Vikingos I -21

 
— ¿Os dije ya que hoy os veis espléndido, Siwon?  — Como había previsto, él lo miró con escepticismo.
 
— Recuerdo que tuvisteis una oportunidad de hacerlo pero que la dejasteis pasar — respondió.
 
— Entonces lo digo ahora: ciertamente, parecéis un noble lord. Es un título adecuado, pero no usado en vuestra tierra, ¿verdad?
 
El meneó la cabeza.
 
— Somos un reino feudal. Cada clan tiene un jefe. El es lord y hasta rey de su gente.
 
— ¿Como vuestro padre?
 
— Sí — repuso él, y lo interrogó con la mirada—  ¿Por qué lo preguntáis?
 
Heechul respondió con otra pregunta:
 
— ¿No os parece que ya es tiempo que empiece a interesarme en vuestro pueblo y... en vos?
 
El sonrió.
 
— Supongo que eso es razonable.
 
— ¿Es grande vuestra familia? — Siwon se encogió de hombros.
 
— Tengo tíos, tías y muchos primos.
 
— Sé que tenéis dos hermanos, ¿pero no hay otros? ¿Ninguna hermana o jovencito?
 
Una nube negra pareció cernirse sobre Siwon.
 
— Tenía una hermana — dijo con voz cargada de amargura— . Era la hija menor de mi madre. Murió hace muchos años.
 
Heechul pudo sentir la cólera y el dolor de Siwon como una espada que le atravesara el corazón y le sorprendió que las emociones de él pudieran conmoverlo tanto.
 
— Lo siento, Siwon.
 
— No tenéis por qué sentirlo — dijo él secamente —     Vos no la conocisteis.
 
Le tocó la mano con suavidad.
 
— Sí, pero conozco el dolor de perder a un ser querido.
 
El le tomó la mano y se la estrechó. Después le miró con ternura y su cólera se disipó.
 
— Sí, supongo que sí — dilo.
 
Heechul tuvo un deseo abrumador de apoyarse contra él, de sentirse rodeado por esos brazos fuertes y cálidos. Mientras pensaba en eso, las dolorosas heridas de la muerte de su padre parecieron sanar un poco. Ya no se sentía tan solo, tan perdido.
 
Aunque ahora Siwon era el centro de su vida, todavía no estaba dispuesto a desnudarse delante de él. Heechul retiró su mano. Nunca habían hablado de este modo y estaba satisfecho con este nuevo comienzo. Sin embargo, se sintió incómodo y nervioso cuando un corto silencio se hizo entre los dos. Continuó preguntando, pero sobre un nuevo tema.
 
— Siwon, nunca me hablasteis de cuando fuisteis capturado por mi pueblo, ni parece que los odiéis por lo que os hicieron. ¿Por qué es eso?
 
El pareció sorprendido por la pregunta.
 
— ¿Quién os habló de eso?
 
— Vuestra madre lo hizo cuando me trajeron aquí por primera vez, para explicar por qué Kangta nos había atacado.
 
No necesitó añadir que Kangta   había entrado en más detalles sobre el asunto.
 
— ¿Preferís no hablar de ello? — continuó Heechul, viendo que, por lo menos, el humor de él no había empeorado por el recuerdo.
 
—Prefiero  olvidar  esa  época.  Pero  puesto  que  hoy  estáis profundamente curioso, os contaré. Cuando un vikingo hace una incursión de pillaje sabe que arriesga su vida, que probablemente le espera la muerte de un guerrero, o que lo capturen o ejecuten. Estos fueron los riesgos que corrí, y cuando me capturaron, esperé morir con honor.
 
— ¿Es eso tan importante? — interrumpió Heechul— . ¿ La muerte de un guerrero?
 
— Es la única forma de alcanzar el Valhalla.
 
— ¿Un paraíso vikingo?
 
El se encogió de hombros.
 
  Es  una  buena  comparación.  Pero  sólo  los  guerreros pueden entrar en el Valhalla.
 
Heechul recordó las lecciones de Janghoon y no quiso preguntar más acerca de algo que ya sabía.
 
