Sapphire Wolf (T5)-12



Jungsoo se paseaba de un lado a otro, los profundos árboles verdes de su bosque creando un muro de protección alrededor de él. Había llamado finalmente a Mona, e incluso mientras se paseaba, estaba cuestionándose su decisión. Había hablado con los cinco hombres de su clan, los que él consideraba los más sabios de su gente, a los que siempre había pedido consejo. Al igual que él, se sentían atraídos por la idea de su Rey teniendo por fin una pareja. Por supuesto, Jungsoo había argumentado que podría no ser capaz de amarlo… muy bien podría encontrarlo repulsivo.
Después de discutirlo muchas veces, él finalmente cedió a su curiosidad y le dijo a su clan que iba a ayudar a Mona a cambio de una pareja. No mencionó las piedras porque no creyó ni por un minuto que Mona sería capaz de cumplir ese asunto. Él todavía no sabía exactamente lo que quería que hiciera por ella, pero por debajo de la destrucción del mundo tal como lo conocía, imaginó que podría tratar con su conciencia. Su cabeza se levantó al sentir el aire cambiar a su alrededor. El bosque se oscureció, más ominoso. Las hojas de los árboles se acallaron, y pareció como si toda la vida se hubiese congelado de antemano, o tal vez para no ser notados por el mal moviéndose a través de los bosques.
Empujó su propio poder, envolviéndolo en torno a él, sin permitir que el mal que enredaba a Mona lo tentara. Ella se detuvo a varios metros de distancia y Haetó de su caballo.
—¿Me llamó, gran Rey? —Mona sonrió. Era una sonrisa que decía que estaba dispuesta a excavar su corazón con una cuchara para helados y disfrutaría de cada minuto lleno de gritos.
—Lo hice —respondió secamente.
—¿Hay algún lugar donde pudiéramos hablar de mi propuesta en privado? —preguntó.
—Sígueme. —Se dio la vuelta y comenzó a caminar rápidamente por entre el follaje espeso—. Deja al corcel —gritó por encima del hombro.
Mona entrecerró los ojos, vigilando de cerca al hechicero. De mala gana, obedeció.
La pareja se dirigía a la montaña y Jungsoo llevó a Mona hacia el lado opuesto. Él se inclinó hacia delante, colocando su palma contra una piedra y murmuró en un idioma que Mona nunca había oído. Esto fue especialmente desconcertante, ya que no había muchos idiomas sobrenaturales con los que Mona no estaba familiarizada. Observó mientras la piedra ante ella lentamente se desintegraba. Jungsoo dio un paso a través de la apertura, sin mirar hacia atrás para ver si ella lo seguía.
Cuando Mona entró, trató de no mostrar su sorpresa por la gran Sala que tenía delante.
El suelo era de piedra, pero había hermosas alfombras esparcidas a través de él. Las paredes estaban hechas de una madera exótica y grandes vigas se extendían a través del techo. El centro de la habitación estaba ocupado por un sofá de cuero grande, dos sofás de dos plazas y un sillón tapizado también en rico cuero oscuro. Una gran mesa de centro redonda yacía en medio del grupo. La pared a lo largo del lado izquierdo de la habitación presumía de altas estanterías que se extendían a través de toda su longitud. Desde el piso hasta el techo, los estantes estaban llenos de libros, tomos, y un surtido de otros pergaminos. Era claro para Mona que Jungsoo extraía su poder de la sabiduría antigua, en lugar del sacrificio de sangre como ella. Plantas en macetas y árboles pequeños llenaban las esquinas y colgaban de las vigas en el techo. En varios lugares a lo largo de la pared, habían apliques iluminados por una llama mágica inquebrantable.
Jungsoo esperó hasta que Mona hubo tomado su ración de la Sala. Él sabía que se sorprendería. ¿Quién podría imaginar que tal vivienda fue tallada profundamente en la montaña? La habitación en la que se encontraban era sólo una pequeña parte de la fortaleza del hechicero. Jungsoo tomó una pequeña medida de comodidad en la expresión de preocupación en su rostro. Cuando ella por fin lo miró, él le hizo un gesto para que tomara asiento en el sofá. Él tomó asiento en el sofá de dos plazas frente a ella.
