Sapphire Wolf (T5)- 14



Yunho se sentaba en el extremo izquierdo de la barra, con la espalda contra la pared. Hyukjae le entregó un ginger ale, que él tomó, sin apartar los ojos de la habitación. Vio a Sihyuk en la esquina izquierda de la Sala, conversando cordialmente con un macho de la manada de Taiwán. Yunho había sido relevado cuando Andon había declarado este bar terreno neutral. Aun así, Siwon había notificado a Vanness, el Alfa Taiwanés, de su presencia. Había sido muy amable con ellos al estar en su territorio y para que las cosas ahora se movieran sin problemas. Los jóvenes se estaban comportando, y ninguno de los hombres se había puesto en modo, usando las palabras de Hee, increíblemente irracio-idiotamente posesivo.
El realmente tiene facilidad con las palabras, pensó Yunho para sí mismo.
Así que, hasta ahora las cosas transcurrían sin complicaciones, como a él le gustaban. Debería haber sabido que era demasiado bueno para que durara.
La puerta del bar se abrió y Dambi entró. Sus ojos buscaron a través de la habitación, aterrizando brevemente en Sihyuk y luego en Yunho. La cabeza de Yunho se inclinó hacia un lado ante la mirada que ella tenía en sus ojos. Se movió lentamente de la entrada, permitiéndole a la persona detrás de ella entrar.
Yunho podría jurar que su corazón dejó de latir cuando observó entrar al hada  Changmin. Sintió a su lobo empujar, por primera vez en mucho tiempo, luchando contra el hombre para tomar el dominio.
Yunho respiró hondo, inhalando por la nariz y el olor de su perfume hizo a su lobo luchar con más fuerza. Se puso de pie bruscamente y, usando la velocidad de su lobo, estuvo frente a él en un instante. Changmin se detuvo congelado, con los ojos abiertos de par en par.
Yunho dio un paso más cerca, sus ojos oscuros comenzando a brillar al pronunciar una única palabra:
—Compañero.

El aliento de Changmin quedó atrapado en su garganta al sentir la intensidad de las emociones de Yunho arrastrarse sobre él. Todo y todos en la Sala se desvanecieron en la nada y era como si sólo Yunho y él estuvieran allí. La palabra pronunciada colgaba entre ellos. Parecía estar esperando por él… esperando qué, no lo sabía.
Changmin había conocido a Yunho desde hace algún tiempo, pero nunca había tenido realmente una conversación con él. Sabía que Yunho no era tan grande como algunos de los machos de su especie, pero su ser dominante, en comparación su pequeño cuerpo, le hacía parecer enorme ahora. Retrocedió un paso de él, tratando de conseguir espacio para respirar. Él dejó escapar un gruñido bajo y Changmin se quedó paralizado otra vez.
Temblando, quiso mirar a Dambi en busca de orientación, pero tenía demasiado miedo de apartar los ojos de la mirada penetrante del hombre ante él. Miedo que si rompía el contacto visual, aunque sea por un segundo, podría abalanzarse. Cuando el hombre dio otro paso hacia él, hizo lo que ningún animal nunca debe hacer cuando se encuentra con otro depredador: corrío. Bueno, técnicamente, se desapareció en el aire.
Fue al primer lugar que su mente pensó. Abrió los ojos y se encontró de pie justo fuera del velo a su reino. El bosque estaba silencioso mientras la noche lo envolvía en los brazos de la cálida luz que brillaba bajo la luna. Sintió un dolor agudo en su pecho y un lamento tan profundo que le hizo llorar.
Presionando su espalda contra un árbol, Changmin se deslizó hasta el suelo, tratando de tomar respiraciones lentas. Al mismo tiempo, sintió como si su alma estuviera siendo desgarrada por la mitad.

Un minuto había estado de pie delante de él, a escasos centímetros de distancia, y al siguiente ya no estaba. Yunho gruñó y comenzó a temblar, pareciendo estar a segundos lejos de un arrebato.