  ¿De  modo  que  esperabais  morir  con  honor?    El  asíntió  y continuó:
 
— La verdad es que fui cruelmente tratado y que hay unos cuantos que mataría si los encontrara. Pero también es verdad que hoy no estaría vivo si no hubiera sido por uno de los de vuestro pueblo, un viejo guardián que me tuvo compasión y me ayudó a escapar.
 
— ¿Y es por eso que no nos odiáis a todos? — como él asintió en silencio— : Vuestro padre no siente así. ¿Sabe él que fue un celta quien os ayudó a escapar?
 
— Lo sabe. Pero mi padre es un hombre de juicio rápido. Decidió culparos a todos por lo que yo había soportado. Una vez que lo decidió, no se dejó disuadir... hasta que os  conoció a vos. Ahora lamenta haber atacado vuestra aldea y haberos traído aquí. ¿Sabíais eso, Heechul?
 
— Sí, lo sabía. Vuestra madre me lo dijo.
 
— ¿Y todavía lo odiáis?
 
Heechul se vio en un dilema porque, en realidad, no lo sabía.
 
— Si os hubiera sucedido a vos, Siwon, si un celta hubiese venido con engaños y matado la mayor parte de vuestro clan, si os hubiera tomado prisionero, ¿lo odiaríais?
 
— Con toda seguridad — admitió él, sorprendiéndolo—. Y no descansaría hasta verlo muerto.
 
— ¿Entonces no me culpáis por lo que siento?
 
— No. Sólo pregunté si seguíais sintiendo como antes. Habitualmente, los jóvenes y mujeres son más indulgente que un hombre y no suele pensar como un hombre. Pero vos sois la excepción a esa regla, ¿no es cierto? — preguntó, en tono de broma.
 
Heechul sonrió, ansioso de terminar con el tema al que involuntariamente se había dejado llevar.
 
— No tanto como antes — dijo.
 
— ¿De veras? ¿Y cómo habéis cambiado? ¿Acaso no insististeis en traer un arma antes de venir aquí? ¿Y no usaréis esa arma contra mí cuando os reclame más tarde?
 
— No, no contra vos, Siwon — respondió con suavidad.
 
El se inclinó y le levantó el mentón para mirarlo a los ojos
 
— ¿Me dais vuestra palabra, Heechul?
 
— Os la doy.
 
Él se recostó hacia atrás y rió.
 
— Entonces, ciertamente, habéis cambiado. — Heechul sonrió con astucia.
 
— No como vos pensáis, Siwon. Podré no usar un arma pero eso no significa que podréis reclamarme fácilmente.
 
El se puso serio y se quejó, con buen humor:
 
— Eso no es justo, después de darme un momento de victoria tan breve.
 
Los ojos de Heechul brillaron con picardía.
 
— ¿Quién os dijo, vikingo, que jugamos limpio?
 
El gruñó y deliberadamente dirigió su atención a Yunho, quien estaba jactándose ante otros de que ganaría la carrera de caballos programada para el día siguiente. Heechul no se interesó en escuchar. Se sentía muy bien. Era la primera vez que había hablado con Siwon sin que alguno de los dos, o ambos, estuvieran encolerizados.
 
Que se hubiera enamorado de este vikingo no era tan sorprendente, ahora que lo pensaba. El tenía todo lo que admiraba en un hombre: coraje, fuerza, una firme voluntad. Sabía que a veces él podía ser gentil. Y el hecho de que fuese tan innegablemente agradable de mirar no hacía más que favorecer su causa.
 
Oh, Siwon, de algún modo haré que confiéis en mí, pensó Heechul lleno de determinación. Se sonrió otra vez y se hizo a un lado cuando los sirvientes dejaron sobre la mesa fuentes enormes de jabalí y otras carnes asadas, pan y miel. Se levantó y llenó un jarro con espumoso hidromiel. Al hacerlo sus ojos se encontraron con los de Kangta , quien estaba en la cabecera de la mesa.
 
Heechul desvió rápidamente la vista y no vio la cálida sonrisa que él le dirigió. Al lado de Kangta vio a Hyukjae y le devolvió el saludo más bien reservado. A continuación, sus ojos fueron atraídos por un joven que estaba junto a Hyukjae, una criatura fascinante vestido de seda verde oscuro y de actitud altanera. Habría sido realmente hermoso si no hubiera sido por el frío veneno que había en esos ojos. Heechul quedó como en trance por el silencioso mensaje que circuló entre los dos.
 