Mona recuperó la compostura rápidamente. Cruzó las piernas y se inclinó hacia atrás, viéndose para todo el mundo relajada, como si estuviera de vacaciones de verano. Nada en su rostro delataba el hecho que ella estaba dispuesta a pedirle al Rey ayuda para destruir a toda una raza de seres vivos.
—Así que, dime, bruja, ¿cuál es tu propuesta? —preguntó Jungsoo con los ojos entrecerrados.
Mona le chasqueó la lengua.
—Vamos, Rey, hablemos como viejos amigos.
—Pero nosotros no somos viejos amigos, Desdémona. No somos ningún tipo de amigos, viejos o lo contrario. Estás aquí para un asunto de transacción. Pongámonos a ello y terminémoslo.
Mona puso los ojos en blanco y dejó escapar un suspiro de exasperación.
—Está bien, directo al trabajo y nada de jugar. Vas a envejecer antes de tiempo. —Se inclinó hacia delante, descruzando las piernas y apoyando los codos en las rodillas—. ¿Sabes del velo por el que las Fae cruzan?
—Sí, ¿y qué?
—Sabes que no es el único velo que existe en este mundo, ¿cierto? —Mona alzó una ceja, poniendo a prueba la honestidad del Rey.
Jungsoo respondió lentamente, con cautela.
—Sé de otro velo.
—Necesito ese velo abierto —dijo Mona rotundamente.
Jungsoo se enderezó mientras sus ojos se agrandaban.
—¿Por qué querrías probablemente abrir ese velo? ¿Entiendes las consecuencias de tal acción?
Mona agitó la mano como si espantara su preocupación.
—Pueden ser controlados. Sé que sabes esto. Sabes cómo. ¿Cierto, sabio Rey?
—Ser zalamera conmigo no te llevará muy lejos, Desdémona.
—Bien, sin zalamería, lo que sea. ¿Sabes cómo abrir el velo? —Su paciencia se estaba agotando.
—Sí —respondió él brevemente.
Mona esperó a que lo elaborase pero cuando no lo hizo, resopló:
—¿Estás dispuesto a hacer una negociación?
—¿Una pareja por el conocimiento de cómo abrir el velo hacia el inframundo? —El escepticismo en su voz hizo que Mona pensara por un momento que él estaba dispuesto a echarla de su montaña.
—Sí —respondió ella con impaciencia.
—¿Dónde está esta pareja? ¿Quién es? ¿De qué especie?
Mona se rió entre dientes.
—Ansioso, ¿verdad? Ella es hermosa. Desafortunadamente, es amable, así que me disculpo por eso por adelantado. Y supongo que también tengo que pedirte disculpas por el hecho de que es humana. Pero sé que no es un problema para tu especie.
—Pareja Humana —murmuró Jungsoo.
Él ni siquiera había considerado que la bruja traería un humano a la mezcla. Era cierto, su especie era compatible con los humanos, pero era un emparejamiento poco común.
—¿Sabe algo del mundo sobrenatural? —preguntó.
Mona sabía que tenía que ir con cuidado aquí, sin querer revelar demasiado, demasiado pronto.
—Es consciente de nuestro mundo —respondió ella. Mona no mencionó el hecho de que los humanos no tenían ni idea de que existían hechiceros. Pero eso era sólo un detalle menor. No había problema.
—Así que, no va a desmoronarse cuando me conozca, ¿no?
—Rey Hechicero, será aprensiva, pero estoy segura que tienes el encanto suficiente para doblegarla a tu voluntad. Ten fe en ti mismo, Jungsoo. Seguramente puedes manejar a un pequeño ser humano. —Mona se estaba cansando de la conversación y quería que Jungsoo se diera prisa y aceptara. Le exigiría un juramento de sangre. No era estúpida; simplemente no tomaría su palabra en esto.
—Quiero a la pareja humana antes de abrir el velo —exigió.
Mona se tocó la barbilla con el dedo índice mientras pensaba en su petición.
—Bien —respondió ella con brío—. Te la traeré en unos días. Ahora, por supuesto, requiero un juramento de sangre.
Jungsoo se levantó bruscamente. Furia emanó de él.
