Debutantes I- 10



Ahora que los invitados llevaban varios días residiendo en Raccoon Glade y a todos les habían presentado a Youngwoon una o incluso varias veces, ya no lo veían como a un intruso. El simple hecho de que hubieran pasado unos días en su compañía lo había elevado a la categoría de ser «uno de los  suyos».
Cada vez le costaba más ir de una estancia a otra, o incluso atravesar el recibidor, sin que algún invitado le detuviera para conversar con él. Se dio cuenta de que había estado mucho más a gusto cuando era el «desconocido» y casi nadie se le acercaba.
Pretendía llegar antes al salón de baile, donde esperaba encontrar a Jungsoo, y poder enmendar el craso error que había cometido con él en la terraza. Reacio a ser grosero, contra lo cual luchaba con todas sus fuerzas, Youngwoon había tenido que detenerse  una y otra vez, por lo que ya habían pasado varias horas cuando al fin pudo escapar durante el tiempo suficiente para ir al salón de baile.
Sus ojos se posaron en Jungsoo, que se hallaba en el otro extremo del salón, pasando por encima de Heechul sin fijarse en él, aunque éste interpretó que Youngwoon fingía no verlo. Sin embargo, había toda una  estela de personas entre ellos, todas decididas a detenerlo para decirle algo. Así pues, cuando llegó hasta Jungsoo ya estaba enojado y el tono de su saludo fue un poco malhumorado.
Sin embargo, como era observador Jungsoo lo miró y se echó a reír, aventurando:
-No está habituado a ser tan popular, ¿verdad?
-No es eso. En las Tierras Altas no hablamos para oírnos como hacen estos ingleses. Nosotros hablamos de cosas serias.
-Comprendo -respondió, aún sonriendo-. Debe de haberle resultado difícil mantener conversaciones del estilo de las que hemos tenido usted y yo, que en su mayoría han sido bastante frívolas.
Youngwoon se puso de todos los colores y se apresuró a enmendar el malentendido.
-No quería decir..
-Youngwoon, déjelo -le reprendió Jungsoo con suavidad-. A estas alturas ya debería saber cuándo hablo en broma.
Él suspiró. Jungsoo tenía razón. Tendría que haberlo sabido. Pero, por otra parte, él esperaba una actitud más reservada por su parte después de lo que había sucedido entre ellos en la terraza: enojo incluso. No obstante, ahora que pensaba en ello, era casi imposible imaginarse a Jungsoo enfadado, enfadado de verdad, alzando la voz, echando fuego por los ojos. Aquello sería todo un espectáculo.
Youngwoon apartó la mirada para que no se percatara de lo que estaba pasándole por la cabeza. Por desgracia, esta vez sus ojos se posaron en Heechul y no pudo eludir la sonrisa que le dedicó cuando se encaminó hacia él.
Youngwoon no tardó mucho en darse cuenta de que estar con Jungsoo, que conocía a Heechul bastante bien, le ofrecía al rubio una excusa para unirse a ellos. Eso le impulsó a marcharse en aquel mismo instante.
-Volveré -fue lo único que le dijo a Jungsoo.
Había pasado más de una hora cuando consiguió volver junto a él. Se había dado cuenta de que evitar a Heechul no funcionaría dado que él iba a estar en la casa todos los días. Tendría que dejarle claro que él deseaba que mantuviera las distancias, puesto que él no parecía darse por aludido cuando intentaba ignorarlo.
-Parece que le debo unas cuantas disculpas -le dijo a Jungsoo cuando se unió a él cerca de la mesa de los refrigerios.
-¿Solo unas cuantas? -respondió, enarcando una ceja-. A mí se me ocurren como mínimo siete.
Fue el número impar que había empleado, y su expresión grave, lo que le llevó  a pensar a Youngwoon que  por una vez hablaba en serio.
-Uf, ¿qué más he hecho?
-Bueno, una, aún no me ha pedido que baile con usted. Dos, debería disculparse por pensar que hay algo por lo que debe disculparse, cuando no es así. Tres, no debería mostrarse tan sorprendido cuando alguien le toma el pelo, porque podría pensar que necesita una lección en el arte de lo absurdo y marcharse con él.
-¿Marcharse con qué? -preguntó él exasperado, después de intentar seguir su extraño discurso.
