Minwoo se apartó del demonio que había matado y buscó
entre la sangrienta refriega. Había demasiados demonios. Incluso aunque Ronin y
su gente habían venido a ayudar, todavía se veían sobrepasados. Se sentía igual
que si hubiese caído en un hormiguero. Mirase a donde mirase había un demonio o
un miembro de la manada de Park.
Vamos a morir…
Las lágrimas llenaron los ojos mientras luchaba por
dominar el pánico. Pero, ¿Cómo podían aguantar los suyos? Aparecieron nuevos
demonios y se unieron a la batalla. Su gente se cansaba minuto a minuto y
aunque las heridas eran mínimas, todavía le dolían.
Ninguno de ellos podía utilizar los poderes ya que eso
sólo alimentaría la fuerza de los demonios. Incluso Shindong estaba luchando
con la vara y espada.
Simi era la única que parecía disfrutar de ello mientras
corría alrededor con una botella de salsa barbacoa, intentando coger a la gente
de Woorang. El resto de ellos…
Es descorazonador.
¡Basta! Todavía no estamos vencidos.
Era un Ha emparejado a un Kim. Las dos líneas de sangre
real Were-Hunter estaban combinadas en su interior y por los dioses que no
cedería ni se rendiría.
Con fuerza renovada, se lanzó hacia el licántropo más
cercano. Lo cogió con el arma, un golpe tan feroz que lo levantó de los pies y
lo envió volando contra el demonio que luchaba con Taeheon. Cargó su peso para
patearlos a ambos.
Taeheon rió.
—Hazte con ellos, chico. —Destelló a su forma de tigre.
Cuando se adelantó a acabar con ellos, captó un vistazo
de Woorang dirigiéndose a su madre por la espalda. Mama estaba enzarzada con un
demonio y no tenía ni idea de que estaba cerca de ella.
Pero la lujuria de sangre en los ojos era inequívoca.
Iba a matarla.
El único pensamiento era salvar a su madre, se convirtió
en oso y se lanzó a por él.
Mama se volvió al mismo tiempo que Woorang esquivaba a Minwoo
y le asestaba un fuerte golpe lanzándolo a un lado. Esto envió a Minwoo volando
e hizo que se volviera humano mientras intentaba respirar a través del dolor.
Desnudo y sangrando, intentó enfocarse. ¿Cómo diablos hacía Hyungsik para
permanecer en su forma alternativa?
No podía moverse…
Gah, ¡Esto duele!
Woorang fue a apuñalarlo, pero Mama, en la forma de oso,
se lanzó hacia la garganta, derribándole. Se volvió para comprobar como estaba Minwoo,
quien se había recuperado al menos lo bastante para vestirse.
Su madre posó una enorme garra sobre su rostro… donde
estaba seguro que estarían visibles las marcas de Centinela. La asustada
preocupación en esos ojos negros trajo una temblorosa sonrisa a los labios de Minwoo.
—Estoy bien, Mama.
Mama fue por Woorang, pero el cobarde había huido. Lo
persiguió mientras Hyungsik llegaba corriendo a comprobar a Minwoo.
Lo ayudó a levantarse y le tomó la cara entre las manos.
—¿Estás bien?
Él asintió.
—¿Por qué estás todavía en forma humana?
—Es la única manera de pelear con los demonios y ganar.
Minwoo echó un vistazo a su alrededor a todos los cuerpos
y la sangre que cubría a los combatientes y el suelo.
—No estoy seguro de que estemos ganando.
Le dedicó una insultante sonrisa que de alguna manera le
hizo sentirse mejor incluso ante la posible masacre.
—Todavía no estamos muertos.
No, pero eso era todo lo que se podía decir por ellos en
el presente.
Lo besó, entonces regresó a la lucha. Minwoo se volvió
para ver a Donghyun que daba una patada al mismo tiempo que uno de los demonios
dejaba escapar un eructo de fuego. Donghyun esquivó la ráfaga. El fuego pasó
rozando la pulida superficie de las molduras y prendió en la madera del bar.
