Sapphire Wolf (T5)- 17



Jungsoo observaba la reacción de la pareja humana que estaba de pie al lado de la bruja. Él estaba sorprendido por su belleza. Era pequeña en comparación con su cuerpo de 1,95 metros. Su cabello era de un color marrón oscuro y se veía tan suave que se moría de ganas de pasar sus dedos a través de él. Cuando sus ojos se encontraron con los suyos, lo sintió en su alma. Tenía los ojos del color del caramelo y todas las emociones que estaba sintiendo estaban escritas en aquellos ricos ojos dorados. Ella se humedeció los labios y siguió el movimiento como un adicto seguiría a un contenedor de fármaco en la palma de un distribuidor. Dio varios pasos hacia ellas, pero se detuvo cuando estaba a un brazo de distancia.
—¿Cuál es tu nombre? —le preguntó con su voz profunda. Él sonrió y tuvo que darle crédito cuando ella no se inmutó bajo su escrutinio.
—Sora —respondió ella con confianza—. ¿Y tú eres un rey? ¿Rey de quién, o mejor dicho, de qué?
Jungsoo río.
—Tienes espíritu, pequeña —dijo—. Sí, soy un rey, Rey de los Hechiceros.
Sora tosió y escupió, luego tragó.
—Lo siento —comenzó ella, debiendo aclararse la garganta otra vez antes de poder continuar—. ¿Acabas de Decir hechiceros?
Mona puso los ojos en blanco hacia la humana.
—Por favor, dime que no pensaste que lo único que no es humano en este mundo eran los hombres lobo.
Sora ignoró a Mona, sin dejar de mirar a Jungsoo.
—Así que, es Rey Jungsoo, ¿correcto? —le preguntó, recuperando la compostura.
Jungsoo asintió una vez.
—Está bien, sólo una pequeña pregunta aquí, pero, ¿por qué querrías que yo sea tu compañera? No me conoces de Eva.
Jungsoo ladeó la cabeza hacia un lado y frunció el ceño.
—¿Quién es Eva?
Sora y Mona ambas soltaron un bufido al mismo tiempo, entonces ambas se detuvieron para mirar a la otra.
—Es sólo un dicho. —Sora le descartó con la mano—. La parte más importante de la pregunta es, ¿“por qué yo”?
—No te elegí, Sora. —Jungsoo observó mientras los labios de ella se tensaban y su frente se arrugaba ante sus pensamientos—. Desdémona te trajo a mí.
—¿Quién es Desdémona?
Mona hizo una reverencia de forma espectacular.
—Permítame que me presente adecuadamente. Soy Desdémona, la última bruja en este mundo. Mi poder está más allá de cualquier cosa que puedas comprender y Jungsoo tiene información que necesito. Hicimos un trato, una compañera para él y la información para mí. Es sólo una ventaja añadida que eres quien eres.
Jungsoo miró a Mona, tratando de descifrar lo que significaban sus palabras. ¿Quién era Sora para ella? ¿Qué sabía ella de Sora?
Miró a Mona y su rostro se convirtió en una pizarra en blanco.
—Dos días —le dijo a ella.
—Sí, sí, como acordamos. Tienes dos días con ella. Entonces te quiero listo para ir al velo.
—¡Espera! —gritó Sora cuando Mona se volvió para irse—. ¿Qué pasa con mi hijo?
Mona se encogió de hombros.
—No sé nada acerca de tu hijo.
—¿Por qué tengo la sensación de que está mintiendo? —preguntó Sora a través de los labios fruncidos.
La sonrisa de Mona se tornó astuta.
—No tengo ni idea, Sora Park. Nunca sería deshonesta.
Sora resopló.
—Claro, y de un momento a otro entonarás These are a few of my favorite things de Mary Poppins. —Ella dejó escapar un suspiro exasperado—. ¿Puedes Decirme al menos si está a salvo?