Siwon ya estaba en movimiento cuando Hyukjae hizo contacto visual con él; el rápido movimiento de cabeza que recibió de su Alfa confirmó sus acciones. Se volvió y miró a Sihyuk, quien estaba esparando sus órdenes. Hyukjae le dirigió una inclinación de cabeza y luego Sihyuk se estaba moviendo rápidamente hacia Yunho.
Hyukjae se volvió hacia Andon.
—Lamento terminar esta noche tan pronto, pero me temo que Siwon va a necesitar mi ayuda para tratar con esto.
Andon asintió.
—No es ningún problema. Eres bienvenido a volver mañana.
Hyukjae le dio un rápido apretón de manos. Donghae lo siguió detrás mientras se dirigía directamente hacia Hee. Cuando él llegó a su lado y lo tomó de la mano, para sorpresa de Hee fue capaz de ponerse de pie. Hyukjae no se detuvo mientras sacaba a los chicos hacia la puerta.
Dambi atrapó su brazo mientras él pasaba a su lado.
—Se me necesita aquí —dijo—. Así que, tú tendrás que quedarte con las parejas.
Hyukjae asintió, con la boca en una línea apretada.
—Supuse que serías la mejor para lidiar con esto. —Levantó la barbilla en dirección a Yunho, quien apenas estaba siendo retenido por el poder de Siwon.
Hyukjae continuó con los chicos. Donghae y Hee trataban de mantenerse en pie mientras él avanzaba.
—Hyukjae, ¿ha dicho lo que creo que dijo? —preguntó Hee, tirando del brazo de él para liberarse y continuar por su cuenta.
—Compañero —repitió Hyukjae la palabra pronunciada por Yunho—. Llamó a Changmin su compañero.
—¿Es eso bueno o malo? —preguntó Donghae tentativamente mientras llegaban al hotel, abriéndose paso entre las puertas, y nunca frenando su ritmo.
—Si es real, entonces es bueno —respondió Hyukjae—. Pero si es real y él huyó, bueno, eso es…
—CMADTR —terminó Hee por él.
Hyukjae miró por encima del hombro a Hee, con las cejas levantadas de forma interrogante.
—Catastrófico más allá de toda reparación —explicó Hee—. Trato de cuidar mi lenguaje… —Puso los ojos en blanco—, a veces.


Yunho se paseaba en la habitación de una pared a otra. Sus garras parcialmente extendidas y sus caninos alargados. Todo dentro de él le decían ir tras el hada. No tenía ni idea de dónde estaba, pero a su lobo no le importaba, estaba seguro que podía encontrarlo en cualquier parte.
Sus ropas estaban comenzando a sentirse demasiado apretadas, su piel sensible por la necesidad de entrar en fase. En respuesta, se apresuró a quitarse su camisa por su cabeza y la tiró al suelo. Mientras hacía otro paseo de un extremo de la habitación al otro, cruzó frente al espejo del baño de la habitación del hotel. Se congeló.
La piel del lado derecho de su espalda y cuello y la parte de atrás de su brazo derecho estaba hormigueando. Mis marcas, pensó para sí mismo.
Yunho giró lentamente, mirando por encima de su hombro a su espalda en el espejo. Su respiración se detuvo mientras veía las marcas en su piel, que habían estado allí desde la pubertad, cambiar ante sus ojos. Éstas ya eran elaboradas por su posición en la manada, pero ahora que había encontrado a su compañero eran aún más ornamentadas.
Los remolinos y líneas negras subían por debajo de la cintura de sus pantalones hasta la parte posterior de su cuello, justo hasta el nacimiento de su cabello. Luego se arremolinaban hacia abajo y se deslizaban sobre su tríceps y codo, continuando alrededor de la parte interior de su brazo a su muñeca. Las marcas nunca se movieron a la parte delantera de su cuerpo, ya que, a pesar de que era dominante, no era un Alfa.