—¿Te atreves a pedirme A MÍ, al Rey de los Hechiceros, compartir sangre contigo? —Escupió la última palabra como si tuviera suciedad en la lengua. Si hubieran salpicado agua sobre su piel en ese momento, habría salido chisporroteando mientras la ira enrojeceía su carne.
Mona se puso de pie y, aunque no era tan alta como Jungsoo, ni tan grande en estructura, se negó a dejarse intimidar.
—No soy idiota, Rey. ¿Cómo voy a saber que una vez que tengas a la pareja vas a seguir adelante con tu parte del trato?
—Yo no rompo mi palabra. —Sus palabras fueron un gruñido cercano.
—Bueno, perdóneme si no me fío de la palabra de un Rey Hechicero que es consumido con la oscuridad. Uno cuyo pueblo está disminuyendo en número y cuya magia está menguando. No se puede confiar de la gente desesperada, Jungsoo. Y aunque puedas ser reacio a pensar en ello, gran Rey, tú estás desesperado. —Las palabras de Mona, aunque algo ciertas, no hizo la decisión de realizar un juramento de sangre más fácil.
Jungsoo conocía todas las consecuencias de un juramento de sangre; si se rompía el pacto, entonces Mona no sólo tendría el derecho de castigarle, ella también tendría derecho a dos de sus personas y hacer que sufran en el Limbo. Ese era un destino peor que la muerte. Por supuesto, había una manera de salir del juramento de sangre. Si él tomaba la vida de la bruja, no tendría que cumplir el trato. Él hizo su elección y antes que pudiera cambiar de opinión un cuchillo se materializó de la nada en su mano. Rápidamente se trazó una línea profunda a través de la palma. Mona sonrió e hizo su piel ponerse de gallina. Ella también tenía un cuchillo y se cortó su propia mano. Se agarraron de la mano cortada del otro y Mona habló mientras sus sangres se mezclaban.
—En este día, yo, Desdémona, última de las brujas, te mantengo fiel a un juramento de sangre. El trato es así: Te proporcionaré una humana adecuada para que tomes como compañera. Si es posible obtener las piedras, sin causarme algún daño, entonces voy a ayudarte. A cambio de mis servicios, tú, Jungsoo, Rey de los Hechiceros, abrirás el velo al inframundo. Me darás el conocimiento para controlar las hordas y luego cerrarás el velo una vez que hayan servido a mi propósito. ¿Tenemos un trato?
Mona se encontró con la mirada del Rey, sin inmutarse cuando sintió su mano apretarse alrededor de la suya.
—Hago este trato contigo este día. Obligado por el juramento de sangre, estaré de acuerdo con tus términos. —Con un último apretón doloroso por parte de Jungsoo, soltaron las manos del otro, ambos bruscamente dando un paso atrás a una distancia segura del otro.
—Volveré en dos días con tu mujer —dijo Mona mientras se volvía para irse.
—¿Cuándo voy a tener que desempeñar este cometido? —preguntó él, su rostro una máscara de calma que apenas disimulaba la rabia que había debajo.
—Te daré aviso amplio cuando llegue el momento. —Esa fue la única respuesta que recibió antes que Desdémona saliera de su casa a una velocidad inhumana.
Jungsoo cerró los ojos mientras caía en el sofá.
—¿Qué he hecho? —susurró en la gran Sala vacía. Había permitido que su propio deseo de una pareja pusiera la vida de su especie en riesgo. ¿Y por qué? Por una pareja que podría nunca amarlo y nunca perdonarlo por permitirle a Desdémona apartarle de su vida humana. Lo hecho, hecho está, pensó. Simplemente debo hacer lo que pueda para hacer que funcione.


Henry y Changmin vieron como Mona huía de la montaña del Rey Hechicero. Habían oído todo lo que necesitaban oír y no era bueno. Dambi les había dicho que continuaran su misión de reconocimiento y luego separarse. Changmin estaba asignado con el grupo de Siwon y Henry para ir a las montañas y reunirse con el grupo de Junjin.
—Sé que Dambi nos dijo que nos fuéramos una vez que tuviéramos esta información, pero tal vez deberíamos seguir a la bruja por sólo un poco más —sugirió Henry—. Tal vez entonces podamos averiguar la identidad de la pareja humana que está trayendole al Rey Jungsoo.
