Último Deseo- Capítulo 9



Donghae no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, pero era inteligente. Podía encontrar la manera de aprovechar toda la magia que Hyukjae contenía y usarla para salvarle. Sus hermanos lo hacían todo el tiempo. ¿Qué tan difícil podía ser?

Cerró los ojos y se enfocó en la Luceria alrededor de la garganta, el vínculo al poder interior de Hyukjae. Varias de las cicatrices alrededor del cuello estaban entumecidas, debido a las terminaciones nerviosas cortadas, pero sentía lo suficiente para notar el collar allí, pegado a la piel. Vibraba, más rápido que el pulso de Hyukjae, pero acompasado con él. Estaba caliente, y parecía estar calentándose más con cada segundo que pasaba.

Las vibraciones se aceleraron, y un cosquilleo recorrió el interior de las venas de Donghae. Tenía un zumbido en el pecho, y una especie resonante de energía se cernía a su alrededor. Chisporroteaba a lo largo de la piel, especialmente cuando los dedos de Hyukjae le rozaban el estómago.


Dejó que ese cosquilleo le entrara dentro, reuniéndolo en un manojo. Ese manojo creció hasta llenarle, derramándose hasta que estuvo seguro que el camionero al otro lado del camino podría verlo. Un brillante y pulsante latido golpeó contra el aire y sacudió las ventanas. El poder continuó aumentando, pero no hizo nada más. No sabía cómo hacer que hiciera nada.

—Detener el veneno —ordenó, pero no pasó nada. Decirlo en voz alta no sirvió de nada.

El poder comenzaba a ser incómodo a medida que crecía, saltando alrededor de las entrañas hasta desencadenarse por los huesos y los órganos. Trató de detenerlo, pero eso no hizo nada para frenar la creciente presión que estaba sintiendo. Más energía se filtró a él a través de la Luceria, y no encontraba la manera de detener el flujo.

El asiento bajo ellos tembló, y oyó un traqueteo en el portavasos. Las llaves que colgaban del arranque chocaron entre ellas. Se le erizó el cabello, y hubo un débil crujido de electricidad estática en el aire.

Si no detenía esto pronto, iba a terminar matándolos a ambos.

Puso las manos sobre el pecho desnudo de Hyukjae y trató de visualizar lo que quería que pasara. El veneno solo era química, una molécula de cosas que no pertenecían a su cuerpo. Todo lo que tenía que hacer era encontrarla, cogerla, y expulsarla por un orificio u otro.

No había problema. Podría hacer eso. Ni siquiera era tan complicado.

Al menos eso es lo que se decía a sí mismo mientras examinaba su cuerpo buscando alguna forma de encontrar el veneno.


Un músculo en el pecho de Hyukjae tembló violentamente. Donghae abrió los ojos. La visión de los dedos extendidos a través de algo tan hermoso como el pecho desnudo de él lo conmocionó. El árbol de su pecho era tan real, que estaba seguro de poder sentir la textura de la corteza arañándole los dedos. Las pesadas capas de músculos cubrían las costillas, pero su piel estaba muy pálida y fría al tacto.

Tres arañazos cruzaban su hombro, y estaban rojos e hinchados como si estuvieran infectados. Ya no sangraba, pero a lo largo de esas heridas había manchas brillantes de color amarillo.

Amarillo, como la saliva que goteaba por la boca del demonio. Eso era. Ese era el veneno.

Ahora Donghae sabía que buscar, así que cerró los ojos nuevamente y envió el poder creciente en el interior de nuevo a él, para buscar en su torrente sanguíneo a ese invasor de color amarillo brillante.

Podía sentir que algo ocurría, alguna clase de cambio en el zumbido de energía que vibraba a través de él. Tenía un propósito ahora, y lo dirigía a ese objetivo, ansioso de cumplir sus órdenes. En la mente, podía ver las motas brillantes de energía barriendo sus venas, reuniendo todas las partículas de resplandeciente veneno que pudo encontrar.

Bajo su mano, Hyukjae se movió, arqueando su poderoso cuerpo bajo las manos. Respiró profundamente, dejando salir un siseo de dolor.

Las mágicas burbujas limpiadoras habían acumulado un poco del veneno ahora, y él tenía que mandarlo a alguna parte. Realmente no quería hacerlo vomitar por miedo a que se ahogara en su propio vómito, y no creía que él fuera a agradecerle usar la otra salida obvia. En cambio, dirigió al veneno hacia el corte que le había hecho recientemente, obligándolo a filtrarse a través de sus capilares hasta correr sobre su piel.

