara hacia la de él para poder besarlo. Lo que comenzó gentilmente se convirtió en un espectáculo feroz de pasión. Kangin los volteó para que Teuk estuviera sobre su espalda y su cuerpo sobre el de él. Lo besó de nuevo mientras su mano derecha empujaba el dobladillo de su camisa. Su mano se envolvió alrededor de su cintura, el contacto piel a piel los confortó a ambos.

Teukkie abrió sus ojos y escuchó un gruñido retumbar de Kangin.

—Tus ojos están brillando, mi amor —susurró Kangin—. Es extremadamente sexy.

Teukkie le sonrió a su compañero y mordió su labio inferior.

—¿No crees que necesitamos ir a un lugar más privado?

Kangin sonrió con picardía.

—No hay nadie aquí con nosotros y las puertas están cerradas. ¿Qué podría ser más privado?

Teukkie resopló ante las imágenes que Kangin mandó a su mente. Kangin elevó sus cejas en un gesto
interrogativo. En respuesta, Teukkie tomó su camisa y él se movió un poco para que pudiera sacarla
de su cabeza. Pasó sus dedos a través de las marcas que cubrían su lado derecho. Kangin presionó su
mano contra su pecho y le dejó sentir el latido de su corazón.

—Sólo late por ti. —La sinceridad en su voz penetró el mejor juicio de Teukkie y cedió ante los deseos de su compañero. Ninguno de ellos sabía lo que el mañana traería. No sabían si sería la última noche en la que estarían en los brazos del otro.

Kangin tiró de la camisa de Teukkie mientras sus labios se alzaban ligeramente.

—Joven Kim, está muy vestido para lo que tengo planeado.

Teukkie rió fuertemente mientras lo ayudaba a desvestirse y luego le permitió desvestirle. Pasaron la
noche en una taberna sin electricidad, la única luz y calor viniendo de una chimenea de piedra, en una
habitación donde horas antes una guerra había sido planeada. Pasaron la noche disfrutando del amor
y pasión que sentían el uno por el otro, como otras veces desde que se habían emparejado. Kangin
vertió su corazón en amarlo completamente, apagando todo lo demás y dejándole saber que cuando
él lo sostenía, cuando estaba en sus brazos desnudo y vulnerable, era la más hermosa y preciosa parte
de su vida.



—Siwon, ¿a dónde me llevas? —murmuró Hee mientras era jalado con él por su mano.

—Es una sorpresa.

Mientras el día llegaba a su final y todos iban a sus habitaciones, Hee había hecho lo mismo. Siwon lo había detenido justo cuando comenzaba a subir las escaleras. Había sonreído con la rara sonrisa
reservada sólo para él y le había pedido ir con él. Habían salido por la puerta principal de la taberna y
volteado a la izquierda, yendo hacia la calle cubierta de nieve de la pequeña villa. Finalmente, justo al
borde de la villa, Siwon lo llevó en dirección de una pequeña casa de campo. Era diminuta, y muy linda.

—Todo lo que estoy diciendo es que realmente deberíamos considerar la compra de acciones de
Frontline. Quiero decir, tiene sentido. Piensa en cuán peludos nos ponemos cuando nos convertimos.
El potencial de las pulgas es astronómico.

Hee estaba yendo y viniendo mientras estaban sentados en la habitación del segundo piso que
compartían en la taberna. Hee y Teukkie estaban tendidos a través de una cama, mientras que Donghae estaba boca abajo apoyado en los codos en una adyacente.

—Hee, diré esto muy lento para que me entiendas —comenzó Teukkie, pero fue interrumpido por
Donghae.

—No, no lo hagas con calma. Eso no ayudará. Lo que hay que hacer es añadir una referencia sexual y
algunas malas palabras. Entonces lo entenderá absolutamente.

—Bien dicho, Vern. —Teukkie dio a Donghae un golpe de puño y volvió de nuevo a Hee—. Escucha,
zorra-obsesionada-con las pulgas. Primero que nada, aquí no hay pulgas. Segundo, a Siwon no le
gustaría rodar en las hojas contigo si olieras a Frontline.

—Deja ir lo de las pulgas, Hee, abraza una actitud pulgosa. Maldita sea.

Donghae estaba a punto caerse de risa. Hee se sentó allí, mirando a Teukkie con la cabeza inclinada hacia un lado.

—Bueno, está bien entonces, Teuk. Dime cómo te sientes realmente. Y, en serio, no te contengas por mí. —Hee puso los ojos en blanco.

—¿Ves? Te dije que lo conseguirías —dijo Donghae entre risitas.

—Teukkie, Hee y Donghae —gritó Junjin desde abajo—. Sala de   reuniones, ahora.

Los tres chicos se levantaron de un salto y corrieron escaleras abajo. Hee sacó su teléfono y vio que ya era tarde y oscurecería pronto.