-Su pelo, por descontado.
El hecho de que siguiese mirándolo con tanta seriedad fue lo que hizo que sus carcajadas, cuando estallaron, fueran tan sonoras y bruscas. Aunque, en aquel momento, a Youngwoon le daba igual estar llamando la atención. Una vez más, Jungsoo lo había serenado por completo, había borrado su irritación como si nunca hubiera existido.
-Uno de estos días le preguntaré por las otras cuatro disculpas que le debo.
-Oh, bien. Me encanta disponer de tiempo para desarrollar mi creatividad. Puedo ser muy pero que muy absurdo si me lo propongo, ¿sabe?
Youngwoon le sonrió e insistió:
-Pero aun así quiero disculparme por haberlo dejado a su suerte esta tarde, cuando debería  haberlo llevado personalmente a casa para que se pusiera ropa seca. No hay excusa para una actitud tan desconsiderada por mi parte. Al darme cuenta he regresado al salón de baile, pero usted ya se había marchado.
-¿Y quién es ahora el absurdo? Como si yo tuviera que ir a Londres a cambiarme de ropa. Mi casa no tiene pérdida, vivo a la vuelta de la esquina, más o menos. ¿Es por eso por lo que estaba usted tan alterado? -Cuando él enarcó la ceja, añadió-: Mis tíos me han dicho que les ha dado esa impresión.
-Ah, bueno, eso entre otras cosas. Con mis dos abuelos esperando que encuentre esposo antes de que termine esta fiesta, me siento un poco presionado. Decepcionarlos a ellos, o decepcionarme a mí si me precipito. En cualquier caso, nadie sale ganando. A Eric me da igual decepcionarlo, pero en este asunto está con Junjin. No obstante, lo que quiere Junjin es una estupidez, pero eso no puedes decírselo a un viejo escocés tan obstinado como él.
-Está usted en un buen apuro -respondió Jungsoo pensativa, frunciendo los labios-. Si no se lo tomara tan a pecho, las cosas tal vez le resultarían mucho más sencillas.
-Y hoy hace un sol espléndido, por lo que veo -contestó él.
Como, de hecho, había estado lloviendo la mayor parte del día, Jungsoo se burló con  suavidad:
-No sea tan escéptico, porque a veces funciona. En mi caso, he averiguado que si no me obsesiono con un problema, a veces la solución se me presenta de repente. No siempre, por supuesto, eso sería demasiado simple, pero lo bastante a menudo como para que intente no preocuparme cuando tengo un problema.  Algunos tienen la virtud de resolverse sin que uno intervenga. Ojalá fueran todos así -remató con una sonrisa.
-Es usted un poco joven para ser tan filosófico.
-¿Usted cree? -dijo abriendo los ojos como platos, fingiendo inocencia-. Lo que acabo de explicarle es de una lógica tan pueril que la mayoría de los adultos lo olvidan en cuanto se hacen mayores.
Él se echó a reír. Era un tesoro, aquel amigo suyo. Y esa noche estaba especialmente encantador con su sencillo traje azul y aquella radiante mirada. Jungsoo había mencionado el baile en broma, pero quería bailar con él, y sabía por qué. Quería tocarlo.
Youngwoon suspiró para sus adentros. Tenía que atajar aquella clase de pensamientos. Jungsoo no estaba interesado en él de aquel modo, jamás le había inspirado otra cosa que no fuera amistad. Lo consideraba un amigo. Y vaya amigo sería si se abalanzaba sobre él a la mínima de cambio.
Iba a espantarlo si no controlaba aquella repentina atracción que sentía. Por mucho que quisiera robarle algún otro beso, prefería con mucho tener su amistad, la cual, se estaba dando cuenta, le parecía de un valor incalculable.
Pero eso no le impedía sacarlo a bailar. Ni siquiera él pensaría  mal,  pues esperaba que al menos le sacara una vez. Un baile, y luego Youngwoon volvería a pensar en encontrar esposo.

*** 
-¿Quiere casarse conmigo, Jungsoo?
Él se figuró que había esperado a que estuvieran bailando para hacerle aquella pregunta tan desconcertante. De esa forma, no podría marcharse y dejarlo con la palabra en la boca, que era lo que se merecía. Y Jungsoo no lo encontró gracioso. El matrimonio no era nada que pudiera tomarse a broma, al menos no con aquel descaro.