—Por mucho que me gustaría darte un poco de las últimas noticias acerca de tu carne y sangre, la verdad… y me da náuseas pensar siquiera esa palabra, es que no sé dónde está por el momento. La última vez que lo vi estaba peludo y corría en un campo de batalla.
La boca de Sora quedó boquiabierta.
—¿Qué?
—Oye, sólo lo llamo como lo veo. El era peludo y despedazaba mi ejército. Por lo que sé, sobrevivió a ello. Así que eso es una ventaja, ¿no?
Sora se quedó sin habla ante la bruja y luego en un abrir y cerrar de ojos, la bruja se había ido.
Ella miró a su alrededor como si Mona fuera a aparecer y gritar “boo”.
Jungsoo dejó escapar un profundo suspiro.
—Puede ser muy dramática a veces.
Su voz llamó la atención de Sora de nuevo hacia él.
Jungsoo se levantó y la miró fijamente, sin parpadear y sin vergüenza. Había pasado mucho tiempo desde que había pasado algún tiempo de calidad con una mujer y no podía recordar si alguna vez había estado con una mujer de tal belleza.

Sora se aclaró la garganta, tratando de no preocuparse por Teukkie porque sabía que no había nada que pudiera hacer al respecto en ese momento. Sólo podía hacer frente a la situación delante de ella.
—Así que, ¿vas a echarme a un calabozo o algo así? —preguntó al alto y apuesto rey. Realmente deseó no haber pensado en ese último adjetivo, pero a Decir verdad, era de buen mirar. Teukkie lo llamaría un dulce para la vista y Sora estaría de acuerdo.
Jungsoo sonrió y eso transformó sus facciones duras.
—No tengo ningún plan de lanzarte en una mazmorra. Pensé que preferías una habitación con una cama e instalaciones humanas.
—Eh —dijo Sora, levantando una ceja—. Bueno, eso sí que suena mejor que una mazmorra.
—Sé que debes tener preguntas, y estoy dispuesto a responderlas. Pero realmente me gustaría cuidar de tus necesidades inmediatas. ¿Tienes hambre?
Sora asintió.
—Pero primero, ¿puedo usar el baño de mujeres?
Jungsoo señaló al final del pasillo.
—La tercera puerta a la derecha. Voy a esperar aquí por ti.
Sora caminó hacia el baño, sólo mirando sobre su hombro una vez. Jungsoo seguía mirando.
Sora entró en el baño, buscando la luz en la pared y encendiéndola con un golpecito. Cerró la puerta y giró la cerradura. Dejando escapar un profundo suspiro, se miró en el espejo del lavabo. Su rostro estaba pálido y demacrado. Abrió el agua y se mojó la cara con ella. Una toalla colgaba de un gancho y la usó para secar su cara y manos. Colgó la toalla, riéndose de sí misma por ser tan cordial en la casa de su captor. Se encogió de hombros. Bien podría ser ordenada.
Cerró los ojos y suspiró, sabiendo que tenía que mantener la calma, sin importar lo mucho que quisiera gritar para que alguien le mostrara dónde se encontraba Teukkie. Por lo que podía Decir hasta ahora, no creía que este Rey Jungsoo le significara ningún daño, pero Mona había llamado a Sora su compañera. La manera en que entendía “compañero” significaba una relación a largo plazo, como en el resto de su larga vida. Así que en este punto necesitaba asumir que Jungsoo no tenía planes de dejarla ir. Él no parecía malo, pero luego otra vez él trabajaba con Mona, y ella estaba definitivamente loca.
Saltó cuando alguien llamó suavemente a la puerta.
—Sora. —Oyó su voz a través de la puerta, y la forma en que su nombre salió de su lengua envió escalofríos por su espina dorsal.
Es sólo intenso, Sora. Te enamoraste de tu captor hechicero. Buena esa.
—¿Está todo bien? Sé que debes estar angustiada y voy a explicar todo lo que pueda, si por favor simplemente confías en mí cuando digo que no significo ningún daño para ti.