Las llamas cruzaron el techo y encendieron las botellas de alcohol.
—Oh, no. —Jadeó cuando el fuego se propagó rápidamente.
Con el corazón en la garganta, corrió por un extintor mientras Jeup hacía lo
mismo.
—¡Hyungsik! —llamó, necesitando más ayuda.
Hyungsik se volvió al mismo tiempo que Woorang iba por
él.
Minwoo se congeló en doloroso shock cuando se dio cuenta
de que estaba a punto de suceder.
Woorang, espada en mano, iba a degollarle.
Gritando, corrió hacia Hyungsik para salvarle. Él se
volvió cuando la espada estaba bajando. Murió por dentro cuando se dio cuenta
que nunca lo alcanzaría a tiempo incluso si se tele transportaba.
Justo cuando la hoja iba a alcanzarle, Mama se puso a si
misma entre ellos. La espada, en vez de degollar a Hyungsik, se enterró profundamente
en el costado de Mama.
—¡No! —gritó Minwoo cuando vio el golpe.
Mama cayó sobre Woorang, fijándole en el suelo mientras
lo sofocaba hasta que dejó de moverse. Cuando se quedó quieto, Mama intentó
dejarle, pero tropezó.
Minwoo alcanzó a su madre, quien estaba temblando y
jadeando. La sangre lo empapaba todo cuando fluía de la abierta herida.
—¿Mama? —se ahogó.
Su madre se volvió humana para mirarla. Fue entonces
cuando vio lo horrible que era la herida. Minwoo conjuró una sábana y cubrió el
cuerpo desnudo de su madre.
Carson apareció a su lado y sacudió la cabeza cuando vio
la herida que casi la cortaba a la mitad.
—No hay nada que yo pueda hacer. Lo siento mucho, Minwoo…
Mew.
Minwoo le agarró por la camiseta.
—Conseguid traer a Kyuhyun del pantano. —Él podía sanar
heridas como esta—. Él es su única esperanza.
Carson se desvaneció.
Mama jadeó por respirar cuando tomó la mano de Minwoo y
la volvió para ver la palma marcada. Una tenue sonrisa curvó los labios.
—Mi precioso hijo. —Le besó la palma.
Minwoo rompió en sollozos cuando sus hermanos los
rodearon.
—Aguanta, Mama. Kyuhyun ya viene.
Ella tragó.
—Es demasiado tarde, ma petite. —Con una triste sonrisa,
acarició la mejilla marcada de Minwoo—. Eres tan hermoso… deberías haberme
dicho la verdad sobre ti hace mucho tiempo.
Las lágrimas picaban las mejillas de Minwoo.
Hyungsik se movió para quedarse detrás de Minwoo al mismo
tiempo que Papá llegaba al lado de Mama. Los ojos estaban llenos de lágrimas
cuando cayó de rodillas.
—¿Mew?
Las lágrimas fluyeron desde los ojos de Mama cuando se
estiró para alcanzar a su compañero.
—Mi precioso Hyunjong. Je t´aime pour toujours.
Las manos de su padre temblaban cuando recogió a Mama en
sus brazos y la sostuvo cerca.
—Moi aussi, ma petite.
Mama se estiró y cogió la mano de Hyungsik, entonces la
presionó contra la de Minwoo.
—Perdonadme, —jadeó—. Que los dioses os concedan a ambos
la felicidad que Hyunjong y yo hemos compartido, y puede que tengáis unos niños
tan preciosos como los nuestros. —Con labios temblorosos, miró a todos los
chicos que estaban allí reunidos—. Os quiero, mes enfants. Cuidad los unos de
los otros por mí.
Entonces se convirtió en osa. Papá sollozó en su pelaje
mientras la mantenía incluso más cerca. Las marcas de Centinela aparecieron en
el rostro.
