Marcado VI- 14




Le dije a Zhoumi que si quería, podía esperar en la acera, pero puso sus ojos en blanco y me siguió hasta la entrada del dúplex. Llamé a la puerta e hice una mueca cuando agito el marco. Varios grandes pedazos de pintura descascarada cayeron sobre el escalón más alto junto a mis botas, y los recuerdos de un remolque construido como una hojalata comenzaron a bailar detrás de mis ojos. Estaba más allá de mi comprensión por que Jian se quedaría aquí, cuando sus padres estaban tan dispuestos a darle una ayuda financiera, pero algo seguía acosándome con que había algo más en la historia que nadie estaba viendo.
Nada sucedió después del primer golpe o del segundo, y Zhoumi preguntó si podíamos irnos. Consideré entrar a la fuerza en el edificio, pero pensé que con mi suerte, alguien llamaría a la policía y terminaría de regreso en la patrulla de Leeteuk, esta vez por entrar sin autorización. No era como si en realidad tuviera alguna prueba de que algo sospechoso ocurría con Jian, simplemente mi instinto de que el impulsivo de cabello rosado, de alguna manera, mordió más de lo que podía masticar con ese drogadicto novio suyo.
Zhoumi se dio la vuelta y estaba caminando de regreso al Nova murmurando en voz baja sobre jóvenes que no sabían lo que era mejor para ellos cuando de repente se entreabrió la puerta. Se asomó uno de los ojos color avellana de Jian. Incluso con verlo un poco, me di cuenta de que era un desastre. Su cabello oscuro estaba mostrando la coronilla de su cabeza, donde normalmente era de color rosado, se veía delgado y pálido. Había un feo rasguño en su mejilla. La mano que sujetaba la puerta tenía una uña rota en cada dedo con heridas agrietadas y llenas de costras en cada nudillo. El chico se veía como si hubiera estado en una pelea; no estaba seguro, pero si lo estuvo, no se veía como vencedor.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Su voz sonaba forzada, rasposa de la manera en que suena uno después de llorar o gritar por un largo tiempo. El cuadro completo me hizo fruncir el ceño y tenía mis pelos de punta.
—La gente está preocupada por ti. Pensaba que vendría a comprobar y ver si podía tranquilizarlos. —De ninguna manera eso estaba ocurriendo ahora. Eric perdería su siempre amorosa mente si veía a su único hijo en esta condición—. ¿El novio drogadicto te hizo eso?
Crucé mis brazos sobre mi pecho para mostrarle que no tenía prisa por irme a ningún lado y abrió la puerta otro centímetro. Su labio inferior estaba partido y me tomó cada gramo de autocontrol no tensarme con rabia cuando vi las marcas negras y azules que rodeaban su cuello como algún tipo de horrible collar.
Jian apartó de su rostro varios mechones de desteñido cabello rosado y adoptó una pose muy similar a la mía. Incluso lleno de moretones  y maltratado, todavía era un poco desafiante, y tenía que admirar su chispa incluso si estaba disparándola en direcciones equivocadas.
—Hace un par de semanas que no lo he visto. Dijo que estaba en problemas y se fue justo después de que le di el dinero que agarré del bar. Esto lo hicieron los chicos que vinieron a buscarlo. Aparentemente, está metido en líos más grandes de los que me hizo creer. Pensaban que mentía cuando les dije que no sabía en dónde se encontraba. Esto… —señaló con un dedo su maltratada cara—, fue su manera de persuadirme para contarles la verdad sobre en dónde está.
Su voz ronca tembló y un escalofrío se deslizó por mi columna vertebral. Sabía todo acerca de cómo los hombres malos intentaban usar a las personas de la vida de otros hombres malos, para tratar de conseguir información. Apostaría todas mis escasas pertenencias a que lo que podía ver era solo la mitad de lo que se vio obligado a soportar mientras trataba de proteger a su inútil hombre.
—¿Por qué sigues aquí, Jian? Vete a casa. Deja que tu papá cuide de ti, deja que tu familia te ayude. ¿En dónde crees que vas a terminar con este camino por el que vas?
Zhoumi había dado unos pasos hacia la puerta y Jian cambió su mirada hacia mi hermano cuando en voz baja le dijo:
—Este camino termina contigo aborreciéndote a ti mismo y alejándote de las personas que te quieren. Es un callejón sin salida, contigo sentado junto a la cama de alguien a quien amas suplicando para que despierten de poner en riesgo su vida porque siempre hay más problemas a la vuelta y, finalmente, van a alcanzarte a ti y a ellos.
