—Bueno, caballero
—dijo mientras caminaba alrededor de Hyukjae y sostenía sus manos entre los dos
lobos, a pesar del hecho que había una barra entre ellos—. No hay necesidad de
comenzar a desgarrar extremidades. Sólo terminemos la noche y vayamos por
caminos separados.
—Él no es tu
compañero —dijo el otro hombre con frialdad, sin siquiera ver a Donghae.
Hyukjae se lanzó
hacia adelante, al mismo tiempo quitando gentilmente a Donghae del camino.
—ÉL ES MÍO. —Los
ojos de Hyukjae brillaban y Donghae vio que ahora sus manos tenía garras saliendo
de ellas.
Miró a Sihyuk y
articuló:
—Haz algo.
Sihyuk se movió
calladamente detrás del hombre que tenía su atención puesta en Hyukjae. Sihyuk
envolvió un brazo alrededor del cuello del hombre, haciéndole una llave. Hyukjae
comenzó a brincar sobre la barra pero se detuvo cuando Donghae colocó una mano
sobre su brazo.
—Me retó, Donghae
—gruñó Hyukjae.
La columna de Donghae
se tensó.
—Me importa un
bledo. Te necesito conmigo, no que estés dando una paliza a algún idiota. Por
favor, deja que Sihyuk lidie con eso y llévame de vuelta a nuestra habitación.
Ya terminé. He tenido todo lo que puedo soportar esta noche. Te necesito.
El brillo de los
ojos de Hyukjae comenzó a desvanecerse y empezó a recuperar el control. Asintió
y lo jaló cerca de él.
—Sácalo de aquí, Sihyuk
—le ordenó—. Lo siento, Donghae. Lo siento —le dijo mientras pasaba sus manos
por su cabello.
—Está bien, Hyukjae.
Pero estoy listo para irme. Quiero saber si Siwon ha descubierto algo sobre Teukkie
y los otros.
Hyukjae encontró
al dueño y le dijo que se iban, empujó a Donghae por el pasillo hasta que
estuvieron de pie delante de la puerta de la habitación que compartían. Levantó
su nariz en el aire y tomó una profunda respiración. Una pícara sonrisa se
expandió por su rostro.
—¿Por qué
sonríes? —le preguntó Donghae. Hyukjae sacudió su cabeza, pero continúo
sonriendo.
—Tal vez
deberíamos ir a hablar con Siwon antes de entrar a la habitación —sugirió él. Donghae
sólo se encogió de hombros y lo siguió a la habitación de Siwon y Hee. Golpeó
la puerta y ésta se abrió después del segundo golpe.
—¿Qué hacen
ustedes aquí? —preguntó Hee acusadoramente.
Donghae frunció
el ceño.
—Bueno, también
es genial verte.
Hee suavizó su
expresión facial y sonrió.
—Lo siento, no
quería ser malo contigo. ¿Necesitan algo?
—¿Qué pasa
contigo, Hee? —preguntó Donghae a través de los dientes apretados—. Venimos a
averiguar si todo está bien con Teukkie y los demás. ¿Ustedes han tratado de
estar en contacto con ellos?
Siwon apareció en
la puerta y su expresión era seria. Hee le dio un codazo en el estómago y de
repente una sonrisa se formó en sus labios. Aunque la sonrisa parecía dolorosa,
estaba allí no obstante.
—Estoy esperando
escuchar de ellos. Les diremos tan pronto como sepamos algo —les dijo Siwon. Donghae
pensó que sonaba ensayado.
Hee le dio a Hyukjae
una mirada mordaz.
—Bien, bueno,
apuesto a que ustedes están cansados así que tal vez quieran que nos vayamos.
Hyukjae rió por
lo bajo.
«¿Qué está
pasando?», escuchó él a Donghae en su mente mientras éste continuaba mirando a Hee.
«Nada, hermoso.
Creo que tal vez interrumpimos algo». Hyukjae vio como Donghae se sonrojaba. Le
guiñó a Hee y entonces llevó a Donghae a su lado.
—Vamos, Donghae
amor, dejemos que Hee y Siwon regresen a su velada.
Donghae murmuró
una despedida a Hee y Siwon.
—¡Qué tengan una
increíble noche, chicos! —gritó Hee desde la puerta.
Hyukjae se alejó
rápidamente de su Alfa y su compañero.
