Marcado (T1) -1




Al principio pensé que el martilleo en mi cabeza era mi  cerebro tratando de abrirse paso fuera de mi cráneo después de los diez o más tragos de Crown Royal que me tomé ayer por la noche, pero entonces me recordé que era domingo y, no importa cuántas veces le dije o lo grosero que fuera, o cualquier tipo de condición corrupta y desagradable en la que me encontrara, él aparecía los domingos  en la mañana para arrastrarme a casa para el almuerzo.
Un suave gemido  desde el otro lado de la cama me recordó que anoche no había vuelto a casa desde el bar solo, no es que recordara el nombre del jóven o qué aspecto  tenía o si había tenido que hacer un esfuerzo notorio por convencerlo de venir a casa conmigo. Me pasé una mano por la cara y saqué mis piernas por el  borde de la cama justo cuando la puerta del dormitorio se abrió. Nunca debí haberle dado una llave al mocoso. No se molestó en ocultar que estaba acostumbrado a entrar y encontrarme con resaca y desnudo, así que no veo  por qué hoy tenía que ser diferente. El joven del otro lado de la cama se dio la vuelta y entrecerró los ojos ante la nueva adición a nuestra pequeña e incómoda fiesta.
—¿Pensé que habías dicho que eras soltero? —Había cierta acusación en su tono que me erizaba el vello de la nuca. Cualquiera que estuviera dispuesto a irse con un extraño a pasar una noche de sexo sin ataduras perdía el derecho a emitir ningún juicio, sobre todo cuando aún estaba desnudo y acurrucado en mi cama.
—Dame veinte. —Me pasé una mano por el cabello desordenado y   el rubio en la puerta levantó una ceja.

—Tienes diez. —Hubiera levantado una ceja hacia él ante su tono y actitud, pero mi cabeza me estaba matando y el gesto se perdería con él de todos modos, ya que era más que inmune a mi mierda—. Voy a hacer café, ya invité a Kyuhyun, pero dijo que tiene que ir a la tienda a atender un compromiso. Estaré en el auto. —giró sobre sus talones y al momento en que la puerta quedó vacía yo ya estaba luchando por poner mis pies en el suelo y buscando cualquier par de pantalones que podría haber arrojado allí anoche.
—¿Qué está pasando? —Me había olvidado temporalmente del jóven en mi cama, así que maldije en voz baja y halé una camiseta negra que parecía razonablemente limpia por encima de mi cabeza.
—Me tengo que ir.
—¿Qué?
Fruncí el ceño mientras él se levantaba de la cama y agarraba la sábana para cubrirse. Era bonito, tenía un buen cuerpo por lo que pude ver y me pregunté qué clase de juego había tenido que arrojarle para traerlo a casa conmigo. Él era alguien con quien no me habría importado despertar en la mañana.
—Hay un lugar en el que tengo que estar, lo que significa que  necesitas levantarte y ponerte en marcha. Normalmente mi compañero de cuarto estaría alrededor por lo que podrías quedarte un rato, pero tenía que ir  a trabajar por lo que necesitas mover ese buen culo e irte.
Él me escupió un poco.
—¿Me estás tomando el pelo?
Miré por encima del hombro mientras excavaba por mis botas debajo de un montón de ropa y metía los pies en ellas.
—No.
—¿Qué clase de idiota hace eso? Ni siquiera un “gracias por lo de anoche”, “estuviste genial”, “¿qué tal si almorzamos?”, solo un ¡saca tu  mierda! —Vi su tatuaje garabateado a los largo de sus costillas. Eso era probablemente lo que me atrajo de él en medio de mi borrachera en primer lugar—. Eres una verdadera pieza de trabajo, ¿lo sabías?
Yo era mucho más que una simple pieza de trabajo, pero este jóven era solo una de, oh, tantas que no necesitaban saber eso. Maldije en silencio a Kyuhyun. Mi compañero de cuarto era la mierda, habíamos sido mejores amigos desde la primaria y normalmente podía confiar en él para interferir por mí los domingos en la mañana, cuando estaba en apuros, pero me olvidé de la pieza que se suponía que tenía que terminar hoy, así que necesitaba empujar a la cola de anoche por la puerta y empezar a moverme antes de que el mocoso se fuera sin mí, lo que era un dolor de cabeza más grande de lo que necesitaba en mi estado actual.