El jovencito sacudió su cabeza y entrelazó los dedos mientras retrocedía un paso de la puerta abierta.
—No lo entiendes. Él no es un mal tipo. Me ama, solo tiene un problema. Me necesita.
Zhoumi y yo intercambiamos una mirada. Ambos sabíamos que era imposible tratar de ayudar a alguien que no estaba dispuesto a ayudarse a sí mismo primero.
La voz de Zhoumi fue dura cuando le dijo al chico:
—Sus problemas no tienen que ser automáticamente tus problemas.
—Siwon no presentó cargos, tus padres han hecho lo imposible para darte la oportunidad de una vida estable y normal. Estoy aquí porque me recuerdas un poco demasiado a mí antes de que todo se fuera a la mierda. ¿Cuántas oportunidades crees que consigues antes de que tu suerte se agote? —Me reí secamente y levanté una mano para frotar mi nuca—. Porque déjame decirte, que cuando la suerte se agota es algo realmente aterrador, y lo que te espera al otro lado no es algo que le desearía ni a mi peor enemigo.
Sacudió su cabeza, y empujó sus destrozados dedos a través de su cabello y susurró:
—Lo amo.
Me dio una mirada dándome a entender que la conversación había terminado y luego giró sobre sus talones y desapareció de nuevo en la entrada.
Por un largo rato me quedé en silencio, tratando de asimilar lo que sentía sobre lo que había ocurrido. Sentirme incapaz de ayudar a alguien no era algo a lo que estaba acostumbrado y no podía decir que me importaba mucho. Zhoumi agarró mi codo y me dio un pequeño estirón para moverme. Inclinó su cabeza y apoyó su mejilla sobre mi hombro.
—Ese tipo de amor mata. —Su voz era tranquila y podía escuchar toda la clase de recuerdos y miedos retorciéndose a través de ello.
—No es amor.
Zhoumi murmuró que estaba de acuerdo, y ambos nos quedamos en silencio mientras nos subíamos al auto y nos dirigíamos de nuevo hacia el centro.
—Entonces, ¿qué vas a hacer con él? Simplemente no puede quedarse en ese lugar, mientras la gente está buscando a su drogadicto novio y usándolo como moneda de cambio. —Era muy familiar para mi hermano y deseaba que me hubiera negado a dejarlo venir conmigo. No necesitaba ningún tipo de recordatorio sobre la manera en que las cosas eran para nosotros en los viejos tiempos.
—Voy a hablar con Eric y mi suposición es que irá ahí y lo sacará de esa guarida de drogadictos. Sé que está frustrado con las elecciones que Jian ha estado haciendo los últimos años, pero no hay manera de que vaya a sentarse y dejar que deliberadamente se ponga a sí mismo en peligro por un perdedor con un problema con las drogas.
Zhoumi recostó de golpe su cabeza sobre el asiento y se movió de manera que pudiera colocar sus botas sobre el tablero. Si el auto hubiera estado inmaculado, habría tenido un ataque, pero teniendo en cuenta que todavía era un trabajo en progreso, imaginé que podía dejarlo pasar.
—Eric podría no obtener una opción en el asunto. —Sabía que se refería a mí y todos los problemas que activamente traía directamente a nuestra puerta. Se dio la vuelta para mirarme y sentí mi corazón junto con varias piezas de mi alma, que pensé que se perdieron hace mucho tiempo, empezar a fusionarse de nuevo cuando me dijo en voz baja—: Eres un buen hombre, Kangin. Puede que no lo veas, porque estás tan acostumbrado a mirar al hombre que eras antes, pero estás aquí delante de mí y puedo ver lo bueno que brilla proviniendo de ti. El hecho de que puedo verlo, significa que tú también deberías ser capaz de hacerlo.
No podía decir nada ante eso. No había palabras, y ni siquiera las hubiera tenido ya que estaba demasiado asustado de que si intentaba utilizarlas arruinaría este momento, este segundo que había estado esperando desde que me desperté del coma. Era un hombre bueno ante los ojos de Zhoumi, y al decirme eso, por fin me sentí perdonado por todas las cosas por las que le había hecho pasar. Literalmente pude sentir algunos de esos muros, construidos por la culpa que me bloqueaban de todo lo que ocurría a mí alrededor, comenzar a derrumbarse.

