Yunho se sentaba
en el extremo izquierdo de la barra, con la espalda contra la pared. Hyukjae le
entregó un ginger ale, que él tomó, sin apartar los ojos de la habitación. Vio
a Sihyuk en la esquina izquierda de la Sala, conversando cordialmente con un
macho de la manada de Taiwán. Yunho había sido relevado cuando Andon había declarado
este bar terreno neutral. Aun así, Siwon había notificado a Vanness, el Alfa Taiwanés,
de su presencia. Había sido muy amable con ellos al estar en su territorio y
para que las cosas ahora se movieran sin problemas. Los jóvenes se estaban
comportando, y ninguno de los hombres se había puesto en modo, usando las
palabras de Hee, increíblemente irracio-idiotamente posesivo.
El realmente
tiene facilidad con las palabras, pensó Yunho para sí mismo.
Así que, hasta
ahora las cosas transcurrían sin complicaciones, como a él le gustaban. Debería
haber sabido que era demasiado bueno para que durara.
La puerta del bar
se abrió y Dambi entró. Sus ojos buscaron a través de la habitación,
aterrizando brevemente en Sihyuk y luego en Yunho. La cabeza de Yunho se
inclinó hacia un lado ante la mirada que ella tenía en sus ojos. Se movió
lentamente de la entrada, permitiéndole a la persona detrás de ella entrar.
Yunho respiró
hondo, inhalando por la nariz y el olor de su perfume hizo a su lobo luchar con
más fuerza. Se puso de pie bruscamente y, usando la velocidad de su lobo,
estuvo frente a él en un instante. Changmin se detuvo congelado, con los ojos
abiertos de par en par.
Yunho dio un paso
más cerca, sus ojos oscuros comenzando a brillar al pronunciar una única
palabra:
—Compañero.
El aliento de Changmin
quedó atrapado en su garganta al sentir la intensidad de las emociones de Yunho
arrastrarse sobre él. Todo y todos en la Sala se desvanecieron en la nada y era
como si sólo Yunho y él estuvieran allí. La palabra pronunciada colgaba entre
ellos. Parecía estar esperando por él… esperando qué, no lo sabía.
Changmin había
conocido a Yunho desde hace algún tiempo, pero nunca había tenido realmente una
conversación con él. Sabía que Yunho no era tan grande como algunos de los
machos de su especie, pero su ser dominante, en comparación su pequeño cuerpo,
le hacía parecer enorme ahora. Retrocedió un paso de él, tratando de conseguir
espacio para respirar. Él dejó escapar un gruñido bajo y Changmin se quedó
paralizado otra vez.
Temblando, quiso
mirar a Dambi en busca de orientación, pero tenía demasiado miedo de apartar
los ojos de la mirada penetrante del hombre ante él. Miedo que si rompía el
contacto visual, aunque sea por un segundo, podría abalanzarse. Cuando el
hombre dio otro paso hacia él, hizo lo que ningún animal nunca debe hacer
cuando se encuentra con otro depredador: corrío. Bueno, técnicamente, se
desapareció en el aire.
Fue al primer
lugar que su mente pensó. Abrió los ojos y se encontró de pie justo fuera del
velo a su reino. El bosque estaba silencioso mientras la noche lo envolvía en
los brazos de la cálida luz que brillaba bajo la luna. Sintió un dolor agudo en
su pecho y un lamento tan profundo que le hizo llorar.
Presionando su
espalda contra un árbol, Changmin se deslizó hasta el suelo, tratando de tomar
respiraciones lentas. Al mismo tiempo, sintió como si su alma estuviera siendo
desgarrada por la mitad.
Un minuto había
estado de pie delante de él, a escasos centímetros de distancia, y al siguiente
ya no estaba. Yunho gruñó y comenzó a temblar, pareciendo estar a segundos
lejos de un arrebato.