—Oye ¿cuál es tu nombre? —Si él no estaba enojada antes, estaba absolutamente furioso ahora que volvía. Me miró con ojos ahora manchados de mascara usada.
—Lucas, ¿no te acuerdas? —Unté alguna basura en mi cabello para hacer que se destacara en un montón de direcciones, me rocié colonia para ayudar a enmascarar el olor a sexo y alcohol que estaba seguro todavía se aferraba a cada parche visible de mi piel. Me encogí de un hombro hacia él y esperé mientras caminaba delante de mí, saltando en un pie para ponerse un par de zapatos.
—Soy Hyukjae. —Me habría ofrecido para estrecharle la mano, pero parecía tonto, así que solo señalé la puerta principal del apartamento y entré en el baño para cepillarme el sabor rancio del whisky de mi boca—. Hay café en la cocina, tal vez deberías escribir tu número y te puedo dar una llamada en otra ocasión. El domingo no es un buen día para mí. —El nunca sabría qué tan cierta era esa declaración.
Me miró y tocó la punta de uno de esos impresionantes zapatos.
—Realmente no tienes idea de quién soy ¿no?
Esta  vez  incluso  contra  mi  cerebro  palpitando  deseé  que  mi   ceja subiera y la mire con la boca llena de espuma de pasta de dientes. Me le quedé mirando hasta que él gritó y me señaló su costado.
—¡Debes recordar al menos esto!
No era de extrañar que me gustara su tatuaje tanto como si fuera uno de los míos. Escupí la pasta de dientes en el lavabo y me di una mirada en el espejo. Me veía como el infierno. Mis ojos estaban llorosos y enrojecidos, mi piel se veía gris y había un chupetón en un lado de mi cuello. Appá lo amaría tanto como amaría el estado actual de mi cabello. Normalmente espeso y oscuro, me había afeitado los lados del mismo y teñido la parte delantera de un púrpura agradable, luminoso, de manera que se levantaba liso y se veía como algo que habrías cortado con un cortador de maleza.
Mis padres ya tenían problemas con mis tatuajes serpenteando alrededor de mis dos brazos y por los lados de mi cuello, por lo que el cabello solo sería la guinda del pastel. No había nada que pudiera hacer para arreglar  el actual espectáculo de mierda mirándome en el espejo, así que merodeé fuera del baño y, sin ceremonias, agarré al jóven por el codo y lo remolqué hasta la puerta delantera. Tenía que aprender a ir a casa con ellos en lugar de dejarlos venir a casa conmigo, era mucho más fácil de esa manera.
—Mira, tengo que estar en un lugar al que particularmente no me gusta ir, pero tú volviéndote loco y haciendo una escena no va a hacer otra cosa que molestarme. Espero que hayas pasado un buen rato anoche y puedes dejar tu número, pero ambos sabemos que las posibilidades de que te llame son casi nulas. Si no quieres ser tratado como una mierda, tal vez deberías dejar de ir a casa con tipos borrachos que no conoces. Créeme que realmente vamos tras una cosa y al día siguiente lo que realmente queremos es irnos tranquilamente. Me duele la cabeza y siento que voy a vomitar, además de que tengo que pasar una hora en un auto con alguien que me odia y está jubilosamente planeando mi muerte, así que realmente ¿puedes saltarte el histrionismo y seguir adelante?
Para entonces ya había maniobrado llegar a la entrada del edificio y lo vi en el BMW a ralentí en el lugar al lado de mi camioneta. Estaba impaciente y se molestaría si me seguía tardando. Le di a Lucas una media sonrisa y me encogí de un hombro, después de todo no era su culpa que yo fuera  un idiota y  hasta  yo sabía  que él  merecía algo mejor  que un cretino insensible
—Mira no te sientas mal, puedo ser un cabrón encantador cuando pongo mi mente en ello. Estás lejos de ser el primero y no serás el último que tiene que ver este pequeño espectáculo. Me alegra que hayas visto mi lado más mezquino, prefiero que me recuerdes por eso que por lo de anoche.