—Hacednos orgullosos, hijos.
Mama se estremeció cuando su último aliento la abandonó.
Papá sonrió con tristeza, entonces inclinó la cabeza y se unió a ella en la
muerte.
Minwoo dejó escapar un gemido de dolor cuando Hyungsik
tiró de él contra su pecho.
Hyungsik no sabía qué hacer mientras mecía a Minwoo en
sus brazos. Sollozaba igual que un niño al que le hubieran roto el corazón.
Partes del bar estaban todavía ardiendo, pero Taeheon, Shindong y Max parecían
tener la mayoría bajo control.
Jiyong, Wonbin, Wynter, Goonji y los Carontes habían
hecho huir a los demonios.
Donghyun dejó escapar un fiero sonido de dolor un
instante antes de convertirse en oso. Se lanzó a si mismo contra el cuerpo de Woorang,
haciéndolo pedazos. Hyungsik se encogió, agradecido de que Minwoo no fuese
capaz de ver la maldad de las acciones.
No es que no conociera el lado oscuro de Donghyun o
probablemente no lo hubiese hecho Minwoo de estar más consciente. Enterró los
labios contra su pelo y lo meció, mientras él dejaba salir todo el dolor.
Odiaba no poder quitárselo.
Pero no había nada que hacer excepto consolarlo.
Y cuando todo el mundo se dio cuenta de qué había
sucedido y que Woorang yacía muerto, la lucha cesó.
Seojoon dejó escapar su propio grito de dolor cuando vio
a su propio padre masacrado en el suelo. Cayó de rodillas sollozando mientras
el resto de la manada observaba con incredulidad.
—¡Os tendré, bastardos! —Chilló Seojoon—. ¡Lo juro! ¡Os
mataré a todos por esto!
Taeyang sacudió la cabeza.
—Ya ha habido bastantes muertes, Seojoon. Ve a casa por
amor de los dioses.
Seojoon se lanzó a sí mismo hacia Taeyang.
La Dark-Huntress Janice lo cogió y lo lanzó a los brazos
de los licántropos detrás de él.
—Chico, mejor será que aprendas a escuchar. Se acabó.
Coge a tus compañeros y vete a casa mientras todavía estás en este lado de la
tumba. Es una oferta antigua y está a punto de expirar. Vete.
Él se fue, pero la promesa en los ojos era potente.
Volvería.
Los were lobos y los demonios se replegaron. Youngdo y Wonbin
intercambiaron una mirada de mutuo odio entre ellos antes de que Wonbin, Jiyong
y su gente siguieran a los otros para asegurarse de que no daban media vuelta.
Hyungsik paseó la mirada alrededor del bar que casi había
sido destruido. Mesas y sillas junto con los raíles y los moldes habían sido
astilladas. El área entera estaba carbonizada. Cristales rotos y armas
ensuciaban el suelo y estaban cubiertas de sangre.
Nunca había visto nada igual.
Y cuando la mirada fue a la señal sobre la puerta, sintió
que el corazón daba un vuelco.
Ven en paz o márchate en pedazos.
La única pregunta era, ¿Podrían recoger los pedazos que
habían quedado aquí esta noche?
Taeyang avanzó para coger a Minwoo apartándolo de Hyungsik
de modo que pudiera sostenerla él. Hyungsik empezó a protestar, pero se dio
cuenta que necesitaba a su familia tanto como lo necesitaba a él. Mientras
sentía dolor por Minwoo, Taeyang realmente sentía el dolor de la pérdida.
Sabiendo que era demasiado para sí mismo, lo liberó para que vaya con su
hermano.
Taeyang acunó su cabeza contra el hombro.
—Todo irá bien, Minu. Nosotros estamos aquí.