Hyukjae gimió y comenzó a moverse bajo él. Si no se quedaba quieto, el veneno se extendería por todas partes. No sabía si podría ser reabsorbido por la piel o no, pero no estaba dispuesto a enterarse de la manera difícil.

No tenía nada para limpiarle el veneno, así que se despojó de la chaqueta de cuero que le había dado, después de la chaqueta del traje, y usó eso para limpiar la brillante saliva del demonio.

Hyukjae lo agarró por la muñeca y abrió los ojos. Su mirada se dirigió directamente a la Luceria alrededor de su cuello, mirándola fijamente durante varios segundos. Tenía una extraña expresión en la cara, una tanto de reverencia como de arrepentimiento. No era exactamente lo que él esperaba de un hombre cuya vida acababa de salvar.

Por otro lado, Hyukjae casi había muerto, así que no se lo tuvo en cuenta.

Hyukjae le deslizó los dedos por la cintura, rozándole el abdomen. Él se estremeció ante su contacto, pero trató de ocultar la caprichosa reacción.

Hyukjae agarró la tela de la chaqueta en un puño, sacándosela de las manos. Entonces se sentó y terminó de limpiarse el veneno, limpiando más de su brazo desnudo. Abrió la puerta y lanzó la chaqueta al suelo.

Pensó quejarse durante un segundo antes de darse cuenta que en realidad no quería volver a ponerse esa chaqueta nunca más, no importaba cuantas veces la llevara a la tintorería.

Cuando él se volvió para hacerle frente, su oscura mirada era acerada, pero había una marcada desolación en su expresión que no comprendía.

—¿Qué hiciste? —preguntó, como si hubiera hecho algo malo.

La indignación le hizo enderezar la columna vertebral.

—Me deshice del veneno que te estaba matando. De nada, por cierto.

Los ojos de Hyukjae se cerraron con arrepentimiento antes de recuperar el control de su expresión.

—¿Crees que voy a darte las gracias? ¿Tienes alguna idea de lo que has hecho?

Ahora estaba comenzando a preocuparse. Toda esa cosa mágica era nueva para él. ¿Y si había hecho algo mal o roto alguna regla secreta que no conocía?

—No lo entiendo. Hice lo que Leeteuk me dijo que hiciera… lo que yo pensaba que querías que hiciera.

—Me engañaste para unirme a ti.

—¿Te engañé? No, no lo hice.

—Yo estaba delirando. Pensé que estábamos bajo ataque.

—Probablemente lo estaremos. Tuve que cortarte. Ellos pueden oler tu sangre, ¿verdad?

Hyukjae le hizo un gesto sombrío, después, examinó el área que los rodeaba.

—Tal vez hay alguna manera de deshacerlo.

—¿Deshacer qué?

—Tu voto. Oí lo que dijiste. Traté de detenerte, pero era demasiado tarde.

¿Eso era lo que le molestaba?

—Lo siento, Hyukjae, pero no te conozco lo suficiente como para prometer algo que se le parezca a la permanencia. Sé que eso es lo que esperan, y sé que así acabaron mis hermanos y los otros, pero eso es precisamente lo que no va conmigo. Tengo otros planes.

La mirada de él se posó de nuevo sobre la Luceria, como si no pudiera mantener los ojos apartados de la visión.

—Entonces deberías haber hablado con más cuidado.

—¿Qué quieres decir? Solo prometí quedarme contigo hasta que estuvieras mejor.

—No, hasta que estuviera tan bien como nuevo. Eso es lo que dijiste. Esas palabras. Estoy mejor ahora, y todavía mi Luceria permanece alrededor de tu cuello.

Él extendió la mano, trazando el collar con un dedo grueso. Su calor traspasó a través de la banda y de la piel, irradiando a través del cuerpo. Los parpados aletearon cerrándose, y tuvo que contener un gemido de placer. Incluso a través de la barrera de la Luceria, su toque tenía el poder de hacer que las rodillas se tambalearan de deleite. No estaba bien. No era lo que quería, pero no pudo evitarlo.

Donghae se obligó a abrir los ojos para que Hyukjae no pudiera saber su vergüenza secreta. La expresión de su cara era de asombro y pesar.

Donghae pensó en lo que había dicho, revisando las palabras. Él tenía razón. “Hasta que estés tan bien como nuevo”. Eso era exactamente lo que había dicho.

—No es un problema —dijo, forzando una alegría falsa en el tono de voz para evitar la preocupación que tenía—. Vamos a solucionar lo que sea que esté mal contigo y todo volverá a estar bien. —Esperaba—. Así que ¿cuál es el problema? ¿Olvidé algo del veneno? Si no, no pasará mucho tiempo para que esos arañazos de tu pecho sanen, ¿no?

