Debutantes I-17



Youngwoon tenía razón. La decisión de Jungmo de vengarse y asumir las consecuencias era inamovible. Además estaba enfadado con Jungsoo, convencido de que le había ocultado a propósito la parte más importante de la situación, y no lo creyó cuando le dijo que no sabía nada al respecto. Aquello no fue de ninguna ayuda para hacerlo entrar en razón y le proporcionó una excusa para ignorar todo lo que Jungsoo tuviera que decirle.
Se había burlado cuando él había argumentado que Youngwoon era parte inocente en todo aquello y que sería él quien acabaría saliendo perjudicado. Jungmo había dicho que los hombres no se tomaban el compromiso del matrimonio tan en serio como las parejas, que muchos ni siquiera se molestaban en ocultar sus infidelidades, y los rumores que corrían respaldaban aquella suposición.
-Tendrá amantes que le satisfagan y al joven más hermoso de toda Inglaterra como esposo, para ser la envidia de todos -le dijo Jungmo-. Así que, ¿por qué no iba a salir él ganando con esto? No es que quiera casarse con otro, o bien se lo habría pedido y nada de esto habría sucedido.
Aquel argumento había puesto el dedo en la llaga, aunque no fuera de forma intencionada.
No obstante, servía una vez más para recordar a Jungsoo lo ilusorias que habían sido sus esperanzas. De todas formas, las dejó de lado, como el resto de sus esperanzas truncadas.
Sin embargo, tras haber agotado todos los argumentos que incidían en la forma correcta de obrar, Jungsoo se vio obligado a decir:
-Va a hacer de su vida un infierno. ¿Querría usted pasar el resto de su vida al lado de Heechul?
-Yo no. Yo lo encerraría y lo dejaría salir únicamente durante las vacaciones, y tal vez ni siquiera entonces. Yo haría de su vida un infierno, créame, y lo haría sin el menor remordimiento, sabiendo que se lo merece. Espero, de todo corazón, que Kim Youngwoon sea lo bastante inteligente para hacerlo. Así que, váyase a casa, Jungsoo. Le agradezco que haya acudido en mi ayuda, pero ahora está perdiendo el tiempo.
Volver abajo y tener que confirmarle la negativa a Youngwoon fue la cosa más dura que Jungsoo había hecho en su vida. Aquella era su última esperanza y ahora todo estaba perdido.
Pero no parecía que Youngwoon esperara un resultado distinto, pues su rostro no se inmutó; aunque era imposible imaginárselo aún más abatido. Sin embargo, lo tomó en sus brazos para agradecerle que lo hubiera intentado. Y aquellos breves instantes fueron como el cielo y el infierno para Jungsoo, saboreando el abrazo, pero sabiendo que con toda probabilidad aquella sería la última vez que estuvieran tan cerca.
Youngwoon y Siwon cabalgaron junto al carruaje, acompañándolos a casa a petición de sus tíos. Jungsoo no supo que Siwon se hallaba en la casa con Youngwoon hasta que montó en el carruaje y se pusieron en camino. Fue entonces cuando lo oyó hablar fuera, quejándose de un molesto dolor de cabeza.
El viaje de regreso le pareció mucho más rápido. Jungsoo se metió en la cama antes del amanecer, aunque faltaba menos de una hora para que aparecieran los primeros rayos de sol. Había conseguido contener el llanto hasta entonces, pero en cuanto apoyó la cabeza en la almohada, todas las emociones de aquella última semana volvieron a apoderarse de él, sabiendo que probablemente Youngwoon estaría casado antes de que ella despertara.
Levantarse por la tarde y saber que el matrimonio de Youngwoon se había consumado por la mañana no fue tan doloroso como esperaba. Aquello lo sorprendió. Creía que estaría destrozado.  Pero, después de pensarlo un rato, se dio cuenta de que le daba lo mismo que se hubiera casado o no. Como lo amaba, sufría por él, pero si Heechul no existiera, Youngwoon tampoco podría ser suyo.