Changmin asintió y comenzó a descender la montaña. Ambos se movieron en silencio mientras maniobraban a través de las rocas, arbustos, y grietas. Rápidamente alcanzaron a Desdémona y utilizaron su magia para ocultarse a sí mismos de ella. Changmin bordeaba el lado derecho del corcel a unos 50 metros de distancia mientras que Henry le reflejaba en el lado izquierdo de la bestia. Corrieron de manera fluida, esquivando los árboles con rapidez, Haetando sin hacer ruido sobre los troncos caídos. Las hojas y las plantas a su alrededor se quedaron sin tocar, nunca revelando a las hadas que habían corrido por allí.
Mona finalmente se detuvo al borde de un pequeño pueblo. Desmontó y murmuró algo al oído del caballo. Luego simplemente se alejó, dejando al caballo donde se encontraba.
Changmin miró a Henry, quien se encogió de hombros y empezó a seguir a la bruja. Changmin decidió quedarse con el caballo y vigilar la espalda de Henry.
Henry siguió a Mona en una taberna y se sumergió inmediatamente en un entorno de humo oscuro. Música sonaba y el balbuceo de conversación ondulaba a través de la Sala. Hizo su camino lentamente, cuidadoso de no golpear a nadie. Alcanzó a ver a Mona en la parte trasera de la Sala. Ella miró brevemente antes de pasar por una puerta. Henry aumentó su ritmo, apretándose a través de mesas muy pegadas y clientes en movimiento. Cuando por fin llegó a la puerta presionó su oído a la misma. Usando su audición superior, escuchó voces. De repente la puerta se abrió de un tirón y Henry se encontró siendo tirado adentro.
—Desenmascárate, Fae —gruñó Desdémona.
Henry tropezó mientras ella lo empujaba hacia atrás, pero luego se contuvo. Se quitó la capa y se levantó en toda su altura, con los hombros hacia atrás, y no mostró miedo o debilidad.
—¿Por qué estás siguiéndome?
—¿Quién dijo que estoy siguiendote? —Henry sonrió—. Realmente no eres mi tipo.
Mona puso los ojos en blanco.
—Oh, por favor, muchacho. Estaba follando con los faraones egipcios cuando todavía estabas mudando tus dientes de leche. —Ella empezó a rodearlo y Henry giró con ella, nunca dándole la espalda—. Ahora bien, porque eres tan agradable a la vista, voy a preguntar de nuevo. ¿Por qué estabas siguiéndome?
Henry inclinó la cabeza hacia un lado y lanzó una sonrisa que tendría a cualquier otra derritiéndose en el acto. Cruzó los brazos sobre su pecho, lo que acentuaba eficazmente sus brazos cincelados.
—Está bien, lo admitiré. Estoy aburrido.
—¿Aburrido? —repitió Mona con escépticamente.
—Sí, aburrido. He estado por aquí haciendo mis buenas acciones, peleando la buena batalla y, la verdad, se está haciendo un poco viejo. Por no hablar de las pollitas… hablando de aburrido. Así que estoy buscando un cambio, un poco de emoción, alguna indulgencia, si querrías. —La voz de Henry adquirió una cualidad seductora mientras entrecerraba los ojos hacia Mona y permitía que se mostrara un poco de su verdadera apariencia.
Un Fae en su verdadera forma está cerca a la perfección en belleza. Y aunque Henry era, de hecho, hermoso, estaba muy lejos de lo delicado.
—Creo que eres algo con lo que definitivamente podría darme el gusto. —Tomó pasos lentos y medidos hacia ella, sin dejar de permitir un poco más de su verdadera forma mostrarse.
Los ojos de Mona siguieron el movimiento de los labios de Henry cuando habló. Sus ojos viajaron hasta sus musculosas piernas mientras él se acercaba a ella. Henry necesitaba atraparla con la guardia baja si iba a desaparecerse a sí mismo fuera de allí. Ella había estado usando algún tipo de poder para mantenerlo en la habitación, pero cuando él la distrajo, su concentración en el hechizo disminuyó.