Los ojos negros de Hyukjae miraron hacia el asiento de la camioneta, haciéndole parecer culpable como el infierno.

—Lo que está mal conmigo no es algo que puedas arreglar. Nadie puede.

La comprensión floreció y con ella una fuerte dosis de temor. Era su corazón roto lo que era un problema, no su cuerpo físico. La pérdida de Shiyoon le había herido profundamente. Lo había amado, y ahora estaba muerto. Donghae no podría esperar que estuviera bien.

—Encontrarás a alguien más que puedas amar de nuevo —le dijo, con la voz suave. La última cosa que quería para Hyukjae era tenerlo a la defensiva y peleando con él a cada paso del camino. Si tenía que encontrarle una nueva pareja para liberarse del voto, entonces eso era lo que haría. No era exactamente un tío tierno, pero estaba bueno como el infierno, construido como el sueño favorito de cualquiera. Podía trabajar con eso. Hacer de casamentero.

La idea de Hyukjae con otro le crispaba, haciéndolo enfadar. Era ridículo que sufriera siquiera un momento de celos, pero era demasiado práctico para mentirse y pretender que no había sucedido. Dos veces.

Hyukjae apretó la mandíbula de frustración.

—No lo entiendes, ¿verdad? Esto contra lo que estoy tratando no es un poco de angustia.

—Entonces dime. ¿Cuál es el problema?

—No importa —dijo él—. No hay nada que puedas hacer.



Hyukjae luchaba por mantener el control sobre las tempestuosas emociones. Había demasiadas para contarlas, demasiadas para distinguirlas.

Quería reír y gritar al mismo tiempo. Quería llorar por todo lo que había perdido, y cantar de alegría por la oportunidad que se le había dado para vivir la vida que se suponía debía haber tenido. Quería desnudar a Donghae para poder tomarlo fuerte y rápido, vinculándoles aún más, y quería recogerlo y abrazarlo fuerte, donde ningún daño podría alcanzarle. Pero sobre todo, quería matar.

El dolor había desaparecido –Donghae se lo había llevado- pero la rabia lo golpeaba, exigiendo liberación. El monstruo gritaba dentro del cráneo, lanzándose sobre los pensamientos, hasta mezclarlos para que no pudiera dar sentido a ninguno de ellos. Todo el cuerpo se le contrajo, deseando una pelea, pero allí solo estaba Donghae.

Se habían unido. Lo había permitido. Claro, que había estado falto de coherencia entonces, pero no era excusa.

“Como nuevo”.

Tenía el alma muerta. Nunca iba a estar como nuevo otra vez.

No podía decírselo. La vergüenza era demasiado profunda. Todo lo que podía hacer era echar la cabeza atrás y rugir al mundo por lo que le había sido arrebatado.

El monstruo era más fuerte que nunca. Había tenido mucho cuidado para mantenerlo contenido durante mucho tiempo, pero ahora había visto a Donghae, y lo quería. Hyukjae podía sentir cómo estiraba sus alas y extendía las garras probando la jaula. Tenía que alejarse de Donghae antes de que hiciera algo violento y permanente.

Hyukjae se dirigió a la puerta, pero las manos de Donghae se le enroscaron en el brazo, deteniéndolo. El tacto de sus delgados dedos contra la piel desnuda era casi más de lo que podía soportar. Era suave, cálido y muy vulnerable.

Se giró hacia él para decirle que lo dejara marchar, que no era seguro que lo tocara. Antes de que pudiera abrir la boca, el alarido de rabia en el interior se silenció, como si ansiara oírle hablar.

Era hermoso. No lo había notado antes. Pero definitivamente lo veía ahora. Sus labios carnosos estaban entreabiertos, y tuvo el impulso de pasar el dedo sobre ellos y ver si eran tan suaves como se veían. La Luceria brillaba en su cuello, inundándolo de un sentido de orgullo y de rectitud absoluta.

No importaba qué tan grande fuera la equivocación, o lo mucho que sabía que Donghae iba a resentirse del vínculo. Por el momento, sintió una paz que no había conocido desde que había sostenido en los brazos al bebé Eunhae.

Era un regalo, y de alguna manera iba a tener que encontrar la manera de dejarlo marchar.

Donghae tomó una bocanada de aire su pecho se presionó contra su modesta camisa. Hyukjae bajó la vista. Había sido obvio. Ni siquiera había intentado aparentar otra cosa. Mientras miraba, sus pezones se endurecieron bajo la tela, lo que le hizo agua la boca.

También lo deseaba. Había visto el deseo oscurecer sus ojos antes, tal y como estaba ocurriendo ahora. Su respiración se aceleró y un rubor tiñó de rosa sus mejillas.

