Marcado (T1)-3



Hyukjae no dijo nada mientras encendía el auto y nos llevaba a casa. Dejó la radio apagada y ni siquiera trató de molestarme con bromas. Sabía que no iba a disculparse por la escena; nunca lo hizo así que ni siquiera lo traje a colación. Estaba entrando y saliendo de una pequeña siesta cuando el tono de llamada de Sehun empezó a trinar en mi bolsillo. Maldije lo que era algo que rara vez hacia y lo apagué. Pero ahora mi estómago era un nudo y estaba viendo manchas delante de los ojos.
—Te llama más que cuando estaban saliendo. —La voz de Hyukjae era baja y me pregunté si tenía idea de cuánto me dolía la cabeza.
—Es una molestia. Te dije que no lo captaba.
—¿Es un problema? —Abrí un ojo porque era atípico de él demostrar algún tipo de preocupación por mí.
—No, me refiero, solo han sido un par de semanas y creo que extraña más la idea de estar conmigo que a mí. Sigo pensando que se aburrirá o encontrará a alguien más y lo dejará ir.
―Asegúrate que le dejes saber a alguien si se convierte en un problema. Ningún joven debería lidiar con esa molestia.
—Lo haré. —Nos sumergimos de regreso en el silencio de nuevo hasta que él se aclaró la garganta. Conocía el tiempo suficiente a Hyukjae para saber que estaba queriendo decir algo y que yo solo necesitaba escuchar.
—Mira, lo siento por lo de esta mañana. Lo siento por todos los domingos en la mañana. No necesitas seguir viéndome en mis peores momentos; en realidad, no es tu trabajo verme en lo absoluto. Acabé con forzar un divertido tiempo familiar sino hace más que empujar el cuchillo más adentro y lo veo ahora. Este drama se ha construido por años y no es justo que estés en el medio de todo sin que Eunhyuk este para respaldarte. Él te amaba hasta morir y he hecho un trabajo de mierda honrado eso.

Tenía demasiado dolor para discutir con Hyukjae sobre las semánticas de mi relación, o en realidad ninguna relación con Eunhyuk. Ningún Lee parecía entender que éramos amigos, los mejores amigos y nada más. La leyenda de nuestra relación se había vuelto un monstruo que simplemente no podía combatir especialmente cuando la pequeña porción de desayuno estaba de repente arremolinándose en mi garganta. Me tambaleé hacia adelante y agarré el brazo de Hyukjae. Probablemente no era el movimiento más inteligente ya que íbamos a 95 kilómetros por hora en la autopista pero estaba a punto de tirar mis galletas en un auto que costaba más de lo que algunas personas hacían en un año.
—¡Detente! —Hyukjae dejó salir una cadena de maldiciones y apresuradamente ondeó en torno a una furgoneta a la orilla de la carretera. Abrí la puerta y prácticamente caí sobre mis rodillas mientras derramaba todo en un violento flujo en el asfalto. Manos cálidas agarraron mi cuello y me alcanzaron un pañuelo harapiento cuando finalmente pude respirar. Tomé la botella de agua que me alcanzó y me senté en mis talones mientras el mundo se inclinaba en un montón de diferentes direcciones.
—¿Qué está mal?
Sorbí agua y la derrame en la tierra lejos de las puntas negras de sus botas.
—Migraña.
—¿Desde cuándo las tienes?
—Desde siempre. Necesito recostarme en la parte de atrás.
Me llevó a ponerme de pie con una mano debajo de mi brazo y me di cuenta que era la primera vez en años que alguna vez me había tocado deliberadamente. Nunca nos abrazamos, nunca nos rozamos, nunca chocábamos las manos o nos las estrechábamos, estábamos estrictamente en un tipo de relación de no intrusión por lo que mi sistema casi se rebeló ante el contacto. Gemí mientras él prácticamente me empujaba de nuevo en el auto. Era pequeña así que extenderme a lo largo del asiento trasero no era un gran problema. Hyukjae regresó al volante y me miró por encima del hombre.
—¿Vas a lograrlo el resto del camino?
Arrojé un brazo encima de mis ojos y la otra mano en mi estómago revuelto.