Estaba en un semáforo cuando mi teléfono sonó y el bonito rostro de Leeteuk apareció en la pantalla. No era un buen presagio para mí el ser capaz de mantener cualquier tipo de zona de seguridad entre nosotros cuando sentía que se aceleraba mi pulso y mi corazón saltaba simplemente al ver su nombre en mi celular.
Pasé un dedo a través de la pantalla y levanté el teléfono hasta mi oreja.
—¿Qué sucede, Pelirrojo? —Sin mucho esfuerzo aún podía saborearlo, a él y al whisky todo caliente y terroso, en la punta de mi lengua, me hizo removerme en el asiento del conductor, mientras mi hermano me miraba de manera inquisitiva por el rabillo del su ojo.
—¿A qué hora tienes que trabajar esta noche? —Realmente le hacía algo a mi interior que siempre sonaba tan feliz por hablar conmigo. El hecho de que le importaba, no me pasaba desapercibido. Lo reconocí en todas las sencillas maneras en que le gustaba demostrármelo.
—Se supone que entro en alrededor de cinco minutos —le dije, y suspiró, se quedó en silencio al otro extremo de la línea—. Leeteuk, si me necesitas para algo, solo pídelo.
Escuché a Zhoumi reírse disimuladamente junto a mí y me di la vuelta para fulminarlo con mi mirada.
—Mi mamá me pidió que vaya a su casa a cenar y sé que no somos realmente el tipo de pareja que conoce a los padres ni nada, pero en verdad esperaba que pudieras venir conmigo. La amo, pero puede ser agotadora, y últimamente ha estado desagradablemente desanimada. Creo que realmente disfrutaría de conocerte, sin mencionar que eres bastante lindo para mirar, incluso cuando estás vestido.
Me reí. Hace tiempo, había conocido a un montón de padres, pero por lo general estaba montando un espectáculo o muy concentrado en engañar a alguien que en realidad nunca me conocían. Era en cierto modo liberador y un poco emocionante que Leeteuk me pidiera pasar tiempo con su madre, teniendo en cuenta que sabía todos y cada uno de mis defectos y faltas.
Leeteuk no ocultó el hecho de que él y su madre eran extremadamente unidos, por lo que la idea de que realmente necesitaba gustarle legítimamente a una madre si quería mantener a este chico en mi vida flotando alrededor de mi cabeza, ponía mis nervios de punta.
—Llamaré al chico nuevo y veré si puede quedarse un rato más hasta que yo llegue. No debería ser un problema... y sabes que me encanta cuando me debes una, Pelirrojo.
Se rio y el cálido sonido envió descargas de felicidad verdadera y honesta por todo mi cuerpo. Me calentaba más rápido que el mejor whisky que alguna vez probé.
—Pagar es una de mis cosas favoritas por hacer, Kangin. Te recogeré en tu casa cuando salga del trabajo, si eso está bien.
Gemí y dije:
—Tú y esas esposas. Uno de estos días voy a hacer realidad mi amenaza de usarlas.
Se rio de nuevo.
—No puedo esperar. Te veré más tarde.
Cuando terminé la llamada Zhoumi se dio la vuelta por completo en el asiento y me miraba como si nunca antes me hubiera visto.
—¿Qué? —Sabía que sonaba gruñón pero no estaba listo para tenerlo examinando mi complicada relación con Leeteuk. De todos modos, no era como si lo comprendiera lo suficientemente bien como para ofrecer una explicación.
—Estás hasta el cuello por el policía, ¿verdad? ¿Desde cuándo estás de acuerdo en conocer a los padres?
Se encontraba más allá de mi cuello.
—Bastante adelante en el camino a enamorarme en este punto, y conozco a los padres cuando importa.
—¿Estás asustado? —Recordé lo duro y rápido que él huyó de Henry cuando éste decidió que era él elegido.
—Estoy asustado por él. Arruino todo lo que me importa, pero no he sido nada más que honesto con él y aún está aquí. Sigue diciéndome que soy un riesgo que vale la pena. —Lo cual significaba que tenía que hacer una buena impresión en su mamá, incluso si eso significaba sumergirme en mi vieja bolsa de trucos—. Leeteuk y su mamá son muy unidos. Fueron solo ellos dos al crecer, por lo que el sello de aprobación de su mamá estaría bien.