Siwon ya estaba
en movimiento cuando Hyukjae hizo contacto visual con él; el rápido movimiento
de cabeza que recibió de su Alfa confirmó sus acciones. Se volvió y miró a Sihyuk,
quien estaba esparando sus órdenes. Hyukjae le dirigió una inclinación de
cabeza y luego Sihyuk se estaba moviendo rápidamente hacia Yunho.
Hyukjae se volvió
hacia Andon.
—Lamento terminar
esta noche tan pronto, pero me temo que Siwon va a necesitar mi ayuda para
tratar con esto.
Andon asintió.
—No es ningún
problema. Eres bienvenido a volver mañana.
Hyukjae le dio un
rápido apretón de manos. Donghae lo siguió detrás mientras se dirigía
directamente hacia Hee. Cuando él llegó a su lado y lo tomó de la mano, para
sorpresa de Hee fue capaz de ponerse de pie. Hyukjae no se detuvo mientras
sacaba a los chicos hacia la puerta.
Dambi atrapó su
brazo mientras él pasaba a su lado.
—Se me necesita
aquí —dijo—. Así que, tú tendrás que quedarte con las parejas.
Hyukjae asintió,
con la boca en una línea apretada.
—Supuse que
serías la mejor para lidiar con esto. —Levantó la barbilla en dirección a Yunho,
quien apenas estaba siendo retenido por el poder de Siwon.
Hyukjae continuó
con los chicos. Donghae y Hee trataban de mantenerse en pie mientras él
avanzaba.
—Hyukjae, ¿ha
dicho lo que creo que dijo? —preguntó Hee, tirando del brazo de él para
liberarse y continuar por su cuenta.
—Compañero
—repitió Hyukjae la palabra pronunciada por Yunho—. Llamó a Changmin su
compañero.
—¿Es eso bueno o
malo? —preguntó Donghae tentativamente mientras llegaban al hotel, abriéndose
paso entre las puertas, y nunca frenando su ritmo.
—Si es real,
entonces es bueno —respondió Hyukjae—. Pero si es real y él huyó, bueno, eso
es…
—CMADTR —terminó Hee por
él.
Hyukjae miró por
encima del hombro a Hee, con las cejas levantadas de forma interrogante.
—Catastrófico más
allá de toda reparación —explicó Hee—. Trato de cuidar mi lenguaje… —Puso los
ojos en blanco—, a veces.
Yunho se paseaba
en la habitación de una pared a otra. Sus garras parcialmente extendidas y sus
caninos alargados. Todo dentro de él le decían ir tras el hada. No tenía ni
idea de dónde estaba, pero a su lobo no le importaba, estaba seguro que podía
encontrarlo en cualquier parte.
Sus ropas estaban
comenzando a sentirse demasiado apretadas, su piel sensible por la necesidad de
entrar en fase. En respuesta, se apresuró a quitarse su camisa por su cabeza y
la tiró al suelo. Mientras hacía otro paseo de un extremo de la habitación al
otro, cruzó frente al espejo del baño de la habitación del hotel. Se congeló.
La piel del lado
derecho de su espalda y cuello y la parte de atrás de su brazo derecho estaba
hormigueando. Mis marcas, pensó para sí mismo.
Yunho giró lentamente,
mirando por encima de su hombro a su espalda en el espejo. Su respiración se
detuvo mientras veía las marcas en su piel, que habían estado allí desde la
pubertad, cambiar ante sus ojos. Éstas ya eran elaboradas por su posición en la
manada, pero ahora que había encontrado a su compañero eran aún más
ornamentadas.
Los remolinos y
líneas negras subían por debajo de la cintura de sus pantalones hasta la parte
posterior de su cuello, justo hasta el nacimiento de su cabello. Luego se
arremolinaban hacia abajo y se deslizaban sobre su tríceps y codo, continuando
alrededor de la parte interior de su brazo a su muñeca. Las marcas nunca se
movieron a la parte delantera de su cuerpo, ya que, a pesar de que era
dominante, no era un Alfa.