Corrí por las escaleras sin mirar hacia atrás y abrí la puerta del elegante BMW negro. Me gustaba este auto y odiaba que le combinara tan bien al conductor como lo hacía. Con clase, elegante y caro eran sin duda las palabras que podrían utilizarse para describir a mi compañero de viaje y mientras Lucas me gritaba volviéndome loco, salimos del estacionamiento de mi edificio y lo único que hizo fue rodar los ojos y murmurar:
—Con clase. —Por lo bajo. Estaba acostumbrado a las pequeñas escenas que a los jóvenes les gustaba tirar cuando me rescataba de ellos a la mañana siguiente, incluso había tenido que reemplazar su parabrisas una vez cuando uno de ellos me lanzó una piedra y falló mientras me alejaba.
Ajusté el asiento para acomodar mis largas piernas y me dispuse a descansar mi cabeza contra la ventana. Siempre era un viaje largo y dolorosamente silencioso, pero a veces, como hoy, me sentía agradecido por ello, otras veces me molestaba hasta el último nervio. Habíamos sido una constante en la vida del otro desde la secundaria, él conocía cada fortaleza y debilidad que tenía, mis padres lo amaban como a sí mismos y no ocultaban el hecho de que la mayoría de las veces preferían su compañía que la mía. Uno pensaría que con toda la historia, lo bueno y lo malo entre nosotros, podríamos tener una pequeña charla sencilla por un par de horas sin que fuera difícil.
—Vas a conseguir que la basura que tienes sobre todo tu cabello se corra por todas partes de mi ventana. —Tenía una voz que no coincidía con el resto de él. Era todo cigarrillos y whisky, mientras que él era toda champán y seda. Siempre me había gustado su voz, cuando nos llevábamos bien podía escucharlo hablar durante horas.
—Lo tengo anotado. —El soltó un bufido. Cerré los ojos y crucé los brazos sobre el pecho. Estaba listo para un paseo en silencio, pero al parecer él tenía cosas que decir hoy, porque tan pronto como introdujo el auto a la carretera, apagó la radio y dijo mi nombre:
—Hyukjae. —Volví la cabeza ligeramente hacia un lado y abrí mínimamente un ojo.
—Donghae. —Su nombre era tan elegante como el resto de él. Era pálido, tenía el cabello castaño y grandes ojos marrones. Era pequeño, fácilmente unos treinta centímetros menos de mi metro noventa, pero tenía curvas para días. Era el tipo de jóven que los chicos miraban solo porque no podían evitarlo, pero tan pronto como giraba esos helados ojos en su dirección, sabían que no tendrían ninguna posibilidad. Irradiaba inalcanzabilidad tanto como otros rezumaban ven y tómame.
El sopló un aliento y vi como un mechón de cabello giraba en torno a su frente. Me miró por el rabillo del ojo y me puse rígido cuando vi lo apretadas que estaban sus manos en el volante.
—¿Qué pasa Donghae?
Se mordió el labio inferior, una señal segura de que estaba nervioso.
—¿Supongo que no has respondido ninguna de las llamadas de tu appá esta semana?
No era exactamente cercano con mis padres, de hecho, nuestra relación se cernía en algún lugar alrededor de la zona mutuamente aceptable por lo que mi appá enviaba a Donghae a arrastrarme a casa cada fin de semana. Los dos éramos de un pequeño pueblo llamado Mopko en una zona acomodada. Me mudé a Seul en cuanto tuve mi diploma en la mano y Donghae estaba unos años atrás porque era más joven que yo y también porque no había querido nada más que entrar en UD. El chico no solo lucía como un principe de cuento de hadas, sino que también estaba en camino a convertirse en un jodido médico. Mi appa sabía que no había manera que hiciera el viaje de dos horas de ida y vuelta para verlos los fines de semana, pero si Donghae conducía y venía a buscarme, no solo me sentiría culpable por hacerlo  sacar  tiempo  en  su  apretado  horario  por  mí,  sino  que  no tendría ninguna excusa para no ir. Dongahe pagaba la gasoline, esperaba a que yo tropezara de la cama y sacaba mi triste culo de la casa cada domingo y ni una sola vez en dos años se había quejado al respecto.