Para Jungsoo, el peor momento había tenido lugar durante la semana, cuando el abuelo de Youngwoon lo había advertido de cuáles eran, sus verdaderos sentimientos hacia él. Hasta entonces, Jungsoo abrigaba una mínima esperanza de que si Youngwoon no se veía obligado a casarse con Heechul, lo haría tal vez con él. Pero eso no había sucedido, al menos no por los motivos adecuados. No sería nunca más que un amigo para él; y menudo amigo, puesto que no había asistido a su boda.
Ahora le enojaba habérsela perdido. Junjin le había dicho que aquel día Youngwoon iba a necesitar a sus amigos más que nunca. Y no pudo evitar recordar lo abatido que estaba la noche anterior, justo antes de que lo abrazara.
Esperaba que al menos sus tíos hubieran asistido a la boda. Los habían invitado a los tres. Pero, considerando la hora a la que se habían ido a dormir, era probable que también a ellos se les hubieran pegado las sábanas. Era una lástima que Youngwoon no hubiera podido hacer lo mismo. Jungsoo tenía la certeza de que le habría gustado hacerlo. Pero seguro que alguien lo habría despertado. Era el día de su boda, después de todo.
Al bajar, un poco más tarde, comprobó que al menos uno de sus tíos estaba levantado y a punto de ir a buscarlo, o al menos eso le sugirió Hyesung cuando  dijo:
-¡Ah! ¿Estás levantado? No estaba seguro.
-Sí. ¿Habéis ido a la boda?
-Dios mío, no. Necesitábamos dormir. Pero no me cabe la menor duda de que nos enteraremos de todo a lo largo de este mes o en los meses próximos. Ahora mismo tienes una visita en el salón.
Jungsoo no estaba seguro de por qué intuía que se trataba de Heechul, tal vez porque había sido el último en ir a visitarlo. Aunque, ¿el día de su boda? Querría restregárselo. No, olvidaba lo que Youngwoon le había dicho anoche, que Heechul había cambiado de opinión y ya no deseaba casarse con él. Jungsoo no terminaba de creérselo. ¿Cómo podía alguien no querer casarse con un hombre que poseía todas las cualidades deseables en un esposo? Pero Heechul tenía otras prioridades y Youngwoon no las satisfacía. Entonces, habría ido para quejarse y lamentarse del destino que le había tocado en suerte, un destino por el cual Jungsoo habría dado cualquier cosa. No iba a tolerárselo, esta vez no. Tampoco iba a fingir amistad, algo que no había existido desde el principio, sobre todo desde que se había enterado de cómo le había mentido, lo había  manipulado e incluso se había propuesto hundirlo de forma deliberada. Jungsoo decidió que se limitaría a pedirle que se fuera por donde había venido.
Resuelta a hacerlo, se llevó un buen chasco cuando se encontró con que era Jungmo quien lo estaba esperando en el salón. Incluso se ruborizó al reparar en los mezquinos pensamientos que había tenido sobre Heechul. Sin embargo, ver que Jungmo también estaba un poco violento lo tranquilizó.
No era difícil adivinar el motivo de su azoramiento. Quizá querría explicarle por qué se había negado a ayudar a Youngwoon; ahora debía de sentirse culpable por no haberlo hecho. Después de todo no era malo, pero no estaba dispuesto a dejar pasar aquella oportunidad única de tomarse la revancha con alguien que en su opinión tanto se lo merecía. Aunque ahora ya nada importaba, porque era demasiado tarde.
-He venido a disculparme -empezó a decir Jungmo.
-No es necesario.
-Sí, lo es. Sabía que no sería capaz de hacer lo que dije anoche. Debería habérselo dicho, o al menos insinuarle que tenía mis dudas, para que usted no se hubiera marchado pensando lo peor de mí.
-¿De qué está hablando? Jungmo suspiró.
-Solo quería paladear, al menos durante unas horas, la sensación de tener en mis manos el poder de hacer infeliz a Heechul. Y solo quería que él lo supiera, durante un breve período de tiempo. Necesita saber que tarde o temprano tendrá que rendir cuentas por sus horribles actos y esta era una oportunidad para demostrárselo.
-¿Durante un breve período de tiempo?