Hyukjae abrió la
puerta de su habitación y Donghae se quedó sin aliento cuando entró. Se dio la
vuelta en un círculo mientras miraba a su alrededor a la habitación iluminada
con velas. Su boca cayó abierta cuando vio un pantalón negro y camisa blanca en
la cama. Vio una pila de toallas y un gran cuenco de agua que tenía vapor
subiendo de él. Finalmente hizo todo el recorrido hasta que estuvo frente a Hyukjae
nuevamente. Él sonreía y sus ojos brillaban.
—¿Tú planeaste
esto? —le preguntó.
Hyukjae negó con
la cabeza.
—Solo sabía que
algo estaba pasando cuando llegué a la puerta. Pude oler a Hee y Hongki, y las
velas. Por eso dije que debíamos ir a ver a Hee y Siwon primero.
Donghae
permaneció de pie, mirándolo en silencio. Estaba tratando de procesar exactamente
lo que Hee estaba tratando de lograr orquestando esto. Tomó un respiro.
—¿Se supone que
voy a dormir contigo? —escupió.
Hyukjae se echó a
reír y, al ver que él no se reía, se detuvo y se acercó.
—No, Donghae mío.
No vamos a hacer el amor esta noche. Lo que vamos a hacer es realizar los Ritos
de Sangre.
La boca de Donghae
se abrió y luego la cerró de golpe. La abrió de nuevo para Decir algo, pero la
cerró de nuevo.
—¿Estás bien ?
—preguntó Hyukjae.
El asintió, pero
todavía no hablaba.
—Donghae, mírame.
—Hyukjae puso sus dedos bajo su barbilla y levantó su cabeza para que lo
mirara.
—¿Entiendes por
qué hay que hacerlo?
El asintió de
nuevo.
—Si yo pudiera
esperar… —comenzó y pareció ponerse nervioso—. Sé que probablemente querías
tener primero la ceremonia y tal vez incluso una boda como la que tus amigos
tuvieron y siento mucho que esto no sea especial. Quiero que sea especial para
ti porque entiendo que ésto es una gran cosa y…
—¿No es un gran
cosa para ti? —le interrumpió Donghae, pareciendo encontrar su voz.
Los ojos de Hyukjae
se agrandaron.
—Por supuesto que
es una gran cosa. Es enorme —le dijo—. Donghae, quiero esto más que nada.
Necesito esto. Necesito saber que llevas mi marca y mi olor. Quiero sentir tu
mordida. Y a pesar de que tu marca no se quedará en mí, quiero saber que tú me
has reclamado.
Cuando Donghae no
respondió él pasó una mano exasperada por su cabello.
—Lo arruiné por
completo, ¿cierto? —Se alejó de él y se quedó mirando a la cama donde yacía la
ropa.
Donghae se le
acercó por detrás y envolvió sus brazos alrededor de su cintura, presionando el
rostro contra su espalda. El verlo tan vulnerable tiró de algo muy profundo
dentro de su ser.
—Lo siento, sé
que esto es importante para ti. Eso no fue justo de mi parte. Estoy un poco
sorprendido eso es todo. Sé que necesitas esto, Hyukjae, y quiero dártelo.
Hyukjae giró en
sus brazos y colocó ambas manos en su cara. Se inclinó y suavemente tocó sus
labios con los suyos.
—Te amo —susurró.
Donghae sonrió suavemente.
—Lo sé —susurró
en respuesta—, y yo te amo.
Hyukjae dejó
escapar un profundo suspiro.
—¿Por qué no te
cambias? —Él hizo un gesto hacia la ropa.
Donghae tomó la
ropa y rápidamente se dirigió al cuarto de baño.
—Voy a, um, saldré
en un segundo —murmuró mientras cerraba la puerta detrás de él.
Hyukjae dejó
escapar un suspiro.
—Vaya manera de
hacerlo sentir cómodo —murmuró en voz baja.
Esperó lo que
pareció una eternidad y finalmente llamó suavemente a la puerta.
—¿Donghae?
—Esperó a que respondiera. Como no lo hizo él habló un poco más fuerte—. Donghae,
amor, ¿estás bien? —Oyó un sollozo y sintió que su lobo se revolvió dentro de
él. A su lobo no le gustaba la idea de Donghae estando triste.
Pensó que iba a
tener que tirar la puerta abajo si no la abría, pero cuando giró la perilla se
relajó un poco cuando ésta giró libremente.