—No es como si tuviese otra opción. Solo mantente atento para detenerte si te grito.
Volvió de nuevo al tráfico y estuvo silencioso por solo un minuto  antes de preguntar:
—¿Todo el mundo sabe que tienes migrañas?
—No. No me dan muy seguido, solo cuando estoy muy estresado o no duermo bien.
—¿Eunhyuk sabia?
Quería suspirar pero solo respondí:
—Sí.
Murmuró algo que no pude escuchar y más que verlo, lo sentí mirándome.
—Él nunca me dijo. Me decía todo, incluso la mierda que tenía cero interés en oír, nunca se callaba cuando se refería a ti.
Estaba equivocado, muy, muy equivocado pero ese era el secreto de Eunhyuk e incluso aunque él se había ido tenía que irme a la tumba con ello. Había un montón de cosas que Hyukjae y Siwon nunca supieron acerca de su hermano, cosas que estaba tan temeroso de compartir, cosas con las  que batalló a diario y el hecho de que tenía migrañas y que estaba irrevocablemente enamorada de Hyukjae ni siquiera rasgaba la superficie.
—Probablemente se le olvidó simplemente, como casi no las tengo y cuando se mudaron a Seul y yo todavía tenía que quedarme en la secundaria probablemente se le olvidó que pasaban porque casi ya no compartíamos. Han estado peores los últimos años.
Yo no tenía que explicar que era porque Eunhyuk se había ido y todo el estres que él balanceaba por mi ahora era mi propio asunto.
—Eso parece algo bastante grande como para que se le escapara.
—Contrariamente a lo que todos los Lee se han metido en  la cabeza de que había mucho más con Eunhyuk que nuestra amistad y lo que estaba pasando o no conmigo.
Él resopló con fuerza.
—Sí, claro. Eunhyuk era una persona diferente después de que te encontró. Siempre fue un buen tipo, siempre el mejor de todos nosotros, pero una vez que llegaste fue como que finalmente encontró su propósito. Tú le diste a alguien por el que preocuparse sin ningún equipaje de mierda del que teníamos el resto de nosotros. Lo convertiste en mejor persona.
Mi corazón se apretó tanto en mi pecho que pensé por un segundo que todo en mi interior se saldría.
—Él me salvó así que nos hicimos mejor el uno al otro.
Caímos en un incómodo silencio de nuevo hasta que el auto se paró en frente de su apartamento. Se volteó en el asiento y me miró. Lo miré de reojo por debajo de mi brazo.
—¿Puedes volver o necesitas que te lleve? Puedo hacer que Kyuhyun nos siga, ya está en casa después del trabajo. —Era una buena oferta, una que me sorprendió que extendiera, pero había tenido mi ración de Lee por el día y manejar hasta mi apartamento no era tan malo en un domingo por la tarde.
—Lo haré. No es tan lejos. ―Me salí de la parte trasera y tuve que inclinarme en el marco de la puerta mientras él salía del asiento del pasajero. Estábamos tan cerca que podía ver el pulso en su garganta zumbar debajo del tatuaje de un colibrí que tenia—. Gracias de todas maneras.
Suspiró y se frotó las manos alrededor de su rostro. Dio un paso atrás y se aseguró de que lo estaba mirando fijamente a los ojos cuando me dijo:
—Estoy hablando en serio con respecto a los domingos. No vengas aquí la próxima semana esperando que me porte bien. Acabé con ello.
 Le solté un saludo con los dedos en mi frente  dejé que mi cuerpo colapsara en el asiento que acababa de abandonar.
—Mensaje recibido. Mis servicios como chofer no son ya necesitados, lo que significa que no te veré. Cuida de ti Hyukjae, alguien tiene que hacerlo.
Cerré la puerta antes de que pudiera decir algo y ni siquiera esperé hasta que se alejara del auto para poner la reversa y alejarme del conjunto de apartamentos. Era un corto camino hasta mi propio apartamento que compartía con mi mejor amigo Zhoumi. Lo había conocido en mi primer año cuando compartíamos el dormitorio.
