Frío Corazón- Capítulo 6



–¿Y qué aspecto tiene? No, déjame adivinar. ¿Rubio? ¿Grandes ojos? ¿Cuerpo exuberante y sensual?

–Algo así –farfulló Hae. Tomó aliento para continuar–. Y trabajó en un club nocturno. Se conocieron allí.

–¿En un club nocturno? ¿Haciendo qué? ¿Recepcionista? ¿Contable?

–No –respondió Hae, y parpadeó–. El… servía las mesas, por decirlo de alguna manera.

–¿Decirlo de alguna manera?

–Bueno, la verdad es que hacía striptease. Más o menos. Nada demasiado fuerte, por supuesto.

–Nada más lejos de mí pensarlo –replicó él con ironía.

Entonces, Hyukjae comenzó a hacerse una imagen mental de lo sucedido. ¿Cuáles habían sido los motivos de ese joven? ¿Cuánto tiempo había tardado en olvidar supuestamente la píldora anticonceptiva y en quedarse embarazado?
 
–Sé lo que estás pensando, Hyukjae, y te equivocas. Están muy enamorados y Sungmin es una de las personas más dulces que existen. ¡Crecí con él y no tiene nada de ruin ni de avaricioso!

–Pero ahora tiene un bebé. ¿No sería él quien le metía prisa a Kyuhyun para poner las manos sobre su herencia?

–No, lo de la herencia fue idea de tu hermano. Llevaba tiempo pensando en tener un negocio propio…

–Y trabajar en el negocio de la familia no estaba dentro de sus planes, claro…

–Ya sabes lo que piensa Kyu del trabajo de oficina. No está hecho para estar sentado detrás de un escritorio ante un ordenador ni para ir a reuniones… –dijo Hae–. De todos modos, él pensaba contártelo todo…

–Claro. En cuanto le diera luz verde para controlar su herencia. ¿Tienes idea de cuánto dinero va a caer en sus manos?

–¿Mucho?

–Y, por asociación, ¿cuánto caerá en manos de ese amigo tuyo?

–Se llama Sungmin.

–¿Pretende Kyuhyun casarse con él?

–¡Por supuesto que sí!

–¡Maldición! ¡Debió haber hablado conmigo antes de enredarse en una situación así!

–¡No está enredado en nada! –le espetó Hae, indignado–. Se ha metido en esta relación sabiendo lo que hacía y es feliz. ¿No significa nada eso para ti? supongo que se te ha olvidado cómo era estar enamorado de pies a cabeza y deseando construir una vida en común.

–Junsu fue aceptado por mi familia –dijo Hyukjae–. Sabíamos que no se había arrimado a mí por mi dinero.

–Pues tuviste mucha suerte de encontrar la pareja perfecta para ti. ¿Creías que ibas a poder decirle a Kyu con quién casarse? ¿O de qué familia debía provenir su prometido? ¿De qué color tenía que ser su pelo?

–No seas ridículo.

–¡No soy ridículo! Eso es exactamente lo que él temía.

–¿Que me preocupara por su bienestar?

–¡Que no le dieras una oportunidad! ¡Ya no es un niño, Hyukjae! Y te gustó su idea del club de jazz. Kyu me lo dijo. Ha puesto mucho esfuerzo en ello. ¿Crees que un niño podría montar algo así? El club será todo un éxito porque él ha puesto su corazón en ello y tiene buenos contactos.

–¿Adónde quieres llegar?

–Dale el beneficio de la duda –repuso Hae que, además de hacer de abanderado de su mejor amigo y de Kyu, tenía que lidiar con sus propios nervios por tener a Hyukjae delante– ¿Lo has tratado alguna vez como a un adulto, Hyukjae? ¿Como a alguien capaz de tomar sus propias decisiones?

–Estoy empezando a comprender por qué te ha enviado a hacer el trabajo sucio. Atacas como un pitbull.

–¡Eso es horrible! –exclamó Hae, y apartó la mirada, con los ojos llenos de lágrimas.