-No sea absurdo -le respondió-. Usted sabe perfectamente que no nos llevaríamos bien. Ni tampoco su familia lo aprobaría. Como si hubiera necesidad de que yo lo sacara a colación, cuando usted lo sabe a ciencia cierta.
-Si esas son sus únicas objeciones, entonces podemos fijar una fecha para la boda.
Jungsoo puso los ojos en blanco. Estaba bromeando. Ojalá pudiese también él tomárselo tan a broma. Y no es que su propuesta no lo halagara de forma excepcional, si hubiese llegado a creer que él hablaba en serio. Pero era realista. Sabía que no era una presa tan suculenta como lo era él, aun cuando no tuviera aquel rumor asociado a su apellido. Por otra parte, Jungsoo y el rumor Iban en el mismo paquete y la mayoría de familias, sobre todo las que se enorgullecían de tener antepasados sin tacha, lo excluirían como posible candidato a esposo para sus herederos.
Y, además, aquella misma tarde había decidido que jamás se casaría, después de llegar a la desgarradora conclusión de que amaba a un hombre que jamás sería suyo. Casarse con otro no sería justo para él, aun cuando fuera con Choi Siwon, quien tal vez se lo merecía por abordar aquel tema con semejante frivolidad.
-¿Por qué no me cree? -le preguntó Siwon cuando permaneció en silencio.
-No soy ciego, Siwon -respondió Jungsoo incómodo.
Él ignoró la referencia a su aspecto físico y, en cambio, dijo:
-Usted es maravilloso, eso es lo que es. Yo no dudaría en casarme con alguien con quien me siento a gusto, lo haría antes que con algún tonto presumido que se pasa el día acicalándose frente al espejo.
Jungsoo se echó a reír.
-Bueno, tengo que admitir que los espejos y yo no nos llevamos muy bien. Pero, si le creyera, mi respuesta tendría que ser no.
-¿Por qué?
¿Cómo explicárselo sin explicárselo realmente? Decidió no intentarlo y cambiar de tema.
-Mi negativa no parece haberle afectado en absoluto, lo cual demuestra que no me ama.
-Bueno, no. Pero usted me gusta lo suficiente y no me cabe la menor duda de que el amor no tardaría en surgir entre nosotros.
Jungsoo se burló de él.
-Bien. ¿Por qué confía en que eso suceda en lugar de esperar a que tenga lugar primero y luego proceder en un orden más natural? ¿Y por qué iba usted a querer casarse, siendo tan joven como es, cuando no está obligado a hacerlo y el amor brilla en este caso por su ausencia?
Él le miró maravillado.
-¿No cree usted que podría aprender a amarme?
-Ya que no le he dado el menor indicio de que estoy interesado, ¿no podría usted concluir  que me interesa otra persona?
-¡Aja! ¿Vamos ahora a confesar que amamos a otro?
Jungsoo parpadeó. Siwon parecía demasiado triunfal con aquella conclusión.
-¿De eso se trata? Está buscando una confesión en toda regla...
-Bueno, bueno. No diga nada que los dos lamentaremos. No, solo espero que dos personas a las que aprecio despierten y vean lo que tienen en sus propias narices antes de que sea demasiado tarde.
Siwon tenía una faceta seria y Jungsoo la estaba viendo ahora. De hecho, lo hacía mucho más atractivo que su habitual actitud bromista, pero apenas lo notó.
-¿Y qué dos personas son esas? -preguntó Jungsoo, mirándolo con suspicacia.
-Usted, naturalmente, y ese zoquete escocés -respondió él.
Jungsoo se ruborizó con violencia. Dios santo, ¿cómo podía haber adivinado sus sentimientos cuando él tan solo acababa de descubrirlos? ¿Tan evidente resultaba por su parte? ¿Tal vez se quedaba mirando a Youngwoon durante demasiado tiempo? ¿Lo miraba de una forma que no debía? Le avergonzaba pensar que pudiera hacerlo. ¿O era únicamente porque había pasado mucho tiempo con Youngwoon la otra noche y la gente se había dado cuenta? En ese caso, Siwon solo estaba aventurando una opinión y Jungsoo no iba a darle ningún otro motivo para que volviera a decir «ajá».