Era una importante química, trabajaba en el mismo bar deportivo que yo y tenía la total paciencia para tratar con todo mi mierda neurótica sin fin. Su origen familiar no era nada fácil por lo que amaba poder siempre confiar en que él estaría allí para mí, también era inteligente como nadie y le había tomado cero segundos saber que la razón por la que mi vida social era aburrida y no podía comprometerme con ningún chico con el que había salido era porque estaba demasiado colgada por Lee Hyukjae así que cuando llegué tropezando con lágrimas en los ojos, me metió en la cama sin hacer preguntas y tiró de las cortinas de mi habitación mientras me traía algunos analgésicos y un vaso gigante de agua.
La cama se hundió cuando se subió a mi lado.
―¿Fue malo hoy? —Zhoumi era de China y su acento rodó sobre mí como un bálsamo suavizante.
—Estaba con un cualquiera otra vez, tenía un chupetón del tamaño de Alaska en el cuello, mi enemigo mortal de la escuela secundaria coqueteó con él en Starbucks y le tomó a Jihoon y a Kangta menos de un minuto para insultar su ropa y cabello y recordarle que no es ni nunca será su hermano gemelo muerto.
…Por suerte esta vez dejaron en paz su trabajo y desprecio por las costumbres pero él estaba furioso y se fue. Todos ellos han decidido que es mejor no ir los domingos, haciendo de ésta la segunda familia de la que he sido parte que no puede entenderse y solo amarse y apreciarse entre sí y por si fuera poco Sehun ha estado llamándome todo el dia y no puedo pensar en alguien con el que quiera hablar menos, así que sí que fue jodidamente malo hoy.
Pasó una mano sobre mi cabello y se rio suavemente.
—Chico, las situaciones en las que te encuentras.
—Dímelo a mí.
—¿Le diste las llaves de su apartamento de vuelta?
Gemí un poco y enterré mi cabeza en la almohada.
—No, se me olvidó por completo pero no es como que esté muy apurado por caminar hacia él y dos jóvenes una vez más. Honestamente estoy contento de no tener que ver a la basura perforada de Hyukjae de nuevo.
Dio una risita y se dio la vuelta sobre su espalda por lo que estaba mirando al techo. Además de Eunhyuk, él era el mejor amigo que había tenido y lo amaba por no hacerme tener que soltarle todo y escudriñarlo. Simplemente lo entendía y mientras quizás no entendía como pasaba mi tiempo aborreciendo y amando por igual a una persona que no me veía más que como una molestia, nunca me condenó ni criticó por ello.
—Ese chico, es un problemático.
—No lo sé, tal vez el espacio sea bueno para mí. Tal vez el tiempo apartado de toda la familia me de el respiro que necesito para matar la manera en cómo me siento por él. No puedo pasar el resto de mi vida alejándome de otras personas solo porque no son Hyukjae.
—Bueno, no puedo decir que estoy triste por ver a Sehun irse, pero si mereces a alguien que te trate increíble y te ame de todas las formas correctas. Te lo has ganado porque nadie que haya conocido en mi vida ama tan libremente y da tanto como tú lo haces y viendo como esos padres tuyos podrían bien ser tallados en hielo es más que un maldito milagro. Eres un buen chica Donghae y por lo menos te mereces un buen tipo.
Crucé las manos y apoyé la mejilla. Mi cabeza estaba comenzando lentamente a dejar de palpitar y lo único que quería hacer era dormir un rato  y tal vez trabajar en procesar todo lo que pasó hoy.
Zhoumi tenía razón, si me merecía un buen chico, sabía cómo lucia uno, sabia como actuaba e incluso había sido el mejor amigo del mejor chico. Eunhyuk juntaba todo lo que cualquiera en su sano juicio querría en un novio y sin embargo nunca había tenido esos sentimientos por él, ni una vez. Recordaba claramente la primera vez que me había llevado a su casa. Yo tenía trece años y estaba pasando un momento muy difícil de encajar con todos los niños ricos de mi primer año de escuela secundaria. Ahora sabía que la imagen y las marcas importaban, pero yo solo quería usar jeans.