-Sí, tenía la intención de visitar Raccoon Glade hoy, en mi viaje, de regreso a Londres, para hacerle saber a Youngwoon que no está obligado a casarse con él, al menos no para salvar la reputación de Heechul. Difundir rumores sobre la comprometedora situación de la que fui testigo casual no me haría distinto de él. Heechul si sería capaz de perjudicar a otros solo para obtener lo que quiere, y el día en que empiece a comportarme así será el día en que espero que alguien me encierre y tire la llave.
Jungsoo sonrió. Se habría reído de buena gana, pero consiguió contener aquel impulso. No quería que Jungmo supiera cuánto se alegraba por Youngwoon.
-Entonces, ¿ya se lo ha dicho a Youngwoon?
-Bueno, no -dijo Jungmo-. Esperaba que usted me acompañara. Sospecho que estará enojado conmigo por hacerle creer, incluso aunque solo fuera por un día, que tendría que casarse con ese brujo.
Fue como si el suelo hubiese desaparecido bajo sus pies y se lo hubiera tragado. Así de duro fue el golpe para Jungsoo, sobre todo después del alivio que había sentido momentáneamente.
-No sabía usted que la boda era esta mañana, ¿verdad? -preguntó Jungsoo de forma casi automática.
La palidez de Jungmo fue respuesta suficiente, pero dijo:
-¿Cómo ha podido ser tan pronto? ¡Hacen falta tres semanas como mínimo para obtener la licencia!
-A menos que se obtenga una especial y, por lo visto, lord Eric la tenía desde hace ya tiempo. Debido a su avanzada edad, no quería perder ni un solo día en cuanto Youngwoon se decidiera. Es comprensible que quisiera conocer a un par de nietos antes de pasar a mejor vida. Pero, en este caso, las prisas también pretendían impedir un escándalo. Después de todo, ellos no sabían que usted no diría nada de lo que vio.
-Dios mío, si hubiera sabido que había tanta prisa... Confieso que incluso pensé en mantener la boca cerrada durante al menos una semana, pero me pareció un tiempo excesivo para permitir que Youngwoon siguiera creyendo que tenía que casarse con Heechul. No pensé que unas cuantas horas fueran a importar, después de todo íbamos a pasarlas casi todas en la cama. Oh, Dios mío. No voy a poder perdonármelo nunca.
En otras circunstancias, Jungsoo habría intentado aliviar el malestar de Jungmo, un impulso natural en ella, pero por primera vez no fue capaz siquiera de intentarlo. No era la vida de Heechul la que estaba arruinada, pensara él lo que pensase, por el hecho de que Jungmo hubiera guardado silencio. Iba a ser Youngwoon quien tendría que sufrir las consecuencias de todo aquello.
-Tal vez no sea demasiado tarde -añadió Jungmo, aferrándose a un clavo ardiendo.
-Están casados. Es demasiado tarde, lo mire como lo mire.
-Sí, pero aún hay otra forma de deshacer un matrimonio, siempre que no se hayan ido directamente a la cama para consumarlo, y ¿por qué iban a hacerlo si ni siquiera se gustan? Podrían obtener la anulación, lo cual sin duda es mucho más aceptable que un divorcio.
Jungsoo no conseguía verlo como una opción.
-¿Basada en qué?
Jungmo agitó la mano con impaciencia.
-¿Cómo voy yo a saberlo? Pero estoy seguro de que podrá sugerirse algo. Tal vez los padres de Heechul no hayan hablado con nadie sobre qué les ha parecido que renovaran el compromiso. En ese caso, pueden decir que se oponen y que se casó sin su permiso.
-¿Siendo ellos los que estaban decididos a que se casaran? -le recordó Jungsoo.
-Jungsoo, no me está ayudando con su escepticismo - se quejó Jungmo-. Al menos, tenernos que hacerles saber que hay una opción y antes de que consumen nada, puesto que eso descartaría esa opción de manera automática.
¿Nosotros? Jungsoo no entendía cómo se había metido en aquel embrollo. Jungmo olvidaba que Heechul había dicho a todo el mundo lo mucho que sus padres deseaban aquel matrimonio, hasta el punto de no respetar sus sentimientos. Tampoco quería ser él quien le dijera a Youngwoon que ahora tendría que vivir con Heechul solo porque a ninguno de ellos se le había ocurrido informar a Jungmo del día de la boda, cuando ambos podían habérselo mencionado anoche.