-Está usted confundido -dijo lacónicamente-. Youngwoon y yo solo somos amigos.
Siwon hizo evidente su escepticismo con una especie de bufido. Sin embargo, el hecho de que no hiciera comentario alguno y continuaran en silencio le obligó a dar más explicaciones. Era evidente que seguía equivocado, al menos en lo que a Youngwoon respectaba. Los sentimientos de Jungsoo apenas contaban pues no eran correspondidos.
-No puedo imaginarme de dónde ha sacado esa idea tan absurda -dijo-. Youngwoon y yo hablamos incluso sobre su dilema de tener que escoger un esposo entre los presentes. Yo iba a recomendarle a su hermano.  Eso debería complacerle a usted, puesto que, como dice, le aprecia.
Ahora Siwon se echó a reír.
-El problema es que le aprecio, por lo cual no me gustaría que anduviera con mi hermano. Lo volvería lelo en cuestión de un mes.
Jungsoo lo miró con el ceño fruncido.
-Tonterías. Usted adora a su hermano. ¿Cómo no iba a hacerlo, con lo encantador que es? A lo mejor son sus constantes bromas las que lo incitan a comportarse de una forma que alela a la gente.
Siwon sonrió.
-Tal vez, pero lo dudo. Es posible que Youngwoon esté bailando ahora con él. -Se detuvo para examinar la concurrida pista de baile en busca de la otra pareja-. Pero se lo dice un hombre que reconocería los signos, querido. Él no está en absoluto interesado en mi hermanito.
-Y, dígame, ¿por qué piensa usted que él está interesado en mí de esa forma?
-Tal vez porque lo busca cuando no está con él. Tal vez porque ya me ha mirado dos veces con cara de pocos amigos desde que estoy bailando con usted. Tal vez porque lord Heechul está aquí cuando no debería, pero su presencia es necesaria porque él no podía soportar que usted no pudiera venir debido a él.
Jungsoo se quedó mirándolo estupefacto durante unos instan es hasta que aquella última frase cobró sentido para él.
Luego suspiró.
-Usted ha malinterpretado por completo las reacciones de Youngwoon. Aunque es natural, puesto que no conoce todas las circunstancias.
-¿Que serían?
-Básicamente, el efecto que provoco en algunas personas. Soy consciente de ello. De hecho, lo exploto con diligencia.
Siwon frunció el ceño.
-¿De qué está hablando? ¿Qué efecto?
-Sereno a la gente, Siwon. Estén preocupados, irritados, frustrados, abatidos, etcétera, soy capaz de hacer que lo olviden todo con un par de bromas tontas o divertidas. Es asombroso lo bien que va reírse. En el caso de Youngwoon, desde que ha llegado no ha tenido un momento de paz, puesto que en realidad él no quería venir. Y sus dos abuelos lo han frustrado todavía más insistiendo en que se case cuanto antes. Y, para serle sincero... -Ahora habló en un susurro-. Creo que lord Eric no le cae nada bien. No me atrevería a preguntarle el porqué, pero lo he deducido a partir de algunos de sus comentarios.
-¿Y esos son todos sus argumentos?
Jungsoo puso los ojos en blanco.
-Granuja, me ha entendido a la perfección. Él siempre está enojado, o frustrado, o lo que sea, y yo tengo el don de conseguir que se olvide un poco de sus problemas, eso es todo. Vamos a ver, ¿no iría usted en busca de alguien que pudiera ayudarle a olvidarse durante un rato de que a la mañana siguiente le espera la guillotina?
Al oír aquello, Siwon se echó a reír.
-Touché. Desde luego. Yo me lo metería en la maleta y me lo llevaría a casa.
Jungsoo sonrió con malicia.
-Bueno, Youngwoon no tiene que llegar a esos extremos, puesto que soy su vecino. Él sabe que puede venir a visitarme cuando necesite animarse.
-Eso suponiendo que él crea que va a tenerlo siempre cerca. Pero ¿y si usted se casa y se marcha? ¿Cree que Youngwoon ha tenido eso en consideración?
-¿Por qué iba a hacerlo, cuando es muy probable que yo siga los pasos de mis tíos y me quede soltero?
