Los ojos de Dambi
se ensancharon ante las palabras de Changmin, el significado de las mismas
golpeándola con fuerza en el pecho. Sabía que Desdémona estaba desesperada,
sabía que no había luz que quedara en ella, y aún así la sorprendía, la
profundidad que su depravación había alcanzado.
—¿Están pensando
lo que estoy pensando? —le preguntó Dambi a sus camaradas.
Henry asintió
solemnemente.
—¿Qué el maldito
infierno va a desprenderse y la ira de un Alfa, su hijo, y dos manadas van a
descender sobre Mona y el Rey Hechicero cuando se enteren de que Sora Park ha
sido intercambiada para ser la compañera del Rey? Porque eso es lo que estoy
pensando.
—Sé que
deberíamos informar a Teukkie y Junjin de esto, pero creo que si le permitimos
a Mona pensar que ella todavía está en control y que sus planes son todavía
desconocidos para nosotros, entonces tenemos una mejor oportunidad de tomarla
por sorpresa.
Changmin miró a Dambi
como si hubiera perdido la cabeza.
—¿Quieres dejar
que Mona consiga poner sus manos sobre la madre de Teukkie?
—Sora es el
boleto de Mona a Jungsoo. Ella no va a hacerle daño —les aseguró Dambi.
—Ha pasado un
largo tiempo desde que he tenido tratos con el Rey Hechicero, pero si todavía
es una cuarta parte del hombre que solía ser entonces la tratará tan
preciosamente como los lobos tratan a sus compañeros. —Dambi miró a lo lejos,
recordando algo de hace mucho tiempo—. El Rey Jungsoo y su clan fueron una vez
una raza poderosa, fuerte y muy mágica. Ellos, al igual que los lobos, están
cada vez más cerca de la extinción. El Rey es viejo, aunque no lo parece.
Tendría que haber estado emparejado mucho antes de ahora.
—Si no te
conociera mejor, pensaría que estabas esperando que esta cosa entre Sora y Jungsoo
fuera a suceder. —Henry entrecerró los ojos hacia Dambi.
—Quiero lo mejor
para los seres sobrenaturales y los seres humanos. Si de alguna manera el
destino ha determinado que Sora es lo mejor para Jungsoo y él es lo mejor para
ella, entonces, ¿quién demonios soy yo para Decir lo contrario?
—Dijiste otra
cosa cuando el destino decidió que era la hora de Hee y lo trajiste de vuelta
—señaló Henry tan amablemente.
—A veces el
destino se equivoca, pero es sólo una vez al milenio. Así que, la posibilidad
de que hayan equivocado el destino de Sora es prácticamente nula —espetó Dambi.
Henry y Changmin
se quedaron en silencio y miraron a su líder mientras ella serenaba sus
pensamientos. Ellos confiaban en ella, incluso si de hecho parecía una lunática
descarrilada a veces.
—Está bien, voy a
vigilar a Desdémona, pero voy a dejar que esto se desarrolle por ahora. —El
rostro de Dambi se endureció mientras continuaba—. Ahora, hay algo más acerca
de lo que necesito hablar con ustedes dos.
Henry se puso
rígido ante el repentino cambio de actitud de Dambi.
—He descubierto
algo muy bueno, aunque una noticia muy inquietante. Wadim recibió la visita de
la Gran Luna. —Dambi pausó mientras cruzaba los brazos sobre su pecho—. Ella ha
decidido intervenir y ayudar a sus lobos.
Changmin se
iluminó con una sonrisa y Henry dejó escapar un profundo suspiro.
—Eso está muy
bien. —Changmin sonrió—. Ahora podemos realmente tener una oportunidad.
El rostro de Dambi
no cambió. Sus labios no se movieron al ver la sonrisa de Changmin.
—Ella siente que
las Fae están siendo unos solitarios asnos engreídos y ha decidido que si no
quieren involucrarse voluntariamente, se les dará el empujón proverbial.
La frente de Henry
se frunció mientras miraba primero a Changmin, cuya sonrisa se había empezado a
desvanecer, y luego de vuelta a Dambi.
—Ella ha hecho a
las Fae compañeros verdaderos compatibles con los Canis lupis.
Changmin soltó un
chillido mientras Henry maldecía entre dientes.
—¿Compañeros
verdaderos? —preguntó Changmin una vez que su cerebro comenzó a dispararse de
nuevo.
Dambi asintió.
—Sólo quiero que
ustedes dos estén preparados. Han sido protectores y defensores de los lobos.
La Gran Luna ha visto esto. No me sorprendería si ella escogió a uno o ambos de
ustedes para iniciar este cambio extraordinario.