No había tenido a alguien desde hacía muchísimo tiempo. Ni siquiera había pensado en el sexo hasta que Donghae llegó.

La polla se le hinchó contra el pantalón vaquero, dolorida de necesidad. Un sudor le estalló a lo largo de la espina dorsal y el cuerpo se le calentó a toda marcha. El aroma de su piel llenaba la cabina de la camioneta, provocando que se mareara. Necesitaba más de él.

Hyukjae se inclinó hacia Donghae, con la intención de acariciar con la nariz su cuello e inspirar. Tan pronto como el objetivo se hizo evidente, Donghae se puso rígido y se congeló.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó, con la voz temblorosa por el miedo.

Lo miró a la cara, viendo el terror apenas controlado y flotando en sus ojos. Su mano extendida sobre el cuello en un gesto inconsciente de autodefensa. El ligero temblor de sus dedos le hizo desear aplastar lo que sea que le había asustado.

Y entonces vio las marcas en su cuello y se dio cuenta de que había sido él el que lo había asustado.

Había servido de alimento durante dos años. Sus cicatrices atestiguaban eso. Sólo podía imaginar lo que el acercamiento suponía para él.

Tenía que alejarse. Ahora. Mientras las emociones eran lo suficientemente sosegadas para poder pensar y recordar el honor.

—Suelta. —Incluso una simple palabra era difícil de pronunciar.

La mandíbula fuertemente apretada, un nudo en la garganta entorno a un rugido que se negaba a dejar pasar.

—¿Me vas a dejar aquí? ¿Solo? Pensé que era algo inadmisible. Leeteuk viene con ayuda, pero no sé cuánto tiempo les llevará llegar hasta nosotros.

Tenía la boca tan jodidamente hermosa. La vio moverse y extendió la mano para tocarla. Si tan sólo pudiera besarlo una vez, sabía que eso le calmaría las tempestuosas emociones.

No podía pensar en estar tan cerca y no reaccionar. No ahora, cuando había decidido vincularse a él.

Deslizó el dedo por encima de su labio inferior. Era terso e increíblemente suave. Podía sentir el leve temblor debajo de la yema, pero Donghae no se apartó. En cambio, sus pupilas se expandieron y se humedeció los labios, su lengua le rozó el dedo en una cálida caricia.

Tenía que saborearlo, besarlo. Sólo una vez antes de que la tormenta de ira se intensificara de nuevo, antes de que el monstruo comenzara a aullar otra vez. No podía confiar en sí mismo después. Era demasiado peligroso. Pero ahora, en este preciso momento, era más hombre que monstruo, y el hombre quería sólo catarlo.

Hyukjae se inclinó hacia delante, acortando el espacio entre ellos. A Donghae se le aceleró la respiración, y pudo verle el pulso latiendo fuerte y rápido en su cuello.

Se movía lentamente, no quería asustarlo.

—¿Qué estás haciendo? —susurró.

No se fiaba de las palabras. Expresaría las cosas mal y arruinaría esta oportunidad de averiguar si era tan dulce como parecía.

Hyukjae entrelazó los dedos en su cabello, sosteniéndole de la parte posterior de la cabeza. Acercó más el cuerpo, hasta que pudo sentir el calor de su rodilla tocándole el muslo. Se inclinó y cubrió sus labios entreabiertos con los suyos.

Donghae hizo un pequeño sonido de sorpresa, seguido de un suspiro de placer, que él bebió con avidez. Había tenido la intención de retirarse después de un beso rápido, pero no pudo. No era tan fuerte.

Su boca se moldeaba contra la suya, y profundizó el beso, hundiendo la lengua más allá de sus labios. Donghae le apoyó sus manos sobre los hombros y se inclinó hacia él, deseoso de más.

Hyukjae lo colocó a horcajadas sobre el regazo, y luego se permitió mover las manos desde su estrecha cintura para pegarlo plenamente a lo largo del cuerpo. Sintió que sus pezones se endurecían contra el pecho desnudo, y maldijo la tela de su camisa por interponerse en el camino.

Hizo unos ruidos dulces de necesidad mientras Donghae le devolvía el beso, enredando su lengua con la suya. Era como la miel caliente fluyendo sobre él, calentándole la piel. Su montículo le rozó la erección, enviándole un rayo por la columna vertebral. Encajaba en su contra a la perfección, pero había demasiada ropa en el maldito camino. Si no conseguía tenerlo desnudo e impulsar la polla en él, verdaderamente podría matarlo.

Donghae movió la mano hasta el collar para desenganchar el cierre. Se puso tieso entre sus brazos, dando una sacudida hacia atrás.

