Debutantes I -12



Los fuertes golpes en la puerta despertaron finalmente a Youngwoon. Lo bastante al menos como para decirle a su autor que él mismo se encargaría de que ardiera en el infierno si no dejaba de hacerlo. Pero la persona en cuestión no le hizo caso, sino que abrió la puerta. Youngwoon no se percató. Estaba sentado en la cama, sujetándose la cabeza entre las manos, con la sensación literal de que iba a estallarle.
-No tiene usted muy buen aspecto viejo amigo. ¿Bebió un poco más de la cuenta mientras lo celebraba ayer por la noche?
Youngwoon abrió un ojo inyectado en sangre, lo clavó en Choi Siwon y dijo:
-Voy a tener que encontrar una tinaja de aceite hirviendo. Las llamas del infierno no son lo que usted necesita.
Siwon se echó a reír y acercó una silla a la cama. Youngwoon, viendo que su visitante no estaba captando el mensaje de que no era bien recibido, gruñó y escondió la cabeza bajo la almohada.
Por desgracia, aunque amortiguada por la almohada, seguía oyendo la voz de Siwon.
-Yo sé por qué tendría ganas de morirme esta funesta mañana, considerando la situación, pero ¿cuál es su excusa? Ya que ha cambiado de opinión con respecto a casarse con Heechul...
-¿Por qué diablos iba yo a hacer una cosa así?
-¿Tal vez porque es tan hermoso que le corta la respiración?
Youngwoon se incorporó con un bufido.
-Lo que un inglés puede encontrar hermoso, a un escocés puede parecerle pálido  y enfermizo.  Un escocés querría que su pareja tuviera una constitución más robusta y suficiente carne como para soportar otro invierno. ¿Sabe usted que Heechul jamás sobreviviría en las Tierras Altas, que languidecería en cuanto empezara el mal tiempo? Y allí el mal tiempo es una constante, no una excepción. Yo me habría dado cuenta de eso, aun cuando él no me hubiera puesto en su contra con esa lengua viperina que tiene.
-Pero usted va a vivir en Inglaterra, ¿no? Así pues, ¿qué problema hay?
-Si creyera que no voy a volver a mi tierra natal en lo que me queda de vida, sería yo el que languidecería y moriría.
-Entonces, ¿cómo explica, viejo amigo, que vuelvan ustedes a estar prometidos?
Youngwoon tenía en la punta de la lengua una respuesta automática, pero como ya era la segunda vez que Siwon insinuaba que él había cambiado de opinión con respecto a Heechul, empezó a recordar vagamente el motivo que lo impulsó anoche a empinar el codo hasta casi perder el sentido. Y luego recordó otra imagen aún más desagradable: vio a sus dos abuelos diciéndole que ahora tendría que casarse con Heechul. A aquellas alturas estaba tan ebrio que todo le daba igual. ¿Les había él dicho eso realmente? ¿Que-todo le daba  igual?
Intentar recordarlo todo aumentaba todavía más la intensidad de los latidos que palpitaban en sus sienes, por lo que al final se vio obligado a darse por vencido y respondió:
-No es por mi voluntad, se lo aseguro.
-Ah, entonces es cierto, ¿no? -dijo Siwon en un tono que transmitía disgusto y decepción a partes iguales-. No sé por qué creía yo que tenía usted un carácter más independiente y no iba a someterse sin más a la petición del viejo.
-¿Desde cuándo se preocupa usted por lo que yo haga o deje de hacer?
-Desde que decidí tomarlo bajo mi protección.
-Pues váyase usted a proteger a otro. Yo no lo necesito.
Siwon se echó a reír.
-Demasiado tarde. Yo no abandono a mis amigos solo porque demuestren ser unos completos imbéciles.
-Es mi último aviso, amigo. Si no sale ahora mismo de aquí y me deja morir en  paz...
-Venga, venga. No haga amenazas que no pueda cumplir en su actual estado.
Una buena observación, concluyó Youngwoon con retraso. Por ese motivo, renuncio a intentar echar a aquel tipo y optó por esconder otra vez la cabeza bajo la almohada. Esperaba que ignorar por completo a Siwon bastaría para que captara el mensaje. Asombrosamente, consiguió quedarse otra vez dormido durante un rato, lo cual fue una bendición, teniendo en cuenta el estado en el que se hallaba.