Dambi observó a
los dos Fae mientras procesaban la información. Ella había querido prepararlos
antes que se unieran a los grupos de manada, por si acaso. Entendía que se
trataba de una enorme bomba para dejar caer sobre ellos, pero también era una
cosa muy buena. La Gran Luna le había dado a ambas especies un regalo, y ella
realmente esperaba que fueran a verlo de esa manera.
Henry finalmente
miró a Dambi y le dio su sonrisa característica.
—Así que, ¿lo que
estás diciendo es que podría conseguir alguna cola?
Changmin se
atragantó y sus ojos se abrieron de par en par hacia su amigo.
Dambi resopló.
—Estás más
propenso a tener una patada rápida a tus tesoros que una sacudida de cola.
Henry se rió.
—Bueno, supongo
que lo sabremos pronto. ¿Hacia dónde vamos?
—Changmin, te vas
a quedar aquí y le ayudarás al grupo de Siwon a infiltrarse en el bar y tratar
de obtener más información sobre el plan de Desdémona. Lo que ustedes
obtuvieron de su excursión es bueno, pero me imagino que es sólo una pequeña
parte de su gran plan. Henry, irás a las montañas para ayudar al grupo de Junjin.
Ellos deberían llegar en breve y todos se dirigirán al territorio de los
duendes. Junjin va a necesitar tu ayuda para lidiar con los duendes. Si
recuerdas bien, son meticulosos y fácilmente ofendidos.
Henry se rió
entre dientes.
—Sin duda vamos a
tener que ir con cuidado con ese lote.
Antes que se
dirigieran por caminos separados, Changmin agarró el brazo de Dambi.
—¿Qué hacemos si
somos vinculados a uno de ellos? ¿Qué pasa si no estamos listos?
Dambi sonrió y
palmeó la mano de Changmin.
—Entonces le
dices a la bestia peluda que espere hasta que estés listo. Te aseguro que no va
a ir a ninguna parte una vez que se descubra el vínculo.
—Eso es lo que me
da miedo —murmuró Changmin.
Henry les dio una
ligera inclinación de cabeza antes de que desapareciera.
—Sígueme, Changmin.
Te mostraré tu habitación y luego podemos ir andando al bar juntos —dijo Dambi—.
Los otros ya se han ido.
Changmin siguió a
Dambi, pero su mente estaba muy lejos del presente. No podía detener la
sensación de que su vida estaba a punto de cambiar. Algo iba a suceder y eso lo
aterrorizaba.
Cuando Hyukjae
entró en el bar, sintió el peso de la magia hirviendo sobre él. La sensación
presionó fuertemente sobre él. Al ser dominante, estaba en su naturaleza
presionar en respuesta, de modo que lo hizo. Su poder llenó la habitación y de
repente se tornó tranquila. Todas las cabezas se volvieron hacia él y el grupo
que estaba siguiéndolo detrás. Siwon se acercó y puso una mano tranquilizadora
sobre su hombro.
Hyukjae no se
había dado cuenta que ya estaba a la defensiva, listo para una pelea que tal
vez podría nunca llegar. A pesar que tenía una considerable cantidad de fuerza,
reinó en su poder y dejó escapar un lento suspiro. Este emparejamiento iba a
ser su muerte. Él solía tener un control total sobre su lobo; todavía era
joven, después de todo. Pero el sólo hecho de saber que Donghae estaba de pie
junto a él, libre de marcas, sin vincularse, en una habitación llena de hombres
sobrenaturales, no hacía que fuera nada fácil mantener su carácter alegre.
—Contrólate
—murmuró Siwon y luego se dirigió a la barra, Hee se acercó a su lado. Hyukjae
los siguió, empujando a Donghae hacia adelante detrás de él.
Cuando Siwon
llegó a la barra habló con un hombre alto de aspecto amigable que llevaba una
sonrisa fácil.
—He traído a mi
Beta a trabajar para ti como lo discutimos. Aprecio que le des la oportunidad
de aprender de ti.
El dueño sabía la
verdadera razón detrás de que los lobos vinieran a su bar. Sin embargo, ya
habían acordado, debido al número de clientes habituales del bar, que
necesitarían una historia de coartada. Habían decidido que Hyukjae vendría a
aprender más del negocio del propietario, porque Siwon estaba interesado en
abrir un bar propiedad de la manada.
—Es un honor
tenerte aquí, Alfa —respondió el barman.
Siwon señaló a Hyukjae.
—Este es Hyukjae,
mi Beta, y su compañero Donghae.
El barman sonrió,
asintiendo a Hyukjae.