—No, estuve ocupado toda la semana. —Estuve ocupado, pero tampoco me gustaba hablar con mi appá, así que lo había ignorado las tres veces que me había llamado esta semana.
Donghae suspiró y retorció las manos con más fuerza en el volante.
—Él te estaba llamando para decirte que Siwon se lesionó y el Ejército lo envió a casa durante las seis semanas de rehabilitación y recuperación. Tu padre fue a la base militar ayer a recogerlo.
Me erguí en el asiento tan rápido que me golpeé la cabeza contra el techo del auto. Juré y me froté el golpe que hizo que mi cabeza palpitara todavía más.
—¿Qué? ¿Qué quieres decir con que se lastimó? —Siwon era mi hermano mayor, me llevaba tres años y había estado en el extranjero por una buena parte de los últimos seis, pero todavía éramos cercanos y aunque no le gustaba toda la distancia que pongo entre mis padres y yo, si hubiera resultado herido de gravedad, me habría enterado por él.
—No estoy seguro, Jihoon dijo que algo pasó con el convoy en el que estaba cuando fueron de patrulla. Estuvo en un accidente bastante serio, supongo. Dijo que su brazo estaba roto y tenía unas cuantas costillas fracturadas pero estaba muy alterado por lo que me costó trabajo entenderlo cuando me llamó.
—Siwon me habría llamado.
—Siwon estaba sedado y pasó los últimos dos días siendo interrogado, le pidió a tu appá que te llamara porque ustedes, los chicos Lee, son demasiado persistentes. Jihoon le dijo que no responderías, pero él le seguía diciendo que lo intentara.
Mi hermano estaba herido, pero estaba en casa y yo no sabía nada. Cerré los ojos y dejé que mi cabeza cayera hacia atrás contra el reposacabezas.
—Buen infierno, es una buena noticia, supongo.
—¿Vas a pasar a ver a tu appá? — No tenia que mirarla para saber que se había endurecido aún más. Casi podía sentir la tensión rodando fuera de él en ondas heladas.
—No. —No dijo más y yo no esperaba que lo hiciera. Los Lee podríamos no haber sido la familia más cercana, o cálida, pero no teníamos nada al lado de los Choi. La familia de Donghae cagaba oro y respiraba dinero, pero también engañaba y mentía, eran divorciados y vueltos a casar y, por lo que había visto en los últimos años, tenían poca necesidad o interés en el hijo biológico que venía de una unión mejor establecida en una declaración de impuestos que de un dormitorio.
Sabía que Donghae amaba mi casa y a mis padres porque eran la única apariencia de normalidad que había experimentado siempre y yo no lo envidiaba, de hecho, me gustaba el hecho de que me quitaba la mayor parte del calor de encima. Si a Donghae le iba bien en la escuela, saliendo con un rico licenciado, viviendo la vida que mis padres siempre habían querido para sus hijos, pero se les había negado desde que yo permanecía fuera y Siwon solía estar un continente de distancia y yo era lo único que les quedaba, no tenía ninguna vergüenza en usar a Donghae como amortiguador.
—Hombre, ni siquiera he hablado con Siwon en tres meses. Va a ser impresionante verlo. Me pregunto si puedo convencerlo de que venga a pasar un tiempo en la ciudad conmigo y Kyuhyun. Probablemente esté más que listo para un poco de diversión.
Donghae suspiró de nuevo y se movió para encender la radio un poco.
—Tienes veintidós Hyukjae, ¿cuándo vas a dejar de actuar como un adolescente indulgente? ¿Al menos le preguntaste a este cómo se llamaba? En el caso de que te lo preguntes, hueles como una mezcla entre una destilería y un club de striptease.
Solté un bufido y dejé que mis ojos se perdieran de nuevo cerrados.
—Tienes diecinueve años, Donghae ¿cuándo vas a dejar de vivir tu vida bajo los estándares de todos los demás? Mi abuela de ochenta y dos tiene más vida social que tú y creo que está menos tensa. —No le pensaba decir a qué  olía  él,  porque  era  dulce  y  encantador  y  no  tenía  ningún  deseo  de  ser agradable por el momento.