Incluso después que las marcas terminaron de cambiar, simplemente se quedó mirando por encima de su hombro. Cuando Changmin huyó, Yunho pensó que tal vez estaba equivocado, tal vez su lobo se equivocó y no era su compañero, pero ahora no tenía ninguna duda. Era suyo. Después de esperar 135 años, 135 años de oscuridad consumiéndolo poco a poco, finalmente lo había encontrado, sólo para perderlo en un instante.
Yunho gruñó, incapaz de contenerlo. Siwon fue capaz de evitar que entrara en fase y le había dado la orden de permanecer en su habitación, pero su lobo e incluso el hombre estaban peleando. Estaba ahí fuera, sin él. Desprotegido. Un Fae.
¿Cómo era incluso posible que un Fae fuera su compañero? Sabía que podía mantenerse a sí mismo en una pelea, pero aún así estaba preocupado por él. ¿Dónde había ido? Dejando la fuerza de Changmin a un lado, el punto era que él era su compañero. Pertenecía a su lado, bajo su protección.
Yunho se detuvo en seco y cerró sus ojos, buscando calma y control. Recordó el olor que atrapó cuando él entró en el bar. Olía como a frambuesas y rocío de la mañana. Fue la cosa más fascinante que jamás había olido. Y mientras pensaba en ello, sufrió por él.
—Changmin —susurró en la habitación vacía. ¿Por qué huyó? ¿Se sintió amenazado? ¿Le temía?
Dambi entró en la habitación, Hee y Siwon en sus talones.
La Fae se sentó en el extremo de una de las camas dobles. Sabía que ayudaría a aplacar al lobo de Yunho si se mantenía por debajo que él. Hee comenzó a sentarse, pero Siwon envolvió un brazo alrededor de su cintura y lo atrajo hacia él.
«Si te sientas, le estás diciendo a su lobo que él es dominante sobre ti. Tú eres mi compañero, por lo tanto, eres un Alfa para él. Siempre tienes que estar pensando en estas cosas, princesa. Te conviertes en una presa fácil para cualquier persona que podría utilizar tu ignorancia en contra tuya».
Hee no respondió, pero le hizo saber que entendió lo que le estaba diciendo. Se alegró por la información y de que Siwon fuera paciente enseñándole cosas, que debía saber como una pareja Alfa, pero seguía sin entender debido a ser nuevo en este mundo.
—Necesitamos hablar —dijo Dambi serenamente.
Yunho resopló, tan poco como Yunho.
—¿Eso crees?
Eso es, Yunho, pensó Hee. Pon algo de actitud, hazle saber quién es el hombre.
«Heechul», reprendió Siwon.
«Lo siento, se me olvida que te gusta escuchar mis diálogos internos».
—¿Cómo es posible que un hada sea mi compañero? —preguntó Yunho con los dientes apretados.
—Bueno, es una nueva novedad.
Yunho esperó a que Dambi continuara.
—Wadim se acercó a Junjin hace sólo unos días para Decirle que la Gran Luna había llegado a él en un sueño. —Dambi pasó a explicar todo. Mientras hablaba, la habitación quedó extrañamente quieta.
Tan pronto como terminó, todo el mundo esperó la respuesta de Yunho. Hee se adelantó.
—Cállate.
Siwon permaneció en silencio conmocionado.
—¿La Gran Luna hizo esto posible? —preguntó Yunho asombrado.
—Ella ha visto cómo han luchado como especie, cómo han luchado entre ustedes, y ahora cómo Junjin y Siwon están tratando de unir a las manadas de nuevo. Sabe que sus lobos son más fuertes con sus parejas; sabe que mi gente son en el mejor de los casos egoístas, y en el peor de los casos unos completos idiotas. Las Fae se han vuelto complacientes en su mundo detrás del velo, sin preocuparse por las necesidades de otros seres sobrenaturales. Ella ha creado una forma de ayudar a ambas especies. A pesar de que las Fae pueden tender a ser reacias a asistir a las batallas de los demás, no dejará a uno de los nuestros valerse por sí mismo. Por lo tanto, si un Fae está acoplado con un Canis lupis y la Fae es atacada, entonces toda la raza Fae extenderá su ayuda a los Canis lupis.