—No. No puedo —dijo.

Sin embargo su piel estaba sonrosada y su boca roja e hinchada por el beso.

—Quieres esto tanto como yo —dijo Hyukjae, la voz sonaba apenas humana.

Su monstruo despertaba, estiraba sus alas.

Donghae tragó saliva y miró hacia otro lado, la culpa y el pesar contraían sus facciones.

¿Cómo se atrevía a negarse después de lo que había hecho? Era el que había forzado el vínculo. No él.

Empezó a retirar los dedos del brazo desnudo, pero él apoyó la palma sobre ellos para mantenerlos en su lugar. No quería que dejara de tocarlo todavía.

Miró hacia abajo y luego hacia arriba hasta que posó sus ojos en los de él. Sus palabras salieron precisas y nítidas:

—Déjame. Ir.

La posesividad le atravesó, trayendo consigo otra andanada de salvaje ira. El monstruo despertó, hambriento y enojado. Era suyo. Se había vinculado a él y se merecía lo que le pasara.

Espera. Eso no estaba bien. Una duda insignificante le pasó por la mente. Se suponía que debía protegerlo y cuidarlo, no empujarlo a hacer cosas que iban en contra de su voluntad. ¿No lo hacia él?

Tenía mucho dentro. No podía asimilarlo. No podía entender la diferencia entre lo que quería hacer y lo que tenía que hacer. Y el monstruo no cerraba la boca ni un minuto para dejarle pensar. Le golpeaba, exigiendo ser puesto en libertad. Todo estaba revuelto y demasiado confuso para tener alguna esperanza de ordenarlo.

—Necesito salir —le dijo a Donghae, con la voz temblorosa por la emoción.

Si no estaba cerca, no podría hacerle daño. Era la única manera que se le ocurrió para protegerlo.

—Estás herido. No puedo dejarte solo, pero no podemos hacer… esto más, tampoco.

—Estoy bien. —Era una gran mentira. Estaba siendo machacado desde dentro por la necesidad de tocarla de nuevo—. Sólo necesito salir para aclararme la mente.

Antes de que pudiera detenerlo, agarró la espada del suelo y se tiró de la camioneta, cerrando la puerta tras él. Caminó unos metros de distancia antes de que el frío le golpeara el desnudo pecho.

No importaba. El aire frío no lo mataría. Pero si hacía algo que dañara a Donghae, él se mataría.

Tomó enormes bocanadas de aire frío y se mantuvo de espaldas a él. No podía ver a ningún Saesang, pero eso no significaba que no estuvieran allí. Aunque los rastros de sangre que había limpiado eran pequeños, eso era suficiente para atraerlos.

Una parte de él deseaba que llegaran. Quería luchar, matar. Necesitaba dar rienda suelta a algo de esa rabia antes de que hiciera algo horrible.

Hyukjae se paseaba como un animal enjaulado. ¿Cómo podía permitir que eso sucediera? Se suponía que Donghae debería haber elegido a otro. Salvado a cualquiera.

Oyó la puerta de la camioneta abrirse y cerrarse de nuevo, pero no se atrevió a mirarlo. Mantuvo la vista fija en los árboles en la distancia, esperando que cogiera la indirecta y se fuera.

—¿Estás bien? —preguntó. Podía sentir su presencia a la espalda, al igual que la luz del sol brillando sobre la piel—. Tienes que volver a la SM.

—¿Y dejarte aquí? No lo creo. Vuelve a la camioneta. Te vas a morir de frío aquí fuera.

Por dentro seguía ardiendo por el beso, pero escuchó el temblor en su voz y se vio impotente por controlar la reacción. Su cazadora de cuero estaba sobre el asiento. Volvió y la recuperó, cubriéndole los hombros con ella, con cuidado de no tocarlo. Si sentía el suave calor de su piel, podía que olvidara lo que era real y lo que no

Se la veía pequeño y vulnerable, acurrucado sobre sí mismo, parecía que la cazadora se lo había tragado. Le dieron ganas de desnudar los dientes y gruñir al mundo una advertencia para que se mantuvieran alejados de Donghae.

—Creo que eres tú el que debería usar esto, no yo —dijo.

No confiaba en sí mismo para responder. Lo miró fijamente durante un largo momento, observando su oscuro pelo azotado por el viento. El ver que se preocupaba por él calmó un poco el turbio caos interior. Podría estar mirándolo toda la noche, pero estaban expuestos aquí. Ya no estaba sangrando, pero había rastros de sangre en la chaqueta del traje. No pasaría mucho tiempo antes de que uno de los demonios percibiera el olor.