Eunhyuk tenía diecisiete y era capitán del equipo de fútbol. Me encontró llorando en el casillero un día después de una pelea verbal muy peligrosa con Tan y su pandilla. No se burló de mí, no hizo preguntas o se puso todo extraño porque yo era estudiante de primer año, él me abrigó y me llevó a casa con él porque estaba triste y solo y no quería que estuviera así de nuevo. Me dijo que podía saber por mis ojos, que era una clase de persona que necesitaba que cuidaran de ella y que desde ese minuto él decidió que esa persona iba a ser él. Recuerdo todos los sentimientos cálidos y difusos que vinieron en ese momento, recuerdo la gratitud y la inmensa alegría que sentí al tener finalmente a alguien que viera en mi alguien digno y merecedor de amor incondicional, pero lo que más recordaba era que todo dentro de mí se puso al revés cuando Hyukjae entró en la cocina y alzó su barbilla hacia mí y preguntó:
—¿Quién es éste joven?
Mi corazón dejó de latir, mis pulmones se sintieron como si fueran a colapsar; mi piel estaba de repente muy apretada por todo mi cuerpo y no podía formar un pensamiento racional o una oración coherente. Por supuesto, entonces yo lo atribuí a un tonto enamoramiento adolescente, todos los chicos Lee eran bien parecidos y tenían cualidades que los hacían más grandes que la vida y cada joven que conocían tenía un requisito previo de enamorarse de un chico malo en un momento u otro, por supuesto que normalmente salían de ello cuándo se daban cuenta de que el chico malo era solo un imbécil y merecían ser tratados mejor, pero mientras el tiempo iba pasando mientras las cosas cambiaban mis sentimientos nunca lo hicieron.
Era claro que nunca iban a ser recíprocos, Hyukjae solo me veía como un pequeño adjunto de Eunhyuk, como un malcriado niño rico y luego a medida que fui creciendo, como el novio de Eunhyuk, lo cual apesta porque nunca había sido ninguna de esas cosas y como resultado saboteaba mis relaciones, rechazaba chico tras chico simplemente porque no quería un buen chico, quería el que estaba dañado y ciego de lo que sentía.
Era un bueno, leal y honesto, y trabaja duro e invertía mucho tiempo y energía para construir un futuro seguro para mí. Me mantenía fuera de problemas y trataba de hacer lo posible por ser el hijo pulido y perfecto que mis padres querían que fuera y la persona de éxito impulsada por la confianza que me habían dado los Lee, para nunca ser la persona que en realidad sentía que era.
Estaba atrapado en algún lugar muy profundo, sofocándose y todavía aferrado a la esperanza de que Hyukjae notara alguna vez que estaba vivo. Era agotador y era en los momentos vulnerables cuando actuaba brutalmente honesto conmigo mismo y tenía que admitir que no estaba seguro de cuánto tiempo podría mantener el ritmo.


Fue una semana loca y ocupada en la tienda. Creo que principalmente porque estábamos justo en el meollo de la devolución de impuestos y la gente que tenía dinero extra  para gastar a menudo quería gastarlo en tinta. Yo tenía turnos uno detrás del otro desde el sábado e incluso en la noche del lunes para trabajar en la manga de  un chico que había comenzado hace unos meses, simplemente porque no tenía espacio en mi agenda para acomodarlo. Kyuhyun tenía tantas reservas como yo, así que cuando se presentó la noche del sábado los dos estábamos dispuestos a dejarnos llevar y a terminar uno.
El domingo por la tarde fue casi igual que la semana pasada solo que esta vez acompañé al joven a su auto y no tuve que preocuparme porque Donghae estallara en una escena que no quería que viera. Llamé a Siwon para ver cuándo iba a venir a la ciudad, pero al parecer las cosas en casa no estaban mejor después de la semana pasada así que todavía no  estaba dispuesto a dejar a appá por su cuenta. Quería cuidarlo, quería sentirme mal por él, pero no podía reunir el coraje para hacerlo.