Yunho se acercó a la ventana de la habitación del hotel. Miró hacia la oscuridad, la oscuridad con la que tuvo una relación durante tanto tiempo. Ahora, por primera vez en su vida, sintió una pequeña rendija de luz atravesarla, sólo viendo su rostro. En su presencia él había sentido algún alivio de la lucha en que su vida se había convertido. Su lobo estaba constantemente inquieto, deseando que llegara la próxima cacería, la siguiente pelea.
—¿Dónde está? —le preguntó a Dambi sin volverse.
—En el velo que pasa a nuestro reino.
Yunho cerró sus ojos, estirándose con su mente, buscando el vínculo mental. Nada. Girando a su alrededor, clavó sus ojos marrones tan ligeros que parecían de cristal en Dambi. Brillaban mientras hablaba, y la intensidad de su voz pareció hacer descender la temperatura de la habitación.
—Necesito verlo. Necesito saber si está a salvo. Lo necesito a mi lado. —La voz de Yunho fue convirtiéndose en un gruñido mientras hablaba.
Siwon dio un paso adelante.
—Vamos a traerlo de vuelta, Yunho. Necesito que estés calmado y mantengas despejada la cabeza.
Hee nunca había visto a Yunho tan fuera de sí. Era muy desconcertante ver a alguien que solía ser tan tranquilo y sereno comenzar a desmoronarse. Acaba de demostrarse una vez más lo importante que era la pareja para un hombre.
—Dame un poco de tiempo, Yunho —dijo Dambi—. Iré a hablar con él. Pero necesitas ser paciente. Está no es la manera en nuestro pueblo. No va a entender la intensidad de tus sentimientos, ni va a entender tu naturaleza posesiva. Entiende por favor.
Yunho la interrumpió, y aunque Hee nunca había oído gritar a Yunho, sabía que no quería volver a oírlo otra vez.
—¡DETENTE! —La tensión en la Sala era increíble—. Tráelo de regreso, Dambi. Sólo tráelo de vuelta.
Hee estaba impresionado que Dambi ni se inmutó ante la mirada inquebrantable de Yunho.
Dambi asintió una vez y luego se había ido.
—¿Qué dem…? —murmuró Hee—. Eso es raro —dijo, refiriéndose a la repentina desaparición de Dambi.
—¿Vas a estar bien aquí, Yunho? —preguntó Siwon, preocupado sinceramente por su viejo amigo.
Yunho asintió.
—Sólo necesito estar solo, por favor.
La firmeza de su voz asustó a Hee casi más que el arrebato. Dio un paso hacia adelante, necesitando hacerle saber que iba a estar bien, pero no estaba ni a la mitad de un paso antes que Siwon volviera a poner un gran brazo alrededor de su cintura.
—Nunca te acerques a un hombre que está en ese estado mental.
Hee dejó escapar un bufido.
—¿Hay un maldito manual de instrucciones o algo así?
Siwon rió suavemente mientras lo empujaba fuera de la habitación de Yunho, cerrando suavemente la puerta detrás de ellos.


Changmin no saltó cuando Dambi de repente estuvo sentada a su lado en el suelo frío delante del velo.
—¿Planeando visitar a la familia? —preguntó Dambi.
Changmin no respondió de inmediato y parecía estar reuniendo sus pensamientos. Su mente estaba dispersa y no estaba seguro de cómo debía sentirse.
—Sé que nos dijiste que había una posibilidad de que Henry y yo fuéramos acoplados a uno de los Canis lupis, pero en realidad no lo asimilé hasta que Yunho estaba parado ahí, llamándome su compañero.