Al principio le sorprendió despertar emociones tan fuertes en alguien a quien no conocía. Pero enseguida comprendió que conocía a este joven, o que sabía de él. Zhoumi... no podía ser otro.
 
De modo que éste era el ambicioso joven que había herido a un Siwon más joven, más vulnerable, quien lo había vuelto desconfiado. Indirectamente, Zhoumi era responsable de muchas de las dificultades de Heechul. Era un joven sin escrúpulos, y de increíble audacia.
 
Era obvio que Zhoumi quería otra vez a Siwon para él. ¿Por qué, si no, miraría a Heechul con tanto rencor y desprecio? Se había convertido en un joven rico y sabía que Siwon tenía fortuna propia, de modo que ahora lo quería a él. ¿Pensaría Zhoumi que el pasado no tenía importancia?
 
Heechul dirigió a Zhoumi una sonrisa apretada, calculadora. La beldad rubia no tendría a Siwon, no mientras Heechul estuviera con vida.
 
 
 
El festín transcurría entre cabriolas y bromas desaforadas. A la manera vikinga, los temperamentos se inflamaban y las riñas se sucedían sin interrupción. Muchas terminaban con derramamiento de sangre.
 
Heechul estaba aprendiendo la importancia que entre este pueblo tenía la fuerza. Se la consideraba la virtud más elevada. Sin fuerza, un hombre era un fracaso, una vergüenza para su familia. Heechul imaginó que un vikingo prefería morir antes que perder una prueba de fuerza.
 
También eran afectos a los relatos exagerados que eran escuchados en medio de vivas y bromas. Heechul quedó subyugado cuando oyó a Kangta repetir la historia de su captura. El la había embellecido considerablemente, pero su coraje no podía ser negado. Heechul observo que Zhoumi escuchaba el relato con evidente incredulidad. Le hubiera gustado encontrarse a solas con esa víbora y enseñarle un par de cosas.
 
Su deseo casi quedó satisfecho un rato después, cuando se hizo tarde y la mayoría de los presentes estaban llenos de alcohol. Zhoumi persuadió a su hermano de que lo acompañase a su casa y esperó en la puerta mientras él iba por su capa. Heechul detuvo rápidamente a Hyukjae cuando él quedó solo.
 
  ¿No  habéis  disfrutando  de  la  fiesta,  Hyukjae?    El lo miró, evidentemente incómodo.
 
— No. Sé que mi hermano no fue bien recibido aquí. Pero él insistió en que lo trajera.
 
— Decidme, Hyukjae, ¿es verdad que él tiene nuevamente intenciones con relación a Siwon?
 
— Sí, eso ha dicho — admitió él— . ¿Eso os des agrada?
 
— Sólo si Siwon fuera lo suficientemente tonto para arrojarse a un fuego que ya lo quemó.
 
— Esperemos que nunca sea tan tonto. — Heechul sonrió.
 
— ¿Vos no apoyáis una unión entre ellos?
 
— Zhoumi es mi hermano, lamentable verdad que no pue do cambiar. Lo que le hizo a Siwon, mi amigo más íntimo, nunca se lo perdonaré.
 
Heechul lo miró pensativo.
 
— No os habéis despedido de vuestro anfitrión, Hyukjae. Hacedlo ahora. Yo llevaré la capa a vuestro hermano. — El dio un paso atrás y pareció alarmarse.
 
— No. Mi hermano está resentido por las atenciones que os dispensa Siwon. Estaría más que contento de recordaron vuestra posición.
 
— ¿Teméis por mí?
 
El meneó la cabeza y sonrió.
 
— Os conozco. Es mi hermano quien estaría en peligro.
 
Heechul rió.
 
— ¿Entonces puedo acompañaros hasta la puerta? Estando vos allí, seguramente no surgirán problemas.
 
El pareció renuente en aceptar, pero finalmente la sonrisa hechicera de Heechul lo hizo aceptar. En la puerta encontraron a Zhoumi muy impaciente. Ahora se sentía profundamente ofendido y se volvió con vehemencia a su hermano.
 
— ¡No puedo creer que me hayáis tenido aquí esperando mientras  platicabais con este esclavo! — siseó Zhoumi con los   dientes apretados y el rostro lívido de ira — ¿Cómo podéis avergonzarme   así, Hyukjae?
 