Hae se secó los ojos con la manga del suéter y se quedó mirando hacia abajo. Hyukjae le tendió un pañuelo inmaculado, pero se negó a tomarlo. Él le levantó el rostro suavemente y le enjugó las lágrimas con cuidado.

–Perdón por mi comentario –se disculpó él–. No venía a cuento.

Donghae no era el tipo de joven que llorara fácilmente y Hyukjae lo sabía. De pronto, al tocar su rostro, deseó acariciarlo. Deseó besarlo y sentir la dulzura de su lengua. Quiso introducirle la mano debajo del suéter y sentir la calidez de su pecho, acariciarle aquellos  pezones hasta ponerlos erectos. Y tuvo que hacer un esfuerzo hercúleo para dejar de lado aquellos pensamientos.

–Puedes quedarte el pañuelo.

Hae intentó recomponerse para pensar con claridad, a pesar de que seguía sintiendo el contacto de los dedos de él sobre el rostro, como una cálida caricia.

–De acuerdo –dijo Hyukjae, y se recostó en su silla, tomando el control de sí mismo–. Admito que la idea del club de jazz podría funcionar y estoy dispuesto a reconocer que ha hecho bien en intentar centrarse, pero sigo teniendo serias dudas acerca de ese joven…

–Dejarás de tenerlas cuando lo conozcas –se apresuró a decir Hae, decidido a seguir insistiendo–. Lo que espero que sea pronto –afirmó y, al pensar en lo que había pasado su amigo, sintió de nuevo deseos de llorar. Para distraer sus pensamientos, se sonó la nariz y se puso en pie–. Creo que debemos regresar al hospital para ver cómo están. Kyu no ha llamado, por eso espero que todo vaya bien.

El tráfico hasta el hospital estaba atascado y el aparcamiento, lleno. Tardaron una hora más en conseguir ver a Kyu.

Cuando miró a Kyu a la cara, Hae supo de inmediato que Sungmin estaba mejor. También supo que Kyu no tenía demasiadas ganas de hablar con Hyukjae. Pero él había hecho su parte, allanándole el camino. Así que, después de darle un abrazo a Sungmin y de pasar a ver al pequeño bebé, se dirigió a su cabaña.

Hyukjae era demasiado ordenado, lo tenía todo demasiado controlado y esperaba que todo el mundo hiciera lo mismo, pensó Hae.

Era un hombre intransigente y autoritario. Su corazón era un témpano de hielo. Entonces, ¿por qué sentía tanta sintonía con él cuando estaba a su lado? ¿Estaría enamorado?

De pronto, Hae cayó en la cuenta de que así era. No podía dejar de pensar en él.

Hyukjae representaba el último hombre por el que debería sentirse atraído, pero ¿acaso el amor era predecible y lógico como un juego de ajedrez?

Tras haberlo visto esa tarde, Hae sintió que su mundo se había puesto patas arriba. De vuelta en su casa, se dijo que le costaría mucho volver a recuperar el equilibrio. a pesar de que le había sacado de quicio muchas veces, algo dentro seguía derritiéndose al estar en su compañía.

Y cuando lo había tocado…

Hae se recordó a sí mismo que la razón por la que le había tocado, de forma accidental, había sido porque le había hecho llorar. Había estado demasiado sensible, por todo lo que había pasado. Y aquel insulto había sido la gota que había colmado el vaso. ¡Le había llamado pitbull!

Mientras se estaba haciendo algo de comer, alguien llamó a la puerta.

Pensó que debía de ser Kyu.

Dejó el sándwich a un lado y corrió a la puerta.

Al ver a Hyukjae allí parado, Hae parpadeó confuso. Durante unos segundos, se preguntó si estaría viendo visiones.

–Pensé que te gustaría saber lo que ha pasado en el hospital.

–Claro.

–Entonces, ¿por qué no me invitas a pasar?

–¿Cómo has venido hasta aquí?

–Le pedí el coche a Kyuhyun. Él va a dormir allí.