—Soy Bo, el
propietario de este lujoso motel. Y también hago como el barman habitual, porque
la mayoría de mis otros empleados tienden a estar “enfermos” continuamente.
Donghae
permaneció inmóvil mientras el intercambio entre los hombres se desarrollaba.
Estaban hablando en Coreano de modo que no tenía ni idea de lo que estaban
diciendo. Hongki se acercó a su lado y Hee rodeó a Siwon para así estar de pie
con ellos.
—Les diré qué, jóvenes
—dijo Hee con su mano en su cadera—, este lugar tiene potencial, pero maldita
sea si no va a necesitar mucho trabajo.
Hongki sonrió,
sacudiendo la cabeza ante la siempre persistente Hee.
Donghae se
inclinó hacia Hongki, hablando lo suficientemente alto para que Hee lo oyera.
—Debería ponernos
nerviosos que las ruedas ya están dando vuelta en esa bonita cabeza rubia y
apenas hemos estado en este lugar sólo tres minutos.
Hongki miró a Hee.
—Oh, créeme,
estoy nervioso.
Hee resopló.
—Alguien tiene
que ser el cerebro de este equipo. Tenemos un poco de reconocimiento importante
por hacer.
Donghae gimió.
—Estamos en un
maldito arroyo de mierda, sin remos, si ya está usando la jerga militar.
Hee se rió cuando
la cabeza de Hyukjae giró bruscamente para mirar a Donghae.
Una pequeña
sonrisa tocó sus labios y Donghae se sonrojó bajo su mirada.
—¿Ustedes creen
que deberían preocuparse por mí? —preguntó Hee con escepticismo—. Si Donghae ya
está diciendo palabrotas, definitivamente estamos en problemas con MHEC en
mayúsculas.
Hongki ladeó la
cabeza hacia un lado.
—Problema empieza
con P —dijo, al mismo tiempo exacto que Donghae Dec—: No preguntes.
Hee sonrió.
—De hecho así es,
mi amigo doctor, pero yo no estoy hablando de cualquier tipo de problema. El
tipo de problemas que tenemos es del tipo profundo que nos deja con Mierda
Hasta El Cuello.
Hongki realizó
una forma de “O” con la boca, mientras miraba a Donghae por encima.
Donghae se
encogió de hombros.
—Te dije que no
preguntaras.
—No lo hice.
Antes que
tuvieran la oportunidad de continuar su conversación, Hyukjae miró a Donghae y
sonrió con picardía.
«¿Maldito arroyo
de mierda?»
Donghae se puso
rojo brillante por las palabras que él pronunció a través de su vínculo. Le
acercó contra él, llevándolo detrás de la barra.
«Culpo a Hee. El
me enseñó todo lo que sé acerca de palabrotas, y estar cerca de él me hace
vomitar palabras».
Hyukjae se rió en
voz alta, lo que le valió algunas miradas curiosas. Él simplemente sonrió a
ellos y saludó con la mano, o hizo un gesto como si los conociera de toda la
vida. Hyukjae era bueno con la gente. Él los hacía sentir a gusto en lugar de
que iba a rasgar su cabeza en el más mínimo movimiento equivocado.
Donghae miró
hacia atrás y vio que Siwon estaba hablando con los demás, señalando
discretamente, asignando ubicaciones. A juzgar por la expresión de la cara de Hee
y el golpeteo de su pie, no estaba contento con lo que su compañero le había
asignado. Donghae gimió para sus adentros. ¿Cuándo Siwon iba a aprender? Cuando
pones límites en torno a Hee, él sólo piensa en ellos como un desafío. Hee amaba
los desafíos. Básicamente Siwon estaba colgando un filete frente a un león enjaulado
y desafiándolo a encontrar una manera de conseguir la carne. Hee siempre
consigue su carne.
Donghae resopló
de risa ante sus propios pensamientos. Definitivamente tendría que compartir
esto con Hee.
«Escuché eso,
¿sabes?», susurró Hyukjae con picardía.
«Fisgón», bromeó Donghae,
tratando de no sentir vergüenza sobre su pensamiento de Hee y la carne.
«¿Te gusta la
carne tanto como a Hee?» Hyukjae trató de sonar con simple curiosidad, pero el
brillo malicioso en sus ojos cuando Donghae lo miró le dijo que estaba muy
lejos de sólo curiosidad. «Por favor, no me digas que eres vegetariano», se
quejó él.
Fue el turno de Donghae
de reír a carcajadas mientras veía a Hyukjae agarrar una toalla y meterla
dentro del bolsillo trasero de sus pantalones. Hyukjae le atrapó observándolo y
vio su mirada un poco aturdida.