Me estaba preparando para abrir una cerveza y para dejarme caer delante de la pantalla plana para relajarme y ver el partido cuando Kyuhyun salió de su habitación poniéndose una sudadera con capucha y una gorra de béisbol negra sobre su cabeza rapada. Tenía tatuajes gemelos en un lado de la cabeza y los ojos brillantes y luminosos destacaban crudamente contra su tez mucho más oscura. Él no tiene tanto metal en su rostro como yo, solo un aro en centro de la nariz y dos expansores deportivos en las orejas, y por alguna razón él mantuvo las manos y el cuello libres de tinta, lo que siempre me hizo reír por los tatuajes permanentes en su cabeza. Éramos un equipo de modo que cuando salíamos juntos por lo general era un hecho que no tendríamos que volver a casa solos. Kyuhyun era un tipo mucho mejor de lo que yo era, solo lucía mucho más jodido.
—Henry y Jjong están en El Panda mirando el partido. Quieren pasar el rato si te animas.
Jjong trabajaba en la tienda con nosotros y Henry era el cantante principal de una banda local de metal a la que nos gustaba ir a ver. A menudo completaban el grupo en el que viajábamos Kyuhyun y yo e ir al bar a ver el partido parecía mucho más divertido que meditar en el sofá yo solo. Así que puse mi cerveza de nuevo en la nevera y metí los pies en las botas negras.
Kyuhyun manejaba un Dodge Charger ’73 totalmente restaurado. Era un monstruo de negro, cromo y motor. Yo estaba bastante seguro de que todos en el complejo de apartamentos sabían cuando estábamos yendo o viniendo porque era muy ruidoso pero era genial montarlo y sabía que significaba mucho para él, porque él había hecho casi toda la reconstrucción.
Los antecedentes de Kyuhyun eran un poco vagos, pero dado que los míos eran menos que estelares nunca lo empujé a hablar de ello. Sabía que su padre había muerto cuando él era muy joven y que su appa se había vuelto a casar con algún idiota rico con quien hasta el día de hoy Kyuhyun se negaba a tener algo que ver. Shindong, el mismo Shindong que nos dejó hacer de su tienda la nuestra, había sido parte integral en conseguir que Kyuhyun llegara a la edad adulta sin antecedentes penales y sin un paquete entero de hijos ilegítimos.
El bar estaba en la parte baja del centro. Era un lugar muy frecuentado en su mayoría por los lugareños y por gente de la industria y como yo no había estado en un domingo por años me olvidé de lo lleno que podía estar cuando habían partidos. Los chicos tenían una mesa al fondo a la derecha justo bajo una pantalla plana enorme y ya tenían vasos y una jarra de cerveza esperando. Los primeros puñetazos y movimientos de cabeza de saludo fueron alrededor de la mesa mientras una ruidosa alegría estallaba en el bar cuando un equipo anotó.
—¿Que pasa, chicos? —Kyuhyun nos sirvió una ronda mientras nos acomodamos. Jjong movió sus cejas hacia arriba y hacia abajo y le hizo señas a un punto por encima del hombro hacia la barra.
—¿No es mejor que el tiempo familiar? Nadie quiere ver a appá vestido así.
Los jóvenes que trabajaban en el bar estaban vestidos con atractivos uniformes deportivos temáticos, algunos eran porristas súper sexys, algunos tenían realmente pequeñas camisetas y pantalones sexys con cordones como los pantalones de fútbol y mis favoritos estaban vestidos con trajes de árbitro tan pequeños que apenas cubrían sus traseros. Hacía calor y estaba mucho mejor que ser despedazado por mis padres solo por respirar.
—No, seguro que no. —Era agradable relajarse y simplemente pasar tiempo con los chicos cuando normalmente el domingo era la peor parte de la semana, pero hoy fue increíble y aunque sentí una punzada por mi egoísmo sabía que suficiente cerveza lo hundiría.
Henry levantó la vista del plato de nachos que estaba devorando constantemente y señaló con el dedo por encima del hombro hacia la barra.
—Espera a ver al joven esperándonos. Amigo, ni siquiera hay palabras.
La banda de Henry, String, era bastante grande en la escena local y sabía por experiencia que tenía un grupo de fanáticos y seguidores del rock, entonces si un joven o chica lo impresionaba probablemente era un increíble 10 y yo no podía esperar para comprobarlo. Charlamos y golpeteamos la jarra en menos de media hora y los chicos estaban cada vez más ruidosos y alborotados pero era un buen momento y tarde o temprano necesitábamos otra ronda.