Cogió la chaqueta del traje, la arrojó a un contenedor de basura metálico que había cerca de los baños en la parada de descanso y la prendió fuego con un soplete que había metido en la parte trasera de la camioneta. Esperando evitar que los demonios fueran hasta allí una vez que se hubieran ido. No había garantías, pero era lo mejor que podía hacer, dada la situación.

Ya era hora de que Donghae volviera a casa. Jamás había confiado lo suficiente en alguien para contarle el estado en que tenía el alma, pero iba a tener que hacerlo. Necesitaba ayuda para saber cómo sacar a Donghae del lío en que inadvertidamente se había metido y ahora que Changmin y Yunho estaban muertos, no podía pensar en nadie que pudiera tener algunas respuestas.

—Es hora de irnos —dijo.

Hyukjae ayudó a Donghae a subir a la camioneta, y luego se deslizó detrás del volante. Se incorporó a la carretera, tragándose los kilómetros a un ritmo vertiginoso.

Donghae se mantenía en silencio junto a él, dividiendo su atención entre lo que tenían delante y lo que había detrás. Podía sentir su ansiedad deslizándose a través del reciente vínculo. Se deleitaba con la conexión tanto como maldecía. Así era como se suponía tenía que ser.

Estar atado a Donghae consumaba su propósito en la vida. Era una sensación de realización, era difícil recordar que era completamente inadecuado para él, una deprimente mezcla de futilidad y peligro. Y sin embargo, no podía negar el poder de su regalo. El dolor se había ido. No todo, pero la mayor parte había desaparecido cuando él había cogido la Luceria y utilizó el poder para expulsar el veneno.

La presión interior que se había erigido había disminuido, permitiéndole sentirse… ligero. Después de décadas de agonía, finalmente era libre. No importaba que no durara mucho tiempo. Se empapó de la tregua que le había concedido, deleitándose en ella.

Hyukjae llevaba sin sentir verdadera alegría mucho, mucho tiempo, pero ahora la recordaba. Era muy parecido a sentir esto, y tenía que dar las gracias a Donghae por devolver un poco de lo que había perdido. La restauración era temporal, por lo que estaba decidido a disfrutar de ello mientras durase. Una vez que las cosas volvieran a estar como antes, ni siquiera podría recordar cómo se sentía ahora.

En cuanto pudiera, tomaría una salida para adentrarse en las carreteras secundarias. Las posibilidades de ser detenido por una patrulla de carreteras eran mucho más limitadas por ahí, y si tenía que parar y luchar contra los Saesang, habría menos gente que viera lo que pasaba, o se metiera en medio.

—¿Ves algo? —le preguntó, su voz temblando de miedo.

Odiaba que tuviera miedo, y deseó poder hacer algo para quitárselo.

La idea le golpeó duro, trayendo a la memoria un sueño, uno que había tenido mientras estaba envenado. Donghae había tenido miedo. Frío y desesperación. Ahora que estaba despierto, se dio cuenta de lo que el sueño había sido. Fue la visión que la Luceria había elegido para compartir con él, pero ahora era difícil de recordar, con sólo fragmentos de la misma parpadeándole en la mente.

Donghae había estado prisionero en una cueva, acurrucándose contra un chico en busca de calor. Estaba enloquecido de miedo y debilitado por la última ronda de alimentación. Sooman casi lo había dejado seco antes de lanzarlo devuelta a su celda. Tenía los brazos y las piernas helados y entumecidos. Estaba temblando, y sin embargo, sus pensamientos estaban centrados en el niño que tenía a su lado y cómo podía protegerlo.

Eso había sido durante sus primeros días de cautiverio. Cómo había aguantado otros dos años sobrepasaba a Hyukjae. Incluso que hubiera conservado la cordura era un misterio.

Pero lo consiguió, y ahora estaba aquí, unido a él de una manera que no entendía. Donghae no había tenido la intención de que fuera permanente. Había querido sólo salvarle la vida.

¿Cómo iba a decirle que estaba atado irrevocablemente a un hombre sin alma?

Donghae frunció el ceño y le miró.

—¿Estás dentro de mi cabeza? ¿Leyendo mis pensamientos?

Apisonó el pico de furia que su pregunta causó. Lo había dicho como si no tuviera derecho a conectarse con él de esa manera, como si el concepto mismo le repugnara.

—No —zanjó.


18 comentarios:

  1. que hermoso capítulo. Sin duda la lucería hizo lo que ambos realmente querían, que era estar el uno junto al otro aunque no lo reconozcan.
    Todavía no me queda claro de que manera Hae podrá usar la magia de Hyuk ¿cómo sanador? más que mal sacó el veneno del cuerpo de Hyukjae.