Cuando despertó de nuevo, no tenía ni idea de qué hora podía ser, pero al menos ahora los latidos en las sienes no eran tan dolorosos. No obstante, si creía que Choi Siwon se habría marchado hacía ya  rato, estaba muy equivocado. Seguía sentado en la silla junto a la cama, leyendo un libro que debía de haber encontrado en la pequeña librería de la habitación. No eran libros de Youngwoon. Ya estaban allí, formando parte de la decoración, cuando él se instaló.
-¿Qué hora es? -farfulló Youngwoon incorporándose con muchísima cautela para evitar el martilleo en las sienes.
-No es demasiado tarde -respondió Siwon, dejando el libro-. Imagino que aún está a tiempo de llegar al almuerzo, si se da prisa.
Pensar en comida hizo que la cara de Youngwoon adquiriese una tonalidad casi verdosa. Al cabo de unos instantes, estaba corriendo hacia el orinal y vomitando una buena parte de los venenos que tenía en el cuerpo. Otra bendición. De hecho, se sentía mucho mejor cuando volvió a meterse en la  cama.
-¿Sigue usted ahí? -se quejó Youngwoon, viendo que Siwon continuaba sentado, tapándose la boca con los dedos, sin inmutarse.
-¿Siempre duerme vestido? -preguntó Siwon, ignorando la pregunta que le había hecho.
-Solo cuando no recuerdo haberme metido en la cama.
-Ah, sí. Supongo que esa es una buena excusa -fue su irónica respuesta.
-¿Por qué sigue usted ahí?
-Por curiosidad. Confieso que no logro comprender qué sucedió ayer, o cómo pudo usted volverse tan necio de la noche a la mañana. Va a resultarle bastante difícil deshacerse de mí, viejo amigo, hasta que no desembuche.
-Si pudiera recordar lo que sucedió ayer, tal vez le complacería, pero como no puedo...
-Bien. Esa excusa no va a funcionar. Desde luego que no. En cuanto vuelva a tener ganas de darse un atracón, lo recordará todo. Esperaré.
-Entonces espere en otro sitio, si no le importa -dijo Youngwoon.
-¿Y permitir que usted siga eludiendo la verdad? No, no. Mi presencia le estimulará la memoria, estoy seguro, aunque solo sea para librarse de mí contándomelo todo.
Si Youngwoon no hubiera pensado que su cabeza iba a lamentarlo después, habría hecho un esfuerzo para sacar a Siwon de la habitación a la fuerza. En cambio, se recostó en la cama, cerró los ojos e intentó recordar los acontecimientos de la noche anterior. Despacio, la mente empezó a aclarársele.
-Se ha ruborizado usted, viejo amigo -observó Siwon con una risa traviesa-. Aunque el rubor le sienta a usted mucho mejor que el tono verdoso de antes.
Youngwoon se sonrojó todavía más. Habría dado cualquier cosa por estar a solas en aquel momento, para explorar en profundidad lo que estaba recordando, pero con aquel visitante no deseado aguardando a conocer los detalles, algunos de los cuales no iba a darle, suspiró y dejó aquellos recuerdos para más adelante.
-Él lo hizo llorar. Yo monté en cólera, sabiendo por experiencia lo malvado que puede llegar a ser, y quería averiguar lo que le había dicho.
-Me imagino quién es el malvado, pero ¿a quién hizo  llorar?
Siwon preguntó aquello con los ojos entornados, lo cual indicaba que su instinto de protección se había despertado, lo suficiente para que Youngwoon respondiera:
-A su hermano no. A Jungsoo. Y yo intenté que me dijera lo que había ocurrido, pero fue en vano. Estaba demasiado alterado como para poder siquiera hablar de ello. Así que fui a averiguar la causa. Recuerdo que cuando conseguí encontrar a Heechul yo estaba furioso, porque no me resultó fácil hacerlo. Finalmente, su doncell me condujo hasta su habitación. Me imaginé que había ido allí en busca de alguna cosa, porque aún era pronto y la fiesta estaba en su punto álgido. Y, si íbamos a pelearnos, mejor que fuera arriba, donde era poco probable que nadie nos oyera. Ni se me pasó por la cabeza que se hubiera retirado a dormir.