Hae sintió que su corazón se aceleraba y pensó en decirle que lo había sorprendido en un mal momento, que estaba a punto de salir. ¿Pero adónde? ¿Y así vestido? ¿Y no le haría ver eso a Hyukjae lo mucho que lo afectaba? sería mejor tratarlo como trataría a cualquier persona, se dijo.

–¿Cómo está Sungmin? ¿Y el bebé? ¿Han mejorado? ¿Quieres algo de beber? ¿Té? ¿Café? –ofreció, mientras caminaba a la cocina, seguida por él.

–Sungmin está mejorando deprisa. El bebé está tan bien como podría esperarse. Está mejor. Parece ser que tiene un peso muy saludable para ser tan… prematuro. Un café, por favor.

–¿Y cómo estaba Kyu? –preguntó Hae, dándole la espalda.

–¿Cómo estaba respecto a qué? ¿A su novio? ¿A su hijo? ¿O a su mentira?

Hae se puso tenso y no se giró para encararlo. Continuó preparando café y se dio la vuelta despacio para tenderle su taza.

–Pensé que, tal vez, habías venido a contarme que habías cambiado de opinión, que habías escuchado algo de lo que habíamos hablado. Si hubiera sabido que habías venido a repetirme las cosas que me dijiste antes…

–Escuché lo que me dijiste –afirmó Hyukjae.

–¿Y?

–Le expresé a mi hermano mi decepción porque no me hubiera hablado de… esa parte de su vida personal… –empezó a decir él, e hizo un gesto para detenerlo antes de que él hablara–. No te preocupes. No soy tan malo como crees. Me doy cuenta de que mi hermano está pasando por un momento difícil. Me… controlé mucho.

Hae se dio cuenta de que él tenía aspecto de estar exhausto.

–Por supuesto, tuve que mencionarle que me lo pensaría dos veces antes de poner toda su herencia en sus manos…

–Vaya, genial. En otras palabras, le hiciste saber que no confías en la persona que él ama y con la que quiere casarse.

–En otras palabras, quiero que sepa que estoy dispuesto a invertir dinero en ese negocio suyo. Liberaré una parte de la herencia y…

–¿Y Sungmin? ¿Lo conociste al menos?

–Pensé que era mejor dejar que se recuperara.

–¿Y vas a volver a Seul ahora? ¿O te vas a quedar unos días para darle apoyo moral a Kyu?

Hyukjae titubeó. Lo cierto era que había sentido una compasión inesperada por su hermano y que, además, le había prestado a las palabras de Donghae más atención de lo que él creía. Hacía un mes, habría lidiado con la misma situación de forma diferente. Se habría fijado sólo en los hechos: un corista rubio se había quedado embarazado; su hermano quería una gran suma de dinero que seguramente terminaría en manos de un joven que se había aprovechado de él. Y, como resultado, le habría negado el acceso a su herencia.

Pero algo parecía haber cambiado.

¿Cuándo había empezado Kyuhyun a temerlo?, se había preguntado Hyukjae. ¿Cómo habían llegado al punto en que podía mantenerse en secreto algo tan importante como un hijo?

Al escuchar las críticas de Donghae, se había dado cuenta de algunas cosas.

Sí, había sido demasiado exigente con Kyuhyun. De hecho, por primera vez en muchos años, se habían abrazado al despedirse, en el hospital. Antes de irse de allí, él había ido a ver al bebé y se había quedado largo rato mirándolo en su incubadora, impresionado porque algo tan pequeño pudiera estar tan bien formado.

Por supuesto, se reservaría su juicio sobre el appa hasta que lo conociera pero, después de hablar con Donghae y ver a su hermano, estaba dispuesto a concederle a Sungmin el beneficio de la duda.

Sin embargo, una rabia subyacente corría por sus venas ante el pensamiento de que Donghae lo había engañado.