    El beso fue otro cuento, lo estaba esperando con muuuuchas ansias, es que de verdad se tenían unas ganas 1313 jajajja. Mira que Hae hasta se sentó en el regazo de Hyuk, aunque no sé como tuvo la fuerza de voluntad para separarse jajajajaja.

    Hae no sabe que Hyuk no tiene alma, hasta que punto será vinculante su voto? me pregunto porque o si no Hae sonó y va a tener que arreglar a Hyuk enterito.

    Muchas gracias por este capítulo tan maravilloso, vi el link en twitter y la felicidad me recorrió el cuerpo, ajajaja. Espero puedas actualizar pronto.

    Besitos !

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  2. Aigooo donghae,hyukie te chere cuidar y espero que logren entre los dos borrar esas malas experiencias, asqueroso monstruo que vive dentro de hyuk dejalo cuidar de su hae please unnie gracias x el capi lo andaba esperando kamsamnida

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  3. Muchachos van a matarme.......
    Hae lamento decir que yo te lo dije, lo que prometiste no iba a poder resolverse fácilmente. Hyuk ya no es él que era antes y no sufre de rotura de corazón, tiene un monstruo dentro y ahora la bestia esta obsesionada con vos.
    Yo se que es difícil pero se nota a la legua que se tienen ganas y ambos se reprimen pero me parece que la mejor solución es dar rienda suelta a sus instinto y ver hacia donde los dirige eso

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  4. oh! que puedo decir, que esos dos tienen lo que quieren y desean y a la vez tienen miedo a aceptarlo, donghae necesita a alguien que lo cuide y proteja y hyuk necesita a alguien que lo ame, la luceria ha escogido por si sola, hae no se dio cuenta del voto que hizo pero ahora ya no puede simplemente borrar las palabras dichas.
    los dos estan deseando completar el vinculo pero todavía hay algo que los detiene, hyuk el recuerdo, el dolor y la venganza, hae su testarudes.
    si se decisieran de esos elementos, podrian ver que estan hechos el uno para el otro.

    unnie gracias por el mp y hasta el siguiente capitulo.

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  5. oh!! ese beso fue tan asdadf ...... que pensará hacer hyuk ahora que esta enlazado a hae le dirá la verdad sobre su alma ???? esta historia se esta poniendo cada vez mas interesante ...
    gracias por el mp
    saludos y cuídate ^^

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  6. amo esos momentos cuando se tocan ahhh casi se vinculan mas awwwwww *-*
    ah que suerte que pudo salvarlo hae salio mas inteligente hahahahaha
    muy bueno el capitulo unnie ah ya kiero saber que pasara cuando lleguen a la SM
    hykie debe sacarse ese anillo que tienen para que pueda ser feliz con hae como yeyo con wookie *-*

    Gracias por el mp unnie
    bye bye

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  7. ahhhh!! Yota amor mio corazon de otro!! hasta que estos dos se enlazaron!! ahh pero quiero que sea con 1313...el mono debe darle duro contra el muuro a su pescadito!! ahhh!! todo es culpa de ese maldito anillo negro!! lo se...por que no se lo quita de una maldita vez!! ahh! gracias por el mp...me encanto el cap!! nos vemos!!

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  8. Maravilloso Donghae, pudo manejar el poder de Hyuk perfectamente tiene alma, solo que ha pasado tanto dolor e ira que siente que no tiene esta viva, si existe su alma solo hay mucho dolor en el, su destino es estar juntos por siempre, ahora por la eternidad...Yota gracias por el MP y sigue asi es maravilloso.

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  9. Tonto Hae,tonto Hyuk,ahora como le van a hacer......Hyuk deberia decirle lo que hae hizo,de plano si no lo quiere a su lado,pues que lo vaya desanimando,pero con esa promesa que hizo Hae,se condeno el solo.
    Pero ya vimos y sabemos que lo que menos quieren a pesar de la situación, es separarse,hae deberia ponerse a pensar bien las cosas,hyuk con tantos años deberia saber en lo que estan metidos y decirle de una a hae todo.