-¿Por qué tengo la horrible sensación de que se lo encontró en la cama?
-No fue tan horrible, aunque así podría haber sido. Estaba en ropa interior, con las enaguas y eso. Yo apenas me di cuenta...  -El bufido de Siwon le obligó a guardar silencio. Luego prosiguió-: Se lo juro. Estaba demasiado enojado como para fijarme en eso, e incluso habiéndome dado cuenta, ¿qué deja a la vista esa ropa interior, eh?. Solo el hecho de que sea ropa interior hace que no sea correcto que un hombre la mire.
-Sí, sí, semántica -dijo Siwon con impaciencia-. Vaya usted al meollo de la historia.
-No estoy contándole una historia, sino lo que provocó que yo esté otra vez comprometido con ese joven cuando en realidad no quiero ni verlo.
-Oh, Dios mío, ¿es eso lo que ocurrió? ¿Permitió usted que Heechul lo embaucara para que se casara con él solo porque usted tuvo la mala suerte de verlo en ropa interior? ¿No se ha dado usted cuenta de que nadie ha salido perjudicado, porque él nunca se lo hubiera contado a nadie? No puedo creer que haya conseguido cazarlo con uno de los trucos más viejos...
-Podría intentar quedarse callado para dejarme explicarle que eso no fue lo que ocurrió -lo atajó Youngwoon-. A él el resultado lo horroriza y enoja tanto como a mí. Ojalá pudiera echarle la culpa, pero no puedo.
-No me lo creo -se mofó Siwon-. Él debió de fingir que estaba ultrajado. Celebrarlo habría estado fuera de lugar. De hecho, eso le habría demostrado a usted que le había tendido una trampa.
Youngwoon frunció el entrecejo, intentando recordar lo que había sucedido en aquellos pocos minutos que había pasado con Heechul en su habitación. Sobre todo, recordaba lo enfadado que estaba, lo cual no era nada comparado con lo enojado que estaba al final, cuando se había marchado con la intención de emborracharse.
Youngwoon había llamado a la puerta con tanta brusquedad que Heechul salió a abrir antes de saber de quién se trataba. Luego había mostrado sorpresa ante el hecho de que fuera él. Y justo después, preocupación de que alguien pudiera verlo allí. De hecho, le había dicho que se marchara y hasta le había cerrado la puerta.
Cegado como estaba, en lugar de ver que aquel no era un buen momento para encararse a él, Youngwoon había ignorado la advertencia y entrado en la habitación, cerrando la puerta tras de sí. Cuando Heechul había salido a abrirle, llevaba una bata, pero luego la había dejado en la cama, pensando que volvía a estar solo. Aun así, Youngwoon no pensó en la incorrección que entrañaba estar en su habitación estando él a medio vestir. La ira lo había llevado allí y la ira lo cegaba, impidiéndole detectar las claras señales de peligro.
Lo que sí reconoció fue el instante en que Heechul malinterpretó el motivo de su visita. Youngwoon no había reparado en que estaba a medio vestir, y seguía sin hacerlo, pero Heechul tampoco había notado su enojo.
Lo miró con recato y dijo en tono de reprimenda.
-Esto podría haber esperado a mañana, pero entiendo su impaciencia.  Aunque dese prisa, antes de que uno de los jóvenes con los que comparto habitación decida también acostarse pronto, como he hecho yo. Incluso se lo pondré fácil. Mi respuesta es sí.
-Un «sí» no es la respuesta que yo he venido a buscar -le dijo Youngwoon con un gruñido. Heechul frunció el ceño y de inmediato extrajo otra conclusión.
-No me diga que está usted aquí para que yo vuelva a disculparme. Lo cierto es que no sé cómo decirle de otra forma que siento lo que ocurrió en nuestro primer encuentro. Fíjese. He vuelto a decirlo. Y ahora, ¿podemos hacer las paces y .. ?
-No, solo quiero saber qué ha dicho o hecho usted para hacer llorar a Jungsoo.
-¿Jungsoo? -gritó Heechul. También él mostró entonces su enojo-: ¿Está usted aquí para interrogarme sobre Jungsoo? ¡Márchese! No tengo nada que decir sobre ese infame muchacho.
-Usted va a decirme...