Lo único que podía pensar era que él había dormido entre sus brazos, habían hecho el amor y, aun así, le había ocultado algo tan importante. Donghae lo llamaría lealtad hacia su hermano, pensó. Él lo llamaba traición deliberada.

Y, encima, se sentía furioso porque Donghae lo había rechazado, había menospreciado el sexo que habían compartido como si hubiera sido un error, algo pasajero que debiera ser erradicado, fingiendo que nada hubiera pasado.

–Puede que me quede por aquí… Después de todo, tendré que hacer mi propio juicio de valor sobre esta persona.

–Te dije…

–Sé lo que me dijiste, pero resulta que me cuesta mucho creer las cosas que dices.

–¡Eso no es justo!

–¿No? No tienes ni un ápice de honestidad, ¿no es así, Donghae?

–Te he explicado ya por qué hice… lo que hice.

Hyukjae sabía que su conversación no iba a llegar a ninguna parte. También sabía que estaba siendo injusto con él. Y no entendía por qué no podía dejar a un lado aquel asunto. No debía haber ido a verlo. No iba a conseguir nada discutiendo con él… De todos modos, le había pedido el coche a su hermano y, sin hacer caso de su lado racional, había conducido hasta allá.

–Mira las cosas desde mi punto de vista –sugirió él con tono helador–. Ese joven  y tú sois amigos desde la infancia.

Hyukjae se puso en pie, sabiendo que estaba dejándose llevar y que debería callarse. Pero, al mirar a Donghae, se enfureció porque seguía deseándolo después de todo lo que había pasado. Nunca se había sentido tan vulnerable y no le gustaba sentirse así. No lo entendía y no lo necesitaba. Aquel joven le había hechizado y quería hacer lo que fuera para sacarlo de su vida.

Empezó a caminar hacia la puerta. Sabía que lo seguiría y así fue.

–¿Me estás diciendo que debo fiarme de tu palabra cuando me dices que ese joven es inocente y puro como la blanca nieve y que no es un interesado? –preguntó Hyukjae, y se giró para mirarlo.

Donghae lo miraba con una expresión llena de fiereza, como si estuviera dispuesto a lanzarle el objeto más pesado que encontrara a mano.

–El hecho es que conoció a mi hermano en el club nocturno donde trabaja quitándose la ropa…

–¡No se quita la ropa! Al menos, no toda…

–Eso da igual. Has comprendido lo esencial.

–Creo que deberías irte.

–Y lo haré. Cuando termine de decirte lo que tengo que decir.

 –Debería haber adivinado que no ibas a venir aquí sólo a darme las gracias –dijo Hae con amargura–. Debería haber sabido que no ibas a conformarte con simpatizar con Kyu y alegrarte por él.

–No me malinterpretes. Estaría encantado si pensara que Kyuhyun fuera a embarcarse en una vida de alegría y satisfacción con alguien que lo amara por ser quien es y no por el dinero que tiene. Y créeme cuando te digo que pienso ser del todo imparcial cuando tenga que valorar la situación…

–Tan imparcial como cualquier dictador podría serlo… –murmuró Hae.

–Pero no puedo evitar pensar que aquí ha habido una conspiración…

–¿Una conspiración? ¿De qué diablos estás hablando?

–¿Cómo sé que ustedes dos no se compincharon para pescar a Kyuhyun? Conocían su apellido y, aunque no supieran de qué familia venía, no habría sido difícil adivinar que tenía dinero. Mi hermano es un libro abierto. Además, con sólo dedicarle unos minutos a buscar en Internet, podrían haberlo sabido todo sobre los Lee y su dinero…

–¡No puedo creer que estés diciéndome estas cosas, Hyukjae! –exclamó Hae, y se dijo que, sin duda, el hombre que tenía delante era implacable, que tenía el corazón de piedra.

–¿Por qué? –preguntó él–. ¿Por qué no puedes creerlo?

–¡Porque deberías de saber que no soy esa clase de persona! Ya habíamos hablado de ello.

–Ya lo sé. Pero piensa un momento. ¿Te conozco yo de veras?