«Sin duda no eres
vegetariano». Él se humedeció los labios y le guiñó un ojo, provocándole un
rubor de color rojo brillante que calentó toda su piel.
Donghae puso los
ojos pero su aliento se quedó atascado en su garganta cuando Hyukjae lo rodeó
para poner una toalla en el bolsillo trasero de sus pantalones al igual que
había hecho con el suyo. El rostro de Hyukjae estaba a menos de un centímetro
del suyo. Su respiración se volvió superficial mientras miraba sus ojos
comenzando a brillar. Algo raro estaba pasando aquí. Donghae lo podía Decir por
la forma en que las personas sentadas comenzaron a permanecer inmóviles y el
volumen de las voces bajó a un murmullo.
—Um, Hyukjae
—susurró Donghae—. ¿Qué estás haciendo?
Hyukjae se acercó
aún más y sintió su respiración en su cuello. Sus ojos se cerraron por su
propia voluntad, pero fue capaz de detener el gemido que se deslizó hasta su
garganta antes que escapara.
«Hyukjae, me
estás poniendo nervioso. Por favor hablar conmigo». La voz de Donghae se tornó
desesperada mientras trataba de obtener una respuesta de él.
Hyukjae se rió en
voz alta, pero aun así habló a través de su vínculo.
«Definitivamente
estoy haciéndote algo, pero nervios no son».
Hyukjae lo soltó
cuando se echó hacia atrás. Una sonrisa de satisfacción se extendió por su
rostro demasiado-guapo-para-su-propio-bien.
Donghae le
frunció el ceño.
—¿Qué fue eso?
—Sólo envío un
mensaje, hermoso, nada para ponerse exaltados. —Le guiñó un ojo a medida que se
volvía y entregaba una bebida que ordenó un cliente, ni siquiera reconociendo
la creciente irritación de Donghae al ser apartado.
—¿Qué mensaje, Hyukjae?
—dijo entre dientes.
Después de
entregar al cliente su bebida, Hyukjae se dio la vuelta y miró a su compañero
fijamente. Vio cómo su cuerpo se tensaba y su barbilla sobresalía en desafío.
—Estaba poniendo
mi olor en ti. Cualquier lobo que se acerque a ti sabrá que tienes pareja. —Una
vez más la sonrisa satisfecha estaba de vuelta.
—¿No podrías
haber hecho eso antes de entrar? —preguntó mientras sus ojos se estrechaban.
Hyukjae se
encogió de hombros.
—Hacerlo
públicamente sólo solidificó que eres mío.
Donghae puso los
ojos en blanco.
—Hee tiene razón,
ustedes simplemente deberían hacer pis sobre nosotros y acabar de una vez con
eso.
Hyukjae se rió.
Mientras caminaba hacia él, sacó unos vasos que estaban alineados en la parte
trasera del mostrador.
—Ponte a
trabajar, compañero y seca estos. —Puntualizando su broma con una nalgada juguetona.
Donghae chilló y
rápidamente se movió fuera de su alcance. Echó una mirada por encima del hombro
mientras tomaba la toalla que él le había puesto antes. Murmurando entre
dientes, empezó a secar los vasos, tratando y fallando miserablemente hacer caso
omiso de su compañero increíblemente magnético. Esta iba a ser una noche muy
larga.
Hee gruñó
mientras tomaba asiento en un rincón de la habitación. Se dejó caer sin gracia
en la silla y miró a su compañero fijamente, quien estaba de pie a lo largo del
lado derecho de la pared, no más de dos pies de distancia de su lado. El tarado
tenía el descaro de ignorarlo. Gruñó antes de poder detenerse.
Hongki se sentó a
su lado y sonrió suavemente.
—¿Estás bien?
—Él me mandó a la
maldita esquina. ¿Qué piensas tú? —espetó Hee. Luego, dándose cuenta que estaba
cargando su ira sobre Hongki, respondió—: Lo siento, doc. No quería estallar
contigo. Es sólo que no creo que haya estado tan enojado en un tiempo muy
largo.
Miró a su
compañero, quien seguía ignorando su mirada. Hee tenía la esperanza que si lo
miraba por bastante tiempo podría borrarlo, o algo así.
«Borrarme,
princesa. ¿En serio?», le oyó Decir en su mente.
«Voy a hacer
mucho más que borrarte de la jodida existencia cuando estemos solos después.
Puedes quitar esa estúpida sonrisa satisfecha de tu cara ya que no vas a
disfrutar de ello. Ten la seguridad que indudablemente yo lo haré, maldita
sea». La voz de Hee vibraba con ira.