— No esperasteis mucho, Zhoumi — repuso él en tono de cansancio.
 
— Si hubieseis hablado con cualquier otra persona no me habría importado — continuó Zhoumi con indignación — ¡Pero que me tengáis esperando... a causa de él! ¿No os acopláis lo suficiente con él cuando visitáis a Siwon?
 
Hyukjae enrojeció.
 
— No es así la situación, Zhoumi. Siwon no quiere compartir con nadie este joven. Lo reserva solamente para él.— Dijo esta verdad con deleite.
 
Sus palabras enfurecieron aun más al viudo y Heechul tuvo que esforzarse para contener la risa. Zhoumi lo miró con helado desprecio.
 
—¡Ponedme  la  capa,  esclavo!    como  Heechul  lo  miró sin expresión, se volvió a Hyukjae— Vos habláis su lengua. Decidle lo que le ordeno.
 
Hyukjae entornó los ojos.
 
— Vais demasiado lejos, hermano — dijo—  Heechul no es vuestro para que le deis órdenes.
 
Zhoumi lo miró con furia, con ojos que despedían llamas.
 
— ¡Él es un esclavo! ¡Ahora, decídselo!
 
  ¿Por  qué  grita  vuestro  hermano?    preguntó  Heechul   con expresión de inocencia.
Hyukjae suspiró.
 
— Odín me asista. Él exige que vos le pongáis la capa. Simplemente, desea desahogar su cólera sobre vos, Heechul.
 
Heechul sonrió.
 
— No hay ningún problema, Hyukjae. Decidle, simplemente, que me niego. Después entregadle la capa y marchaos. Es una solución bastante fácil.
 
Hyukjae meneó dudoso la cabeza pero entregó la capa  a su hermano.
 
— Heechul no quiere hacer lo que pedís, Zhoumi. Ahora , marchémonos — dijo y salió del hall.
 
Zhoumi se puso fuera de sí y dirigió sus furiosos ojos a Heechul.
 
— ¡Os haré azotar por esto!
 
  No  lo  creo    replicó  Heechul,  sorprendiendo  a Zhoumi con palabras que podía entender— . Siwon no lo permitiría. Pero más importante, y os aconsejo que me escuchéis muy bien, Zhoumi, yo os rebanaría alegremente la garganta antes de que pudieseis pedir un látigo. No fuisteis bien recibido en esta fiesta. Aquí no hay nadie que se preocuparía por averiguar quién fue vuestro asesino.
 
— ¡No os atreveríais a tocarme! — Heechul sonrió con  malignidad.
 
— Ponedme a prueba. Pedid que me azoten.
 
Zhoumi vaciló un momento demasiado largo.
 
— ¡Lamentaréis haberme amenazado cuando yo me convierta en el esposo de Siwon!
 
— Ese día nunca llegará.
 
  ¡No  estéis  tan  seguro,  esclavo!    replicó  Zhoumi, y  salió airadamente del hall.
 
Heechul quedó pensativo. Nunca hubiera debido revelar a Zhoumi su secreto... ¿Pero si la predicción de Zhoumi se realizaba? Según la forma de pensar de Siwon, él podía tenerlos a ambos, a Zhoumi como su esposo para que le diera herederos legítimos y a Heechul como su concubino. Se estremeció al pensarlo.
 
No, decidió, no tenía que suceder. Si no podía esperar convertirse en su esposo, no tenia ninguna esperanza. Pero tenía todos los motivos para creer que él le quería.
 
Se volvió y vio que Siwon estaba de espaldas. Rogó que no lo hubiera visto hablando con Zhoumi porque en ese caso lo interrogaría y tendría que mentirle. Esto podía provocar la cólera de él, que era lo último que deseaba.
 
Se reunió con Siwon en la mesa y esperó nervioso que él notara su presencia. Cuando por fin él lo miró, contuvo el aliento, esperando las preguntas.
 
— Os eché de menos — dijo él categóricamente y se le acercó— .¿Dónde estuvisteis?
 
— Despedí a Hyukjae — dijo después de una pausa   . Cuando él respondió  con  un  gruñido,  cambió  rápidamente  de  tema—  .  ¿Nos marcharemos pronto?
 