Cuando estaba a escasos centímetros de su rostro, él extendió la mano y lentamente pasó sus dedos por el especo cabello negro de ella. Él tiró suavemente de la franja blanca de cabello que enmarcaba su mejilla derecha.
—Me gusta esto —murmuró—. Es bastante único.
Henry levantó la otra mano y suavemente trazó sus labios con su dedo. Vio como Mona cerró los ojos y se entregó a su seducción, atrayendo su magia de nuevo hacia su interior mientras lo hacía.
Henry se inclinó y puso sus labios junto a su oído. Sopló suavemente en él antes de hablar. Mona se acercó aún más a él mientras escuchaba con atención a sus palabras.
—Desdémona. —Ella gimió ante el sonido de su nombre en sus labios—. Tengo que Decirte algo. —Sus palabras fueron acompañadas por el aire caliente acariciando su piel.
—Por favor —susurró ella.
—Antes que mi tiempo se acabe, voy a ver la luz desvanecerse de tus ojos mientras eres enviada al infierno que tanto mereces. —Aunque sus palabras prometían destrucción, la cadencia de su voz aún la mantenía en un seductor éxtasis.
Justo cuando lo que dijo se registró en su mente, Henry desapareció de la Sala de vuelta a donde había dejado a Changmin. Al salir, oyó un escalofriante grito perforante, un sonido que juraba venganza por engañarla. Henry sabía que lo que realmente la enojaba era que había demostrado ser capaz de ser seducida, que todavía tenía esos impulsos.
Él sonrió para sus adentros mientras se acercaba a Changmin.
—¿Qué hiciste? —Changmin entrecerró sus ojos hacia él.
Henry se encogió de hombros inocentemente.
—¿Qué? Todo lo que hice fue seducir a la bruja malvada.
La boca de Changmin se abrió mientras miraba a su amigo.
—¿Sedujiste a Desdémona?
Henry le hizo un gesto de que lo siguiera más adentro en el bosque.
—Tenemos que llegar a Dambi y Decirle lo que hemos descubierto.
Changmin seguía sin moverse.
—¿Te acostaste con la bruja? —casi gritó.
Henry se dio la vuelta y puso los ojos en blanco.
—¿En serio, Changmin? ¿De verdad crees que estoy tan desesperado? Sólo la distraje para poder salir. Mira, te lo explicaré cuando lleguemos a Dambi. Salgamos de aquí.
Changmin y Henry entraron más allá en los árboles, luego ambos cerraron sus ojos. Alcanzaron el vínculo Fae, en busca de Dambi. Una vez que la encontraron le hicieron saber que estaban en camino. Ella les dio la imagen del lugar al que ella quería que aparecieran y luego se habían ido. El bosque se tornó tan tranquilo como si nunca hubieran estado allí.

Dambi esperó, de pie detrás de la pequeña cafetería. Henry y Changmin le habían hecho saber que estaban regresando y ella no quería que los lobos supieran que estaban aquí todavía.
Hubo una ligera ondulación en el aire, y luego Henry y Changmin se presentaron delante de ella.
—Él sedujo a Desdémona —soltó Changmin.
Henry resopló mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.
—No la seduje a la cama. Santo cielo, Changmin.
La cabeza de Dambi se movió de golpe de Changmin a Henry.
—¿Tuvieron contacto directo con ella? —preguntó, su voz llena de preocupación.
—Sabía que estábamos siguiendola, a pesar de que estábamos encubiertos.
—Entonces, ¿cómo acabaste con ella? —preguntó Dambi enérgicamente.
—La seguí a una taberna. Ella fue hasta el final a la parte posterior y a través de una puerta. La seguí, todavía encubierto, y cuando llegué a la puerta y traté de escuchar ésta se abrió y fui arrastrado al interior.
Cuando dejó de hablar, Dambi lo miró.
—¿Tengo que sacártelo a golpes o vas a seguir adelante con ello?
Henry trató de disimular su risa como una tos. A juzgar por el brillo en los ojos de Dambi, no funcionó.
—Ella me preguntó por qué la seguía —continuó rápidamente—. Traté de desaparecerme pero ella estaba previniéndolo con un hechizo. Así que decidí que la distracción era el mejor curso de acción. —Le disparó a Dambi su sonrisa derrite corazones, y una chispa en sus ojos—. Así que hice mis movimientos con ella.