-¿El qué? ¿Cómo me ha insultado? ¿Cómo me ha obligado a subir a mi habitación para llorar a solas antes de que nadie me viera? ¿Él está turbado? Pues si lo está es porque se arrepiente de haber sido tan desagradable conmigo. Ahí tiene su respuesta. Ahora...
Fue entonces cuando volvió a abrirse la puerta. Y el joven que apareció en el umbral, primero sorprendido, luego violento y por último divertido, se disculpó por haberlos interrumpido y se marchó.
Youngwoon aún no era consciente del funesto desarrollo de los acontecimientos, no hasta que oyó a Heechul gritar:
-¡Fíjese en lo que acaba de hacer! No podía marcharse cuando yo se lo he pedido. No, ahora usted me ha puesto en una situación tan comprometida que tendremos que casarnos. De todas las personas que podían haber subido, tenía que ser él. ¡No puedo creerlo! Mi peor enemigo.

-No pretenderá usted...
-Ni se le ocurra dejar esto tal y como está, Kim Youngwoon. Puede intentar convencer a Jungmo para que mantenga en secreto lo que acaba de presenciar, pero él jamás accederá. E incluso si lo hiciera, le estaría mintiendo. Me desprecia. ¿Acaso no ha visto el brillo de su mirada sabiendo que tiene ahora un arma para destruirme? Nuestro compromiso tendrá que anunciarse de inmediato.
Por mucho que Youngwoon quisiera pensar que aquello era un ardid del que podría librarse de una u otra forma, sabía que él lo había precipitado todo con su impaciencia. Podría haber esperado a la mañana siguiente para encararlo. Podría haberse marchado al darse cuenta de que Heechul estaba preparándose para meterse en la cama.
Youngwoon se había marchado para intentar borrar de su mente aquella horrenda situación, y se había esmerado tanto que incluso ahora tenía tan solo un vago recuerdo de sus dos abuelos, diciéndole que, después de todo, iba a tener que casarse con Kim Heechul.
En cuanto a las insinuaciones de Siwon, no tenían base alguna.
-Usted no sabe que yo aparecí en su habitación sin previo aviso, así que es imposible que me tendiera una trampa. No fue obra suya, de eso estoy seguro. Yo fui el causante de todo con mi genio y mi impaciencia y, por ese motivo, no puedo permitir que esto sea su ruina, cuando en último término soy yo el culpable  de  todo. No podría vivir con esa carga.
-Maldita sea. Tenía usted que anteponer el honor a todo lo demás, ¿no? -dijo Siwon en un tono de leve disgusto antes de marcharse.

*** 
Jungsoo estaba junto a la ventana de su habitación, contemplando el carruaje detenido frente a la casa. En realidad, no le sorprendía echarse a llorar cada vez que lo miraba. No lloraba mucho, solo unas cuantas lágrimas que iban a añadirse a todas las que había derramado en aquellos últimos días. El carruaje seguía viniendo todos los días, esperando varias horas antes de regresar a Raccoon Glade; aunque le habían dicho al cochero que no se molestara.
La fiesta, en teoría, no había ido a menos, sino que continuaría hasta el día de la boda, que se había fijado para mediados de la semana siguiente. Aquella era la opinión imperante entre quienes murmuraban sobre la boda.
Jungsoo no se enteró de nada  de aquello personalmente, pero sus tíos lo mantenían informado, puesto que ellos seguían recibiendo visitas aunque Jungsoo no lo hiciera. De hecho, se quedaba siempre en su habitación, negándose a salir. No quiso bajar para hablar con Youngwoon cuando él se presentó al día siguiente de que se anunciara su boda.
Tampoco quiso verle un día después, cuando volvió a insistir. Y, desde luego, se negó a recibir a Heechul cuando vino a visitarlos por la tarde, sin duda para jactarse de su éxito.
Pero, al cabo de tres días de llorar y sufrir de forma ininterrumpida, y de angustiarse preguntándose qué era lo que podría haber sucedido para verse despojado de su breve felicidad, Jungsoo había alcanzado un estado en el que ya no sentía nada. Y eso era, hasta cierto punto, una bendición. Los sentimientos anestesiados no dolían. Supuso que, al final, conseguiría dejar todo aquello atrás y volver a ser la de siempre, que podría sentir aquella congoja solo de vez en cuando y desterrarla con un suspiro. Pero, por el momento, aquel entumecimiento le permitió al menos salir de su escondrijo.