— ¿Estáis cansado? — Heechul asintió.
 
— Ha sido un largo día y he bebido demasiado. — El sonrió con picardía.
 
— Recuerdo con placer otra ocasión en que bebisteis demasiado. Entonces os mostrasteis muy complaciente y agradable. ¿Lo estáis ahora?
 
— No, Siwon.
 
El ignoró la respuesta y se puso de pie.
 
— Venid. He encontrado un lugar para que pasemos la noche. — Heechul permaneció sentado.
 
— ¿No regresaremos a casa? Es sólo una distancia corta.
 
— Sería una pérdida de tiempo, Heechul. La carrera de caballos comienza por la mañana temprano y quiero estar aquí a tiempo.
 
Como él frunció el entrecejo, Siwon agregó:
 
— Quizá os lleve a casa mañana por la tarde y después regresaremos al día siguiente.
 
— ¿Regresaremos?
 
— Sí, esta fiesta continuará aproximadamente por una quincena. Ahora, venid.
 
Heechul suspiró, tomó la mano que él le ofrecía y lo siguió para buscar sus capas.
 
Siwon se despidió a los gritos pero nadie le prestó mucha atención, y rápidamente salió por la puerta con Heechul del brazo. Cuando lo condujo al establo y a un cubículo vacío donde había varias mantas apiladas sobre un lecho de paja, Heechul se apartó con un leve fastidio. Vio que él cerraba el lugar con un panel de madera, convirtiendo el cubículo en un pequeño cuarto privado.
 
— ¿Este es el lugar que mencionasteis?
 
— Es el más abrigado que pude encontrar — dijo él sin mirarlo, y se quitó la capa.
 
— ¿Y esperáis que yo duerma aquí? — El ignoró su indignación y le sonrió. — No estaréis solo.
 
— Pero...
 
— Silencio — lo interrumpió suavemente y se le acercó— .Ciertamente, esto es mejor que un duro banco en el hall. ¿No estáis de acuerdo?
 
Miró el lecho improvisado y asintió de mala gana.
 
— Supongo que sí — dijo.
 
El le rozó una mejilla con los dedos.
 
— Y aquí no nos molestarán.
 
Heechul sintió algo parecido al dolor que arraigaba en su pecho. Quería arrojarse en brazos de él pero no se entregaría con tanta facilidad. Sin duda, obtendría placer, ¿pero por cuánto tiempo? El no lo haría su esposo si se convertía en un esclavo sumiso.
 
Con renuencia, se apartó de él y buscó un tema para demorar lo que sabía que muy pronto sucedería.
 
— La carrera programada para mañana... ¿puede participar cualquiera?
 
— Sí.
 
— ¿Puedo participar yo?
 
Siwon empezó a reír pero enseguida lo pensó mejor  .
 
— No. Puede participar cualquier hombre pero ningún joven.
 
— ¿Y supongo que tampoco esclavos? — preguntó, con cierta irritación.
 
¿Dejaría este joven pasar un día sin mostrar su carácter díscolo?, se preguntó él.
 
— Es verdad.
 
— Pero yo podría ocultar mi apariencia, disimularla. Me proporcionaría una gran satisfacción vencer a vuestro hermano.
 
— ¿Cómo sabéis que mi hermano participará? — preguntó él, sorprendido.
 
Heechul se puso pálido y se volvió de inmediato. ¿ Cómo podía admitir que los había oído hablar de la carrera sin descubrir que entendía la lengua de ellos?
 
— ¿Acaso él no correrá?
 
Afortunadamente, Siwon se conformó con esa pregunta.
 
— Correrá, pero también correré yo. ¿También a mi deseáis derrotarme?
 
Heechul lo miró de soslayo.
 
— Supongo que no convendría derrotaros delante de todos — dijo, y con una sonrisa traviesa, añadió— : Basta con que sepáis que puedo hacerlo.
 
Siwon estalló en carcajadas.
 
— Pronto, un día, aceptaré ese desafío, Heechul. Pero no ahora. Tengo en la mente un deporte mucho más interesante.
 
 

 

1 comentario:

  1. Que bueno que puso en su lugar a Zhoumi se lo merece por arpía ahora Siwon lo querrá de verdad gracias por el cap bye.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...