Podía sentirlo mirándome y escondí una sonrisa.
—Me gusta tu abuela. —Su tono era malhumorado.
—A todo el mundo le gusta. Ella es luchadora y no acepta mierda de nadie. Podrías aprender una cosa o dos de ella.
—Oh, tal vez debería teñirme el cabello de rosa, tatuarme cada superficie visible de mi cuerpo, meterme un montón de metal en la cara y dormir con todo lo que se mueva. ¿No es esa tu filosofía sobre cómo vivir una vida rica y plena?
Eso me hizo abrir los ojos de nuevo y la banda musical en mi cabeza, decidió ir a una segunda ronda.
—Por lo menos yo estoy haciendo lo que quiero. Yo sé quién y qué soy, Donghae y no pediré ninguna disculpa por ello. Ya he oído un montón sobre Lee Jihoon salir de tu linda boca por el momento.
Su boca se torció hacia abajo en una mueca.
—Lo que sea, volvamos a ignorarnos mutuamente, simplemente pensé que debías saber lo de Siwon, los chicos Lee nunca han sido grandiosos con las sorpresas.
El tenía razón. En mi experiencia, las sorpresas nunca habían sido algo bueno, por lo general daban lugar a que alguien se molestara y acabaran en algún tipo de lucha. Yo amaba a mi hermano, pero tenía que admitir que estaba un poco irritado de que, uno, no se había tomado la molestia de hacerme saber que estaba herido, y dos, todavía trataba de obligarme a jugar a ser amable con mis parientes. Me figuré que su plan de ignorarnos el resto del camino era el ganador, así que me dejé caer tan lejos como el pequeño auto deportivo me permitía y empecé a dormitar. Solo estuve fuera durante veinte minutos más o menos, cuando su teléfono comenzó a sonar y me despertó. Parpadeé con ojos arenosos y me pasé una mano por la cara. Si el cabello no volvía loco a mi appá, el hecho de que estaba demasiado ocupado como para afeitarme para su precioso almuerzo le haría volverse histérico.
—No, te idje que voy a Mopko y volvería hasta tarde. —Miré al otro lado del auto y él debió sentir mi mirada porque me miró rápidamente  y vi un poco de rubor hacerse camino hacia sus mejillas—. No Sehun, te dije que no tengo tiempo y que tengo trabajo de laboratorio por hacer.
No podía distinguir las palabras y quien fuera que estuviera en el otro extremo del teléfono sonaba enojado. Vi sus dedos apretar el teléfono
—No es asunto  tuyo. Tengo que irme, así que hablaré contigo más tarde. —deslizó el  dedo por la pantalla y tiró el caro dispositivo en el portavasos al lado de mi rodilla.
—¿Problemas en el paraíso? —Yo realmente no me preocupaba por Donghae y su novio más rico que Dios, futuro gobernante del universo conocido, pero era educado preguntar cuándo alguien estaba molesto, obviamente.
No había conocido a Sehun, pero por lo que he oído de appá cuando me he molestado en escuchar, estaba hecho a la medida para ir con la personalidad  del futuro doctor Donghae. Su familia era adinerada como la de él, su padre era juez o abogado, o algún otro disparate político sin sentido y estaba seguro más allá de la sombra de toda duda, que el tipo tenía que usar pantalones de pinzas y camisetas polo de color rosa con mocasines blancos. Durante un largo momento no pensé que iba a responder, pero se aclaró la garganta y comenzó  a golpear ligeramente en el volante con los dedos obviamente cuidados con una cara manicura.
—En realidad no, nos separamos, pero no creo que Sehun realmente  lo capte.
—¿En serio?
—Sí, hace un par de semanas en realidad. He estado pensando en hacerlo por un tiempo. Estoy demasiado ocupado con la escuela y el trabajo para tener novio.
—Si fuera el hombre adecuado no te sentirías así. Sacarías tiempo porque querrías estar con él.
Me miró con ambas cejas levantadas hasta su línea del cabello.