Minwoo oyó esas palabras, pero no hacían nada para
mitigar el dolor en su interior. Todo lo que quería hacer era compartir el
emparejamiento con su madre…
Su padre…
Ése era el motivo por el qué había venido aquí esta
noche. Había querido que sus padres estuvieran orgullosos de él. Para compartir
su alegría.
Ahora se habían ido. Para siempre.
Si no hubieses estado aquí, no habrían sido atacados de
improviso y Mama habría muerto sin haberlo visto nunca más.
Eso era verdad, pero aún así no podía detener el dolor en
su interior. La pena que clamaba por el amor de su madre. ¿Cómo podía haberse
ido? ¿Cómo?
Era tan injusto y quería sangre por las pérdidas…
Hyungsik permaneció atrás cuando los osos hicieron un
círculo y se sostuvieron uno a otro para consolarse. Eran una familia unida.
Se sentía un total extraño.
Hasta que Minwoo y Taeyang tiraron de él hacia delante.
Vaciló hasta que Donghyun le cogió la muñeca y lo obligó a unirse a ellos.
—Eres uno de nosotros, lobo. —la mirada de Donghyun fue a
Dongjoon, Kevin, Jinyoung y a los otros — Como lo sois todos vosotros. Gracias
por venir a ayudarnos a luchar. Esto no será olvidado.
Minwoo se estiró para limpiar un poco de la sangre en la
cara de Hyungsik antes de besarle.
—Supongo que somos Osbo después de todo.
Taeyang frunció el ceño.
—¿Osbo?
Simi resolló como si pensara que él era completamente
denso.
—Una familia oso y lobo. Jeez, ¿Nadie entiende el inglés
Caronte?
Taeyang sacudió la cabeza cuando echó un vistazo alrededor
a la mezcolanza de criaturas que llamaban hogar al Empire.
—Esta es una jodida familia.
Hyungsik rió.
—Creo que es la naturaleza de todas las familias ser
jodidos.
Minwoo se limpió las lágrimas.
—¿Simi? ¿Qué es eso que me dijiste una vez acerca de las
familias?
—Tenemos tres tipos de familia. Aquella de la que
nacemos, aquella que nace para nosotros y aquella que dejamos entrar en
nuestros corazones.
Minwoo le tendió la mano a Hyungsik mientras Taeyang
continuaba sosteniéndole.
Familia.
Eso era todo lo que realmente importaba.
Aquellos de los que nacemos, aquellos que nacen para
nosotros y aquellos que dejamos entrar en nuestros corazones.
Los que estaban allí reunidos, ellos eran familia y
ningún montón de malicia podría cambiar eso. La familia solo podía ser
destruida desde dentro.
Nunca desde fuera.
Y esta noche todos estaban más cerca de lo que habían
estado nunca antes. Unidos en el dolor. Unidos en espíritu.
Unidos en amor.
Empire para siempre.
Una Semana Después.
Minwoo permanecía en el centro del bar mientras Quinn y
Serre sujetaban de nuevo las luces del techo. Estaban intentando levantar de
nuevo el bar y ponerlo lo más pronto posible en funcionamiento, pero les estaba
llevando algún tiempo recoger los fragmentos y volver a abrir.
Conforme a la costumbre Were-Hunter, habían cremado a sus
padres y habían colocado las cenizas en una urna que ahora descansaba en la
capilla conmemorativa donde sus hermanos estaban guardados en una habitación
especial de la Casa Ha.
Minwoo la había visitado con ellos justo esa mañana. No
creía que alguna vez se acabara la necesidad de ver a su madre o sentir los
cariñosos abrazos de su padre.
Los extrañaría siempre.
Hyungsik llegó detrás de él y le ofreció una taza de té.
—¿Estás bien?
¿Cómo podía realmente responder a eso?
Miró alrededor del daño que habían tenido que reparar. En
una noche, sus vidas habían sido alteradas para siempre. Una noche que dejaría
una última cicatriz sobre todos ellos.