Dambi negó con la cabeza.
—¿Hiciste tus movimientos? —preguntó con indignación—. ¿Y funcionó?
Henry se agarró el pecho como si hubiera sido apuñalado.
—Dambi, ouch. Me hieres con tu escepticismo en mis habilidades seductoras. —Él dio un paso hacia Dambi, sus ojos cambiando a modo dormitorio—. ¿Debo demostrar lo persuasivo que puedo ser? —Su voz, haciéndose más suave, era una caricia sobre la piel. Changmin se estremeció y sacudió la cabeza para aclararse la mente y recobrarse del hechizo que él parecía tejer.
Dambi permaneció quieta, aparentemente no afectada.
—Así que, ¿eso funcionó, es lo que estás tratando de Decirme?
Henry dejó escapar un suspiro exasperado mientras iba de Don Juan a agitado Fae en un abrir y cerrar de ojos.
—Sí, maldita sea, funcionó. La distraje lo suficiente como para que dejara de pensar en el hechizo y pensara en escenarios más interesantes. Ella incluso dijo por favor —les dijo con una sonrisa arrogante.
Dambi guardó silencio durante dos segundos y luego rompió a reír con el cuerpo temblando. Fue capaz de recomponerse unos momentos más tarde, y se secó las lágrimas de sus ojos.
—Oh, hombre, daría tu riñón izquierdo para haber visto la expresión de su cara cuando se dio cuenta que había sido engañada por un hombre, y un Fae en eso.
—Me alegro que te sientas lo suficientemente cómoda con nuestra relación como para repartir mis órganos —le dio Henry secamente.
Dambi le despidió con la mano.
—Así que, por favor, dime que hiciste algo más que tratar de hacer a la cabeza de mofeta pensar que querías meterte en sus pantalones.
—Definitivamente tenemos más para ti —comenzó Changmin—. Ella se reunió con el Rey Hechicero.
Dambi gimió.
—Eso es lo que me temía.
—Pero hemos escuchado toda la conversación —añadió Henry sombríamente—. No fue bueno, Dambi.
—Ella le está pidiendo a Jungsoo que abra el velo al inframundo. Y a cambio de su ayuda, ella le está prometiendo una pareja. —Changmin hizo una pausa para dar énfasis—. Una pareja humana; una que está familiarizada con el mundo sobrenatural.
Los ojos de Dambi se ensancharon ante las palabras de Changmin, el significado de las mismas golpeándola con fuerza en el pecho. Sabía que Desdémona estaba desesperada, sabía que no había luz que quedara en ella, y aún así la sorprendía, la profundidad que su depravación había alcanzado.
—¿Están pensando lo que estoy pensando? —le preguntó Dambi a sus camaradas.
Henry asintió solemnemente.
—¿Qué el maldito infierno va a desprenderse y la ira de un Alfa, su hijo, y dos manadas van a descender sobre Mona y el Rey Hechicero cuando se enteren de que Sora Park ha sido intercambiada para ser la compañera del Rey? Porque eso es lo que estoy pensando.


2 comentarios:

  1. Pero que rey tan tonto...ese pacto incluyo algo más que abrir el portal...quiere controlar a lo que este del otro lado...ella había dicho que solo queria que le abriera el portal...le aumento al trato...bueno,bruja tenia que ser...😒
    Al menos...ya tienen conocimiento de que hay planeado,eso les puede ayudar bastante y de no confiarse.
    Esa bruja se las sabe,sabe a dónde ir,con quien ir y demás...espero que sabiendo eso no se confien y esten un paso adelante...o almenos que el golpe no sea tan catastrófico...no para ellos pero sí para la bruja por jugar sucio.

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  2. O_____O
    Santa pacha del agarradero!!!
    A esta bruja se la llevo el que ma trajo!
    Y que lástima del rey hechicero!
    Se dejo embaucar de una víbora~

    Ahhhh
    Jajajajajaja no puedo con mi vida!
    Jajajajaja Henry~ por el amor del cielo! Jajajajaja niño! Casi traumas a Mimi~ jajajajaja

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...