Hae se quedó cortado por ese comentario. ¿Lo diría él en serio? Había creído que, después de todo lo que habían compartido, él supiera que no era capaz de hacer esas cosas. Se puso rígido y su cuerpo adoptó una postura defensiva. ¡De ninguna manera iba a seguir justificándose ni iba a darle explicaciones!

Sin embargo, al pensar que él se iría con aquella mala impresión suya, Hae sintió ganas de llorar.

–Si realmente piensas eso de mí, Hyukjae, ¿qué puedo decir?

–Es verdad. ¿Qué puedes decir?

–Le das demasiada importancia al dinero, Hyukjae. No puedes entender que, al final, no significa tanto. Sí, puedes tener el helicóptero de tu empresa y un coche caro, pero esas cosas no tienen ningún valor.

–¿Sigues haciéndote el altruista? Puede que te hubiera creído en una ocasión, Donghae, pero después de lo que ha pasado, tendrás que excusarme si me muestro un poco escéptico.

–¿Por qué? ¿Por qué iba a tener que excusarte? Piensas mal de mí. Crees que sería capaz de hacer cualquier cosa por un poco de dinero.

–Todo el mundo tiene su precio.

–Eso es horrible.

–¿Lo es? Pues yo pensaba que sólo es ser realista –repuso él, lo miró y sonrió con amargura–. Es una pena.

–¿El qué?

–Es una pena que no estés de acuerdo conmigo, porque si admitieras que todo el mundo tiene un precio, descubrirías que soy un amante muy generoso… y nosotros hacemos buena pareja, ¿no, Donghae?

Hyukjae le tocó la cara.

Hae se quedó helado. Durante un momento, sintió la calidez de su contacto y se dijo que le había entregado el alma al diablo. Quiso seguir disfrutando de su caricia, llevarlo a su cama.

Sin embargo, se apartó de golpe y posó la mano en el picaporte de la puerta. Cuando Hyukjae se hizo a un lado, abrió, temblando.

–¿Cuánto tiempo piensas quedarte? –inquirió Hae, tenso.

–¿Por qué? ¿Pretendes tomar medidas para evitarme?

–¿Te extrañaría?

–Quizá, no –respondió Hyukjae, y se encogió de hombros.

Él había dicho lo que había querido decir. Más que eso. Mucho más. Y algunas de sus propias palabras le habían dejado un amargo sabor de boca.

–Pero… no dejes que lo que piensas de mí influya en tu decisión sobre la herencia de Kyu. Ni en tu opinión sobre Sungmin –pidió Hae, mirándolo con ojos limpios y decididos.

–¿Sigues con eso?

–Sigo esperando que haya una parte de ti que sea un poco humana.

Hyukjae se sonrojó. No le gustaba lo que Donghae acababa de decir pero, para ser justos, no podía culparlo.

Entonces, salió por la puerta abierta, directo hacia el coche de su hermano.

Desde su casa, Hae vio cómo el coche maniobraba a toda velocidad y se alejaba. Cuando cerró la puerta, estaba exhausto. El día había empezado mal con la llamada de Kyu y, desde entonces, no había hecho más que empeorar a toda velocidad, sobre todo desde que Hyukjae había aparecido en escena.

Se sintió hundido. Le dolía la cabeza. Lo que necesitaba era darse un baño de agua caliente y meterse en la cama. ¿Pero qué haría una vez allí? ¿Mirar al techo en la oscuridad y pensar en Hyukjae? ¿Pensar en lo que él le había dicho? No era posible que él lo hubiera dicho en serio, ¿o sí? ¿De veras pensaría que había hecho un plan con Sungmin para apoderarse del dinero de Kyu?

Hyukjae conocería a Sungmin y se daría cuenta de que se había equivocado. De hecho, Hae sabía que lo que él le había dicho había sido una reacción ante las bruscas noticias que había recibido.

Hyukjae se había desquitado, pero se había desquitado con él. Y  le dolía que se hubiera llevado la impresión errónea.