Cuando entraron en la sala de reuniones, los chicos vieron a Kangin, Siwon y Hyukjae de pie detrás de tres sillas vacías cerca de donde Junjin estaba de pie. Caminaron rápidamente a las sillas y se sentaron.

Hee sintió el aliento de Siwon en su cuello mientras él se inclinaba para susurrarle al oído:

—Es casi la hora.


Un escalofrío rodó a través de él al pensar que dentro de un par de horas estarían en un campo,
luchando por sus vidas y las vidas de Donghae y Ryeowook. Pensando en Ryeowook, Hee se dio cuenta que no lo había visto mucho en los últimos días. Donghae había mencionado un par de veces que Dam tenía que estudiar hechizos, por lo que no se les permitía hablar con ellos. La profunda voz de Junjin lo sacó de sus pensamientos.

—Mi ubicación y la de los otros Alfas, junto con la ayuda de nuestros Betas, está a quince kilómetros de aquí, en un valle entre las montañas. Iremos en nuestras formas de lobo. Dam, Donghae, y Ryeowook vendrán por separado. Dam y yo hemos discutido el hecho de que Desdémona sabrá que estamos llegando tan pronto como cambiemos y empecemos a correr a través de los Alpes. No me hago ilusiones de que la tomaremos por sorpresa. Todos ustedes deben esperar que utilice cualquier cosa que pueda contra nosotros. El clima, animales bajo su mando, y la manada China. Me gustaría poder decirles que vayan allí y luchen con honor, pero Hanghen ha demostrado que no tiene honor y Desdémona es una bruja, malvada hasta la médula. Ellos lucharán sucio y así debemos hacerlo nosotros.

Hee resopló.

—No te preocupes, Alfa. No tengo ningún problema en tirar un poco de tierra a los ojos de mi oponente.

—O patadas en sus partes bajas —añadió Teukkie.

Junjin de hecho sonrió a las dos mujeres.

—Bien. Espero que ustedes utilicen todos sus recursos. Permanezcan juntos, no dejen que nos separen. —Miró a Dam, que estaba de pie en el fondo de la sala—. ¿Fuiste capaz de obtener la ayuda que solicitamos?

Dam asintió.

—Changmin y Henry estarán con nosotros. Eso es todo lo que el consejo permitirá.

Junjin entrecerró los ojos, obviamente, no satisfecho con su respuesta.

—Entonces, eso tendrá que ser suficiente. —Miró a su alrededor una vez más. Sus ojos se posaron sobre cada uno de los Alfas, un silencioso agradecimiento por su ayuda. Luego, dando un paso hacia la puerta con la mano de Hyesung en la suya, gruñó—: Vamos.

Todos siguieron a Junjin y su compañero fuera de la taberna y al aire frío de la noche.

Hee y Teukkie se quedaron en silencio, observando a su manada y a los otros comenzando a cambiar, mientras caminaban hacia el bosque.

Kangta se detuvo junto a Teukkie y tiró de él en un abrazo.

—Pelea sucio —espetó en su cabello.

Teukkie lo apretó firmemente y asintió. Cuando se apartó y lo miró, pudo ver la emoción detrás de sus ojos verdes.

—Lo lograremos, papá. —El trató de tomarle el pelo y aligerar el momento, pero le apretó el brazo al
mismo tiempo, haciéndole saber que entendía. No quería que nada le pasara a él tampoco.

Miró a Kangin y Siwon, que estaban junto a los chicos. Kangta asintió una vez y luego se echó a correr rápido y progresivamente comenzó a cambiar.

—Hombre, yo quiero ser capaz de hacer eso. —Hee suspiró dramáticamente. Los chicos, los nuevos
cambiantes, aún tenían que desnudarse y concentrarse cuando lo hacían.

—Vamos a hacer esto, jovencitos —les dijo Siwon mientras él y Kangin les daban la espalda de modo que Hee y Teukkie pudieran desnudarse.

Una vez que los chicos estaban en sus formas de lobo, Siwon y Kangin cambiaron y, después de acariciar a sus compañeros brevemente, se fueron detrás del resto de su manada.

Mientras corrían por el bosque, el aire frío azotaba a través de su piel a medida que se disparaban a
través de los árboles y arbustos. Incluso con los muchos lobos que corrían a través de los Alpes esta noche, el bosque estaba en silencio.

  

2 comentarios:

  1. O.o
    Jajajajajaja
    Hee y su trauma con las pulgas!
    Nunca nunca los va a superar!
    Me encanta!!!
    Ahhhh
    Jodido Hannie!!! Abre los putos ojos! Chino marica!
    Ahhhhh la bruja no te traerá nada bueno!!!!
    Ahhhhhh
    A la batalla!!!!
    Go go go

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  2. Que bueno que los chicos ya se pueden transformar en lobo. Aunque el que más sufre es Hee con la cosa de las pulgas...
    Espero que todo salga bien y los chicos no salgan heridos.

    Gracias por el cap ^_^

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...