Dambi se rió entre dientes.
—Son muy intensos.
—Eso es Decir poco realmente, Dambi. Ni siquiera puedo describir lo que sentí cuando me miró, cuando llegó cerca de mí.
—¿Te sentiste completo por primera vez? —preguntó Dambi a sabiendas.
Changmin asintió.
—Completo. Y a pesar de que estaba aterrorizado en mi mente, quería que me envolviera en sus brazos. Incluso ahora estoy luchando contra el impulso de volver a él. Puedo sentirlo. Creo que si no lo bloqueara en mi mente, podría hablar con él.
—¿Por qué estás luchando contra ello? Has existido el tiempo suficiente para saber que esto no es algo de lo que te puedas alejar. No te abandonará.
—¿Cómo está? —preguntó Changmin, genuinamente preocupado por él, sabiendo que debía estar frenético por encontrarlo y sufriendo tanto o peor de lo que él lo estaba.
—Él está luchando para mantenerse calmado. Yunho es inusualmente controlado para ser un macho desacoplado, pero el que tú lo dejaras tirado de esa forma ha puesto seriamente a prueba esa famosa determinación.
—¿Qué debo hacer? —Changmin miró a su líder y amiga de muchos años, buscando algo en los ojos de Dambi, algo que le diría que todo iba a estar bien.
—Regresa con él. Escucha lo que tiene que Decirte y trata de darte cuenta que esto es una bendición, para ambas razas.
Antes que Changmin pudiera volver a pensar en su decisión, cerró sus ojos y le dijo a Dambi:
—Muéstrame. —Le estaba pidiendo a Dambi que le mostrara en dónde estaba Yunho. Tan pronto como lo vio en su mente, se había ido.
Dambi miró hacia el cielo y empujó sus pensamientos.
—Espero que sepas lo que estás haciendo, Gran Luna.

Yunho se giró lentamente al sentir repentinamente su presencia detrás de él. Sus ojos se encontraron, y Yunho sintió el aire salir de él, como si alguien le hubiera dado un puñetazo en el estómago. Tomó pasos lentos y medidos hasta situarse a menos de un pie de distancia.
—Te fuiste —habló en voz baja, el cazador atrayendo a su presa hacía él.
—Estaba un poco sorprendido y bastante asustado. Y, para ser honesto, aún lo estoy —chilló Changmin.
—No voy a hacerte daño. —Yunho miró profundamente a sus inusuales ojos plateados.
—No estoy preocupado de que me lastimes. No puedes.
Yunho inclinó su cabeza a un lado mientras preguntaba:
—Entonces, ¿qué te preocupa?
—Realmente no te conozco, y ahora voy por pasar el resto de mi vida contigo, con tu manada.
—Quédate conmigo, Changmin. Llegaremos a conocernos el uno al otro.
—¿Es realmente tan simple?
Yunho sonrió suavemente y Changmin se quedó sin aliento. Nunca le había prestado mucha atención, pero ahora, de pie frente a él, mirándolo fijamente, se dio cuenta que Yunho era hermoso. No femeninamente, pero sin duda hermoso. No era especialmente alto, pero era muy musculoso y tenía la presencia de un dominante. Tenía el cabello corto y oscuro. Tenía una fuerte mandíbula, pómulos definidos, y una nariz recta. Todo en él era simétrico, nada parecía fuera de lugar. En una palabra, Yunho era elegante. A pesar de que parecía estar en sus veinte años, sus ojos y su madurez Decían que era mucho más viejo.
—Sólo es tan complicado como lo hagamos, Changmin, mon amour.
—¿Hablas francés?
—Hablo muchos idiomas. Pero encuentro que el francés es muy hermoso cuando deseas expresar los… sentimientos complejos.
—Y, ¿ahora qué? —Changmin miró alrededor de la habitación de hotel.