Incluso después
que las marcas terminaron de cambiar, simplemente se quedó mirando por encima
de su hombro. Cuando Changmin huyó, Yunho pensó que tal vez estaba equivocado,
tal vez su lobo se equivocó y no era su compañero, pero ahora no tenía ninguna
duda. Era suyo. Después de esperar 135 años, 135 años de oscuridad
consumiéndolo poco a poco, finalmente lo había encontrado, sólo para perderlo
en un instante.
Yunho gruñó,
incapaz de contenerlo. Siwon fue capaz de evitar que entrara en fase y le había
dado la orden de permanecer en su habitación, pero su lobo e incluso el hombre
estaban peleando. Estaba ahí fuera, sin él. Desprotegido. Un Fae.
¿Cómo era incluso
posible que un Fae fuera su compañero? Sabía que podía mantenerse a sí mismo en
una pelea, pero aún así estaba preocupado por él. ¿Dónde había ido? Dejando la
fuerza de Changmin a un lado, el punto era que él era su compañero. Pertenecía
a su lado, bajo su protección.
Yunho se detuvo
en seco y cerró sus ojos, buscando calma y control. Recordó el olor que atrapó
cuando él entró en el bar. Olía como a frambuesas y rocío de la mañana. Fue la
cosa más fascinante que jamás había olido. Y mientras pensaba en ello, sufrió
por él.
—Changmin
—susurró en la habitación vacía. ¿Por qué huyó? ¿Se sintió amenazado? ¿Le
temía?
Dambi entró en la
habitación, Hee y Siwon en sus talones.
La Fae se sentó
en el extremo de una de las camas dobles. Sabía que ayudaría a aplacar al lobo
de Yunho si se mantenía por debajo que él. Hee comenzó a sentarse, pero Siwon
envolvió un brazo alrededor de su cintura y lo atrajo hacia él.
«Si te sientas,
le estás diciendo a su lobo que él es dominante sobre ti. Tú eres mi compañero,
por lo tanto, eres un Alfa para él. Siempre tienes que estar pensando en estas
cosas, princesa. Te conviertes en una presa fácil para cualquier persona que
podría utilizar tu ignorancia en contra tuya».
Hee no respondió,
pero le hizo saber que entendió lo que le estaba diciendo. Se alegró por la
información y de que Siwon fuera paciente enseñándole cosas, que debía saber
como una pareja Alfa, pero seguía sin entender debido a ser nuevo en este
mundo.
—Necesitamos
hablar —dijo Dambi serenamente.
Yunho resopló,
tan poco como Yunho.
—¿Eso crees?
Eso es, Yunho,
pensó Hee. Pon algo de actitud, hazle saber quién es el hombre.
«Heechul»,
reprendió Siwon.
«Lo siento, se me
olvida que te gusta escuchar mis diálogos internos».
—¿Cómo es posible
que un hada sea mi compañero? —preguntó Yunho con los dientes apretados.
—Bueno, es una
nueva novedad.
Yunho esperó a
que Dambi continuara.
—Wadim se acercó
a Junjin hace sólo unos días para Decirle que la Gran Luna había llegado a él
en un sueño. —Dambi pasó a explicar todo. Mientras hablaba, la habitación quedó
extrañamente quieta.
Tan pronto como
terminó, todo el mundo esperó la respuesta de Yunho. Hee se adelantó.
—Cállate.
Siwon permaneció
en silencio conmocionado.
—¿La Gran Luna
hizo esto posible? —preguntó Yunho asombrado.
—Ella ha visto
cómo han luchado como especie, cómo han luchado entre ustedes, y ahora cómo Junjin
y Siwon están tratando de unir a las manadas de nuevo. Sabe que sus lobos son
más fuertes con sus parejas; sabe que mi gente son en el mejor de los casos
egoístas, y en el peor de los casos unos completos idiotas. Las Fae se han
vuelto complacientes en su mundo detrás del velo, sin preocuparse por las
necesidades de otros seres sobrenaturales. Ella ha creado una forma de ayudar a
ambas especies. A pesar de que las Fae pueden tender a ser reacias a asistir a
las batallas de los demás, no dejará a uno de los nuestros valerse por sí
mismo. Por lo tanto, si un Fae está acoplado con un Canis lupis y la Fae es
atacada, entonces toda la raza Fae extenderá su ayuda a los Canis lupis.