Después de
empujar la puerta, su corazón se rompió cuando vio a su compañero acurrucado en
el suelo. Se había cambiado y él era lo suficientemente hombre para notar, a
pesar de las silenciosas lágrimas en su rostro, se veía espectacular.
Se arrodilló y lo
tomó en sus brazos. Donghae envolvió sus brazos alrededor de su cuello y se
aferró mientras él lo levantaba y lo llevaba al dormitorio. Se sentó en la cama
y lo acarició de cerca.
—Por favor, dime
lo que he hecho. Por favor, díme cómo solucionar este problema —le suplicó Hyukjae.
Donghae siguió
llorando mientras se aferraba a Hyukjae. Sabía que no debería ser tan emocional,
pero estaba más que abrumado. Él quería esto, lo quería a él, pero tenía miedo,
miedo de que no fuera lo que necesitaba o quería.
—No soy un lobo
—dijo en contra de su camisa donde escondió su rostro.
—Bueno, me alegro
que me dijeras antes de que sea demasiado tarde para echarse para atrás —bromeó
Hyukjae suavemente.
Donghae se apartó
y lo miró. El corazón de Hyukjae dolió cuando vio su rostro lleno de lágrimas.
—Lo digo en
serio, Hyukjae —le dijo—. Probablemente esperabas ser acoplado a un lobo, y en
su lugar tienes esto. —hizo un gesto a sí mismo.
Hyukjae dejó que
sus ojos se arrastran por su cuerpo.
—Sí, sí lo hice
—dijo él, la sensualidad atada en su voz.
Donghae se
sonrojó y le dio un codazo.
—Sabes lo que
quiero Decir.
—No, realmente
no, Donghae, porque eres mucho más de lo que podía haber pedido alguna vez para
mí. No me importa si no puedes cambiar a un ser peludo. Eres increíble, dulce y
precioso para mí. Eres un sanador y me has confiado tu cuidado. Me siento
honrado. Pero sobre todo me has dado a Ti, Donghae, una asombrosa persona que
ama con todo su corazón y es inteligente, amable y cariñoso. No hay nadie que
sea más perfecto para mí que tú.
Donghae lo miró a
los ojos y vio la verdad que había detrás de ellos.
—No tenemos que
hacer esto si no estás listo. Te dije que no te empujaría a hacer cualquier
cosa y me refiero a eso. —Él apartó las lágrimas sobrantes de sus mejillas.
Donghae negó con
la cabeza.
—No. No vamos a
esperar más. Sé que necesitas esto… me necesitas, y yo también te necesito. No
voy a Decir que no estoy asustado, pero no soy un cobarde y confío en ti.
Hyukjae lo
levantó y lo puso sobre la cama. Dio un paso atrás y se sacó la camisa por la
cabeza, tirándola al suelo. El aliento de Donghae se atascó en su garganta ante
su pecho y abdomen cincelado. Hyukjae era hermoso.
Él le ayudó a
ponerse de pies y se sentó en la cama, tirando de él hacia abajo sobre su
regazo. Le apartó el cabello y lo acarició justo debajo de la oreja. Respiró
hondo y se deleitó con su aroma. Mío, el olor se lo decía. Él era suyo. Sintió
a su lobo empujando hacia delante y sabía que sus ojos brillaban.
—¿Quieres que
vaya primero? —le preguntó, sus labios tan cerca de su cuello que Donghae se
estremeció cuando su cálido aliento acarició su piel. El asintió, sin habla.
—¿Dolerá?
—susurró.
Hyukjae besó su
piel y su lengua salió, saboreándole. Donghae dejó escapar un suave gemido.
—Seré amable —le
dijo mientras su mano vagaba arriba desde su cadera a su espalda y volvía a
bajar. Lo llevó con más fuerza contra él y con la otra mano se estiró y echó su
cabeza hacia un lado, dejando al descubierto su cuello. Él arrastró su nariz
hacia debajo desde su mandíbula hasta el cuello y hombro, dejando escapar un
gruñido.
Donghae dejó
escapar un jadeo cuando sintió los dientes de Hyukjae hundirse en su carne,
pero se relajó cuando sintió que él succionó. Sintió el tirón de la sangre de
su cuerpo y se hundió más profundamente en él. Donghae nunca se había sentido
sexy, pero en ese momento, con los labios de Hyukjae contra su piel, su mano en
la cadera, apretando y tirándole cerca… escuchándolo gemir y el ruido sordo que
emanaba de su pecho, en ese momento se sintió sexy.