Zhoumi asintió.
—Eres un riesgo que vale la pena... y él igual. Si dejaras de preocuparte por lo que puede que suceda entre los dos y te concentras en lo que está sucediendo, serías capaz de verlo tan claro como el día. Creo que lo amas, pero estás tan atrapado en el después y tan preocupado por el cuándo que ni siquiera puedes ver el ahora.
—No tengo ni idea de cómo amar a alguien más, Zhou.
Se acercó y me dio un golpe en el costado de mi cabeza, lo cual me hizo fruncir el ceño mientras me detenía frente a la casa.
—Deja de excusarte. Eres demasiado inteligente para eso, Kangin. Tú me amas, amas a mamá, aunque no se lo merece, y creo que, finalmente, después de demasiado tiempo, estás empezando a amarte a ti mismo un poco. Puedes amar a Leeteuk si te lo permites.
Sus ojos se iluminaron cuando la puerta en la entrada de la casa se abrió y un alto hombre con desordenado cabello oscuro y muy ajustados jeans negros salió a los escalones de la entrada.
—Permítete amar a alguien completamente, Kangin. Es lo que finalmente te liberará del pasado. No hay espacio para nada más, no hay espacio para todo el arrepentimiento y la recriminación cuando estás lleno de esa clase de amor. Sé que dijiste que despertaste del coma por mí, pero no has estado viviendo, y creo que Leeteuk podría ser el que finalmente te dará una razón para empezar a hacerlo.
Salió del auto, dije en voz alta su nombre y se agachó para meter su cabeza en el interior del auto.
—Te extraño. Solo quiero que lo sepas.
Me guiñó un ojo y vi manos cubiertas de pesados anillos de plata deslizarse alrededor de su cintura desde atrás.
—También te extraño, pero creo que me preocuparé menos después de este viaje.
Henry se inclinó y me saludó, luego sacó a mi hermano fuera del camino y lo besó como si no lo hubiera visto en semanas en vez de horas. Si así era como se veía el vivir, realmente había estado haciéndolo mal el último par de años, y Zhoumi tenía razón.


No estaba muy seguro de que me había poseído para pedirle a Kangin que conociera a mi madre. No sé si era la necesidad que tenía de hacerle ver que esto entre nosotros era importante, más
importante que todo a lo que intentaba aferrarse antes, o si estaba sacando uno de sus trucos e intentando ver si podía manejar a mi temperamental madre. De cualquier manera, sabía que tenía intenciones ocultas al pedirle que me acompañara, y teniendo en cuenta que era más inteligente que nadie que alguna vez conocí, sabía que él también lo sabía.
Aun así, cuando llamé a la puerta de su apartamento justo después del trabajo, aún vestido con mi uniforme, simplemente me miró lascivamente y me dijo que ni en un millón de años alguna vez pensó que le parecería sexy una placa. Luego me besó con la fuerza suficiente para quitarme la gorra de mi cabeza y me recordó una vez más que las esposas tenían más de un uso. Simplemente puse mis ojos en blanco y lo seguí al 4x4. Uno de estos días iba a sorprenderlo y le permitiría hacer realidad todas las promesas traviesas que veía en su mirada cuando me incitaba con esa particular herramienta de mi oficio.
En el camino a la casa de mi mamá le di un breve resumen de qué esperar. Le conté como le gustaba saltar de pareja en pareja. Le di la versión resumida sobre mis propios orígenes, lo cual le hizo arquear una ceja de manera interrogante en mi dirección. Todo lo que pude hacer fue encogerme de hombros y decirle que nunca había tenido una relación con mi padre y nunca quise una.
Mi mamá se había esforzado mucho por ser más que suficiente para mí y nunca sentí carencias en el departamento de amor y apoyo paternos. El tipo que contribuyó a la otra mitad de mi ADN ya tenía otra familia cuando empezó a enredarse con mi mamá, así que no era como si estuviera perdiéndome algún tipo de ejemplo estelar. Kangin simplemente resopló y me dijo que cuando se trataba de figuras paternas, un jugador era mucho mejor que uno con carrera de convicto, y tuve que admitir que estaba de acuerdo.