Yunho se acercó a
la ventana de la habitación del hotel. Miró hacia la oscuridad, la oscuridad
con la que tuvo una relación durante tanto tiempo. Ahora, por primera vez en su
vida, sintió una pequeña rendija de luz atravesarla, sólo viendo su rostro. En
su presencia él había sentido algún alivio de la lucha en que su vida se había
convertido. Su lobo estaba constantemente inquieto, deseando que llegara la
próxima cacería, la siguiente pelea.
—¿Dónde está? —le
preguntó a Dambi sin volverse.
—En el velo que
pasa a nuestro reino.
Yunho cerró sus
ojos, estirándose con su mente, buscando el vínculo mental. Nada. Girando a su
alrededor, clavó sus ojos marrones tan ligeros que parecían de cristal en Dambi.
Brillaban mientras hablaba, y la intensidad de su voz pareció hacer descender
la temperatura de la habitación.
—Necesito verlo.
Necesito saber si está a salvo. Lo necesito a mi lado. —La voz de Yunho fue
convirtiéndose en un gruñido mientras hablaba.
Siwon dio un paso
adelante.
—Vamos a traerlo
de vuelta, Yunho. Necesito que estés calmado y mantengas despejada la cabeza.
Hee nunca había
visto a Yunho tan fuera de sí. Era muy desconcertante ver a alguien que solía
ser tan tranquilo y sereno comenzar a desmoronarse. Acaba de demostrarse una
vez más lo importante que era la pareja para un hombre.
—Dame un poco de
tiempo, Yunho —dijo Dambi—. Iré a hablar con él. Pero necesitas ser paciente.
Está no es la manera en nuestro pueblo. No va a entender la intensidad de tus
sentimientos, ni va a entender tu naturaleza posesiva. Entiende por favor.
Yunho la
interrumpió, y aunque Hee nunca había oído gritar a Yunho, sabía que no quería
volver a oírlo otra vez.
—¡DETENTE! —La
tensión en la Sala era increíble—. Tráelo de regreso, Dambi. Sólo tráelo de
vuelta.
Hee estaba
impresionado que Dambi ni se inmutó ante la mirada inquebrantable de Yunho.
Dambi asintió una
vez y luego se había ido.
—¿Qué dem…?
—murmuró Hee—. Eso es raro —dijo, refiriéndose a la repentina desaparición de Dambi.
—¿Vas a estar
bien aquí, Yunho? —preguntó Siwon, preocupado sinceramente por su viejo amigo.
Yunho asintió.
—Sólo necesito
estar solo, por favor.
La firmeza de su
voz asustó a Hee casi más que el arrebato. Dio un paso hacia adelante,
necesitando hacerle saber que iba a estar bien, pero no estaba ni a la mitad de
un paso antes que Siwon volviera a poner un gran brazo alrededor de su cintura.
—Nunca te
acerques a un hombre que está en ese estado mental.
Hee dejó escapar
un bufido.
—¿Hay un maldito
manual de instrucciones o algo así?
Siwon rió
suavemente mientras lo empujaba fuera de la habitación de Yunho, cerrando
suavemente la puerta detrás de ellos.
Changmin no saltó
cuando Dambi de repente estuvo sentada a su lado en el suelo frío delante del
velo.
—¿Planeando
visitar a la familia? —preguntó Dambi.
Changmin no
respondió de inmediato y parecía estar reuniendo sus pensamientos. Su mente
estaba dispersa y no estaba seguro de cómo debía sentirse.
—Sé que nos
dijiste que había una posibilidad de que Henry y yo fuéramos acoplados a uno de
los Canis lupis, pero en realidad no lo asimilé hasta que Yunho estaba parado
ahí, llamándome su compañero.