Hyukjae luchó con
su deseo por su compañero mientras tragaba su sangre. Él lo estaba marcando y
eso sería suficiente por ahora. No mentiría y diría que no lo quería o
necesitaba. Lo necesitaba como necesitaba aire y sabía que nunca tendría
suficiente de él. Saboreando el pensamiento de que tenía el derecho de
abrazarlo, oyó gemir a su compañero y pensó en lo fácil que sería seducirlo. No
lo haría, pero ansió con interés el día en que pudiera.
Cuando se apartó
de su cuello, Donghae sintió su lengua trazar un camino desde justo debajo de
la oreja hasta justo debajo de su clavícula; sintió la subida y bajada de su
pecho mientras trataba de recuperar el aliento.
Hyukjae se
inclinó y tomó una toalla, sumergiéndola en el agua caliente. Le limpió toda la
marca de la mordedura, y luego besó el punto sensible.
—¿Estás bien? —le
preguntó.
Los ojos de Donghae
se abrieron mientras trataba de recuperar cierta apariencia de control. Dejó
escapar un suspiro y detuvo otro, haciéndolo una y otra vez hasta que
finalmente pudo hablar y sonar algo normal, en lugar de como un enamoradizo
adolescente.
—Eso fue… —hizo
una pausa, tratando de encontrar la palabra precisa, pero no pudo por lo que se
conformó con—, interesante.
Hyukjae se rió
entre dientes.
—Yo iba a Decir
increíble, pero interesante funciona.
Donghae se
sonrojó.
—No esperaba que
se sintiera bien.
—¿Te gustó?
Donghae agachó la
cabeza.
—¿A ti?
Hyukjae puso sus
labios junto a su oído y le susurró:
—Me encantó. —Lo
cambió de posición en su regazo para que pudiera llegar a su cuello con mayor
facilidad.
—¿Cómo se supone
que voy a morderte, Hyukjae? No tengo dientes afilados, puntiagudos como tú. —Donghae
estaba nervioso, sabía que esto era importante para completar los Ritos de
Sangre, pero también sabía que los dientes humanos no tenían filo y no
romperían la piel tan fácilmente como los dientes que él tenía.
La frente de Hyukjae
se frunció.
—Creo que la Gran
Luna probablemente ha trabajado en eso de alguna manera. Vamos a darle una
oportunidad y ver qué pasa.
—No quiero
hacerte daño —le dijo con sinceridad.
Hyukjae le apartó
el cabello de su cara.
—Soy bastante
duro, Donghae. Creo que puedo manejarlo.
Donghae se
inclinó hacia delante y besó sus labios suavemente. Hyukjae se quedó quieto. El
no era de iniciar la intimidad física y no quería asustarlo. Valientemente, Donghae
trazó besos de sus labios a la mandíbula y cuello. Hyukjae inclinó la cabeza
hacia atrás, su cuello disponible para su exploración. Lamió su piel tentativamente
y él gimió, acercándolo hacia él.
Donghae decidió
no pensar más acerca de lo que estaba a punto de hacer y se entregó a la
emoción detrás del acto. Se hundió en la profunda convicción de lo que
significaba Hyukjae para él y él para Hyukjae, que estaban destinados el uno al
otro y esto era correcto, que esto estaba destinado a ser y por eso, iba a
funcionar por sí solo. Le gustaba la sensación de su cuerpo pegado al suyo, se
deleitaba con sus manos errantes sobre él.
Finalmente, abrió
la boca y para su sorpresa, sus dientes se hundieron fácilmente en su piel. Sintió
la cálida inundación de líquido en su boca y casi se quedó sin aliento.
Esperando un sabor metálico, en vez de eso se vio recompensado con un sabor
dulce que le aguijoneó. Envolvió sus brazos alrededor de su cuello y lo atrajo
hacia sí, sacando otro gemido de su compañero.
Después de varios
minutos sintió a Hyukjae empujándolo suavemente hacia atrás. Donghae se apartó
y cerró los ojos. Estaba seguro que debía estar enfermo por sus acciones, pero
no podía estarlo. Estaba demasiado absorto en las emociones que le rodaban. Hyukjae
tomó otra toalla y después de mojarla, se la entregó para que pudiera limpiar
su cuello. Donghae observó la herida comenzar a curarse a sí misma con bastante
rapidez.