—Últimamente, mamá ha estado un poco en una montaña rusa emocional. Nunca le ha gustado estar sola, y desde que me fui a trabajar a tiempo completo, ha sido aún más propensa a buscar el amor en lugares equivocados. Realmente me preocupo por ella, y a veces creo que va a cruzar la línea y que no seré capaz de mirar hacia otro lado. Sus hombres y la manera en que está con ellos siempre han sido un asunto delicado en nuestra relación. Pero nada de lo que diga al respecto parece hacerla entrar en razón. Rompería mi corazón si un hombre alguna vez realmente abriera una brecha entre nosotros. —Le di una mirada picarona—. Así que no le devuelvas el coqueteo si comienza a ponerse bastante pesada. A veces pienso que en realidad enloquece alrededor de los hombres guapos.
Me sonrió y sentí que mi corazón daba un vuelco en mi pecho. El solo hecho de que había aceptado ir conmigo significaba mucho y dudaba que siquiera se diera cuenta de ello.
—Deja de preocuparte. Si hay una cosa en la que no tienes que preocuparte, es que sea capaz de manejar a tu mamá.
—Que la manejes no es lo que me preocupa, sino que la toleres.
Mi mamá era mi persona favorita en el mundo, pero si le hacía ojitos a Kangin mientras me hallaba en la habitación, muy bien podría ponerme como loco. Antes de él, nunca había sido del tipo celoso o posesivo, pero ahora estaba tan involucrado, tan profundamente con él, que no dudaría en reivindicar mi derecho aunque, lógicamente sabía que no había manera en que mi mamá alguna vez quisiera hacerme daño o molestarme adrede.
Kangin estiró una mano y la colocó en la parte trasera de mi cuello, donde podía darle un apretón. Un escalofrío recorrió mi espalda. Quería estacionar la camioneta y trepar a su regazo. Para ser honesto siempre quería trepar sobre él pero el hecho de que estaba tratando de consolarme, que estaba dispuesto a aceptar la petición de conocer a mi mamá solo para hacerme feliz, me hacía sentir incluso más amorosa hacia él.
—Las mamás y appás son un pedazo de pastel. Los papás suelen tomar más trabajo, pero de nuevo no querría a mi joven hijo en ningún lugar cerca de un chico como yo tampoco. —Su tono estaba lleno de tan sarcástico auto desprecio, que quería ronronear mientras sus dedos acariciaban a lo largo de mi cuello.
—Es difícil imaginarte haciendo la cosa de sentarte y conocer a los padres. —Era difícil verlo de alguna otra forma a este complicado y difícil hombre que se había convertido en el centro de todo para mí.
—Hice todo lo que tenía que hacer para obtener lo que quería, incluyendo conocer a los padres. —No había humor en su voz ahora.
Me giré para mirarlo mientras estacionaba en el frente de la casa de ciudad e inclinaba mi cabeza a un lado mientras le decía:
—Y aun así estás aquí haciéndolo por mí.
Él solo me miró por un largo momento y entonces una pequeña sonrisa curvó su boca. Se inclinó hacia adelante y presionó sus labios ligeramente contra los míos.
—Aquí estoy.
Sabía lo que me estaba diciendo. No solo que estaba aquí para conocer a mi mamá por mí, él estaba aquí conmigo en este momento. No porque necesariamente quisiera estarlo, no porque vaya a ganar algo de esto, sino simplemente porque le había pedido que estuviera y estaba haciendo un gran esfuerzo para estar presente, por mí. No había más duda sobre eso, le había tendido mi corazón al encantador con un pasado criminal. Probablemente no era el movimiento más inteligente que había hecho, pero no podía arrepentirme. No cuando me estaba mirando con esa calidez brillando en sus ojos y esa sonrisa de complicidad en esa cara demasiado hermosa.
Caminamos hasta la puerta principal y puso su mano sobre mi espalda baja. Le di a la puerta un golpe obligatorio antes de entrar gritando un hola a mi mamá. Ella gritó de regreso diciendo que estaba en la cocina, y me dirigí en esa dirección solo para detenerme en seco cuando Kangin hizo una pausa para ver en la pared del pasillo las fotos que decoraban la plana superficie. Había varios de mí, muchas de mí y Kook y sus hermanas, y un par de mí y mi mamá. Sus ojos parecían pegados a las imágenes y todo su buen humor y su trato suave de hace unos momentos se disipó detrás de una apariencia dura que opacaba el típico brillo de su mirada. Su mandíbula se tensó tan fuerte que de hecho escuché sus dientes chocar juntos y su brazo se sentía como acero cuando me estiré para tocarlo.