Aún no había visto al buenísimo camarero escurridizo cuando el vello de mi nuca se paró y de repente presté atención. Había un pelicastaño caminando hacia la mesa. Llevaba el traje de árbitro completo con pantalones cortos negros. También llevaba un par de botas negras que se parecían mucho a las mías. Lucía el cabello como yo no lo había visto nunca, sorprendidos ojos café me miraban desde debajo de sus cejas rectas. Su boca era un tajo brillante de color Rosado contra un pálido rostro al que estaba tan familiarizado como el mío y mientras yo luchaba con el reconocimiento los idiotas de mis amigos estaban mirándolo de reojo, mientras que Kyuhyun estaba parándose para envolverlo en un abrazo de oso.
—Oye chico, ¿qué estás haciendo aquí? —Donghae dio un chillido mientras le regresaba el abrazo a mi compañero de cuarto, pero sus ojos nunca dejaron los míos.
—Uh, yo trabajo aquí, lo he hecho por un tiempo.  Normalmente tengo libres los domingos, pero ya que mi horario cambió y hay bastante gente, lo tomé. ¿Qué están haciendo aquí?
Yo sabía que la pregunta iba dirigida a mí, pero todavía estaba demasiado impresionado por lo diferente que se veía para responder. Kyuhyun dejó un brazo en su hombro y señaló a nuestros amigos.
—El tipo con la barba en candado es Jjong, trabaja en la tienda conmigo y Hyukjae. El chico con la cara llena de nachos es Henry, canta en String. Chicos, él es Donghae, creció con Hyukjae y sus hermanos.
Miré con una mezcla de asombro y repulsión como mis amigos prácticamente se cayeron para estrechar la mano que les extendió. Todavía no había dicho nada y estaba empezando a ponerse incómodo, pero él solo sonrió, tomó la jarra vacía y nos dijo que estaría de vuelta con otra en pocos minutos.
Los cuatro pares de ojos siguieron el movimiento de su trasero mientras se alejaba y quería golpearlos a todos, incluyéndome a mí mismo, en la cara. Tan pronto como estaba fuera del alcance para escuchar, Jjong se volvió hacia mí y se inclinó sobre la mesa para darme un tortazo en la cabeza con la palma de su mano. Insulté y lo fulminé con la mirada, pero no hice ningún movimiento para tomar represalias.
—¿Qué jodidos?
Él sacudió la cabeza y me señaló con el dedo.
—¿Ese es el joven con el que te quejabas de conducir a casa en cada fin de semana? ¿Ese es el joven sobre el que se quejan sin parar de entrar cuando están actuando como tontos? ¿Ese es el joven del que evitan las llamadas como la peste? Caray, Hyukjae, nunca supe que eras gay.
Kyuhyun soltó una risita y Henry dejó salir una carcajada. Le mostré el dedo medio a Jjong y entrecerré los ojos.
—Cállate. No tienes ni idea de lo que estás hablando.
—¿No? Tengo ojos y ese joven es fatalmente hermoso o eres ciego o estúpido, porque si yo estuviera encerrado en un auto con él durante dos horas cada semana estaría dando gracias a Dios no puteando al respecto.
Kyuhyun negó con la cabeza.
—No puedo creer que no supieras que trabajaba aquí. ¿De verdad solo ignoras todo lo que te dice?
Lo fulminé con la mirada.
—Tú tampoco lo sabías y hablas con él cuando viene los domingos.
—Le pregunto si quiere café no cómo se gana la vida. Amigo, admítelo, apestas.
Iba a discutir, pero él continuó:
—Y él es tan caliente, siempre ha sido caliente, a ti simplemente no te gusta por eso no puedes verlo. Se ve bien en toda esa basura de lujo que usa normalmente, pero hombre, con ese uniforme…
—Me gusta, bien. —Me negué a comentar sobre su belleza o falta de ella porque eso era extraño para mí. Por supuesto que tenía ojos en la cara, así que sabía lógicamente que era un joven hermoso, pero siempre parecía tan frío y tan intocable que yo nunca pensé en él como algo más atractivo que una impresionante obra de arte para ver en un museo en lugar de disfrutarle todos los días.