*** 
La fiesta aún no había terminado, aunque algunos de los invitados ya estaban marchándose. Ese fue el motivo de que la llegada de Jungsoo y Jungmo pasara inadvertida. Sin embargo, hubo alguien que sí los vio llegar.
Choi Siwon, muy apuesto aquel día  con su traje de etiqueta, estaba apoyado en el marco de la puerta del salón, donde se hallaban reunidos la mayor parte de los invitados que quedaban, mirando casualmente hacia el recibidor porque acababa de despedirse del grupo que se disponía a partir. Tenía un vaso en la mano y los ojos algo enrojecidos, ya fuera por la falta de sueño o por alguna copa de más; probablemente se apoyaba en el marco de la puerta porque eso lo ayudaba a mantenerse en pie.
-Sé que a algunas parejas les gusta llegar tarde, para que todos les vean llegar, por así decirlo, pero esto es un poco exagerado, ¿no?
Su observación, dicha en voz alta para que la oyeran desde el recibidor, les subió los colores a las dos. Ni Jungmo con su ropa de viaje ni Jungsoo con un sencillo traje y el abrigo que llevaba en sus caminatas iban vestidos de modo adecuado para una boda, lo cual ya les incomodaba lo suficiente. Habían preferido ganar tiempo en lugar de vestirse para la ocasión. Por lo tanto, llamar la atención no era precisamente lo que más deseaban.
Jungsoo se apresuró a reducir las distancias con el futuro duque para que él no tuviera que volver a hablarles a gritos.
-Si no le importa, no estamos aquí por la celebración, si es que puede llamarse así, sino para intentar ofrecer una solución que tal vez permita anular este indeseado evento. Yo creo que es una pérdida de tiempo, pero Jungmo está desesperado por enmendar su error. Por eso estamos aquí, y no necesitamos llamar la atención, muchas gracias.
Jungsoo había hablado entre susurros, pero el tono era de franca reprimenda. Ante aquello, Siwon sonrió burlón y dijo:
-Oh, me encantan las adivinanzas. ¿Cuántas oportunidades tengo de adivinar lo que usted quiere decir con eso?
Jungsoo lo dejó por imposible, pues sin duda estaba bastante ebrio.
-Siguen aquí, ¿verdad? ¿Aún no se han ido de viaje?
-Si se refiere a los novios, claro que siguen aquí, como almas en pena. Lo último que sé es que Heechul estaba en su habitación haciendo pucheros, y creo que Youngwoon se ha atrincherado cerca del coñac. Si se casa hoy, está decidido a no acordarse de nada.
Jungsoo pensó que iba a ser Siwon quien no se acordaría de nada, y frunciendo el ceño, preguntó:
-¿A qué se refiere con eso de «si se casa»?
-Caramba, pues que la ceremonia aún no se ha celebrado -respondió Siwon con naturalidad.
Jungsoo volvió a sentir un profundo alivio, pero esta vez se refrenó. No quería exponerse a otra decepción si estaba malinterpretando lo que acababa de oír.
-¿De veras que aún no se han casado?
Siwon le sonrió.
-No, de veras que no.
Jungsoo le devolvió la sonrisa, dejándose invadir ahora por el alivio, y se trataba de una sensación sumamente embriagadora. Era lo último que esperaba sentir allí, y la confusión no tardó en apoderarse de él.
-¿Y por qué no? -le preguntó-. Creía que todos estaban de acuerdo en que cualquier aplazamiento sería perjudicial para la reputación de Heechul.
-Desde luego que lo sería, pero, dadas las circunstancias, esto no es un auténtico aplazamiento.  Por lo que intuyo, y no estaba para presenciarlo, sépalo usted, Youngwoon ha dicho que Eric se enojado mucho esta mañana al enterarse de que Jungmo no estaba dispuesto a mantener la boca cerrada. Por eso me ha sorprendido que haya tenido una oportuna recaída justo cuando empezaba la ceremonia esta mañana. Me parece muy acertado, si quiere mi opinión. Han tenido que llevarlo arriba y llamar al médico.