—¿Estás bien?
Se echó hacia atrás como si lo hubiera electrocutado, y cuando me miró fue como si estuviera mirando a un extraño. Vi su manzana de Adán subir y bajar y sus manos se curvaron en puños a sus lados. Su cabeza se sacudió lentamente de un lado al otro y dio un paso lejos de mí, así no estaba tan cerca para tocarlo. Estaba desconcertado por su repentino cambio de comportamiento, así que forcé una pequeña risa y le pregunté:
—¿Verme con frenos y con las rodillas nudosas te asustó tanto?
Estaba feliz en casi cada una de las fotos en la pared. Era mi vida ante él mostrada toma tras toma, y me pregunté si la realidad de venir conmigo para conocer a mi mamá, la seriedad de dejarlo entrar en cada parte de mi vida, estaba finalmente hundiéndose. Se veía como si estuviera luchando con las palabras cuando escuché algo arrastrándose mientras mi madre venía alrededor de la esquina, sin duda preguntándose qué nos estaba tomando demasiado.
Tenía una copa de vino en su mano y una sonrisa de bienvenida en su cara mientras gorjeaba:
—¿Se perdieron? —Vi sus ojos ampliarse y su boca cayó abierta en una pequeña O de sorpresa cuando su mirada cayó en Kangin. Pensé que probablemente estaba solamente sorprendida por lo ridículamente guapo que estaba hasta que la copa de vino se deslizó de sus dedos y mandó líquido rojo salpicando por toda la elegante alfombra Berder. Mi madre podía ser rara pero típicamente era tan grácil como una vieja estrella de Hollywood.
—¡Mamá! —le grité, y di un paso hacia adelante mientras ella colocaba una mano frente a su cara y alejaba su mirada de Kangin hacia el desastre que acababa de hacer. Se rio un poco histéricamente entonces se giró para correr a la cocina, solo para regresar un momento más tarde con una toalla y una botella de limpiador de piso. Había un fuerte sonrojo en su cara y noté que no me estaba mirando, lo que era totalmente extraño para ella.
—Lo siento mucho. No sé qué está mal conmigo. —Se puso de rodillas y le fruncí el ceño primero a ella y luego a Kangin, quien se veía como si estuviera tallado en piedra. Nunca lo había visto verse tan duro y remoto. Ni siquiera la noche que lo arresté por hacer algo que no hizo.
—Mamá, este es Wang Kangins. Kangin, esta es mi mamá, Park Inyoung. —Mi mamá alzó la mirada de su posición e inmediatamente miró de regreso al suelo.
—Uhm… es bueno conocerte, Kangin. —Sonó fría y para nada amable.
Kangin abrió su boca, entonces la cerró de nuevo. Alzó una mano hasta su cara y la pasó sobre su mentón como si estuviera tratando realmente duro de pensar en algo qué decir. Le fruncí el ceño y crucé mis manos sobre mi pecho. Estaba a dos segundos de estampar mi pie en el suelo, irritado.
—¿Qué está mal contigo? —Quiero decir sé que mi mamá fue dramática y que no dio la mejor primera impresión, pero la impresión de hombre de piedra parecía un poco extrema, especialmente cuando él me había asegurado que podía arreglárselas con muy poco esfuerzo.
Entonces fue como si un interruptor se encendiera. De pronto su pétrea y dura expresión cayó y el chico inofensivo que había debajo fue revelado. Una sonrisa fácil apareció en su boca e inclinó el mentón en un asentimiento educado.
—Gusto en conocerla, señora. —Yo nunca había oído su acento tan fuerte o tan intencionado. Hizo que mi piel se enchinara y que escalofríos recorrieran mi espalda. Se había metido en un papel. Kangin de pronto estaba actuando un personaje e hizo que mi estómago doliera al ver el cambio que pasó sin problemas frente a mis ojos. Especialmente desde que lo estaba haciendo con alguien que era tan importante para mí. Algo estaba seriamente mal y no tenía ni idea de qué era.