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  10. rosaliehale:
    Carajo!! pero que bipolares son ambos, estan en un "si quiero"y "no quiero",, creo que va a yener que suceder algo un poco dramatico para que estos ya se decidan por una sola cosa.
    Ahora veo que yo en el capitulo anterior pensaba igua que Hyuk en este, la promesa que le dio Hae tiene unas fallas "dejarlo como nuevo" pffff eso va a estar dificil considerando la situacion de Hyuk y su monstruo interno, pero lo bueno fue ese beso, guao que beso!!, si eso es la antesala no me quiero lo que sigue.
    Gracias por la actu =)

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  11. Vampire13:

    Hermoso Eunhae, lo estaba esperando con mucha emoción el cap me encanto, bueno de hecho todos me han encantado.
    Me agrada que Hyuk comience a tener emociones, es un paso para su recuperación, no no me gusto que el limite hasta que este como nuevo, aunque si ama a Donghae su corazón se cura al igual que su alma, técnicamente si lo deja no es como volverlo a dejar igual mmm esto de hablar con cuidado no es mi fuerte la magia suju es poderosa y confusa a veces.

    En fin son una amor los dos juntos tienen trabajo por hacer y pasar por mucho antes que acepten que no pueden vivir el uno sin el otro, mientras tanto seguiré leyendo cada uno de los caps para ver como terminan.

    Saludos.

    P.D. Gracias por seguir trabajando en estas historias que amo, muchas gracias!!!

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  12. Omo como sospechaba La union es permanente ! lo que me preocupa es que ese mounstro siga dentro de Hyukkie y que le den esas ganas de matar . espero que se arregle pronto


    Por lo que veo la habilidad de Hae tiene que ver con la sanacion o algo asi . tal vez cuando vuelva a SM pueda salvar a mas personas xD


    Waaaaaa quiero maaaaas ! espero actu pronto !


    Gracias por el mp nos vemos Soy Gynka :) bye

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  13. Oh mi dios!!! Yey!
    Paso logro tener la luceria y hacerla funcionar :D
    Salvo a Hyuk, pero se que el se recuperara del todo
    así que estarán vinculados por un laaargo rato...
    Recordar a Changmin y Yonho me pone sentimental :'(
    hace ya rato que el KyuMin no aparece, ahhh donde estarán??
    Solo es cosa de que ambos cedan y habrá MUCHO EunHae XD
    Gracias por el aviso, espero el siguiente.
    Un saludo, que estés bien :D

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  14. waaaaaaaaaaaaaaa ahora que por fin estan unidos, mas frustrados estan aigooo estos dos me van a sacar de quicio xD, por que no haran caso de sus instintos que tanto les dice que se desean??? dios que testarudos, aunque me pongo un poco de lado de hyuk por que de tods formas el me da mas pena en todo esto, como se siente y todo aunque donghae tambien sufre, ojala que los dos lleguen a entenderse y descubran que en realidad se aman <3
    espero que actualices pronto unnie, nos vemos
    bye saranghe

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  15. Y x fin puedo comentar xD llegó mi tablet wiii
    Gracias x cada mp q m envías te xDD
    El ambiente entre el eunhae esta tenso, hyuk no piensa en contarle nada a hae, aunque este atado a él sin querer, aunque él le haya salvado la vida, mm... Lo q m da miedo es la bestia...hae podrá domarlo? Seguro q si...pero pasará un tiempo para ello...
    Esperó nos des actual pronto xDD

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  16. Wwoh era de esperar que a HyukJae no le gustara para nada la desición de DongHae, pero tampoco como para decirle esas cosas, es obvio que se va arrepentir!!! -Malvado-
    Igualmente sabemos que si la Luceria lo elige es por algo ¿Verdad? bueno después de todo hay una conexión.
    El olor de la sangre debe ser fuerte jajaja... esperemos que ya que Hae puede usar los poderes de Hyuk y sabe como utilizarlos se puedan defender de los ataques mejor.

    Este cap está cargado de adrenalina y valla de pura pasión por un momento de deje ir jejeeje!
    Me gusto mucho y espero continuar descubriendo que los une cada vez más!
    Gracias por el MP!
    SALUDOS Y SE CUIDA!

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  17. OMGssss....hubo beso!!!

    Que difícil es para los dos poder abrir el corazon y decir que están sintiendo, Hae traumatizado y con miedo, Hyuk con su pasado doloroso...que va a pasar!!
    Ahora que Hae sabe "casi" como usar la magia, espero que ayude a Hyuk con los ataques

    La respuesta de Hyuk fue tan cortante y fuerte que hasta a mi medio miedito.

    Te dejo muchos abrazos y espero leerte en el siguiente capitulo. Bye

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  18. Holaaaa!!
    lo ame! hubo contacto..que va..hubo beso caramba!! y que
    beso!! lastimosamente Hae decidio parar esa hermosa escena
    pero me siento feliz que gracias a Hae, Hyuk ya no siente tanto
    dolor como antes..
    chaa!! me impresiono las habilidades de Hae! el lo hizo practicamente
    solo y pudo quitar ese veneno de Hyuk!! *-*
    ya quiero leer el siguiente capo!
    saludos!!

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...