Pero más allá del dolor estaba la esperanza. Y al igual
que la mítica ave fénix, el Empire renacería de las cenizas y sería más fuerte
de lo que lo había sido antes.
Quizás nunca recuperaran la licencia de limani, pero
estaba bien. Eso les permitiría escoger y elegir a quienes ayudarían y le daría
a Donghyun y Taeyang la libertad de patear el culo de cualquiera que cruzara la
línea.
—Sí, creo que lo estoy. —Le sonrió a Hyungsik antes de
que se fuera a ayudar a Taeyang y Ronin a mover algunos trastos viejos.
El bar se abriría en un par de semanas. Todo volvería a
la normalidad excepto por dos cosas.
Ya no estarían Mamá y Papá Osos Ha. Ese dolor ardía en su
interior.
Pero sus hermanos se habían juntado y los habían nombrado
a él y a Hyungsik los nuevos propietarios del bar. Serían las dos caras que
llevarían el legado que sus padres habían comenzado, especialmente ahora que Hyungsik
no era culpable de lo que habían hecho los demonios.
Para bien o para mal, el Empire estaría allí. Y todo el
mundo sería igualmente bienvenido, siempre y cuando se atuvieran a la única
ley.
Ven en paz o sal en pedazos.
—¿Hey?
Se volvió ante el sonido de la desconocida voz procedente
del exterior de la puerta.
—¿Sí?
Un alto hombre rubio permanecía a la brillante luz del día
mientras examinaba la construcción.
—¿Cuándo vais a volver a abrir?
Quinn salió de debajo de la escalera.
—Sobre la segunda quincena del próximo mes.
—Fantástico. Os veré entonces.
No fue hasta que se hubo marchado que todos ellos se
dieron cuenta de algo.
Ese hombre había sido un Daimon.
Y estaba caminando a la luz del día.
—Oh, mierda. —jadeó Taeyang—. Tíos, ¿Creéis que los
Dark-Hunters lo saben?
Hyungsik sacudió la cabeza.
—No, y creo que los Dark-Hunters están a punto de estar
seriamente ocupados.
Dos semanas después
Hyungsik yacía en la cama, completamente desnudo, con Minwoo
acurrucada a su lado. Dioses, se sentía tan bien allí…
—¿Piensas reclamarme alguna vez?—susurró Minwoo mientras
trazaba círculos sobre los músculos de su abdomen.
—Creo que esto está completamente en tus manos, mi joven
señor.— En su mundo, el emparejarse era solamente una decisión de la pareja. Un
hombre no podía obligar a una pareja a aceptarle sin importar qué.
Y si no le aceptaba antes de tres semanas, sería
impotente…
Tanto como la pareja viviera.
Minwoo se incorporó para mirarle.
—No lo habías mencionado, así que empezaba a preocuparme.
¿Estaba preocupado? Él era el que iba a enfrentar los
próximos años como el niño de un póster de Viagra fraudulenta.
—No quería presionarte. Has pasado por mucho.—Y había
estado tan triste desde la muerte de sus padres que no había querido pincharla
recordándoselo.
Minwoo se levantó, mostrándole los pechos que vivía para
saborear.
—Sí, pero tú solo tienes dos días más…
Como si no estuviera contando cada exacto nanosegundo…
Había programado el reloj para que le avisara antes de que fuera demasiado
tarde. Pero otra vez, Kevin le había enseñado que las parejas requieren cierto
grado de delicadeza. De otro modo, un tío acababa en la caseta del perro. En su
caso literalmente.
—Estaba esperando que te sintieras mejor y dispuesto.—Le
dedicó una maliciosa sonrisa.
Minwoo dejó escapar un juguetón suspiro ante la
hambrienta mirada. Su lobo podía ser imposible a veces. Pero no lo quería de
ningún otro modo, y el pensamiento de no tenerle le hería tan profundamente a
un nivel que ni siquiera pensó que existía.