—No mientas. Ustedes dos no se soportan el uno al otro.
Me encogí de hombros un poco.
—Él es como de la familia. Sabes lo que siento por mi familia.
Henry levantó una ceja,
—Me gustaría que mi familia tuviera miembros que luzcan como él. Puse los ojos en blanco.
—Ya basta. Deja de ser un rastrero.
Él volvió no con una jarra, sino con dos, y un plato de alitas. Le sonrió a Kyuhyun y los otros chicos, pero cuando su mirada brillante cayó sobre  mí los estremecimientos vinieron.
—Estás son por mi cuenta. Simplemente no puedo evitar tratar de asegurarme que comas el domingo. —se dio la vuelta con un tirón de cabello pálido y caminó sin prisa a otra mesa llena de hombres de edad media con camisetas mal ajustadas. Entrecerré los ojos cuando uno de ellos puso su mano en su trasero. Evidentemente acostumbrado a eso, Donghae dirigió esa sonrisa asesina y fácilmente se alejó del sobón. Fue una manera diferente de verlo que cuando volvió a pasar junto a la mesa de nuevo claramente con la intención de ignorarme extendí la mano y lo agarré del brazo.
Sus ojos destellaron una chispa mientras miraba los dedos tatuados que había envuelto alrededor de su muñeca. Me sorprendí cuando una sacudida subió hasta mi hombro ante el contacto. Levanté las cejas hacia él y le di una mueca desagradable.
—¿Tus padres saben que trabajas aquí, y qué hay de Jihoon? Me  cuesta creer que alguno de los adultos que te esfuerzas tanto por complacer a diario sepa que estás aquí medio desnudo.
Me frunció el ceño y se sacudió mi mano de encima.
—No, mis padres no saben porque nunca han preguntado y Jihoon sabe que trabajo en un bar deportivo pero no sabe cómo es el uniforme y esto ni se acerca a estar medio desnudo. Déjame en paz, Hyukjae. Mi compañero de cuarto también trabaja aquí y me está dando una mirada que dice que llamará a las tropas. A no ser que quieras ser echado por tres muy grandes guardias te guradarás tus manos para ti mismo y cerrarás la boca. Me gusta Kyuhyun, siempre ha sido decente conmigo, pero no tengo problema en encargarme de ti y tus amigos si me sigues molestando.
Nos miramos hostilmente hasta que una de sus mesas lo llamó.
—Solo un fin de semana —le frunzo el ceño mientras murmura las palabras tan bajo que casi no lo oí.
—¿Qué?
Esos ojos me miraban tan inescrutables que no pude sonsacarles nada.
—Solo un fin de semana quería descansar de tener que lidiar   contigo.
Se alejó de mí y por primera vez desde que lo conozco comprendí que  quizás pasar tiempo conmigo le costaba tanto como a mí con él.



7 comentarios:

  1. si espero y ya se extrañen mutuamente

    ResponderEliminar
  2. Ahora que hyukjae lo miró de esta manera creo que es cuando por fin va a empezar a gustarle y a extrañar verlo los fines de semana, Donghae ya está locamente enamorado así que por fin ya va a comenzar el romance!!

    ResponderEliminar
  3. Ahora que hyukjae lo miró de esta manera creo que es cuando por fin va a empezar a gustarle y a extrañar verlo los fines de semana, Donghae ya está locamente enamorado así que por fin ya va a comenzar el romance!!

    ResponderEliminar
  4. OMG
    Que capítulo tan genial!!!
    Akdjjdjsjdhdjdkksja
    Genial!!!
    Oh si~ ahora el mono ve lo sexy que es el pecesito!!!

    ResponderEliminar
  5. Ahora se viene lo bueno, con razón dicen que no entra por los ojos

    ResponderEliminar
  6. Que bueno que Hyu se de cuenta de que donghae no es sólo el niño bueno que busca complacer a los demás

    ResponderEliminar
  7. OMG!
    Nunca espere esto, pero debo decir que es un cambio bastante bueno... ahora si viene lo bueno ... gracias por el cap.

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...