Sora quitó el seguro de la puerta y la abrió lentamente.
Levantó la mirada hacia el hombre imponente, bueno, no hombre, sino macho. Su rostro Decía que tal vez tenía más de treinta o cuarenta años, pero sus ojos, decían que había visto siglos y siglos. Qué historias era capaz de Decir.
—Definitivamente me gustaría que me explicaras.
Él extendió la mano hacia ella, una petición silenciosa de confianza. Ella lo miró un momento antes de finalmente llevar su mano más pequeña en la de él. Su mano era mucho más grande, y cálida. Tan cálida que sentía el calor moverse por su brazo. Ella deseaba tanto no sentir ese calor, y aún más que eso, deseaba no disfrutar de este. Pero había pasado tanto tiempo desde que había sentido algún calor de, bueno, el tacto de un hombre. Y aunque el término hombre aplicaba pobremente al rey, él era todo un hombre. Y toda esa masculinidad se concentraba en ella.
Jungsoo le tomó la mano y la llevó a la Sala más pequeña de la gran mansión. No quería darle la oportunidad de poner demasiado espacio entre ellos. Estaba luchando con qué Decirle. Había estado emocionado ante la idea de tener una compañera, pero, sinceramente, no esperaba estar tan atraído por la mujer que Mona le había prometido traer. No sólo atraído por su aspecto, sino por su espíritu también. Ella llenaba una habitación cuando entraba. El fuego en sus ojos era suficiente para detener a un hombre en su camino. Seguro que lo había detenido a él.
Había algo en ella que era tan bueno, tan real y tan fresco. Odiaba ensuciar eso con la verdad de lo que estaba por venir. Tal vez sólo podía darle una visión general.
—Desdémona es una poderosa bruja —comenzó—. Ella vino a mí con una proposición, y cuando mencionó que me podía traer una compañera, no pude rechazarla.
Sora se quedó mirando a Jungsoo mientras hablaba y vio la forma en que sus inusuales ojos no se apartaban de ella, ni siquiera parpadeaba. Era un poco desconcertante.
—Perdóname si parezco un poco confundida, pero, ¿por qué cruzaría todo el camino a Estados Unidos para conseguirte una compañera? Quiero Decir, no es como si fueras feo a la vista. Seguramente ella podría encontrar a alguien más cerca de casa. ¿Y por qué no buscas una compañera que sea una hechicera como tú?
—¿Crees que soy guapo? —le preguntó Jungsoo, contento.
Sora puso los ojos en blanco.
—¿De todo lo que dije, eso es todo lo que captaste? ¿Que creo que eres atractivo?
—Ha pasado un largo tiempo desde que he estado con una pareja. Tendrás que perdonarme si no sé el protocolo —respondió secamente.
—¿Protocolo? —repitió Sora con incredulidad—. Así que, ¿tienes un protocolo para hacer que una bruja secuestre a una mujer para ser tu compañera? Hombre, esto va a estar bueno. Por favor, dime, ¿cuál es exactamente el protocolo para una cosa así?
Jungsoo se aclaró la garganta y consideró su respuesta hacia él. Obviamente, la había molestado.
—No quise Decir un protocolo para Mona haberte secuestrado. Quise Decir, para hablar con una mujer, ser un caballero.
—Bueno, para empezar, no secuestrarla. —Sora negó con exasperación—. Sólo digo.
Jungsoo soltó un gruñido mientras se levantaba abruptamente. Sora se estremeció ante el movimiento rápido.
—Mi pueblo está disminuyendo. No tenemos parejas. La magia en este mundo está flaqueando porque las Fae se han encerrado en su velo y se niegan a ser molestadas. Es la única esperanza de mi raza. Yo soy su Rey. Un Rey sin pareja, y sin herederos. Te necesito. No te voy a hacer daño. No te faltará nada. Esas cosas puedo prometerte. —Jungsoo estaba sin aliento, con los nervios de punta, porque no entendía los sentimientos que estaba teniendo por una mujer humana que acababa de conocer.