Hyungsik sería suyo por siempre.
Se aseguraría de eso.
Deslizando el cuerpo sobre el suyo, se sentó a ahorcajas
sobre sus caderas. Era maravilloso, tendido en la cama. Tomó la mano en las
suyas de modo que pudiera mordisquear las yemas de los dedos. Él se endureció
al instante.
Hyungsik lo miró, la respiración se volvió desigual.
—¿Estás seguro?
Minwoo le pellizcó los nudillos cuando liberó su mano.
—No seas tonto. He estado esperando años por este
momento.
Los ojos se oscurecieron, con sinceridad.
—He estado esperando toda una vida por ti.
Esas palabras lo alcanzaron. Alzó su palma marcada. Hyungsik
colocó la suya en la de él, las marcas unidas mientras entrelazaba los dedos,
de modo que pudieran completar el ritual de emparejamiento. Minwoo estaba tan
nervioso, y no estaba seguro del por qué. No era como si nunca antes se
hubieran acostado y todavía…
Esto los uniría para siempre. Le pertenecería a él y él
sería exclusivamente suyo. Era una gran responsabilidad ser una parte del mundo
de alguien.
Pero no lo querría de otra manera.
Con las miradas enlazadas, Minwoo se elevó y se permitió
descender sobre él.
Hyungsik se mordió el labio cuando su cuerpo se cerró
alrededor del suyo. Quería empujar contra él, pero eso no era parte del ritual.
Éste era su momento. Minwoo marcaría el paso y dictaría lo que harían.
Y cuando empezó a moverse contra él, el lobo en su
interior aulló de placer. Con las manos marcadas entrelazadas, corrió la mano
libre por la espalda mientras se movía en cortas y tortuosas caricias.
Frotó su mano contra la marca que Jiyong había colocado
sobre su hombro. Él todavía tendría que luchar con los demonios de vez en
cuando, pero como Wonbin le había explicado su vida era básicamente suya.
Entonces otra vez, cerró la mirada en los ojos de Minwoo,
dándose cuenta que su vida ya no le pertenecería sólo a él. Minwoo era ahora su
vida.
Apretó el agarre sobre la mano marcada.
—Te acepto como eres, y siempre te mantendré cerca en mi
corazón. Caminaré por siempre a tu lado.
Hyungsik sonrió cuando susurró las palabras que los
vinculaban en una ceremonia que pertenecía a un tiempo antes que fuera
registrada en la historia. Él entonces se la repitió a Minwoo y añadió una
frase más.
—Daría de buena gana mi vida por ti, Minwoo.
—Tú eres mi vida, lobo, así que será mejor que cuides
bien de la nuestra.
Él empezó a responder con una broma, pero el tirio se
alzó sobre él tan repentinamente que no pudo hacer otra cosa excepto sisear
cuando sintió el pene endurecerse incluso más. El dolor explotó en su boca
cuando los dientes se alargaron en agudos colmillos y una lujuria de sangre lo
sacudió haciendo mofa de la que había conocido cuando Phrixis había vivido en
su interior.
El tirio era la urgencia de unir las fuerzas vitales y
convertirlos en uno para toda la eternidad.
En la vida y en la muerte. Lo que Yewoon tuvo con su
compañero y lo que sus hermanos habían hecho con los suyos.
Una vez puesto en su lugar, era irrompible por cualquier
otro excepto Phoenix.
Hyungsik apretó los dientes para evitar morderlo.
Minwoo le ahuecó el rostro en su mano mientras lo
contemplaba.
—Acabémoslo, Hyungsik.
El calor de la alegría lo atravesó, pero no quería dar
ese paso tan ligeramente.
—¿Estás seguro?
Minwoo le miró con cara de pocos amigos.
—He atravesado el infierno por ti… dos veces. ¿Realmente
crees que quiero pasar esta vida sin ti?
Hyungsik se sentó bajo él, atrayéndolo más cerca,
entonces hundió los dientes en su piel.