—¿Está usted, señor prostituto del siglo, en verdad tratando de darme concejos sobre relaciones?
Rodé los ojos, lo que hizo que mi cabeza gritara en protesta.
—El hecho de que no haya habido alguien con que quiera pasar el rato de manera exclusiva no significa que yo no sepa la diferencia entre calidad y cantidad.
—Podría haberme engañado, además Sehun quería más de lo que yo estaba dispuesto a dar y sería una pena porque mi appá y papá lo amaban.
—Es cierto, por lo que he oído estaba bastante hecho a la medida  como para hacer felices a tus padres. ¿Qué quieres decir con que quería más de lo que estabas dispuesto a dar? ¿Trató de poner una roca en tu dedo después de solo seis meses?
El me dio una mirada y frunció los labios en una mueca de  desprecio.
—Ni siquiera cerca, solo quería que las cosas fueran más serias de lo que yo quería que fueran.
Me reí un poco y me froté entre las cejas. Mi dolor de cabeza se había convertido en un latido sordo, pero estaba empezando a ser manejable. Necesitaba pedirle que pasara por un Starbucks o algo si tenía que atravesar esta tarde.
—¿Es esa tu manera remilgada de decirme que estaba tratando de meterse en tus pantalones y no lo dejaste?
Él entrecerró los ojos y tomó la salida que nos llevaba a Mopko.
—Necesito que pases por Starbucks antes de ir a casa de mis padres, y no creas que no me di cuenta que no estás respondiendo a mi pregunta.
—Si nos paramos, llegaremos tarde y no todos los chicos tratan de meterse en mis pantalones.
—El cielo no se va a caer si nos presentamos con cinco minutos de retraso a la programación de Jihoon y tienes que estar bromeando, estuviste encadenado a ese idiota por seis meses sin rendirte, es una broma.
Eso  me hizo reir tanto que tuve que sostener mi cabeza con ambas manos mientras el whisky registrado en mi cerebro empezaba a protestar gritándome. Yo jadeaba un poco y lo miré con los ojos llorosos.
—Si realmente crees que no eres tan inteligente como yo siempre pensé que eras. Cada tipo de menos de noventa está tratando de meterse en tus pantalones, Donghae, sobre todo si piensa que es tu hombre. Soy un hombre, sé de esta mierda.
Se mordió el labio de nuevo admitiendo que probablemente tenía un punto válido y llevó el auto a la cafetería. Yo prácticamente salí corriendo, ansioso de estirar las piernas y conseguir alejarme un poco de la típica actitud arrogante.
No me había molestado en preguntar si Donghae quería algo porque él seguía siendo todo arrogante por tener que parar en primer lugar. Era casi mi turno para pedir cuando mi teléfono comenzó a sonar en mi bolsillo. Lo saqué después de pedir un café de culo grande y negro y tomar un lugar en la mesa al lado de un lindo moreno que estaba intentando con todo su esfuerzo no ser atrapado chequeándome.
—¿Qué pasa?
Podía oír la música a todo volumen en la tienda detrás de Kyuhyun cuando preguntó:
—¿Cómo te está yendo esta mañana?
Kyuhyun conocía mis defectos y malos hábitos mejor que nadie, y la razón por la que habíamos mantenido nuestra amistad, tanto tiempo como lo habíamos hecho era porque nunca me juzgaba sobre la base de esos factores.
—Apesta. Tengo resaca, estoy de mal humor y a punto de sentarme en otra función familiar forzada, además de que Donghae está algo raro hoy.
—¿Cómo estaba la chica de anoche?
—No tengoidea. Ni siquiera recuerdo llegar a casa desde el bar, pero al parecer hice un gran trabajo con él pues se molestó mucho porque no recordara quien era, así que auch.
Se rió en el otro extremo de la línea.
—El te lo dijo como seis veces anoche, incluso intentó quitarse la camiseta para mostrártelo y yo llevé sus culos a casa, borracho. Traté de que te fueras a medianoche, pero como de costumbre, no lo agarraste.