Sin embargo, fue mala suerte que su primera incursión en el piso de abajo tuviera que llevarla hasta el salón, donde esperaba encontrar al menos a uno de sus tíos. En lugar de ello, se encontró con Heechul, solo. 
Por increíble que pudiera parecer, Jungsoo no sintió nada, ni siquiera el horror de que las buenas formas le exigieran saludarlo. Su entumecimiento era una anestesia perfecta.
-¿Te encuentras mejor? -preguntó Heechul, fingiendo preocupación cuando lo vio aparecer en el umbral.
-¿Mejor?
-Cuando vine a visitaros ayer, lord Hyesung dijo que estabas indispuesto y que te habías acostado. Yo habría ido a verte a tu habitación, incluso lo propuse, pero estaba seguro de que  dormías.
-Oh, eso -respondió Jungsoo, restándole importancia con un gesto-. Nada que no hayan reparado unas cuantas horas de sueño. ¿Qué te trae a nuestra casa? ¿No sigue la fiesta en Raccoon Glade?
-Sí, desde luego, aunque los invitados se han ido marchando -dijo Heechul con un atisbo de enfado en la voz-. Supongo que muchos pensaron que quedarse sería una pérdida de tiempo.
Jungsoo no se sorprendió. La mayoría de las jóvenes que habían sido invitados estaban en edad de merecer y ahora que el soltero a quien querían conquistar estaba comprometido tendrían que seguir  buscando.
Se hizo un incómodo silencio. Aquella forzada cortesía no tenía demasiado sentido después del amargo sabor de boca que les había dejado su último encuentro. No se caían bien. Eso era patente.
Heechul rompió el silencio con un largo suspiro.
-Me gustaría disculparme -dijo, ruborizándose ligeramente y bajando la mirada-. Me doy cuenta de que la otra noche en la fiesta fui un poco cruel y que por eso tú, bueno, perdiste el control. Querría explicarte por qué...
-No te molestes -la interrumpió Jungsoo sin mucha convicción- No tiene ninguna importancia.
-Tal vez para ti no, pero me arrepiento de las cosas que nos dijimos - insistió Heechul-. Después de todo somos amigos.
Si no hubiera estado anestesiado por su entumecimiento sentimental, Jungsoo podría haber contestado con un bufido. Pero, visto con frialdad, ellos dos jamás habían sido amigos.
Heechul le había presentado a sus amistades, pero ¿qué otra opción tenía siendo Jungsoo su huésped? Ninguna. Ahora se daba cuenta de que Heechul lo había hecho a regañadientes, no porque quisiera hacerlo, sino por obligación. Y en la única ocasión que había recurrido a su supuesta «amistad» fue cuando necesitó algo de Jungsoo y pensó que se lo debía.
Pero Heechul, como era típico en él, ignoró el desinterés de Jungsoo y prosiguió con lo que tenía intención de decir.
-¿Sabes? Esa noche no estaba tan seguro como quería aparentar. No sé por qué. De hecho, es probable que la campaña de Youngwoon para darme celos estuviera funcionado. Pero, fuera cual fuese la razón, estaba empezando a tener dudas y eso me irritaba un poco. Lamentablemente, me desahogué contigo. Después de todo, no estoy habituado a sentirme inseguro, ni a averiguar después lo estúpido que he sido. Tendría que haberlo sabido. Caramba, justo después de aquello fue cuando él dejó de disimular y volvimos a comprometernos.
Aquel comentario en particular abrió una clara grieta en el entumecimiento de Jungsoo. ¿Justo después? ¿Antes de que él saliera en busca de Jungsoo?
-¿Cuándo fue eso? -preguntó.
-¿Qué más da ... ?
-¿Cuándo?
Heechul parpadeó ante la dureza con que le había hablado Jungsoo, pero, después de meditarlo durante unos instantes, respondió:
-Caramba, justo después de que te fueras. Yo estaba muy turbado y me retiré. Youngwoon debió de verme subir, porque me siguió e insistió, insistió muchísimo, en que volviéramos a comprometernos. Son tan impetuosos estos escoceses. Supongo que ya no soportaba tener que seguir disimulando, pero lo más probable es que se impacientara. Al final, debió de darse cuenta de que cuanto antes nos comprometiéramos antes nos casaríamos. Y es tan apasionado -añadió, sonrojándose ligeramente-. Tengo la sensación de que se hubiera acostado conmigo allí mismo si no nos hubieran interrumpido.