Dambi se rió
entre dientes.
—Son muy
intensos.
—Eso es Decir
poco realmente, Dambi. Ni siquiera puedo describir lo que sentí cuando me miró,
cuando llegó cerca de mí.
—¿Te sentiste
completo por primera vez? —preguntó Dambi a sabiendas.
Changmin asintió.
—Completo. Y a pesar
de que estaba aterrorizado en mi mente, quería que me envolviera en sus brazos.
Incluso ahora estoy luchando contra el impulso de volver a él. Puedo sentirlo.
Creo que si no lo bloqueara en mi mente, podría hablar con él.
—¿Por qué estás
luchando contra ello? Has existido el tiempo suficiente para saber que esto no
es algo de lo que te puedas alejar. No te abandonará.
—¿Cómo está?
—preguntó Changmin, genuinamente preocupado por él, sabiendo que debía estar
frenético por encontrarlo y sufriendo tanto o peor de lo que él lo estaba.
—Él está luchando
para mantenerse calmado. Yunho es inusualmente controlado para ser un macho
desacoplado, pero el que tú lo dejaras tirado de esa forma ha puesto seriamente
a prueba esa famosa determinación.
—¿Qué debo hacer?
—Changmin miró a su líder y amiga de muchos años, buscando algo en los ojos de Dambi,
algo que le diría que todo iba a estar bien.
—Regresa con él.
Escucha lo que tiene que Decirte y trata de darte cuenta que esto es una
bendición, para ambas razas.
Antes que Changmin
pudiera volver a pensar en su decisión, cerró sus ojos y le dijo a Dambi:
—Muéstrame. —Le
estaba pidiendo a Dambi que le mostrara en dónde estaba Yunho. Tan pronto como
lo vio en su mente, se había ido.
Dambi miró hacia
el cielo y empujó sus pensamientos.
—Espero que sepas
lo que estás haciendo, Gran Luna.
Yunho se giró
lentamente al sentir repentinamente su presencia detrás de él. Sus ojos se
encontraron, y Yunho sintió el aire salir de él, como si alguien le hubiera
dado un puñetazo en el estómago. Tomó pasos lentos y medidos hasta situarse a
menos de un pie de distancia.
—Te fuiste —habló
en voz baja, el cazador atrayendo a su presa hacía él.
—Estaba un poco
sorprendido y bastante asustado. Y, para ser honesto, aún lo estoy —chilló Changmin.
—No voy a hacerte
daño. —Yunho miró profundamente a sus inusuales ojos plateados.
—No estoy preocupado
de que me lastimes. No puedes.
Yunho inclinó su
cabeza a un lado mientras preguntaba:
—Entonces, ¿qué
te preocupa?
—Realmente no te
conozco, y ahora voy por pasar el resto de mi vida contigo, con tu manada.
—Quédate conmigo,
Changmin. Llegaremos a conocernos el uno al otro.
—¿Es realmente
tan simple?
Yunho sonrió
suavemente y Changmin se quedó sin aliento. Nunca le había prestado mucha
atención, pero ahora, de pie frente a él, mirándolo fijamente, se dio cuenta
que Yunho era hermoso. No femeninamente, pero sin duda hermoso. No era
especialmente alto, pero era muy musculoso y tenía la presencia de un
dominante. Tenía el cabello corto y oscuro. Tenía una fuerte mandíbula, pómulos
definidos, y una nariz recta. Todo en él era simétrico, nada parecía fuera de
lugar. En una palabra, Yunho era elegante. A pesar de que parecía estar en sus
veinte años, sus ojos y su madurez Decían que era mucho más viejo.
—Sólo es tan
complicado como lo hagamos, Changmin, mon amour.
—¿Hablas francés?
—Hablo muchos
idiomas. Pero encuentro que el francés es muy hermoso cuando deseas expresar
los… sentimientos complejos.
—Y, ¿ahora qué? —Changmin
miró alrededor de la habitación de hotel.