Entonces, pensó en los largos días que le quedaban por delante, días en los que él no estaría presente.

Hyukjae había sido cruel y frío, intentó sentir rechazo hacia él, pero no pudo. Lo único que pudo sentir fue la calidez que se había apoderado de su cuerpo cuando lo había tocado.


11 comentarios:

  1. Mono del malllllllll.
    Tengo tantas cosas que decir pero temo la censura. Acordate de mis palabras mono maléfico ya vas a caer y te va a costar horrores recuperar a Hae

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  2. Ahhh al fin cap!!! estuvo buenisimo 8D me encanta la actitud de Donghae no de deja pisotear y actua con dignidad! Hyuk te vas arrepentir jojo ya quiero ver cuando andes detrás de el y no te pele! muajaja lo espero con ansiasss :D. gracias por la actu y sube pronto unnie <3

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  3. Que cruel de mi lindo monito cree que todos somos unos avariciosos pero en el mundo donde se mueve asi son esas personas y no posemos hacer nada

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  4. Pobre mi Hae... al final fue el que pago los platos rotos...

    Um,, pues ahora esperar a ver que es lo que pasa y como pasa las cosas estre estos dos.

    Muchas gracias por el cap ^_^

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  5. OHHH mono por que eres asi espero que pronto de cuenta de todo!!! esperare el proximo cap!!! gracias cuidate!!

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  6. Al principio del capítulo pensé que la actitude de HyukJae iba a cambiar y que por fin había entendido las cosas, pero estaba equivocada, aunque ha mejorado algo, sigue con su desconfianza y lo que es peor, desquitó toda su rabia en Hae, fue bastante ofensivo, lo bueno es que Hae siempre es capaz de defenderse. Solo espero que el cabezota de HyukJae entienda las cosas de una vez.

    Al menos ya aquí Hae se ha dado cuenta de sus sentimientos.

    Gracias por el Mp. Arrivederci ^^

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  7. Ahhh diablos Hyuk tan mal pensadooo noooo pobre Hae, espero que Min no la cague y de razon a Hyuk, gracias por actualizar y por el MP

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  8. Estoy como preparandome a leer alguna parte en la que trate mal a Sungmin, es decir, ando a la defensiva, si se mete con Min lo odiare eternamente (en el fic).
    Aishhh es que es tan terco y tosco y bruto y tan mal pensado que no le entra en la cabeza que se les puede llegar a querer por lo que son y no por el dinero, ya me tiene molesta

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  9. Eish........no sé de que fue o que tan bien fue la platica de hyuk con kyu,pero de verdad,estos hermanos necesitan una muy buena platica
    Y bueno,este par... cada vez se entierran así mismos,y lo peor,es que estan enterrados en sus mismas ideas....algo tiene que pasar para que se den cuenta de lo que estan haciendo...y estoy casi segura que la idea de hyuk al ir a casa de hae no era esa,y nada salio como lo esperaba,quizas solo que lo dejara entrar,pero para nada la conversación y mucho menos la forma de irse......estan hasta el cuello de ellos mismos

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  10. maldito mono feo! estoy completamente de acuerdo con lo que dijo Hae acerca de Hyuk...le da tanta importancia al dinero que no piensa en nada mas..eish enserio me dan ganas de golpearlo por bruto! lastimo a Donghae solo espero que se comporte cuando este frente a Min...porque dudo mucho que Kyu se quede calladito si lo lastima! muchas gracias por el mp!
    PD:: habra un nuevo EunHaeee!! yeeeeeiii!!

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  11. OHHHHH
    Que bueno estuvo el capitulo.
    Aun que Eunhyuk me esta sacando canas verdes con su ridiculo comportamiento machista y codo!!, por que es un codo al no querer soltar la herencia de Kyu y solo por que Min era bailarín, que tiene de malo?

    Se me hace que a él lo engañaron cuando era joven y por eso es así con Sungmin
    xD
    Espero pronto leer el sig cap, gracias

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...