Minwoo dejó escapar un pequeño grito de consternación
cuando sus propios dientes se alargaron. Sintió los poderes elevarse mientras
su sangre se mezclaba. Apartándole el pelo del hombro, le mordió.
La habitación nadó con cada sentido que se le acentuaba e
incendiaba. En un instante, podía sentir el latido de Hyungsik como si fuese
suyo. Los dos estaban verdaderamente unidos.
Para siempre.
Nunca tendrían que vivir otra vez el uno sin el otro.
Éste era el gran regalo.
Y la última maldición.
Pero no lo habría querido de otra manera.
Entrelazados y unidos, se corrieron al unísono. Minwoo
presionó la mejilla contra la de Hyungsik mientras la sostenía cerca y
escuchaba suavizarse el latido de su corazón.
—Juré que nunca me vincularía a nadie. —Susurró Hyungsik
en su oído—. Pensé que solo lo hacían los tontos.
—¿Y ahora?
La mirada se cerró en la suya.
—Soy el tonto más feliz
del planeta.
Minwoo le besó entonces y no pudo estar más de acuerdo.
También era el joven tonto más feliz del planeta.
Nos seguiremos leyendo con los lobos. Espero traerles otra saga... historias con personajes muy diferentes a los que les he traído. Solo denme un poco de tiempo para que disfruten de ellas.
Ah, no puedo creer que haya terminado. Ha sido hermoso. He seguido la saga desde un principio, y el que termine me da sentimientos encontrados.
ResponderEliminarGracias por habernos traído tan hermosa saga.
Ahhhhhh
ResponderEliminarLos osos Ha murieron... Eso no fue lindo!
Y Sik y Minwoo no tendrán cachorros(?)!!!
Ahhhhhh por qué!????
No más!
No inventen! En serio!!!! Y ahora que haré con mi vida(?) jajajajaja nah~ ay pero por que no le siguen!??? Se aburrieron, yo de verdad disfrute y ame leer cada capitulo de la saga, les agradezco de corazón por darme algo en que entretenerme, es triste saber que aunque falten más libros, no van a seguir, hacen un maravilloso trabajo, las felicitó!!!
Y pos ya que!
Me quede con las ganas de saber mas de Shindong!!!! Ahhhhhh
Que triste! Y los bebés del Sichul y el Kyumin....ahhhhhh
Nahhhhh quiero mas! Porfis!!! Porfis!!!
:)
Gracias!!!!
Las sarangheo un montón!!!
Acá una lectora, fan número uno de sus historias y adaptaciones!
Desde Colombia un saludo muy especial!
<3
Fue un largo y gratificante tiempo leyendo tus maravillosas adaptaciones.
ResponderEliminarHermosa saga, lamento su conclusión pero como siempre es un placer leerte.
oh termino oki esta bien espero y te animes algun dia en ternimar la saga que esta muy buena
ResponderEliminarHasta el último...hasta el último capítulo pudimos ser felices por su emparejamiento...esto de verdad fue una espera demasiado laaaaarga.
ResponderEliminarMe gusta que Sik ya no sea una nena y ya no ande todo sensible,y ahora sepa que tanto su familia como otras personas,lo quieren...bien por él.
¿Tanto tiempo ha pasado?
Es increíble lo rápido que pasa
Pero...¿Y Shin...y estos que ya pueden andar en la luz del sol...y los malos,porque aún los hay...y MinHo...y todo lo demás?
Necesito respuestas...podría hacer un resumen...xD
Ni que decir...buenas historias...lastima que termino,pero esta bien.
Gracias.
dios miooo quede en Dos temporadas atras y por tiempo no he seguido pero dios mioo no dormire por seguirla 9.9 increible que haya terminado 😭 gracias por tu trabajo enserio adore la saga completa y adorare lo que aun no leo gracias por tu esfuerzooo :)
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