Jungsoo tuvo que sentarse después de oír aquello. El impacto que acababa de recibir fue tan duro como la mañana en que supo que ellos dos iban a casarse.
De hecho, fue incluso peor. Si daba crédito a Heechul, había sido él quien había despertado la pasión de Youngwoon, el cual, al no poder satisfacerla a causa de la interrupción, había encontrado después a Jungsoo, antes de apaciguarse, y se había aprovechado de la situación.
Que fuera él no había tenido ninguna importancia. Con la oscuridad que reinaba en el carruaje aquella noche, Youngwoon podría haber imaginado que Jungsoo era quien realmente deseaba que fuera.
Por desgracia, considerándolo todo, Jungsoo creyó a Heechul. Si él hubiera sido un poco más bonito, o Heechul lo hubiera sido un poco menos, tal vez entonces habría tenido dudas. Pero no podía engañarse sobre aquella cuestión en particular. Heechul le llevaba muchísima ventaja en lo que a hombres se refería.
La cuestión era si podía culpar a Youngwoon por tomar lo que le entregó con tanta facilidad estando él ya comprometido con otro. ¿No haría cualquiera lo mismo que él? No, no podía culparlo. Además, seguía amándole. Ojalá no lo hiciera, pero no podía luchar contra eso. Aunque daba igual que lo culpara o no. De todas formas, él iba a casarse con Heechul. El día en que lo hiciera le rompería el corazón un poco más de lo que ya lo había hecho.
Heechul seguía hablando como si sus palabras no hubieran causado ningún daño.
-Estoy tan contento de que lo hayamos arreglado y volvamos a ser amigos. Geunsuk y Hongki me han abandonado, ¿sabes? Me han prometido que regresarán para la boda la semana que viene, pero dudo que tengan tiempo en cuanto vuelvan a estar inmersos en la vida social de Londres. Yo sé que no lo tendría. Pero sin ellos, esto es aburridísimo. Tienes que volver a Raccoon Glade, Jungsoo, aunque solo sea para hacerme compañía.
Por fortuna, Jungsoo se libró de tener que explicarle por qué era eso imposible cuando al fin apareció Hyesung, reparó en su expresión pálida y abatida y lo mandó de vuelta a la cama, como si fuera allí donde realmente se hubiera pasado los tres últimos días.
Para que Heechul no lo oyera, su tía lo reprendió con suavidad en voz muy baja. Pero Jungsoo no necesitaba excusa alguna para regresar a su habitación. En lo que a él respectaba, Heechul podía pensar lo que le viniera en gana. En cualquier caso, esperaba que ya hubiera dicho todo lo que tenía que decirle y no volviera a visitarla nunca más.


2 comentarios:

  1. Enserio?!
    No se quien me enoja mas, YoungWoon con su terquedad, Heechul haciendo la mustia o Jungsoo con su inseguridad

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  2. Jodedera...agarrenme que me agarro a cachetadas a Hee y un par a Kangin.
    Pero que estupidez aaaaarrrrrgggg...pero bueno,como dijo Siwon,son el honor y las buenas costumbres de esa época...pero jodeeeeer,que mala pata,y luego con quien,que coraje.
    Todo por impetuoso,y eso que solo ve o veía a Teuk como un amigo.
    O sea que después de pelear con Hee y comprometerse de nuevo,se fue en busca de Teuk,lo encontro y BANG...le dio su florecita sin saber lo que había pasado minutos antes.
    Y para colmar el plato,viene Hee con su lengua viperina a soltarle esa sarta de mentiras a Teuk...que malvado,que mala leche.
    Y luego es tan cara dura de decirle a Teuk que aclarado todo,vuelvan a ser amigos y que regrese a la fiesta solo pata hacerle compañia....dios mio,me dan ganas de aaaarrrrgggg.
    Lo estoy odiando...y dudo que eso cambie del todo...lo dudo

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...