Ayudé a mi madre a ponerse de pie y estuve perplejo porque estaba temblando. Me dio un abrazo y me apresuró a ir a la cocina con Kangin siguiéndonos detrás. Comenzó a soltarme cientos de preguntas sobre el trabajo, Kook, todo debajo del sol, excepto sobre mí y Kangin, lo que era súper raro. Incluso si tenía el suficiente tacto para no comérselo con los ojos delante de mí, no había manera que no le diera una mirada apreciativa.
Seguí mirando de un lado al otro entre ellos, pero él me estaba mirando como si estuviera tratando de decirme algo importante, y me hacía ponerme realmente nervioso. No sabía qué había pasado cuando caminamos por la puerta de enfrente, pero sentí como si hubiera entrado en una dimensión alternativa.
Mi madre nos tuvo ayudándola a poner la mesa de la cena, y cuando nos sentamos no se me escapo notar que Kangin se sentó al final de la mesa, tan lejos de mí y de mi madre como pudo. También no se escapó de mi atención que no tocó nada de su plato mientras mi madre hablaba y hablaba de nada y todo en una velocidad alarmante. Estaba actuado más errática de lo que podía recordar haberla visto. Solté mi tenedor con un chasquido en mi plato y entrecerré mis ojos en ella.
—Mamá. —Ella cerró su boca con un golpe y parpadeó hacia mí como un búho—. Este es el primer chico que he traído a casa a conocerte en años y has pasado los últimos veinte minutos hablando sobre tu secadora y una mancha en tu blusa. ¿No quieres saber cómo nos conocimos o algo sobre Kangin? Estás siendo grosera.
Ella me evitó y se giró con los ojos muy abiertos a Kangin y después me miró de regreso con dos manchas rojas en sus mejillas.
—Oh… Lo siento mucho. Prometo, que regularmente suelo tener mejores modales que estos. —Kangin gruñó mientras yo estiraba un pie para patearlo por debajo de la mesa. Instantáneamente una sonrisa parpadeó en su cara y se encogió de hombros.
—No se preocupe por eso señora. Aprecio que haya hecho la cena para nosotros.
Mi mamá soltó una risa aguda y alzó una mano para enredar sus dedos en su collar.
—Entonces obviamente eres del sur. ¿Dónde sería eso?
—China. —Él mantuvo la sonrisa en su cara pero no había nada de simpatía en su voz.
—Oh, apuesto que es hermoso ahí.
—No de la parte de donde soy.
Me metí antes de que se pusiera aún más extraño.
—Kangin atiende el bar que te dije que estaba frecuentando.
—Un camarero. Eso suena como un trabajo divertido —dijo ella un poco demasiado entusiasta.
—Tiene sus momentos. —La respuesta inexpresiva de Kangin fue la gota que derramó el vaso. La tensión era espesa como una manta y tan pesada que sentí que no podía respirar a través de ella por mucho más.
Me alejé de la mesa y me puse de pie con mis manos sobre el borde.
Giré mi cabeza de un lado al otro entre ambos y pregunté:
—¿Qué demonios está pasando aquí? —Necesitaba respuestas al por qué él estaba actuando tan extraño, las necesitaba, como, ayer.
Kangin hizo su silla hacia atrás. Miré con suplica en su dirección mientras se ponía de pie.
—¿Kangin? —Su nombre salió en un susurro mientras caminaba hacia mí—. ¿Exactamente de qué me estoy perdiendo?
Puso su mano en la caída de mi cabello en la parte trasera de mi cuello y se inclinó para poder darme un beso en la frente. Se sintió como una despedida, y cuando miré su cara pude ver que la máscara de amabilidad que había estado usando para la cena se había ido y que el extraño de granito había regresado. Todas las preguntas que tenía sobre su extraño comportamiento desaparecieron de pronto debajo de las fuertes olas de dolor mientras veía claramente lo que estaba a punto de hacer por debajo de su mirada embotada.


2 comentarios:

  1. Y el drama inicio señoras y señores

    ResponderEliminar
  2. Sí...me gusta como Mimi trata ahora a Kangin
    Aaaaaaaaaaaahhhhhhhh
    No me quería adelantar suponiendo que la señora coqueta del bar era la madre de Teuk,pero ya que está 100% confirmado...aaaaahhh
    Ya dígale señoraaaaaa
    Teuk no quería que su madre viera mucho a Kangin...a ver cómo se pone cuando sepa qué paso para que su hombre se ponga de esa manera

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...