«Modera el
lenguaje, Heechul. Un joven señor no utiliza tales vulgaridades».
Hee sabía que él
estaba tomándole el pelo y podría haberlo disfrutado si él no hubiera ido todo
Alfa con él.
«Pensaría de tu
experiencia conmigo a puerta cerrada que te habrías dado cuenta que estoy muy
lejos de ser un joven señor». Sonrió cuando su cabeza se giró bruscamente y él
lo igualó con sus brillantes orbes.
—Ya es suficiente
—le gruñó.
Los ojos de Hee se
entrecerraron peligrosamente.
—Oh, créeme, he
terminado. —rompió su mirada, girando la cabeza bruscamente y arrastrando su
cuerpo en la misma dirección, dando efectivamente a Siwon la espalda.
La cabeza de Hongki
bajó ante el poder emanando de Siwon.
—¿Crees que esa
fue la decisión más acertada? —murmuró Hongki a Hee.
Hee resopló.
—¿Qué va a
hacerme? ¿Azotarme?
—¿Qué ha hecho
para que estés tan enojado, Hee? —Hongki mantuvo su voz baja y trató de
mantener la calma, a fin de no fomentar el lobo de Heea la superficie.
—Él utilizó su posición
en mí. En mí —gruñó.
La boca de Hongki
cayó abierta mientras sus ojos se abrían como platos. Le tomó todas sus fuerzas
para no mirar a Siwon aunque podía sentir sus ojos en ellos.
—¿Él utilizó un
comando Alfa en ti? —La voz de Hongki estaba llena de escepticismo.
Hee asintió una
vez.
—¿Cuál fue la
orden?
Los ojos de Hee vagaron
por la habitación mientras contestaba.
—Él me dijo que
no me levantara. —Su voz tembló, un espectáculo momentáneo de vulnerabilidad,
pero entonces ya no estaba. Endureció sus ojos y recuperó su expresión
indiferente.
—Él está tratando
de mantenerte a salvo, Hee—le imploró Hongki.
—No confía en mí
—le dijo Hee.
—Hee, ya sabes
cómo son los hombres. Posesivo ni siquiera empieza a arañar la superficie de lo
que sienten hacia sus compañeros. Todo lo que puede ver ahora mismo es una Sala
llena de hombres. Él no conoce a ninguno de ellos; no puede empezar a controlar
los posibles resultados. Lo único que puede controlar es a ti. Puede evitar
preocuparse por ti, si tú no puedes meterte en problemas.
Hee resopló.
—Así que, ¿está
suponiendo que me voy a meter en problemas?
—¿Lo puedes
culpar? —Hongki levantó una ceja.
Hee bufó.
—Bien, tiendo a
meterme en algunas situaciones interesantes, pero siempre me salgo de ellas por
mi cuenta. Podría haber hablado conmigo, explicarme, en vez de tratarme como a
un niño.
—Estoy de
acuerdo, pero tal vez verlo desde su punto de vista te ayudará a prevenir la
Tercera Guerra Mundial.
Hee sonrió a Hongki.
—Doc, no conoces
a mi compañero si piensas que él quiere evitar una pelea. Esa es su idea de
juego previo.
Hongki cerró los
ojos y sacudió la cabeza.
—Esa fue mucha
más información de la que necesitaba, Hee. Sólo digo.
Hee se rió al ver
la expresión de asombro en el rostro de su amigo.
Pronto sintió a Siwon
tratando de empujar a través de la pared que había erigido en su mente. Le negó
la entrada y sonrió para sí mismo cuando lo oyó hacer una rabieta como un niño
mimado a sus espaldas.
Por que carajos Mimi~ tiene tanto miedo de encontrar a su compañero!?????
ResponderEliminarAhhhhh
Sora!!! Ya te chupo la bruja! Y el hechicero por ahí derecho!
Jajahahahahha
Genial!
Jajajajaja
Uyyy Siwonshis, mala jugada!
Hee te hará sufrir! Jajajajajajajaja
Amo esta lectura bdjd muero por saber que pasara, gracias por tu trabajo<3
ResponderEliminarBueno....todos advertidos estan
ResponderEliminarA ver que hace la Fae sin poner sobreaviso de lo que la vruja pretende...yo esperaba que al menos se lo dijera a Junjin...ㄱㄱ
En siwon y Hee ya nobes de extraña
Siwon lleva muchos puntos menos...aumenta algunos cuando Hee se mete en problemas...cosa que no tardará.
Otro que bajo un punto es Hyuk...ya se esta pareciendo a siwon y kangin,cosa normal...y normal que Hae actue como Hee y Teuk ante eso