-Dios santo, ¡qué desperdicio! -dijo él, exagerando el tono. Luego, en serio, añadió-: Usted no piensa realmente que un rumor tan absurdo como el que le atañe pueda impedir que alguien se case con usted si de verdad quiere hacerlo, ¿no es cierto?
-De hecho, sé que será un impedimento, y usted lo sabe tan bien como yo, pues el objetivo de casi todos los matrimonios es dar herederos a la familia y, si se da crédito al rumor que llevo asociado, yo no duraré lo bastante como para concebir uno.
Esta vez Siwon dejó escapar un bufido en toda regla.
-Usted sabe que no tiene ninguna intención de irse al otro mundo por voluntad propia, y cualquiera que tuviera dos dedos de frente lo sabría también. Salta a la vista que rebosa usted buen humor y ganas de vivir. Ese cuerpecito suyo no tiene ni un solo hueso melancólico, querido.
Él le miró abriendo los ojos de forma desmesurada.
-Bueno, no. No lo tiene, pero ¿de dónde ha sacado usted la idea de que alguien tenga dos dedos de frente, aparte de nosotros dos, naturalmente?
Siwon se rió cordial.
-Caramba, supongo que si lo plantea de ese modo, está usted en lo cierto. Por supuesto, si usted accediera a casarse conmigo, no a hacerlo realmente, no, solo, bueno, fingirlo, por decirlo así, ¿cuál cree que sería la reacción de Youngwoon?
-Creo que sería el primero en alegrarse y desearme felicidad, si cree que es eso lo que quiero.
Siwon chasqueó la lengua.
-No estoy de acuerdo. Creo que descubriría lo que son los celos, si aún no sabe por qué no puede soportar verle bailar conmigo. ¿Quiere probarlo, a ver qué sucede?
-Está usted volviendo a mostrarse ridículo y obtuso. Los amigos pueden tenerse celos, usted lo sabe, ¿o acaso no los ha sentido usted nunca cuando su mejor amigo le hace menos caso que de costumbre o usted lo ve divirtiéndose con otros amigos? Los celos no siempre entrañan amor. En absoluto. La envidia toma muchas formas distintas.
-Sí, sí -dijo Siwon exasperado-. Pero ¿por qué no se lo piensa, de todas formas? No perjudicará en absoluto su reputación, ni la mía, si usted anuncia más adelante que ha cambiado de opinión y no quiere casarse conmigo.
-Bueno, cabe la posibilidad de que algún otro caballero de la fiesta se fije en mí y me pida casarme con él, pero no lo hará si yo finjo estar comprometido con usted. No es que espere que suceda nada parecido, pero si así fuera, estaría perdiendo mi oportunidad solo por esta bobada.
Siwon suspiró y lo sacó de la pista de baile.
-Piense en ello, Jungsoo. Sabe que no hará daño a nadie y los resultados tal vez la sorprendan.

¿Pensar en ello? Jungsoo tuvo dificultades para no pensar en otra cosa durante la siguiente hora. ¿Y si Siwon estuviera en lo cierto y Youngwoon aún no se hubiera dado cuenta de que estaba enamorándose de él? Incluso el beso con el cual la había obsequiado respaldaba aquella hipótesis. Luego Youngwoon se había sentido incómodo, pero ¿por qué lo había besado si entre ellos no había otra cosa que amistad?
Sin embargo, cuando al fin intervino la razón, Jungsoo supo que no llevaría a cabo la sugerencia de Siwon. Sería una mentira de tomo y lomo que solo afectaría a Youngwoon, y no podía hacerle eso. Además, el planteamiento de Siwon parecía lógico, pero cualquier cosa podía parecerlo si se exponía de la forma apropiada. Que quisiera creerlo era una verdadera estupidez. jugar a «qué ocurriría si» nunca había formado parte de su carácter realista.
Y después de su conversación con Heechul descartó por completo la idea.
-¿Has visto cómo intenta ponerme celoso? -le ronroneó al oído-. A mí me parece absurdo, pero a un hombre no puedes decirle eso, ni conseguir que admita lo que está haciendo.
El comentario, viniendo como lo hizo de improviso, puesto que Heechul se le había acercado por detrás, confundió durante un instante a Jungsoo. En general, no era tan lento, pero después de haber estado pugnando con el tema de los celos que Choi Siwon había introducido, oírlo desde un ángulo distinto logró confundirlo durante unos segundos.