—¿Qué pasa con mi hijo? —Sora levantó una sola ceja—. ¿Qué me puedes prometer de él?
—¿Quién es tu hijo? —preguntó Jungsoo con cautela. Tenía la sensación de que no le iba a gustar la respuesta.
—Es el compañero de Kim Kangin, el hijo del Alfa de los lobos Coreanos.
Jungsoo dejó escapar un sonido como un siseo.
—Junjin —susurró el nombre como una acusación.
—Eso es correcto —confirmó Sora, si notar la rabia que había empezado a ocultar Jungsoo.
Desdémona no se había molestado en Decirle que la mujer que había escogido para ser su compañera era la madre del nuero del Alfa. Eso no era bueno.
—No sé nada acerca de tu hijo —le dijo con sinceridad—. Sé quién es Junjin, y lo conocí una vez, hace muchos, muchos años. ¿Cómo sabe Mona de tu hijo?
Sora se encogió de hombros mientras se levantaba y comenzaba a caminar por la habitación, mirando a su alrededor.
—Cuando Mona me llamó, ella fingió ser Hyesung… —Miró por encima del hombro a Jungsoo—, compañero de Junjin. Me dijo que querían sorprender a Teukkie y traerme a verlo aquí en Corea. Sabía que algo estaba mal, pero le seguí el juego de todos modos.
—Espera —interrumpió él—. ¿Qué quieres Decir con que sabías que algo estaba mal? ¿Sabías que posiblemente te significaba un daño y viniste con ella de todos modos? —Jungsoo sabía que su voz había adquirido una cualidad áspera, pero le irritaba pensar que Sora a sabiendas se había puesto a sí misma en peligro.
—Haré lo que tenga que hacer con el fin de proteger a mi hijo. Si eso significa subir a un avión porque una bruja pretende estar invitándome a verlo, entonces volaré en el maldito avión si lo necesito.
Jungsoo no respondió. Él simplemente la observó mientras ella seguía mirando alrededor de la habitación. Estaba perdido en sus pensamientos, finalmente dándose cuenta exactamente en lo que Mona le había metido. No quería estar en el lado malo de un Alfa, especialmente no uno tan poderoso como Junjin. Jungsoo en sí era poderoso, no había ninguna duda al respecto, y si Junjin se enfrentara solo contra él, podría ser una batalla igualada, pero añade a los lobos de Junjin en la mezcla y la balanza se inclinaba. Además, Jungsoo no tenía nada en contra de los lobos, sólo quería una compañera. No había planeado que los dos se cruzaran.
Él sabía que Mona quería abrir el velo para dejar salir la horda de demonios y había planeado ayudarla a hacer precisamente eso, pero había algo más profundo que le decía que no continuara. Oh, él podía parecer estar haciendo lo que le pedía, pero podía encontrar la manera de frustrar su plan. Ahora, al ver a Sora en su casa, al ver tanta bondad que quedaba en el mundo, sabía que no ayudaría a Mona. Si podía convencer a Sora de quedarse con él, para que tal vez un día lo amara, él movería cielo y tierra.
—Es tarde —le dijo con una voz suave y profunda—. Te voy a enseñar tu habitación para que puedas descansar un poco. Tengo que pensar.
Sora lo siguió sin Decir palabra. La condujo por un tramo de escaleras y giró a la derecha por un pasillo. Pasaron tres puertas hasta que finalmente se detuvieron en una de la derecha. Abrió la puerta para ella y encendió la luz.
—Hay un cuarto de baño en el interior que debe tener todo lo necesario. Tu bolsa está aquí también. —Jungsoo se volvió para dejarla por la noche, pero se detuvo cuando ella colocó una pequeña mano en su gran brazo. Él miró la mano en su brazo y luego a los ojos color whisky de su dueña.
—No me pareces malvado —dijo en voz baja—. ¿Por qué trabajas con Desdémona? ¿Qué podría ofrecerte que valdría la pena?