Jungsoo frunció el ceño.
-¿Oportuna? ¿Está usted seguro de que no ha empeorado?
Siwon se rió.
-Bueno, teniendo en cuenta que Youngwoon se ha ido de la lengua y me ha explicado que sus abuelos habían estado discutiendo sobre a cuál de los dos correspondía el honor de tener un colapso, sí, estoy seguro por completo.
-Oh -respondió Jungsoo.
Le costaba un poco creer que el estimado lord Eric pudiera estar de acuerdo con un ardid como aquel y aún más que se prestara a ponerlo en práctica en persona.
Viendo la duda en su rostro, Siwon añadió:
-No es más que una táctica para retrasar las cosas y no durará mucho. Pero, por lo visto, Eric piensa que si puede hablar con Jungmo podrá hacerle entrar en razón. Y, si no es así, piensa sacar a colación unos cuantos favores que le debe su padre para que sea él quien entre en razón. Ha enviado a alguien a Manchester para que vaya a buscarlo, ahora que al fin se conoce su paradero. Qué bien que usted lo haya traído.
Por fortuna, Jungmo seguía en la entrada y no oyó nada de aquello.
-No lo he traído yo. Ha sido él quien casi me ha traído a rastras a mí.  Le atormentaba pensar que era demasiado tarde para arreglar este embrollo e iba a sugerir una anulación.
-¿Demasiado tarde? Anoche tuve la impresión de que estaba decidido a vengarse de    Heechul. ¿Qué la ha hecho cambiar de opinión?
-Solo estaba decidido a que Heechul lo creyera durante un poco más de tiempo.
-No es muy amable por su parte, considerando que Youngwoon también era víctima de su venganza.
-Estoy de acuerdo, pero lo comprendo, ahora que conozco un poco mejor los motivos que lo han inducido a despreciar tanto a Heechul. Y desde el principio tenía la intención de venir aquí hoy para asegurar que mantendría la boca cerrada. Pero nadie se había molestado en decirle que la boda iba a celebrarse esta mañana. Hacía sus cálculos en virtud de lo que acostumbra tardar en concederse la licencia, por lo que pensó que tenía tiempo de sobra para impedir la  boda.
Siwon meneó la cabeza asombrado.
-Caramba, la impresión que te haces de las personas te da a veces una patada en el cu... bueno, los dientes, ¿verdad?
Jungsoo se aclaró la garganta, pero aun así no pudo evitar sonreírle cuando respondió:
-Desde luego, últimamente yo he perdido unos cuantos dientes.
Aquello hizo que Siwon estallara en carcajadas. Por desgracia, el ruido fue muy inapropiado en aquella atmósfera de velatorio que reinaba en la casa. Después de todo, los invitados estaban pendientes de conocer la gravedad del colapso de Eric, por lo que reírse, en aquellas circunstancias, llamaba de inmediato la atención.
Siwon, ebrio como estaba, no se dio cuenta, pero Jungsoo se ruborizó hasta las orejas cuando todos los ojos del salón se posaron en él, censurándolo con severidad. Se colocó a toda prisa junto a la pared, fuera del alcance de aquellas miradas.
Tuvo ganas de darle a Siwon un puntapié por haberlo llevado a mostrarse frívolo, tanto como para recurrir a su antigua costumbre de intentar hacerlo reír. Pero cambió de opinión. Hacía mucho tiempo que no le apetecía hacer reír a nadie. En realidad, haber recuperado aquella sensación era un verdadero alivio. Indicaba que al fin estaba empezando a salir del pozo...

***
Las risas del recibidor captaron la atención de Youngwoon. En otras circunstancias no se habría molestado en averiguar la causa, pero esperaba una distracción, aunque fuera pequeña. En aquel momento, cualquier cosa habría sido preferible a estar esperando a que comenzara su boda, o al menos a estar fingiendo que lo hacía, aun sabiendo que no empezaría, al menos no hoy.
Eric no tenía ninguna intención de «recobrarse» hasta poder hablar con Kim Jungmo. Había mantenido desde el principio que eso bastaría, pero, si no era así, estaba decidido a coaccionar a su padre para que usara su autoridad con él y lo obligara a mantener la boca cerrada. Aunque, para ambas cosas, había que encontrar al joven, y eso no había sucedido hasta ahora.