Solté un bufido y tomé el café cuando el hombre detrás del mostrador me llamó. Me di cuenta de que los ojos del moreno seguían la mano que rodeaba el vaso de cartón. Era la que tenía la cabeza de una cobra rey en ella. El resto de la serpiente se abría paso en mi antebrazo y alrededor de mi codo. Su boca hizo una pequeña O de sorpresa, así que le di un guiño y me dirigí de nuevo al BMW.
—Lo siento amigo. ¿Cómo te fue en tu cita?
El tío de Kyuhyun, Shindong había abierto la tienda hace años en el Gangnam cuando lo concurrían principalmente pandilleros y ciclistas, pero ahora con la llegada de la juventud urbana y moderna que poblaban la zona, “El  Mercado” era uno de los sitios de tatuajes más concurridos de la ciudad. Kyuhyun  y yo nos conocimos en la clase de arte de quinto grado y habíamos sido inseparables desde entonces, de hecho, había sido su plan desde que teníamos doce años que, finalmente, nos mudaríamos a la ciudad y trabajaríamos para Shindong. Los dos teníamos locas habilidades y personalidad para hacer que la empresa surgiera, por lo que Shindong no tuvo reparos en que fuésemos aprendices y nos pusiéramos a trabajar antes cumplir los veinte. Era lo máximo tener a un amigo que trabajara en la misma rama; tenía una gran cantidad de tinta en la piel que iba desde geniales a no tan geniales, que las crónicas de Kyuhyun mejoraban y mejoraban en este arte y podíamos permanecer exactamente en la misma cosa.
—Terminé ese pedazo de espalda en el que he estado trabajando desde Julio, resultó mejor  de  lo que pensaba  y  el  tipo está  hablando de  hacerse el frente de manera que lo tomé porque es un volquete gordo.
—Genial. —Estaba haciendo malabarismos con el teléfono y el café y tratando de abrir la puerta del auto cuando una voz delicada me detuvo en seco.
—Oye. —Miré por encima de mi hombro y el moreno estaba de pie encima de un auto con una sonrisa en su rostro—. Me gustan mucho tus tatuajes.
Yo le devolví la sonrisa y salté un poco hacia atrás para no derramar café hirviendo por toda mi entrepierna mientras Donghae empujaba la puerta desde el interior.
—Gracias. —Si estuviéramos más cerca de casa y Donghae no estuviese poniendo ya el auto en marcha, probablemente habría tenido un segundo para pedirle su número. Donghae me lanzó una mirada de desprecio que yo ignoré y rápidamente volví a mi conversación con Kyuhyun—. Siwon está en casa, al parecer tuvo un accidente y Donghae dijo que estaría algunas semanas en recuperación. Supongo que es por eso que appá estuvo llamando a mi teléfono toda la semana.
—Patea culo. Pregúntale si quiere rodar con nosotros unos días, extraño a ese maleducado hijo de puta.
Tomé un sorbo de café y mi cabeza por fin empezó a calmarse.
—Ese es el plan. Llegaré contigo en mi camino a casa y te dejaré saber cuál es la historia
Moví mi pulgar por la pantalla para finalizar la llamada y me recosté en el asiento. Donghae me miró fijamente y juré que vi sus ojos brillar con ira.
—Tu appá llamó mientras estabas ocupado coqueteando. Está molesto porque vamos tarde.
Sorbí un poco más del néctar negro de los dioses y comencé a golpear ligeramente mi rodilla con la mano libre. Siempre fui una especie de chico inquieto y mientras nos acercábamos a la casa de mis padres, por lo general se ponía peor.



4 comentarios:

  1. O.o
    Por un momento pensé que el chico con el que estaba el mono en la cama era Hae~
    Pero...ahhhhhhh
    Esta buena ma cosa!

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  2. OH SON AMIGOS Y TODO AL PARECER SIWON ES UN LINDO HERMANO CUANDO EMPESARA EL ROMANCE YA QUIERO SABER

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  3. Y bueno aquí siguiendote en esta nueva historia, aunque la verdad ando medio pérdida. Jajajajajaja

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  4. Muchas gracias por el cap!! ya me enganche, asi que aqui me tendras pegada hasta que lo termine... byee

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...