Jungsoo se giró de modo que su cuerpo estaba al ras con el de ella. Dio un paso más y respiró hondo, inhalando su delicado aroma.
Sus ojos se encontraron con los de ella de manera significativa cuando habló.
—Tú —le dijo—. Ella te ofreció a ti.


Hyukjae caminó con Donghae y Sihyuk hacia el bar la noche siguiente. Las cosas habían estado tensas desde que Yunho encontró a su compañero. Siwon les había ordenado a todos excepto a Hyukjae, Donghae y Sihyuk, a permanecer en sus habitaciones hasta nuevo aviso. Hyukjae había discutido que lo mejor era que no todos volvieran al bar, especialmente después de lo que había pasado. Habían llamado demasiada atención indeseada en sí mismos. Aunque no fue intencional, igual no era bueno.
—¿Cómo estaba Yunho cuando hablaste con él? —preguntó Donghae.
—Está bien, sólo un poco desconcentrado.
—Puedo imaginarlo. Ha estado solo mucho tiempo. Estoy tan contento que haya encontrado su compañero. Todos estábamos apoyándolo. —Donghae sonrió al cielo nocturno.
Hyukjae y Sihyuk rieron juntos.
—¿Todos estábamos apoyándolo? —preguntó Hyukjae juguetonamente.
Donghae lo empujó.
—Cállate. Odiábamos verlo solo cuando otros estaban encontrando sus compañeros. —miró a Sihyuk—. Perdón Sihyuk, no quise Decir…
Sihyuk lo interrumpió con un gesto y una sonrisa.
—No te preocupes, Donghae —le dijo—. El mío está por ahí en alguna parte. Simplemente, todavía no está listo para mí.
Donghae le sonrió de vuelta y rió cuando Hyukjae la acercó a él.
«¿Algún problema?», preguntó, usando su vínculo.
«Le estás sonriendo mucho a alguien que no soy yo».
Donghae rió de nuevo mientras llegaban al bar y Hyukjae abría la puerta. Él entró primero y luego de revisar que era seguro para Donghae, lo hizo entrar.
—¿Lo encuentras divertido? —le preguntó él mientras iban hacia la barra y Sihyuk se separaba de ellos, en dirección a la parte trasera de la Sala.
—Es raro verte ser posesivo, sólo eso.
Los ojos de Hyukjae comenzaron a brillar mientras se detenía detrás del mostrador.
—No te equivoques, Donghae. Amo dirvertirme y pasarla genial con ellos, pero cuando se trata de ti, soy lo más serio posible. Eres mío. Mientras que tú y todos los demás recuerden eso, todo estará bien. Si alguien olvida eso, si alguien piensa que debido a mi naturaleza de ser bueno voy a estar de acuerdo en cualquier cosa que no sea la forma en la que Siwon espera que Hee sea tratado, estarán haciendo el peor y último error de sus vidas.
Donghae observó con asombro a su compañero cuando los ojos de su lobo lo miraron. Hyukjae era divertido y alegre, pero cuando miró en esos brillantes ojos, vio que Hyukjae también era letal… muy, muy letal.
—Ahora bien —dijo él con una voz totalmente diferente y una gran sonrisa en su rostro—, vamos a mostrarles a estos refinados clientes cuán buen barman soy.
Donghae bufó.
—En serio deberíamos trabajar en tu autoestima.
—Lo sé, lo sé. Realmente no pienso lo suficientemente bien de mí.



1 comentario:

  1. Bien...al menos una cosa salio de todo esto que la bruja quiere hacer...el rey ya casi consigue a su compañera...y bueno,Sora solo necesita un empujoncito.

    Ooohhh Hae esta viendo el lado posesivo de Hyuk...no estoy muy segura que le guste...pues al principio dijo que no le gustaba la posesividad...
    Pero ya debe de estar acostumbrado o al menos,consciente de lo qué esperar.

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...