Youngwoon no se hacía ilusiones, porque, por una parte, todo el mundo decía que el padre de Jungmo era un individuo poco dado a cooperar y, por otra, el joven estaba decidido a no ceder. Eric confiaba demasiado en el poder que le confería su posición para obrar milagros.
Youngwoon era más realista y sabía que Jungmo solo tenía que contárselo a una persona, únicamente a una, para que el rumor empezara a propagarse.
Cualquier demora era bien recibida, aun cuando la causa fuera una patraña con la cual él no estaba lo que se dice de acuerdo; aunque lo cierto es que no le habían pedido su opinión.  Sus abuelos, una vez más, estaban tornando decisiones por él. Uno de aquellos días iba a dejar de lado su intención de no herir los sentimientos de Junjin y le diría a las claras que dejara de entrometerse en su vida.
El problema era que Junjin seguía viéndolo como un muchacho cuando ya no lo era.  Y, queriendo a Junjin como lo quería, su impulso era proteger sus sentimientos, no herirlo. Pero con Eric no tenía ese impulso. Y cada vez que el viejo le «ayudaba», él se incomodaba muchísimo. Y aquella no era la primera vez que Eric había hecho algo que obligaba a Youngwoon a estarle agradecido.
Eric no había puesto ninguna objeción cuando Youngwoon había roto su primer compromiso, a diferencia de Junjin. Y Eric le había dicho con total franqueza, después de que empezara todo aquel embrollo, que si optaba por no casarse con Heechul, él respaldaría su decisión y haría todo lo que estuviera en sus manos para que aquello no causara la ruina del joven. El hecho de que Eric no pudiera garantizar que el joven saldría indemne fue la única razón que impidió a Youngwoon aceptar esa opción, por mucho que le atrajera.
Sin embargo, la gratitud que continuamente le imponía no cambiaba los sentimientos de Youngwoon hacia su abuelo inglés. El hecho de que el anciano se estuviera comportando ahora como un verdadero abuelo no excusaba su ausencia durante los primeros veintiún años de su vida. En todo aquel tiempo, Youngwoon no le había importado lo suficiente como para hacer el esfuerzo de conocerlo.  Y ahora él tampoco iba a hacer el esfuerzo de abrirle su corazón.
Youngwoon dejó la copa de coñac y se dirigió al recibidor. Pretendía, beber hasta perder el sentido, pero, por alguna razón, el coñac no le hacía ningún efecto. Demasiadas emociones contradictorias, supuso. De repente, se alegró de seguir sobrio al ver que Jungsoo estaba allí con Siwon. Ahora comprendía las risas de su amigo. Jungsoo.
Jungsoo y su don para apaciguar un corazón atormentado. Youngwoon sintió celos de que hubiera sido Siwon y no él el receptor de su encanto, pero los alejó de su pensamiento. Se alegraba demasiado de verlo como, para permitir que algo pudiera amargarlo.
-Creía que no vendría usted hoy -dijo, captando la atención Jungsoo.
Él le dedicó una radiante sonrisa, rebosante de alegría y picardía, la clase de sonrisa que a él tanto le gustaba, pero que no había visto desde que él renovó su compromiso con Heechul. En aquellas circunstancias, resultaba bastante desgarrador.
También lo fue su rápida réplica:
-Seguimos siendo amigos, ¿no?
-Estaba empezando a dudarlo -dijo él con cautela, intentando disimular su confusión.
No lo logró y su ceño le delató, pero hasta aquello hizo que Jungsoo sonriera, lo cual le desconcertó todavía más. ¿Por qué estaba tan feliz de repente? ¿Solo porque Siwon acababa de decirle que él aún no se había casado y le había explicado el porqué? ¿Acaso pensaba que el ardid de Eric iba a poner fin a todo aquello, después de que anoche hubiera fracasado en su intento de convencer a Jungmo para que cambiara de opinión?
La gota que colmó el vaso fue que Siwon estuviera también sonriendo, lo cual lo impulsó a inquirir:
-Ya pueden ir soltándolo. ¿Qué les hace comportarse como dos risueños querubines?