—Ahora te pediré
una pequeña indulgencia. —La cabeza de Changmin giró rápidamente y sus ojos se
encontraron con los de color marrón claro de Yunho, que brillaban intensamente.
—¿Indulgencia?
—preguntó nerviosamente.
Yunho asintió una
vez, dando otro paso hacia él, lo suficientemente cerca como para sentir el
aliento del otro en sus rostros.
—Mi lobo estaba
casi fuera de control más temprano. Yo mismo he estado más inestable de lo que
puedo recordar haber estado. No sabía adónde te habías ido, sin saber si alguna
vez te volvería a ver… era peligroso para cualquier persona estar cerca de mí.
Te quiero pedir que me permitas abrazarte, sentirte a salvo en mis brazos.
Changmin no podía
creer la cantidad de vulnerabilidad que Yunho le estaba permitiendo ver en él.
Estaba, en verdad, bastante rendido por ello.
Asintió,
autorizándolo y en un abrir y cerrar de ojos, estaba en su regazo mientras él
estaba sentado en la cama. Apoyó su cabeza en su hombro y se estremeció
mientras el recorría pequeños círculos de consuelo en su espalda. Antes que se
diera cuenta de lo que estaba haciendo, se acurrucó más cerca, necesitando
estar lo más cerca posible y sin entender por qué. Lo oyó murmurar en francés
de nuevo. Fuera de todas las lenguas que conocía, era curioso que el francés no
fuera una de ellas.
—¿Qué acabas de Decir?
—preguntó, sin mover su cabeza de su hombro.
Yunho lo estrechó
con más fuerza contra su pecho.
—Dije: “He
esperado tanto tiempo por ti”. —Yunho no quería Decirle que él también había
dicho que nunca lo dejaría ir. Ya se había asustado lo suficiente; no quería
añadir más a su aprehensión.
—¿Eso es todo lo
que dijiste?
—Es lo que
importa que sepas —dijo Yunho vagamente.
«No soy tan
frágil como para que no me puedas Decir la verdad». Changmin decidió abrir el
vínculo que había estado bloqueando, con la esperanza de demostrarle que no iba
a huir de nuevo.
Yunho se retiró
abruptamente a mirarlo. Podía ver la esperanza que brillaba en sus ojos, así
como la forma convincente en que le necesitaba.
«¿Has conseguido
tus marcas también?»
«No lo sé. ¿Dónde
estarían?»
—En cualquier
lugar —respondió seriamente. Changmin estaba impresionado por su habilidad
madura de dejar pasar la oportunidad para una broma traviesa.
—Tal vez debería
revisar. —Se levantó de su regazo y se dirigió hacia el baño.
—Déjeme saber si
necesitas ayuda —dijo Yunho con un brillo en sus ojos.
Ah, ahí está el
hombre en él, pensó Changmin.
—Creo que puedo
con esto, Guardián —resopló mientras cerraba la puerta del baño.
Yunho se sorprendió
que lo hubiera llamado Guardián. No se le había llamado así desde hace mucho
tiempo, aunque ese había sido su trabajo cuando Kangin era un niño, cuidando
del futuro Alfa de la manada. Esa había sido su única responsabilidad.
Si tuviera que
ser honesto, una vez que Kangin ya no necesitó de él como su Guardián, Yunho se
había sentido un poco perdido en cuanto a cuál sería su lugar en la manada.
Ahora, al encontrar a Changmin, tenía de nuevo un propósito. Detrás de esa
puerta del baño, tenía un futuro, y por primera vez en mucho tiempo, en
realidad se sintió en paz con lo que el futuro deparaba.
Jodido fic tan bueno!!!
ResponderEliminarEn serio lo AMO!!!!
Me encanta!!!
Ahhhh
Oh si~ el guardián a encontrado a su compañero!!!!
Jajajajaja ese Hee~ él es lo mejor de las mejor!!! Jajajja ya somos dos que necesitamos un manual de cannis lupis!
a veces me desespero por saber mas asi que donde esta la guia
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