Sin embargo, se arrepintió de haberle preguntado a quién se refería acto seguido, porque para entonces las ideas ya se le habían aclarado lo bastante como para conocer la respuesta. Y Jungsoo habría preferido, con toda su alma, evitar la conversación que mantuvieron a continuación.
-Caramba, a Youngwoon, por descontado -dijo Heechul. Luego añadió, con cierta sorpresa-: Pareces asombrado.
Jungsoo no lo estaba, pero al parecer Heechul esperaba que lo estuviera y prosiguió como si él hubiera mostrado sorpresa.
-¿No me digas que pensabas que se muestra tan atento contigo porque le interesas de verdad? -Aquí añadió una risita-. Querido, pensaba que tú lo sabrías mejor que nadie.
-No he pensado nada de eso -respondió Jungsoo en un tono más defensivo de lo que le habría gustado-. Youngwoon y yo solo somos amigos.
-Tú tal vez lo creas, pero eso solo demuestra lo ingenuo que eres. Te lo aseguro, solo está fingiendo, para que yo me fije en él.
Aquello le dolió y Jungsoo se preguntó si no había sido esa la intención de Heechul. Es posible que no fuera un buen candidato a esposo, pero quería creer que sí era digno de amistad. No obstante, Heechul estaba insinuando que Youngwoon no se habría hecho amigo suyo de no haber tenido una segunda intención.
-La amistad no tiene por qué darte celos, Heechul, ¿verdad?
-Desde luego que no -respondió su amigo algo impaciente-. Pero él espera que yo lo  interprete como algo más, ¿o es que aún no sabes de qué estoy hablando?
-No, supongo que no -dijo Jungsoo en tono irónico-. Pensaba que estabas hablando de celos.
Heechul se ruborizó, pero estaba firmemente decidido a decir lo que tenía que decir y volvió al ataque.
-Solo estaba intentando evitar que sufrieras en vano, querido, por si malinterpretabas la atención que Youngwoon te está prodigando. Pero si tú solo piensas que se trata de amistad, entonces no sufrirás cuando él se case conmigo.
-No, claro que no -se vio obligado a decir Jungsoo. Aunque habría querido añadir «solo siento lástima por él», consiguió contenerse.
-Bien -respondió Heechul, y luego añadió, con expresión pensativa-: Supongo que también debería advertir a Choi Donghae. Está haciendo lo mismo con él, por si no te has dado cuenta. Y él, al menos; puede pensar que su interés es genuino, más que fingido por mi causa.
Jungsoo ya estaba empezando a cansarse de los sutiles insultos de Heechul, que a decir verdad no eran muy sutiles para nadie que tuviera un mínimo de inteligencia. Ahora ya estaba familiarizado con sus tácticas, pero que las usara de una forma tan descarada con él, como si fuera demasiado tonto o demasiado confiado para darse cuenta de que le estaba insultando de forma deliberada...
-Soy consciente de mis defectos -dijo Jungsoo con rigidez-. También sé que Choi Donghae no tiene ninguno. Con todos mis respetos, Heechul, el interés de Youngwoon por Donghae podría ser genuino.
Heechul se echó a reír, una risa áspera y soberbia.
-Desde luego, pero no lo es.
-Eso tú no puedes saberlo a ciencia cierta -apuntó Jungsoo.
Heechul se limitó a hacer un gesto de desdén y dijo:
-Eres tan ingenuo, pero, claro, tú no estuviste en la posada el otro día para ver cuánto lamenta Youngwoon haber roto nuestro compromiso. Se notaba en todo lo que decía y hacía. Estoy seguro de que en breve rectificará. Solo que primero tiene que curar su orgullo herido, por aquellos desafortunados insultos míos, y castigarme antes de que podamos hacer las paces. Y el estúpido ha decidido que con ponerme celoso bastará. No está funcionando, pero mientras él lo crea, estará satisfecho, supongo.
A Jungsoo se le estaba haciendo un nudo en la garganta y cada vez le costaba más hablar.
-Entonces, ¿piensas que Youngwoon va volver a pedirte que te cases con él?
-Sé que lo hará. No sé por qué los hombres creen que tienen que tomarse la revancha cuando alguien hiere su orgullo, pero así es, y Youngwoon no es distinto. Pero solo es cuestión de tiempo, Jungsoo, que volvamos a estar prometidos.