—Ahora te pediré una pequeña indulgencia. —La cabeza de Changmin giró rápidamente y sus ojos se encontraron con los de color marrón claro de Yunho, que brillaban intensamente.
—¿Indulgencia? —preguntó nerviosamente.
Yunho asintió una vez, dando otro paso hacia él, lo suficientemente cerca como para sentir el aliento del otro en sus rostros.
—Mi lobo estaba casi fuera de control más temprano. Yo mismo he estado más inestable de lo que puedo recordar haber estado. No sabía adónde te habías ido, sin saber si alguna vez te volvería a ver… era peligroso para cualquier persona estar cerca de mí. Te quiero pedir que me permitas abrazarte, sentirte a salvo en mis brazos.
Changmin no podía creer la cantidad de vulnerabilidad que Yunho le estaba permitiendo ver en él. Estaba, en verdad, bastante rendido por ello.
Asintió, autorizándolo y en un abrir y cerrar de ojos, estaba en su regazo mientras él estaba sentado en la cama. Apoyó su cabeza en su hombro y se estremeció mientras el recorría pequeños círculos de consuelo en su espalda. Antes que se diera cuenta de lo que estaba haciendo, se acurrucó más cerca, necesitando estar lo más cerca posible y sin entender por qué. Lo oyó murmurar en francés de nuevo. Fuera de todas las lenguas que conocía, era curioso que el francés no fuera una de ellas.
—¿Qué acabas de Decir? —preguntó, sin mover su cabeza de su hombro.
Yunho lo estrechó con más fuerza contra su pecho.
—Dije: “He esperado tanto tiempo por ti”. —Yunho no quería Decirle que él también había dicho que nunca lo dejaría ir. Ya se había asustado lo suficiente; no quería añadir más a su aprehensión.
—¿Eso es todo lo que dijiste?
—Es lo que importa que sepas —dijo Yunho vagamente.
«No soy tan frágil como para que no me puedas Decir la verdad». Changmin decidió abrir el vínculo que había estado bloqueando, con la esperanza de demostrarle que no iba a huir de nuevo.
Yunho se retiró abruptamente a mirarlo. Podía ver la esperanza que brillaba en sus ojos, así como la forma convincente en que le necesitaba.
«¿Has conseguido tus marcas también?»
«No lo sé. ¿Dónde estarían?»
—En cualquier lugar —respondió seriamente. Changmin estaba impresionado por su habilidad madura de dejar pasar la oportunidad para una broma traviesa.
—Tal vez debería revisar. —Se levantó de su regazo y se dirigió hacia el baño.
—Déjeme saber si necesitas ayuda —dijo Yunho con un brillo en sus ojos.
Ah, ahí está el hombre en él, pensó Changmin.
—Creo que puedo con esto, Guardián —resopló mientras cerraba la puerta del baño.
Yunho se sorprendió que lo hubiera llamado Guardián. No se le había llamado así desde hace mucho tiempo, aunque ese había sido su trabajo cuando Kangin era un niño, cuidando del futuro Alfa de la manada. Esa había sido su única responsabilidad.
Si tuviera que ser honesto, una vez que Kangin ya no necesitó de él como su Guardián, Yunho se había sentido un poco perdido en cuanto a cuál sería su lugar en la manada. Ahora, al encontrar a Changmin, tenía de nuevo un propósito. Detrás de esa puerta del baño, tenía un futuro, y por primera vez en mucho tiempo, en realidad se sintió en paz con lo que el futuro deparaba.



2 comentarios:

  1. Jodido fic tan bueno!!!
    En serio lo AMO!!!!
    Me encanta!!!
    Ahhhh
    Oh si~ el guardián a encontrado a su compañero!!!!
    Jajajajaja ese Hee~ él es lo mejor de las mejor!!! Jajajja ya somos dos que necesitamos un manual de cannis lupis!

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  2. a veces me desespero por saber mas asi que donde esta la guia

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...