Hyukjae se
inclinó hacia delante y besó las lágrimas que él no se había dado cuenta habían
empezado a caer.
—¿Qué pasa, mi
amor? —preguntó Hyukjae en voz baja.
Donghae negó con
la cabeza y trató de ocultar su rostro en su pecho, pero él no lo iba a
permitir. Levantó su barbilla para que lo mirara y le vió fijamente a los ojos,
en busca de la razón detrás de las emociones.
—Dime, Donghae,
¿qué estás pensando? ¿Por qué las lágrimas, precioso?
—Simplemente no
me esperaba que fuera tan intenso, tan íntimo y correcto.
Hyukjae asintió
—Entiendo lo que
quieres Decir. Parece incluso más íntimo que como sería hacer el amor conmigo.
Donghae asintió
en acuerdo.
—¿Estamos… bien?
—preguntó Hyukjae, inseguro.
Donghae sonrió
dulcemente.
—Sí, mi amor,
estamos mejor que bien.
Hyukjae dejó
escapar una respiración profunda y lo atrajo hacia él. Le sostuvo el rostro
suavemente mientras lo besaba profundamente. En respuesta, abrió su boca, lo
que le permitió explorar el interior. Hyukjae lo sentó a su lado en la cama,
sin romper el beso.
Se besaron,
hablaron, y se besaron un poco más con la noche envuelta alrededor de ellos,
rodeándolos en la oscuridad. Ellos no se permitieron pensar en las cosas que
estaban pasando fuera de su puerta. No hablaron de todo lo que vendría o no. No
permitieron que el mal en el mundo penetrara la seguridad de este momento.
Hyukjae lo amaba,
vertió ese amor en que cada beso, cada caricia. Le susurró en su lengua y la suya
cuánto lo adoraba y amaba todo de él. Compartió lo que anhelaba y le encantó el
rubor que cubrió su piel cuando le contó que deseaba casarse con él, para que
pudieran participar de los placeres de un matrimonio y pareja acoplada. Donghae
expresó su aprensión y temores. Le dijo todo lo que había tenido tanto miedo de
él, todas las emociones que había sido tan reacio a expresar por temor de un
duradero corazón roto.
Donghae decidió
que era la mejor noche de su vida y, mientras se acurrucaba en sus brazos, con
la cabeza apoyada en su pecho, finalmente se sintió entero y completo.
Se quedó dormido
con el sonido de Hyukjae susurrando palabras de amor a su oído.
Hyukjae esperó a
estar seguro que Donghae estaba dormido antes de adentrarse en las emociones
que se habían ido acumulando en su interior. Sintió el rastro de lágrimas
lentamente por sus mejillas mientras se soltaba. Nunca había sentido tanto
amor, tanta paz como en este momento. Era suyo, por fin. Llevaba su marca, su
olor, y siempre lo haría. Casi le había suplicado que le permitiera hacer el
amor mientras le escuchaba decirle cuánto lo amaba, cuánto deseaba estar con
él, y podía sentarse todo el día sólo para estar en su presencia. En algún
momento le había rodado sobre su espalda y puso su cuerpo sobre el suyo, lo que
permitió a su lobo saborear el contacto de sus cuerpos, en la rectitud de su
ser rodeado por él. Donghae lo miró a los ojos, la inocencia le devolvió la
mirada a través de los de él. Con mucha confianza, Donghae pasó sus dedos por
el cabello de él y le sonrió, entregándose a él y sólo a él.
—Te amo, Donghae
mío. Te amo hoy y te amaré más mañana —le susurró a su compañero mientras
dejaba que el sueño lo arrebatara de él.
Dios!!! que cosa tan dulcemente perfecta!
ResponderEliminarame cada palabra! por fin el sexy monito le sampo el diente a su pecesito sanador!
oh si! Hee es el mejor, el haria que los ritos de sangre fueran especiales para su amigo!!!
hermoso! que lindo capituloooooo
y como soy la primera es mio!!!
Ay...mi corazón*0*
ResponderEliminarCreo que no tengo mucho que decir en este capítulo.
Hae es de Hyuk...
Hyuk es de Hae...
Qué más se puede decir que este par no se haya dicho al hacer los ritos de sangre.
Saben que aman y que son plenamente correspondidos.
Hee y Ki haciendole un ambiente romantivo a su amigo y sanador *0*
Que bello...❤