-¿Estás seguro de que no eres tú el que abriga falsas esperanzas?
Jungsoo no podía creer que hubiera dicho aquello. Después de todo, estaba hablando con Kim Heechul, el joven rey del año, el joven más bello y deseable que había sido presentado en sociedad desde hacía una década, tal vez siglos. Por ese motivo, no le sorprendió que Heechul se ofendiera.
Su temeridad le valió una mirada de reprobación y una tensa respuesta:
-Deberías saber lo que es que te persigan para saber de qué hablo. Pero ¿cómo explicárselo a alguien que no sabe lo que es eso? Bueno, en primer lugar está el apasionado beso que me dio en la posada antes de marcharse totalmente fuera de sí. Estoy seguro de que él no quería revelar sus sentimientos de aquella forma tan espectacular, pero sencillamente no pudo contenerse. Y tiene suerte de que nadie lo viera, o me habría puesto a mí en un compromiso y se habría visto obligado a casarse conmigo. Yo no deseo eso más de lo que pueda quererlo él, así que no se lo he contado a nadie salvo a ti, puesto que eres tan obtuso que me obligas a mencionártelo.
La turbación de Jungsoo fue la causa del enojo que estaba empezando a sentir y, al no estar muy familiarizado con aquella emoción, dijo sin pensar:
-Puedes ahorrarte la lección. Te lo aseguro, puedo seguir viviendo felizmente en la luna sin saber de qué hablas.
-Ni pensarlo -ronroneó Heechul-. No es ningún inconveniente para mí, querido. Puedo añadir que estoy sorprendiendo una y otra vez a Youngwoon mirándome cuando piensa que no me doy cuenta.
-Eso no quiere decir nada...
-No he terminado -espetó Heechul; luego tosió y prosiguió con su falso tono dulce-: Eso, unido al beso que me dio sin mi consentimiento, es de hecho todo lo que se necesita para definir sus verdaderos sentimientos hacia mí. Y además está su campaña para darme celos. ¿Comprendes ahora por qué sé que quiere recuperarme? Rompió nuestro compromiso cegado por la ira. No es que lo culpe, cuando eso era lo que yo quería conseguir en ese momento. Él lo lamenta, pero su orgullo no le permite rectificar de inmediato. De ahí que, entretanto, finja.

-Yo diría que el único que finge aquí, Heechul, eres tú con respecto a nuestra amistad. Y si hay alguien a quien habría que advertir es a ti. Youngwoon también me ha besado a mí, pero yo no he dado por sentado que signifique nada. También me han dicho que me mira, pero yo no soy tan tonto como para pensar que eso tampoco signifique nada. Su interés por Choi Donghae es probablemente genuino, y si alguien tiene que ser un esposo ideal para él ese es Choi Donghae. Yo no te caigo bien. Lo has dejado más claro que el agua, así que en el futuro ahórrame estas charlas «amistosas». De hecho, Heechul, quiero que te mantengas alejado de mí, te lo agradecería.


2 comentarios:

  1. Yo creo que con esas ultimas palabras, el pecesito dejo más que claro sus desdén por el gatito roñoso...

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  2. Bueno...dos cosas.
    1.- me orgullese que Teuk por fin se le haya plantado a Hee y haberle dicho unas cuantas,porque se merece muchas,pero algo es algo.
    Y 2.- dios...pero a quien fue a decirle lo del beso que le dio Kangin...error,gran error.
    A hee se le está yendo la olla,ese egocentrismo,vanidad,ese amor propio que lo tiene cegado,dios...ya le invento chisme a Siwon,ahora viene con Teuk y le dice ese pack de mentiras y suposisiones estúpidas...dios,que pesar.
    A ver que rumor le inventa a Teuk ahora,que para eso se pinta solo.
    Como me gustaría que Kangin le plantará cara a Hee en lugar de andarle huyendo,y le dijera lo que Siwon sabe,que Hee solo está ahí por Teuk...que ganas.
    Siwon el cupido...su estrategía podria funcionar,solo que Teuk no quiere.
    Y cómo,si cada uno está suponiendo por el otro,sacando sus propias conclusiones...erroneas,así monse puede.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...