-Eh, un momento. No estoy en absoluto de acuerdo con esa descripción... -empezó a decir Siwon con indignación, pero Jungsoo lo interrumpió con sus risas.
-A mí lo de querubines me gusta -dijo en tono confidencial-. Me imagino con alas, revoloteando de aquí para allá y disparando flechas de felicidad al primero que pase.
Siwon puso los ojos en blanco. Youngwoon gruñó. En aquel punto, Jungsoo ya se desternillaba de risa.
Pero se apiadó de Youngwoon y explicó:
-Tengo buenas noticias, noticias excelentes, de hecho. Las noticias más maravillosas del mundo.

-Pero, antes de revelárselas, -se mordió el labio inferior y confesó-: Aunque pensándolo bien, también podrían ser malas.
-¿Malas?
-Bueno, que tenga que ponerse otra vez a buscar esposo podría considerarse una mala noticia, viendo lo poco que a usted le divirtió la primera  vez.
Youngwoon suspiró, averiguando al fin de qué estaba hablando.
-Lo que Eric está intentando no es garantía de nada.
-No, no. Esa no es mi noticia, sino la suya. La mía es que Jungmo nos dio una falsa impresión anoche. Lo hizo de manera intencionada, aunque ahora se arrepiente muchísimo. Pero lo cierto es que no tenía intención de permitir que usted tuviera que casarse con Heechul por culpa suya.
Youngwoon no acababa de creerse que ya no estaba ligado a Heechul. Sin embargo, vio a Jungmo en la puerta principal, restregándose las manos y con aspecto de estar esperando su fusilamiento.
-Sea suave con él -le susurró Jungsoo, siguiendo su mirada-. El cree que usted está ya casado y se castiga por su tardanza. Pensaba que Heechul, casándose con usted, había conseguido lo que quería, que había vuelto a ganar. Pero cuando usted le dijo que él no quería este matrimonio, bueno, quiso que sufriera un poco más, dejándolo creer que no tendría más remedio que casarse.
-Y que yo sufriera.
-No, usted no. Pensaba que no sería grave para usted, puesto que planeaba salvarlo antes de que la boda se celebrara. Él no sabía que la ceremonia era tan pronto. Pensaba que tenía tiempo de sobra para acudir en su rescate, por decirlo así, que con decírselo hoy, de regreso a Londres, bastaría.
-Entonces, ¿por qué ha venido, si cree que la boda ya se ha celebrado?
-Para intentar arreglarlo sugiriendo una anulación. A mí no me parecía que fuera a servir de nada, y tal vez no lo habría hecho. Después de todo, los padres de Heechul estaban demasiado complacidos en tenerlo como yerno. Aunque ahora ya no importa, gracias a la táctica de Eric. Se acabó, Youngwoon.
Youngwoon tuvo que oírle decir aquello para hacerse plenamente a la idea. Su primer impulso fue abrazarlo, y eso fue lo que hizo. Que se echara a reír y lo abrazara también casi le supuso un alivio mayor que la confirmación de que no tenía que casarse con Heechul, pues su reciente frialdad hacia él había contribuido de modo sustancial a su tristeza.
Pero no pudo saborear su alivio, ni la alegría exquisita de tener a Jungsoo en sus brazos durante unos maravillosos segundos. La voz de Heechul, procedente de las escaleras, fue como un jarro de agua fría destinado a separarlos, y lo hizo.

-Al menos podrías fingir que eres un caballero y esperar hasta que concluya esta farsa antes de demostrar tus verdaderos sentimientos - dijo con sumo desdén-. Pero supongo que no cabe esperar buenos modales de alguien que hasta hace poco no sabía lo que era la civilización.


3 comentarios:

  1. Que bueno. Que aún no se han casado.
    por otro lado. Si la. Continuación de esta historia es un SiChul, no se como le hará Siwon para meterse con Heechul, es una víbora total.

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    1. Esa es mi gran duda, hee se merece unas buenas nalgadas

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  2. Uuf! Ya me actualice con este fic! Hahaha
    Esta buenisiimo!!!! Me ecanta!!
    Hee es....!!!!
    😊

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...